Sabores en Madrid
Llega el buen tiempo y con él apetece salir a pasear. Las calles de Madrid se llenan de pétalos de las flores de los árboles y por cualquier sitios salen suculentos aromas de cada uno de los bares y restaurantes de Madrid. No cabe la menor duda de que esta de una de las mejores ciudades de toda Europa donde disfrutar de una buena comida, desde el desayuno, pasando por el tentempié de media mañana, la comida y hasta una buena cena. Las opciones gastronómicas son infinitas en Madrid y a continuación vamos a ofrecer hasta cinco alternativas para disfrutar de una buena sobremesa en la capital.
El ceviche le gana el pulso al sushi
La comida peruana está de moda. El ceviche es el nuevo sushi y cualquier paladar refinado sabe que debe probarlo. El ceviche es uno de los platos insignias de la comida peruana y, aunque existen diversos tipos, según cada región del país Latinoamericano, en general todos suelen cocinarse con pescado crudo o mariscos. En la calle Téllez, 20 está La Cevichuchería, una local de comida tradicional peruana donde además de degustar el mejor ceviche, es posible probar otros platos como la casa limeña, el tiradito, el ají de gallina o el deliciosos majado de yuca con chicharrón ibérico, una propuesta que unifica la gastronomía del país andino con la tradición española.La comida peruana se ha puesto de moda en todo el mundo, desde que este país fuera nombrado como Mejor Destino Gastronómico del mundo en los World Travel Awards de 2012 y 2013. La comida criolla es una alternativa perfecta para degustar en primavera. Combinar la frescura de los pescados y mariscos crudos con picantes salsas a base de condimentos tropicales puede ser la combinación perfecta para viajar a través del paladar al Trópico.
Chifa, fusión entre Latinoamérica y Oriente
Estanis Carenzo se ha convertido en un referente en esto de la fusión de comidas del mundo. él es el chef del restaurante Chifa (calle Modesto Lafuente, 64). El rollo del verano a la mexicana está elaborado guacamole de aguacates españoles y pico de gallo de pomelo, una receta made in Chifa.El rollo es un reto para el paladar de los comensales, un juego en el que participan todos los vegetales de temporada, como las zanahorias, el tomate y la cebolla; condimentadas con apio, cilantro e hinojo. Otros de los platos estrellas de este local es la lengua de cerdo marinada en una vinagreta china, acompañada de verduras animadas y condimentadas con oliva de Sichuan. La cocina de Carenzo tiene algo exótico por la fusión de los ingredientes de distintas partes del mundo. Todos los platos que salen de su cocina tienen un sabor único, por eso reta al a sus clientes a sentar a la mesa con todos los sentidos para averiguar cuáles son los alimentos que forman parte de sus platos.
De México D.F. al corazón de Madrid
Lleva más de diez años abierto al público, por lo que Los Girasoles Cantina (calle don Ramón de la Cruz, 48) ya tiene una clientela más que consolidada como uno de los mejores restaurantes mexicanos de la capital. Karina es la encargada de dirigir el local, mientras su esposo Felipe, nacido en México D.F, es quien esta en la cocina. Karina recibe a todos sus clientes ofreciéndoles un buen margarita, de lima o mango y les sugiere las mejores opciones de la carta. Las quesadillas y tacos de Los girasoles Cantina están elaborados siguiendo la receta de la abuela de Felipe. Sin embargo, a este cocinero le gusta innovar también en su cocina y experimentar con productos autóctonos de su tierra como es el tamarindo. Por eso, uno de sus platos estrella es el pollo al tamarindo, que mezcla el sabor de una sencilla pechuga a la la parrilla con el chile chipotle y el tamarindo. Todo gratinado con queso y servido dentro de una pequeña cazuela y sin demasiado picante. Otras de sus propuestas son los tacos a la cochinita que hacen que el comensal sienta el ardiente sol mexicano tostar su paladar. «La receta es la que utilizaba mi madre», comenta Felipe que se ocupa de preparar él mismo el marinado de la carne para estos tacos.
Raciones de las de siempre en una tasca castiza
Pero no hace falta cruzar el charco con las papilas gustativas para probar comida exótica. A veces los platos tradicionales y los productos más autóctonos pueden hacer saltar de gusto al sentido del gusto. Eso ocurre a quienes pisan la tasca Celso y Manolo (calle Libertad, 1). En el centro de Madrid, en el barrio de Chueca, se encuentra un pequeño local que conserva ese recuerdo a tasca castiza del s. XIX. Uno de sus platos más demandados es el chuletón de tomate, elaborado a base de una rodaja grande de tomate rosa (de Huesca) y dados de papaya, mango, aguacate, cebolla roja y un cóctel de hierbas con el que adereza la suculenta combinación de frutos.
En Celso y Manolo también han conservado el vermú del Montsant y el café de puchero, que muelen y tuestan en el propio establecimiento como antiguamente. Además, todas las recetas conservan ese sabor delicioso de la cocina tradicional, como la cremosa ensaladilla con anchoas de Santoña, la tortilla de bacalao con cebolla caramelizada y pimiento verde o el arroz campero cocinado con chorizo, jamón, churrasco y pimentón de la vera, como hacían los pastores.
Y por último…una buena copa
A veces es mejor comer y beber al mismo tiempo. Por eso puede ser en la barra de Punk Bach se puede degustar una varia da carta de tapas muy arriesgada, que combina a la perfección con cualquier bebida con marca de la casa. Desde el clásico pan tumaca con jamón, pasando por unas patatas fritas caseras acompaña das de un matrimonio de anchoa y boquerón. Sin embargo, el encargado de la barra, Adrian Sehob, recomienda tomar un buen gin tonic con el famoso bocata de calamares madrileño, con pan de ñora y un suave ali oli.
Sin quitarle méritos al cocinero del restaurante, el vasco Iñaki Rodaballo, por sus impecables recetas, hay que destacar la deslumbrante labor del «bartender» del Punk Bach. Adrian Sehob trabaja en Punk Bach desde su apertura en 2013 y desde entonces se ha ocupado de diseñar una ingeniosa carta de cócteles, que reúne copas clásicas y otras más innovadoras, como Poderosa Afrodita, una mezcla de champán, zumo de arándanos, sirope de fresa y hierbabuena. Con estas propuestas el barman pretende atender a los gustos específicos de sus clientes, porque confiesa que le «gusta acerarse a ellos» y ofrecerles nuevas ideas e incluso cócteles personalizados. Además, Sehob ha diseñado una carta con más de 40 variedades de gin tonic para todos los amantes de la ginebra.