Pages Navigation Menu

periodismo universitario en internet

¿Adelgazar contando calorías? ¡Incorrecto!

La permarexia, a pesar de ser un término todavía no aceptado por la comunidad médica, se utiliza para describir el fenómeno que afecta a personas que al estar obsesionadas con el sobrepeso y con el miedo a engordar, se someten a dietas permanentes de bajo contenido calórico. Para un amplio porcentaje de la población, sobre todo entre las mujeres, hacer dieta forma parte de su rutina, pero hay casos en los que el deseo de adelgazar se convierte en una obsesión que puede hacer peligrar la vida. Los principales afectados son los deportistas; y entre ellos se encuentran Enrique Martín y Oscar Grande, quienes optan por una alimentación rigurosamente controlada, para así poder lograr unos objetivos físicos que ellos mismos se marcan.

 Los deportistas: principales afectados

Nuestro desempeño diario es aportado por hidratos de carbono, proteínas y grasas, las vitaminas también son indispensables para el óptimo funcionamiento orgánico en general, particularmente la C, indispensable para deportistas. Pero seguir la “dieta correcta” nunca es tarea fácil, ya que la desinformación se convierte en un problema para cualquier deportista o preparador físico, debido a que pone en riesgo no sólo el objetivo buscado sino también la salud de la persona. Para conocer más sobre la relación alimentación-deporte, Enrique Martín y Oscar Grande nos hablan de sus rutinas diarias que relacionan su objetivo de mejorar su rendimiento deportivo, con una alimentación minuciosamente controlada.

 Alimentación del deportista

En muchas ocasiones, el éxito de un deportista no se basa sólo en la preparación física y mental que pueda tener en su disciplina, sino en la alimentación. Es increíble cómo ésta queda relegada a un segundo término mientras creemos lo contrario, todo ello es producto de malas informaciones recibidas.

Pero no importa cuánto se entrene si la ingesta de alimentos no es la correcta, ya que esto demeritará la actividad física y el aprovechamiento de las prácticas no será el esperado. Ésta es la principal razón por la que es importante contar con conocimientos sobre la alimentación, el ejercicio y el deporte. Las necesidades nutricionales específicas del deportista se clasifican en tres categorías:

•Fase de entrenamiento: la cantidad de energía que recibe un deportista debe ser la necesaria para que ésta se utilice durante la actividad física para la que se prepara. Es importante considerar las diferencias y la exigencia calórica de cada deporte, así como elevar el consumo de líquidos para evitar la deshidratación.

•Fase de competición: en esta etapa se deben de proporcionar más calorías para elevar los niveles de energía, ya que se incrementa el esfuerzo a la hora de competir.

•Fase de recuperación: el organismo debe reponerse y restaurar las fibras musculares empleadas en la competencia. Es además una  excelente oportunidad para bajar los niveles de estrés y motivar al deportista para sus siguientes competencias.

Deporte y permarexia

Alimentación y deporte / Variaciónxxi

 Restricción calórica inadecuada.

Lo correcto en deportistas sería una perfecta combinación entre la alimentación y el ejercicio,  pero debemos tener en cuenta que no todas esas obsesiones con las calorías proceden de objetivos que se plantea un deportista, ya que las personas que no realizan ningún tipo de deporte también podrían ser afectadas.

Como ya hemos visto, los afectados piensan a todas horas en la comida y en las calorías que ingieren, en los platos que están “permitidos” y los que tienen totalmente” prohibidos”, de esta forma  siguen de forma permanente y estricta una dieta de adelgazamiento.

Pero a diferencia de otras enfermedades similares, como podría ser la ortorexia, estas personas no se preocupan solo de ingerir productos saludables, sino que su atención se centra en el valor energético de los alimentos. Además no llegan a extremos como dejar de comer o recurrir al vómito, ni a la utilización de fármacos, diuréticos o laxantes, como ocurre en personas con anorexia o bulimia;  pero su obsesión les lleva a serias descompensaciones en el organismo.

Para no llegar a extremos que producen ese tipo de consecuencias, lo más aconsejable sería reducir la alimentación sin llegar a la desnutrición. Para ello, y aunque resulte algo contradictorio, existe la Dieta de Restricción Calórica, que a diferencia de la que nos proporcionamos nosotros mismos bajo la permarexía, ésta nos permite perder peso de forma saludable y necesita el seguimiento de un médico o nutricionista.

 

 Sintomatología en la permarexia.

Es importante mencionar que existen ciertos problemas a nivel psíquico o emocional que se relacionan directamente con  esta obsesión con las calorías que se ingieren, y por ello se podría hablar de un perfil de personas que sufren permarexia u otros trastornos alimenticios. Las características comunes son las siguientes:

-Baja autoestima,  ya que la falta de seguridad hace que la persona de una  mayor importancia a su cuerpo y apariencia física, por un temor a no gustar o caer bien a otras persona. Apegarse a un modelo o estereotipo socialmente aceptado, le proporcionará tranquilidad .

Autoexigencia. Esta tendencia perfeccionista hace que las personas se fijen metas difíciles de conseguir, como comparar su aspecto con el de profesionales de aspecto impecable, y aparentemente “perfecto”, que le llevarán a una frustración continua, ya que los estereotipos de gente exitosa que se difunden a través de los medios informativos son difíciles de igualar.

-Pasividad: evitará situaciones comprometidas y que hagan necesaria una crítica que le lleven a una discusión, o cualquier tipo de problema que pueda hacer que se sienta desplazado y no valorado, mostrando así una actitud de indiferencia e indefensión.

-Inestabilidad:Su mal humor estará presente en ocasiones donde predominen los platos muy calóricos, como fiestas y eventos especiales. Seguramente culpe al anfitrión de una escasa variedad y huya del lugar.

No reconoce su condición: no es consciente de que lo que le está pasando pueda ser a causa de una personalidad frágil.

-Problemas emocionales: todos estos problemas en la personalidad, darán lugar a que la persona manifieste ansiedad, depresión o inestabilidad de carácter.

Obsesión por el peso

Obsesión por el peso / Variacciónxxi

 

 

 Características psicológicas. 

Preocupación por conocer y llevar a cabo varios tipos de dietas: el conocimento de varias dietas les dará más opciones para su control alimenticio.

-Obsesión por las calorías que poseen los alimentos: se controlan cada alimento que toman y observan atentamente en el envase las calorías que contiene, para llevar así la suma de todas ellas a diario y no sobrepasar el límite.  

-Expertos en nutrición: suelen presumir de entender y conocer muchísimo de nutrición para justificar que siguen esas dietas por motivos de salud, y no por obsesión.

 Consecuencias clínicas de las dietas

El aspecto más alarmante de la permarexia radica en que la persona que la sufre no reconoce a su conducta como un problema y, por ello, tampoco adquiere conciencia de que sus hábitos pueden desestabilizar gravemente su organismo.

Otro de los problemas está en que el hecho de estar siempre a dieta lleva a veces a la privación crónica de determinados alimentos, y por tanto de determinados nutrientes. Someterse a dietas estrictas ocasiona frecuente variación del peso corporal, sin control alguno, y además, el metabolismo de estas personas puede volverse más lento por el déficit constante de calorías ingeridas y tienen mayor riesgo de efecto rebote (también conocido como efecto yo-yo).

El abuso de dietas afectará  a largo plazo el funcionamiento de la glándula tiroides, esencial para regular la velocidad con que trabaja el organismo, y que terminará por “acelerarse” y ocasionar hipertiroidismo (nerviosismo, temblores, sudoración, variación del ritmo cardiaco, intolerancia al calor, diarrea, cansancio, debilidad, insomnio, pérdida de cabello y, en mujeres, alteraciones menstruales).

Pero también pueden surgir otras enfermedades , como la hipoglucemia o disminución de la concentración de glucosa en sangre (genera sudoración fría, confusión, convulsiones, vista borrosa, nerviosismo, fatiga, pulso acelerado y pérdida de la conciencia), padecimientos digestivos diversos como úlcera gástrica (lesiones en la pared del estómago), o estreñimiento (tránsito intestinal lento) y alteraciones nutricionales por falta de vitaminas, minerales, proteínas e hidratos de carbono.

Algunos especialistas consideran que quien sufre permarexia es susceptible de desarrollar otros trastornos alimenticios, como la bulimia o anorexia, cuyas consecuencias son deshidratación, desmineralización de los huesos, infertilidad, daño en riñones y, en casos graves, alteraciones en el ritmo cardiaco y muerte.

A continuación hablaremos con una nutricionista que nos hablará del tema:

  Tratamiento

El tratamiento de este tipo de trastornos alimenticios es llevado a cabo por profesionales, tanto psicólogos como especialistas en nutrición.

Aunque todavía no se considera como una patología nutricional, a nivel psiquiátrico debe ser estudiada porque por ejemplo la vida social de quienes la sufren es sinónimo de cuidado personal, por lo que la obsesión de muchas personas con los regímenes es tomada como algo natural y hasta saludable, es decir algo socialmente aceptado y hasta admirado.

Rebeca Carmona, licenciada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid, nos ofrece más detalles de la enfermedad desde el punto de vista psícológico.

 

 

 

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *