Las drogas blandas cercan el trecho con la legalidad

Las drogas blandas avanzan en su carrera por conseguir su completa legalización en España, y es que nuestro país camina con timidez hacia el mismo destino que países como Uruguay u Holanda. Durante el último año, se ha aprobado una nueva ley que permite el cultivo cannábico en interiores. Los más beneficiados a parte de los propios consumidores, han sido las asociaciones de dispensación de estas sustancias.

Las drogas blandas, tanto en el ámbito del cultivo como en el del consumo, suponen un problema palpable y cada vez más presente en nuestra sociedad que da lugar a todo tipo de interpretaciones. Los más jóvenes son quienes tienden principalmente a ‘coquetear’ con este mundo y por tanto son también los principales afectados por la legislación y sus respectivas sanciones.

• APARTADO LEGAL

La cotidianidad que ha alcanzado la marihuana en nuestras fronteras ha hecho que cada vez gane más fuerza una posible legalización total de esta sustancia. La nueva Ley de Seguridad Ciudadana, lejos de conceder tal manga ancha, optó por rizar el rizo y legalizar simplemente el cultivo privado de la misma siempre y cuando no sea visible al público según lo que dicta el artículo 36:

Sigue siendo sanción administrativa «la tenencia de la mínima cantidad de droga en lugares, vías, establecimientos públicos o transportes colectivos» (art.36.16).

Asimismo se sancionará «La ejecución de actos de plantación y cultivo ilícitos de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas en lugares visibles al público, cuando no sean constitutivos de infracción penal» (art.36.18).

En la imagen, un gran número de hojas de marihuana en las manos de una persona. / www.growshoponline.es

De este modo, aquellos locales convertidos en asociaciones y clubes de fumadores pueden vender esquejes siempre que no los expongan al público. Se debe informar a los clientes que la venta de esquejes es legal, así como el cultivo de cannabis, siempre que no se trafique con drogas ni sea «en lugares no visibles al público».

Respecto a lo anterior, hay que subrayar que el auto cultivo no ha sido todavía legalizado pero si despenalizado, lo cual es la mejor noticia para este «negocio». El auto cultivo solo es sancionable si está visible al público. No es sancionable el cultivo interior en el domicilio, ni el cultivo en un corral, invernadero ni en ninguna otra parte interior de tu recinto privado. De ser descubierta dicha plantación, los agentes no podrán intervenirla ni detener al portador si está lejos de la visión del público externo.

Precisamente, y atendiendo a los nuevos caminos que abre esta Ley de Seguridad Ciudadana, hemos contactado con el responsable de uno de los clubes de fumadores de este tipo de sustancia. En primer lugar, nuestro protagonista hace hincapié en que «la asociación surge sin ánimo de lucro aprovechando un vacío legal para crear un local en el que se dispensa, por ejemplo, marihuana».

Del mismo modo, asegura que cuentan con «una política de dispensación destinada al consumo en el mismo local sin responsabilizarse de cualquier cosa que se haga con la droga fuera de ella». “Si el cliente sale del local y la policía le pilla con las sustancias, nosotros no tenemos ningún tipo de responsabilidad. La asociación está destinada simplemente a que se consuma dentro de ella», insiste.

Respecto al apartado legal, el dueño de este club de fumadores subraya que «las asociaciones están muy perseguidas por la ley pero están destinadas a un propósito que no es malo». «Nosotros dispensamos también para todas esas personas que lo necesitan de verdad; si vienes con un papel firmado por tu doctor de que necesitas marihuana para cualquier tipo de problema de salud te la dispensamos con un precio distinto al del mercado incluso», señala. Igualmente, admite que «están siendo perseguidas por el Tribunal Supremo” y que “se están poniendo trabas a la creación de nuevas».

En la imagen, una persona colocando la sustancia sobre papel de fumar. / www.abc.com

Respecto al día de mañana, comentaba lo siguiente: «Como gerente de la asociación creo que el futuro avanza hacia una legalización de este tipo de sustancias. En países como EEUU o Uruguay se ha legalizado y ahora puedes comprar una determinada cantidad en farmacias. Eso no hace daño a nadie. La sociedad debería avanzar hacia una legalización progresiva. En España no interesa la legalización de la marihuana porque es una droga que puedes plantar en tu propia casa sin que haya una empresa explotadora».

En relación con otros aspectos positivos de legalizar este tipo de drogas blandas, remarcaba que «es la única solución para acabar con el narcotráfico en países como Colombia o México pese a que legalizarlas no es moralmente ético». «Se podría ejercer también un control sobre la población para saber lo que consume y ayudaría al PIB al tener un impuesto sobre él que retribuiría al Estado», concluía.

• CONSUMO CON FINES TERAPÉUTICOS

A raíz de la Ley para la Protección de Seguridad Ciudadana que aprobó el Gobierno el pasado año, se han aumentado las sanciones por tenencia de productos cannábicos, pero existe otra manera para consumir este producto de manera que no se le pueda catalogar como uso recreacional. El consumo de marihuana con fines terapéuticos o medicinales.

La realidad es que el consumo de marihuana con intención  medicinal no se encuentra regulado en la Constitución, es más, ni si quiera existe distinción entre ambos usos. No obstante, el consumo terapéutico de esta, se encuentra más admitido por los jueces que suelen ser más permisivos.

Cataluña ha sido la Comunidad Autónoma que ha apostado más fuerte por el consumo de marihuana con fines terapéuticos. De hecho, ha sido la única que ha permitido la prescripción de la misma a pacientes con enfermedades crónicas (cáncer, dolores fuertes), siempre y cuando el control médico sobre el proceso sea total.

En la imagen observamos una plantación interior de marihuana/ www.twitter.com

En el resto de Comunidades Autónomas no está recogida la permisión de uso de cannabis terapéutico. Aún así, existe la posibilidad de solicitarlo mediante una vía de uso compasivo que, en el caso de que se conceda, permite el uso de un medicamento alternativo que contiene tetrahidrocannabinol y cannabidiol, principales componentes  de la planta del cannabis.

En nuestro país, el único medicamento alternativo al legal es el Sativex, que se consume en forma de spray bucal y realiza sobre el paciente los mismos efectos que cuando consume cannabis de la manera más tradicional. El problema es que su elevado precio no permite su acceso a todos los pacientes que lo necesitan. Muchos afectados, han mostrado sus continuas quejas al Gobierno y reprochándole que no ayuda a los pacientes más necesitados.