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Emigración intelectual

Los jóvenes españoles obligados a abandonar su país por la falta de oportunidades laborales 

¿Qué está pasando en nuestro país para que el concepto “emigración” se haya sellado en la mente de la mayoría de los jóvenes? ¿Por qué surge la necesidad de plantearse abandonar tu “propia casa” en busca de un futuro mejor? ¿Cuál es la solución para recuperar la confianza de miles de jóvenes que se lanzan a una piscina sin miedo y casi sin esperanza? Estas son algunas de las preguntas que nos hacemos a diario como consecuencia del aumento de la cifra de jóvenes (en su mayoría con titulaciones universitarias) que tienen que viajar al extranjero por necesidad y por encontrar las oportunidades laborales que no les ofrece su propio país.

Son bien conocidas en España las imágenes de emigrantes con maletas de cartón que en los años 60 partían a Europa y América en busca de trabajo y una vida mejor. Este fenómeno, conocido como la ‘emigración española‘, acabó en 1973 como consecuencia de la crisis del petróleo y, tras la entrada de España en la Unión Europea y la bonanza económica que la precedió, los emigrantes pasaron a ser cosa del pasado: España se convirtió en un país con un nivel de vida envidiable que ya no producía emigrantes, sino que los acogía.

Aunque España nunca ha destacado por tener una tasa de desempleo baja, nadie había imaginado que la actual crisis dejaría 5.273.600 parados y que se ‘cebaría’ especialmente con los jóvenes. El desempleo juvenil en estos momentos supera el 50%, Y si no fuera por la fuerte emigración de la juventud que se ha producido durante los últimos años sería aún peor.

Según la prensa europea, alrededor 300.000 jóvenes españoles formados han abandonado nuestro país desde el comienzo de la crisis en 2008.  El aumento de más del 40% se debe en la mayoría de los casos a la falta de perspectivas laborales que ofrece España. Según la reforma laboral aprobada por el nuevo gobierno, podrán despedir al trabajador sin indemnización ni causa, lo cual supone abrir más aún las puertas al empleo precario y temporal. Los jóvenes de menos de 25 años, por su falta de experiencia, seguirán así abocados a trabajar por un sueldo bajo o a encadenar prácticas no remuneradas. Los recortes que se han hecho en investigación han convertido lo que antes era una oportunidad para formarse en el extranjero en una obligación, y España se enfrenta a una nueva “fuga de cerebros” que, sin duda, repercutirá a largo plazo en el país, tanto social como económicamente.

Entre 1964 y 1973, salieron de España prácticamente 1,5 millones de personas. Esto suponía el 10% de la población española. Generalmente se dirigían hacia Suiza, Alemania o Francia. El perfil del emigrante era un hombre casado, de entre 20-34 años que estaría trabajando fuera de casa entre 4 y 8 años. Normalmente buscaban ganar más dinero para pagar sus deudas en España y tener acceso a una vida mejor. A la vista está que, aunque trabajaran de 10 a 14 horas al día, como en España, el sueldo era muy superior

Lo peor de esta situación es no saber cuánto va a durar. La mayoría de los jóvenes van con la intención y la esperanza de que sea algo temporal, piensan en trabajar fuera unos años hasta que “pase la crisis”, para volver a casa y buscar trabajo allí. Sin embargo, ¿qué es lo que les espera?

  • El 50,4% de los jóvenes emigra a un país de la Unión Europea

Ecuador, Reino Unido, Francia y Alemania fueron los principales destinos de los emigrantes españoles en 2012, seguidos a mayor distancia de países como Venezuela, Argentina, Colombia, Brasil o Perú.

Un informe de UGT publicado en 2013 señala que en España hay una tendencia mayor a emigrar entre las personas con estudios superiores o entre quienes tienen mayor formación o carga de responsabilidad. Según los datos que maneja el sindicato, el 50,4% de los jóvenes opta por emigrar a algún país de la Unión Europea y el 30 % hacia América. Dentro de la UE, Alemania es uno de los principales destinos, donde llegaron casi 21.000 españoles en 2012. No obstante, 11.000 de estos jóvenes ya han regresado a España porque se toparon con las barreras del idioma y la convalidación de títulos.

En cuanto a las titulaciones, si bien se ha avanzado en el ámbito universitario gracias al proceso de Bolonia, apenas se ha abordado la convalidación de estudios que varían mucho de un país a otro. UGT advierte de que los jóvenes no encuentran en el extranjero el “paraíso laboral” que esperan ya que la precariedad es un mal endémico en toda Europa, por lo que muchos optan por destinos como Latinoamérica o Asia donde los trabajos también se caracterizan por tener jornadas laborales muy largas y sueldos bajos.

  • Son jóvenes y cualificados

Si entre los que tienen estudios primarios el porcentaje es del 35%, entre los universitarios asciende al 65% en esta franja de edad. Las ganas de salir de España son mayores en los menores de 30 años. Dos de cada tres (67%) ha pensado en marcharse, mientras que los que tienen entre 30 y 44 años el porcentaje cae al 35%.

Ante la pregunta «A raíz de la crisis económica, ¿se ha planteado usted seriamente la posibilidad de emigrar fuera de España para mejorar sus condiciones de vida?, un 80% de los universitarios respondió que sí (2013). Un porcentaje significativamente superior al de parados, que responde al 55%. La cifra es inferior entre quienes tienen trabajo: uno de cada cuatro (25%).

Mientras tanto, en España el gobierno sigue haciendo recortes y los jóvenes españoles se marchan huyendo de la pregunta que nadie quiere hacerse: ¿Está la juventud española condenada al desempleo? Sólo el tiempo lo dirá.

One Comment

  1. Buen trabajo!