La Deep Web: Territorio sin ley
Imagínese todo el Internet que existe y al puede acceder a través de su navegador habitual. Todas las páginas de ocio, todos los vídeos de Youtube, todas las fotos de Facebook, todos los contenidos informativos de los medios en red, todos los trillones de archivos subidos a la nube… en definitiva, imagínese algo tan grande e inmenso que parece infinito. Pues bien, ahora eso multiplíquelo por 500 y obtendrá la capacidad total de páginas que se encuentran en la Deep Web.
El Internet oculto, más conocido por su nombre en inglés, Deep Web, que literalmente significa red profunda, supone el 95% total de la información y contenidos informatizados a los que se puede acceder a través de un ordenador. La Deep Web no es un concepto que haga referencia a una especie de intranet paralela, sino que se trata de una enorme parcela dentro de la red que queda oculta por el uso de los navegadores y motores de búsqueda. Estos motores, como Google, Yahoo, o Bing, utilizados dentro de los navegadores convencionales como Firefox, Google Chrome o Safari, se mueven mediante algoritmos que enlazan con las páginas indexadas. Que una página esté indexada quiere decir que su contenido puede ser rastreado por los motores de búsqueda, es decir, que los “Spiders” (las aplicaciones de los motores de búsqueda encargadas de buscar las página en Internet) pueden encontrar esas páginas. Por tanto se debe acceder mediante enlaces, que en definitiva, provocan que una página no quede aislada.
En la Surface Web (la parte visible de Internet) los webmasters buscan que su web sea lo más visible posible dando a los buscadores el mayor número de facilidades para que les indexen. Una vez que han conseguido que la web sea indexada empiezan a trabajar normalmente en el SEO (Search Engine Optimization) y en el SEM (Search Engine Marketing) con el objetivo de que su página suba posiciones en las búsquedas y reciba un mayor número de visitas. En la deepweb es muy distinto, las webs no son indexadas por ningún motor de búsqueda y temas como el SEO y el SEM carecen de importancia alguna.
Para acceder al internet profundo es recomendable hacerlo desde algún proxy o mediante un programa llamado TOR -hablaremos más abajo de él – que oculta la IP, no deja guardar páginas en favoritos ni borrar el historial. También puedes acceder directamente como ya dijimos antes mediante un enlace o link a alguna de estas webs, copiandolo simplemente en la barra de direcciones del navegador, pero es muy inseguro ya que el usuario queda vulnerable a sufrir algún tipo de ataque cibernético.
En esta zona oculta la moneda utilizada por todos es el Bitcoin. Un método de pago virtual con el que se puede operar sin la autorización de gobiernos y bancos. Algunas empresas permiten que paguemos con bitcoins, pero lo más habitual es que acabe siendo utilizado para transacciones en juegos de azar o negocios de dudosa moral. Por tanto y después de todo lo que han leído hasta ahora pueden intuir que los negocios que se hacen son del todo arriesgados. Se pueden comprar armas o droga, contratar hackers o asesinos e incluso blanquear dinero. Es en gran parte un mercado negro de dimensiones inimaginables en el que casi todo se puede negociar o pactar.
El Proyecto TOR
Que la Deep Web haya acabado siendo accesible para el público más o menos entendido se lo debemos a TOR. TOR, que son las siglas de The Onion Router (El router cebolla), es un proyecto tecnológico militar de la Armada de los Estados Unidos de América. El experimento buscaba crear un arma de espionaje para mantener el anonimato y transmitir de manera indetectable paquetes de información (de ahí lo de router). Tras un año de pruebas en el ejército, el proyecto pasó a manos de la Electronic Frontier Foundation, una fundación que busca defender las libertades civiles particulares en Internet. Tiempo después, el buscador pasará a ser manejado por “TOR Project”, una organización sin ánimo de lucro norteamericana que es quién lleva el control del programa. Su finalidad es la defensa de la privacidad en Internet, por lo que fue reconocida por la Free Software Foundation en 2011.
Sin embargo, pese a su pasado como experimento secreto estadounidense, TOR es una herramienta fácilmente descargable y accesible. Simplemente a través de un torrent o un enlace se puede instalar en cualquier ordenador personal. En la propia página de TOR Project se ofrece un enlace de descarga para arrancar el navegador de la cebolla desde un dispositivo USB. Una vez instalado, es el método más fácil para comenzar a bucear en el Internet oculto.
La Deep Web, supermercado de lo ilegal
Como ya se ha desglosado, la Deep Web corresponde al 95% de los contenidos informatizados que existen. Dentro de estos contenidos, fuera de toda ley y de contenido de acceso ilimitado, aparece la posibilidad de comercio o de obtención de productos, elementos de texto, y archivos multimedia en los que se pueden llegar a extremos insospechados.
En el tema de la venta de drogas, la Deep Web está considerado como el mayor escaparate del mundo. El Silk Road (”la ruta de la seda”) se ha considerado el mayor mercado de estupefacientes en Internet durante los últimos años. Según los cálculos, el volumen de negocio de esta página superó los 22 millones de dólares al año. En esta página, de difícil acceso para los usuarios, se ponía al alcance de los clientes, tanto las drogas más consumidas en el mundo, como son el Cannabis, la Cocaína, Éxtasis o Anfetaminas, hasta llegar a las que son consideradas por las autoridades sanitarias las más peligrosas para el organismo humano y de mayor dificultad para su obtención como son el infame Krokodil (desomorfina), donde entre sus efectos musculares está el atrofiamiento y gangrena de los músculos, y la Pirovalerona, droga de síntesis conocida como droga caníbal, el Polvo de Ángel, o una exótica droga asiática conocida como Shabú.
Las autoridades estadounidenses dieron un gran golpe sobre la mesa con la detención del administrador de Silk Road 2.0, Blake Benthall, de 26 años, en noviembre del año 2012 en San Francisco. A esto se unió la detención de otras 17 personas en el resto del mundo encargadas de dirigir y coordinar el movimiento de droga en la parte más importante de la Deep Web, aunque no el único. Las nuevas páginas web que ofrecen drogas se han ido multiplicando en los tres últimos años. La venta de drogas consta con lo denominado “Grams”, el Google de la dark web. Grams es un buscador de productos cuyo algoritmo integra varios criptomercados de droga.
La venta de armas es otro de los apartados más solicitados de la Deep Web. Al entrar en mercados armamentísticos, los productos están clasificados y aparecen anuncios como el de un rifle AK-47 en venta por 3,97671237 bitcoins (unos 1.920 euros), también se venden pistolas desmontadas, como una Glock 26 o un fusil de asalto M4. Obviamente, la facilidad para encontrar productos complementarios como cargadores o munición también es muy alta. Por sus características, la venta de armas a través de la Deep Web es una de las que más preocupa a las autoridades, pues este mercado sí que podría superar, por su facilidad, al del mercado negro real, sobre todo en los países donde la posesión de estos objetos no está regulada.
Pero no sólo drogas y armas se puede encontrar dentro de este mundo ilegal. La venta de enlaces y descargas de libros prohibidos en The Tor Library, información sobre tarjetas de crédito, datos personales de gente solicitada, falsificaciones de dinero… todo aquello que no es legal o difícil de encontrar se puede encontrar en las páginas no indexadas de la Deep Web. Existen también organizaciones de sicarios que ponen en venta sus servicios a cambio de una cantidad determinada de dinero. Hasta se puede pactar y comprar el tipo requerido de homicidio, todo previo pago, claro está. Aunque se considera que la mayoría de los servicios de sicarios son realmente scam (estafas), su mera presencia advierte de lo que se esconde en la red. También hay lugares de discusión sobre cualquier tema, sectas, manuales para crear armas, elementos caseros sobre drogadicción, sustancias prohibidas… todo ello también forma parte de este Internet oscuro. En la Deep Web también florece un impactante mercado de productos robados y falsificaciones, sobre todo de elementos electrónicos, muy solicitados.
Pero, sin duda, uno de los aspectos más reconocidos de el Internet sumergido, por lo que tiene su fama más sombría, es la pornografía prohibida. Entre estas páginas, la pedofilia, las violaciones y otras aberraciones encuentran el lugar perfecto para permanecer ocultas a vista de la sociedad y las autoridades. Aunque los rumores y la propia leyenda negra de la Deep Web hablan de actos terribles solicitados previo pago, la mayoría de las incautaciones judiciales están relacionadas con la distribución de pornografía de contenido pedófilo.
La pornografía infantil es una de las fuentes que mayores ingresos y movimientos de dinero se genera en la web oculta. La compraventa de archivos en los que aparecen niños como elementos sexuales y los elementos multimedia a cambio de un pago previo son múltiples y demasiado frecuentes en un espacio que parece idóneo para este tipo de delitos. Es, por tanto, el apartado más investigado por la policía y los servicios secretos de todo el mundo, por lo que los administradores de estas páginas colocarían como requisito para el intercambio la necesidad de elementos delictivos en la misma temática del “comprador”, a fin de evitar emboscadas por las autoridades de un determinado país.
La Deep Web está considerado en la actualidad uno de los mayores dolores de cabeza para las autoridades de todo el mundo. Ante la dificultad de rastrear a los emisores de los elementos que se pueden consumir en este internet profundo, las fuerzas de diversos estados se unen para introducirse en los entresijos ocultos y tratar de lograr información para encontrar y detener a los que mantienen en movimiento esta web. El Centro de Cibercrimen de Europol en coordinación con Eurojust y la Fiscalía de Nueva York son los principales encabezados en la lucha por encontrar a los administradores de los diversos apartados de la Deep Web, junto con el FBI. En noviembre del año 2012 se produjo la mayor operación en contra de usuarios y generadores de contenidos de la Deep Web. Se produjo el cierre simultáneo de 414 dominios ocultos dedicados a actividades ilegales como el tráfico de drogas, la falsificación o la pederastia y la operación se combinó en siete países al mismo tiempo. Sin embargo, se estima que el tráfico en este sector de la red se está incrementado.
La “Academic Web”
Pero no todo lo que hay en la Deep Web es delictivo, malo o simplemente grotesco. El Internet oculto supone también una gran oportunidad para sacar a relucir cantidades ingentes de información de gran relevancia que no son posibles de encontrar en las páginas de la superficie. Esto es debido, principalmente, a que muchas bases de datos están sin indexar, lo que provoca que se encuentran aisladas y, por tanto, ocultas. Al libre acceso a la mayor parte de las bases de datos del mundo, en la Deep Web también se puede encontrar información restringida y propia. Existe una página llamada The Tor Library que resulta una increíble biblioteca digital con más de 160 gigas en libros electrónicos. Aunque es posible encontrar de todo, desde best-sellers sin el copyright a libros de los propios usuarios, lo que más abunda es la literatura política, los manuales para autosuficiencia y los escritos y guías sobre la propia web. Para la literatura política este espacio supone un gran refugio, siendo posible encontrar desde el Mein Kampf (escrito por Hitler antes de su ascenso al poder y obra de cabecera del nazismo) hasta el famoso Libro de Cocina del Anarquista, un auténtico manual de guerrilla urbana y fabricación de armamento ligero para insurrecciones locales. Como no, la propaganda terrorista, los libros de sectas y otros escritos similares ocupan las listas de los más buscados. Sin embargo, también tesis doctorales y trabajos académicos no reconocidos se recogen aquí. La difusión de conocimiento en foros y chats anónimos es bastante alta, creando toda una burbuja de conocimiento que permanece oculta a la superficie.
El auge del Bitcoin y la economía de la Deep Web
La Deep Web, al igual que la red visible, es un gigantesco mercado al alcance de cualquier ciudadano del mundo a un sólo clic. Sin embargo, dentro del territorio sin ley que supone, los productos a comprar exceden cualquier tipo de legalidad. Como se ha comentado en el punto anterior, las drogas, las armas, la pornografía prohibida y la contratación de criminales son los contenidos más solicitados. Sin embargo, a pesar de que la Deep Web permanece oculta, sí que sería posible para las autoridades rastrear los pagos realizados en metálico. Estos problemas entorpecían las transacciones ilegales, así que pronto se encontró una solución: el Bitcoin. El Bitcoin consiste en la primera moneda digital, creada en 2009, pero basándose en trabajos de criptomoneda y pagos electrónicos desarrollados varias partes del mundo desde la década de los 70. Esta moneda digital cuenta con dos características propias: la primera es que es una divisa que no se encuentra sometida a la autoridad de ningún Banco Central. Esto quiere decir que es una moneda totalmente libre, sin sometimientos de ningún tipo a políticas monetarias o fiscales de ninguna nación del mundo. Su segundo rasgo único es una consecuencia de lo primero: es los pagos con Bitcoin, no existe ningún tipo de intermediario (como Visa o Mastercard), sino que se hacen de manera directa, como una transacción física entre dos personas en la calle. Para ello se utiliza una especie de billeteras digitales, que permiten el pago sin intermediación.
Esto hace que el Bitcoin sea, prácticamente, una moneda imposible de rastrear. La aparición del Bitcoin supuso todo un acontecimiento para la red oculta, y se ha convertido en su moneda local. Era, prácticamente, uno de los pocos factores que le faltaban para convertirse en una economía en toda regla. De hecho, la evolución del sistema de pagos, ventas y cobros en el Internet oculto ha tenido una evolución en los últimos años que se asemeja a la del dinero real, y que revela que las transacciones ilegales entre usuarios en ella no han hecho más que aumentar y volverse cada vez más complejas. Un ejemplo de ello se puede observar en el scam. El scam consiste en un tipo de estafa informática en la cual, un supuesto vendedor o prestador de servicios no cumple su parte del trato una vez recibido el pago. El comercio electrónico lo combatió activamente durante sus primeros años, y hoy en día sus modalidades más comunes están entremezcladas con estafas nigerianas y otros fraudes en la red. Pero, obviamente, en un territorio sin ley ni orden, una persona que es timada mientras intentaba comprar drogas no tiene a quién recurrir. El scam llegó a ser tan abundante en la Deep Web que hizo peligrar la propia existencia de los comerciantes reales, por lo que estos acabaron creando un sistema de protección de pagos propio, que se llamó Escrow. El Escrow es un sistema en al que se adhieren comercios y vendedores en red, y que consiste en que cuando un comprador realiza un pago, otra tienda retiene el pago hasta que el producto llega a su destinatario. Cuando este recibe el pedido y comprueba que todo está bien, da su consentimiento y la tienda intermediaria entrega el dinero al vendedor. De este modo, los comerciantes crean una red que protegen sus propias ventas.
Un futuro incierto
Es muy difícil preveer cuál será el futuro de este espacio en la red, sobre todo teniendo en cuenta que cada vez más los usuarios de Internet y los medios de comunicación ayudan a difundir su existencia. La tendencia actual dice que los usuarios de la web oculta crecen a la vez que su difusión, pero hay que tener en cuenta que esto es negativo para un espacio que pretende permanecer entre las sombras. Sobre la deep web han comenzado a difundirse una serie de rumores y una suerte de leyenda negra acerca de lo que uno se puede encontrar dentro de ella, pero eso tiene más de mito que de realidad. Sea como fuere, más o menos desde el auge del Bitcoin en 2009, el espacio es más conocido. Lo que sí es cierto es que varios gobiernos (principalmente el norteamericano, que es el que parece más preocupado y pendiente) comienzan a vigilar y patrullar la deep web y que parece que se están comenzando a poder vencer las barreras de anonimato que ofrece la red oculta a los criminales y usuarios. El FBI ha detenido en los últimos años a varios pederastas y ha logrado cerrar varias páginas dentro de la lucha contra la pornografía infantil, a la vez que dice que ha logrado desvelar la identidad de varios hacker que actúan ahí. Sin embargo, hasta que las autoridades no logren explotar hasta el extremo las debilidades de TOR, no se podrá decir que se ha acabado con el anonimato y la impunidad en el territorio sin ley de la Deep Web.
Qué poquito sabemos de internet y qué peligro tiene…
Gracias por abrirnos los ojos
Qué interesante!!
Da mieditor….
buen artículo, muy interesant
Un sitio donde se puede contratar a sicarios para que maten a la persona que quieras, es necesario intentar como sacar a la luz la zona oculta de internet, aunque creo que limitar eso es una utopía y sería como ponerle vayas al campo