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“Los médicos se limitan a mandar calmantes”

Lo natural está de moda y el campo de la salud no iba a ser menos. Cada vez hay más gente que elige tratar sus enfermedades con métodos naturales, homeopáticos, huyendo de la medicina y los fármacos convencionales. Tiene partidarios y detractores a partes iguales, pero la gente acude a ella cuando sólo quieren curarse y “los médicos se limitan a mandar calmantes”.

La homeopatía es un sistema de medicina alternativa basado en la doctrina de ‘lo similar cura lo similar’: una sustancia que cause los síntomas de una enfermedad en personas sanas curará lo similar en personas enfermas.

Luces y sombras rodean a la homeopatía. Entre los argumentos a favor destacan que la homeopatía se preocupa de la salud integral del paciente y tiene vocación de medicina preventiva. Argumentos en contra, sin embargo, hay muchos más, ya que las comunidades científica y médica la caracterizan como “tontería”, “farsa” y “charlatanismo”. De hecho, los partidarios de la homeopatía admiten que aún no se ha demostrado la forma de curación de los pacientes.

El sesgo de publicación de los estudios homeopáticos es una constante. Por un lado, los investigadores tienden sólo a presentar ensayos con resultados positivos, mientras que por otro, las revistas (sobre todo de medicina complementaria y alternativa) prefieren publicar los resultados positivos.

El hecho de que pruebas controladas aleatorias e individuales han dado resultados positivos no está en contradicción con la falta global de evidencia estadística de eficacia. Una pequeña proporción de ensayos clínicos inevitablemente proveen de resultados falsos positivos debido al papel del azar.

Además, se ha descubierto que los remedios de la homeopatía no son más eficaces que los placebos. Ni una sola preparación homeopática ha demostrado ser inequívocamente diferente del placebo. Las pruebas de calidad demuestran que los remedios homeopáticos no ejercen ningún efecto en el organismo, según la Colaboración Cochrane, una organización que reúne a un grupo de investigadores de ciencias de la salud.

Sin embargo, estos inconvenientes sólo parecen afectar a los preparados que se administran a los pacientes, las píldoras homeopáticas, hechas de una sustancia inerte (a menudo azúcar y típicamente lactosa) infundida por una gota de preparación homeopática (hechas de material infectado, como secreciones fecales, respiratorias, sangre o tejidos o hechas a partir de especímenes sanos).

No ocurre lo mismo, en cambio, con otro tipo de técnicas naturales basadas en la homeopatía, como la acupuntura. María Teresa Barrios, ama de casa de 53 años, explica a Variación XXI su experiencia con ésta técnica.

Los pacientes de medicina natural valoran el hecho de que, gracias a ésta, han podido dejar varios fármacos que anteriormente trataban su dolencia. Normalmente, suele tildarse a la homeopatía de no ética debido a que aumenta el sufrimiento de los pacientes al desalentar el uso de medicina real.

En concreto, la Organización Médica Colegial (OMC), que agrupa a todos los colegios de médicos de España, recordó en 2013 a todos los médicos que “están obligados por las Normas del Código de Deontología médica a emplear preferentemente procedimientos y prescribir fármacos cuya eficacia se haya demostrado científicamente”. Asimismo, añadieron que los facultativos deben tener presente que “no son éticas las prácticas inspiradas en el charlatanismo, las carentes de base científica y que prometen a los enfermos la curación con procedimientos ilusorios o insuficientemente probados que se proponen como eficaces”.

Además, la American College of Medical Toxicology y la American Academy of Clinical Toxicology, aunque desaconsejan su uso, opinan que no existe evidencia de que usar estos tratamientos produce daño, pero puede conllevar riesgos de salud indirectos al retrasar tratamientos eficaces.

No obstante, una practicante de acupuntura que no quiere revelar su nombre explica a Variación XXI que ella no aconseja a ningún paciente dejar de tratarse con los fármacos que un médico convencional le ha prescrito para su dolencia. “Procuramos que el tratamiento con medicina alternativa sea un complemento, un apoyo del tratamiento médico y hacemos lo posible por aliviar el dolor y los síntomas de la enfermedad”. Para ello, indica que los tratamientos alternativos “miran la globalidad del cuerpo y equilibran el organismo”. Pero añade también que “los médicos sólo se limitan a mandar calmantes”. Es por eso, según ella, por lo que las personas acuden a este tipo de técnicas: “Las personas vienen a ti porque no encuentran la solución en los calmantes y sólo quieren curarse”.

Desde diarrea hasta migrañas

Numerosas enfermedades pueden ser tratadas con homeopatía o remedios naturales. Desde la Sociedad Española de Medicina Homeopática (SEMH) destacan que los que más se benefician del tratamiento homeopático son los problemas otorrinolaringológicos, como la rinitis; los digestivos como la diarrea; los problemas cardiocirculatorios como la hipertensión; los articulares; los ginecológicos, los dermatológicos, neurológicos como las migrañas…

La Organización Mundial de la Salud (OMS), no obstante, alertó en 2009 sobre su uso para tratar enfermedades graves como el sida o la malaria. También en 2009 Mario Raviglione, de la OMS, criticó el uso de la homeopatía para tratar la tuberculosis. De igual forma, otro vocero de esta organización argumentó que no existía evidencia de que la homeopatía fuese un tratamiento efectivo para la diarrea.

Homeopatía financiada por el Estado

La homeopatía goza de crédito en países como Francia y Alemania, ya que aquí está financiada por el Estado. En Francia, además, está incluida en la sanidad pública.

Sin embargo, el National Health and Medical Research Council (NHMRC) australiano y los ministerios de salud de Reino Unido (donde la homeopatía estuvo financiada un tiempo) y Suiza han concluido en distintas evaluaciones que la homeopatía es ineficaz y han desaconsejado continuar su financiación.

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