Volver a ver nuevos horizontes

Desde 1978 la Fundación Padre Garralda – Horizontes Abiertos se dedica a la integración social de las personas más necesitadas. Se trata de una Organización No Gubernamental que tiene como principal objetivo ayudar a las personas más marginadas de la sociedad, desarrollando proyectos para normalizar su vida y conseguir la integración de estas personas. Abrir horizontes donde parecía no haberlos.

El padre jesuita Jaime Garralda, fundador de esta Organización, ha dedicado siempre su vida a ayudar a los colectivos más desfavorecidos de la sociedad. El Padre Garralda ha vivido algunos de los momentos más duros de la historia de España, momentos que le han hecho reflexionar y dedicar su vida ayudar a personas con dificultades en su día a día.

Fundador Jaime Garralda

¿Qué funciones tiene la ONG?

La Fundación trabaja con diferentes colectivos de la sociedad. Madres con hijos en riesgo de exclusión social, drogodependientes y presos. Además tiene una labor de concienciación social que ayuda a la integración de estas minorías en la sociedad. La ONG, caracterizada por su solidaridad y su empatía, ha abierto las puertas a más de 50.000 personas. Personas que llegan hasta aquí pidiendo ayuda para que la normalidad vuelva a reinar en sus vidas.

Desde sus inicios, la Fundación ha salido adelante gracias al apoyo de instituciones y empresas privadas, entre las que se encuentran Caja Madrid, La Caixa o el BBVA. Una colaboración que se ha llevado a cabo tanto con la prestación de servicios como con la aportación de fondos económicos.

Cuenta con más de 700 voluntarios en toda España, que colaboran de forma desinteresada con la Organización. Además hay 120 profesionales, entre los que destacan médicos, psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales y enfermeros, que trabajan diariamente para darles una atención personalizada y sobre todo, efectiva.

Proyectos de Horizontes Abiertos

Cada una de estas minorías encaja dentro de los diferentes Proyectos que ofrece la Fundación. En primer lugar, está el Programa Kostka dirigido a menores de 3 años, que viven en las cárceles porque sus madres están cumpliendo condena. Este programa ayuda a que los niños puedan vivir con sus madres durante los tres primeros y, más importantes, años de su vida.

En segundo lugar, encontramos el Programa Strada. Dedicado a las madres sin recursos en riesgo de exclusión social. Aquí llegan todas las mujeres sea cual sea el problema que les lleva hasta esta situación.

Por otro lado, está el Proyecto Cardenal Martini que ayuda a los drogodependientes. Su objetivo es dar alojamiento y un tratamiento personalizado para cada uno de ellos. Todo ello con un seguimiento en diferentes centros ambulatorios.

Finalmente, uno de los proyectos más importantes de la Fundación es el Programa Javier, dedicado a los presos con permiso penitenciario. Por eso, hemos querido conocer cuáles son sus propósitos más detalladamente.

Programa Javier

Nos desplazamos hasta el madrileño barrio de Vallecas, donde encontramos la vivienda que acoge a los presos. La mayoría de ellos viven allí una semana, que les permite tener su primera toma de contacto con la sociedad. Cabe destacar que esta casa tiene una ocupación del 100%.

Alguno de ellos se ha prestado a hablar con nosotras y nos han contado que están muy agradecidos al padre Garralda por la función social que cumple. Además, añaden que deberían de hacer más casas como en la que están.

Vivienda para el Programa Javier

Los educadores se convierten en una figura de referencia en la que, los presos depositan toda su confianza. El principal motivo es que ellos no juzgan sus problemas, sino que les ayudan a superarlos. Además, todos los profesionales se involucran de forma muy personal en cada uno de los casos.

Cabe destacar que no solo son los educadores son los que les muestran su apoyo. También los voluntarios que acuden una o dos veces por semana a la casa de Vallecas. Incluso hay ex presidiarios que en su día se beneficiaron del Programa Javier y que, hoy, vuelven a Entrevías para prestar su ayuda.

Aquí se muestran algunas fotos de la vivienda del Programa Javier donde conviven los presos.

Desafortunadamente, las recaídas son frecuentes y, la Fundación vuelve abrir sus puertas a antiguos residentes. El apoyo de su entorno es determinante para la reinserción en la sociedad. Además, lo psicólogos y psiquiatras trabajan constantemente para que los afectados recuperen la confianza en sí mismos.

Proyectos, como el llamado Javier, consiguen que personas que creían verse en un pozo sin fondo, vuelvan a ver un atisbo de luz. Vuelvan a contemplar nuevos horizontes.