Una carrera de obstáculos

Barreras arquitectonicas / Google

Un día cualquiera de la vida cotidiana de Marina está salpicado de obstáculos insalvables aquí y allá, que dificultan el desplazamiento por la capital con su silla de ruedas. Como Marina miles de personas tienen una discapacidad física reconocida de más del 33%. A ellos se suman los que no alcanzan ese porcentaje y los que de forma ocasional ven reducida su movilidad. Todavía hay muchas escaleras insalvables, y no sólo físicas lo que para muchos ciudadanos son aceras aptas para discapacitados físicos, para otros son “rampas asesinas” con mucha pendiente, demasiada inclinación o un pequeño escalón.

Un día con Marina

Marina, estudia en la facultad de filologia en la Universidad Complutense de Madrid, el autobús se convierte en su único medio transporte ya que el metro mas cercano de su casa no tiene un ascensor para bajar al anden. Su mejor amiga, la acompaña todos los días hasta la puerta de su facultad pero incluso con ayuda, el viaje se convierte en un verdadero sacrificio.  Aceras con grandes desniveles, salida del bus en sitios incómodos para maniobrar y un sin fin de obstáculos imprevistos hacen que Marina viva verdaderas aventuras en su día a día. Pero para esta jóven las barreras no  son solo arquitectónicas, si no que también son muchas las barreras humanas que puede llegar a encontrarse durante el día. “La gente no se da cuenta que voy en una silla de ruedas y muchas veces me he encontrado sin poder subirme al ascensor porque no me han dado paso” aseguraba Marina.

Obras que se convierten en obstáculos

Son muchas las pegas que se convierten en verdaderos obstáculos, aunque aparentemente están pensadas para personas con movilidad reducida. Muchas obras nuevas se inauguran sin reparar en estos detalles que para muchos ciudadanos son vitales. Barreras arquitectónicas en el propio diseño de las calles, transporte, comercios o espacios públicos inaccesibles, dificultades para conseguir un puesto de trabajo e incluso una silla de ruedas son algunos de los problemas cotidianos a los que se enfrentan. Nunca saben qué obstáculos nuevos les cortarán el camino.

Coche aparcado en un paso de peatones adecuado a minusválidos./ Google

Organización Nacional de Ciegos Españoles lleva luchando desde hace muchos años por la eliminación de barreras. Su máximo representante Alcover, afirma que “las barreras son diferentes para unos y otros, según la discapacidad que se tenga”. Así, para un ciego los obstáculos son todos aquellos que no pueda llegar a detectar con su bastón: “Postes mal colocados, coches mal aparcados en pasos de cebra o esquinas, semáforos sin sonido; esas son las principales barreras para nosotros”, afirma. De cualquier modo, asegura que los discapacitados son pocos afortunadamente y habría que preguntarse qué sería más lógico: que todos se adapten a los discapacitados o que los discapacitados se adapten a todo el mundo”.

Minusvalidos, barreras, ancianos, niños, obstáculos

El artículo 49 de la Constitución Española establece como uno de los principios que han de regir la política social y económica de los poderes públicos, el de llevar a cabo una política de integración de las personas con discapacidad, amparándolas especialmente para el disfrute de los derechos que el Título I otorga a todos los ciudadanos. En consonancia con dicho precepto constitucional, la Ley 13/1982, de 7 de abril, de Integración Social de los minusválidos, se ocupó de la movilidad y de las barreras arquitectónicas. El Ayuntamiento de Madrid viene aplicando la citada normativa, tanto en tramitación de las licencias solicitadas, como en ejecución de obras, y en especial, las de urbanización, lo que ha provocado una importante modificación de la ciudad.