El cine quinqui, un subgénero nostálgico
¿Has oído hablar del cine quinqui? Este genero tiene por objeto, generalmente a modo de biografía, las aventuras y desventuras de adolescentes marginales. Eran películas concebidas muchas veces con el propósito de hacer taquilla, derrochando tremendismo, sensacionalismo, acción, sexo y drogas de forma explícita. Este género se enmarca dentro de un tipo de cine por ser de bajo presupuesto y aborda temas tabú.
Las películas son un fiel reflejo de lo que sucedía en un época de transición. Con todo lo que ello suponía y con las crisis económicas que acompañaban a los primeros gobiernos de la época.
En definitiva, es un cine, situado entre la realidad y la ficción, basado en crónicas del barrio, realizándose como un cine de experiencia voyeurista especialmente difundido entre 1977 y 1987.
Sus creadores y creacciones
Entre los cines quinquis se pueden destacar: Perros callejeros (José Antonio de la Loma, 1977), Navajeros (Eloy de la Iglesia, 1980), Deprisa, deprisa (Carlos Saura, 1981), Colegas (de la Iglesia, 1982), El pico (de la Iglesia, 1983), El Pico II (de la Iglesia, 1984), Yo “el vaquilla” (de la Loma, 1985), La estanquera de la Vallecas (de la Iglesia, 1987), entre otras.
Los autores más destacados de cine quinqui son José Antonio de la Loma y Eloy de la Iglesia. A José Antonio de la Loma se atribuye la inauguración de este género con el estreno de Perros callejeros de 1977, una película que se convierte en gran éxito comercial.
Eloy de la Iglesia, en contraste con De la Loma, elabora en sus películas un discurso que incluye grandes dosis de crítica social y moral. Su cine impactante fue calificado como oportunista, provocador y de mal gusto por la mayoría de los críticos.
La singularidad de las cintas de la Iglesia radica en que el hecho de que transmita un discurso político de combate sin renunciar a un lenguaje comercial.
Con el tiempo y la visión de la nostalgia hoy día se ve al cine quinqui como un género que aportaba mucho más de lo que parecía en su momento.
El universo quinqui en su contexto. Drogadicción, delincuencia y prisión
El tema central del cine es la marginalidad y la delincuencia que rodea a la droga. Tal es así, que no es extraño ver en estas películas a toxicómanos.
Los hijos de la clase obrera que ocupaban las fábricas quebraron súbitamente, y con ellas una cultura de clase construida entre penalidades durante el franquismo. En definitiva, no había nada para los jóvenes. Inmersos en una sensación de abandono, vivieron de primera mano fenómenos desconocidos hasta el momento: la extensión de la heroína y la delincuencia, dos factoress que contribuyeron al hundimiento de algunas zonas, convertidas en zonas de marginación social como puede ser el barrio de La Uva de Vallecas.
Uno de los temas que abordaban de manera insistente el cine quinqui, especialmente dirigido por Eloy de la Iglesia, es el de la drogodependencia, que como es sabido, en los años ochenta en una epidemia que arrasaba los suburbios de las grandes ciudades.
En términos generales, uno de los problemas asociados a las drogas es la delincuencia. Durante la década de los ochenta la actividad delictiva aumentó y adquirió diversas formas, el clásico tirón del bolso a la formación de bandas de callejeras y navajeros.
Lejos de aquí
Si desea acudir a un experto en este género del cine español, debe dirigirse a Eduardo Fuembuena , realizador zaragozano, ha decidido publicar después de siete años de trabajo su libro «Lejos de aquí»,
el cual contiene numerosas entrevistas con personas relacionadas con los protagonistas, pudiendo sacar un prototipo de cada uno de ellos. Durante 814 páginas relata la relación de dos personajes fundamentales del cine quinqui, que fueron Eloy de la Iglesia y José Luis Manzano. Miles de anécdotas y citas contiene este libro para el deleite de todos los amantes del cine quinqui.
Esta idea de poner en orden todos estos datos surge de una fascinación por una imagen a través de la pantalla por el relato de estas vidas. Se trataba de un trabajo de introspección de sus vidas pero poniendo también a la luz las verdades que estaban escondidas por motivos mercantilistas.
El periodo que comprende el libro parte de 1977, con las primeras elecciones democráticas después de la dictadura y termina con una España dominada por el PSOE en 1992.
A través de los actores y directores podemos reconstruir una España protodemocrática con todos sus claroscuros en una sociedad postfranquista que perfectamente supieron retratar en sus películas. El género cinematográfico apela a unos años que hemos vivido en diferentes momentos y diferentes edades. Es una forma de ver el mundo.
«No es que no me guste la determinación de cine quinqui,es que no es real el subgénero»
El escritor refiere que el cine quinqui no existe, y a Eloy de la Iglesia le horrorizada ese término. Hablar de películas que se puedan encontrar en este subgénero no responde a las intenciones que tenían los directores de la época. Eloy no era consciente de estar realizando ese tipo de cine.
El nombre del libro hace homenaje a la canción de Antonio Flores, Lejos de aquí (película Colegas)
El doblaje en películas españolas
El doblaje era un procedimiento estandarizado en el cine español. En el caso de Eloy, además del convencionalismo, eran ansias de querer controlarlo absolutamente todo, contrario al discurso final de sus películas. Al doblar los filmes, se están reescribiendo en postproducción, por lo que siempre se podía añadir alguna palabra. Es uno de los pocos directores españoles que dirigía el doblaje de sus películas.
La realidad y la ficción se confunden
«Yo no soy el Jaro, por lo que yo no puedo tener los problemas que tiene le Jaro» Esta es la declaración de José Luis Manzano en una entrevista que mantuvo hace años, desmintiendo los problemas que podría tener con la droga tal y como representaba en sus películas. Manzano entendía muy bien a sus personajes, por lo que era capaz de interpretarlos con esa categoría.
Los actores que protagonizaron las películas de este género, eran nóveles muchos de ellos. El actor fetiche del director Eloy de la Iglesia era José Luis Manzano. Juntos rodaron cinco películas más importantes del género, entre ellos Navajeros o la saga del Pico. Eran personajes de la calle que interpretaban su vida. Habían crecido en barrios marginales y habían visto a sus familias como se sacaban las castañas del fuego. Ellos eran más conocidos por sus motes que por sus nombres, como eran Juan José Moreno Cuenca (El Vaquilla), Ángel Fernández Franco (El Torete) o José Luis Fernández Eguía (El Pirri).
Pero no solo les acompañó la desgracia de no ser populares, sino que la vida que tenían no era tan diferente de la que interpretaban. José Luis F. Eguia fallece en 1988 a los 23 años, le sigue Ángel Fernández Franco que fallece en el año 1991 con 31 años de edad. José Luis Manzano lo haría el año siguiente a los 29. El mismo año le sucede a José Antonio Valdelomar, fallecido a los 34. El último es Juan José Moreno Cuenca, con 42 años de edad. Los actores más conocidos a los que le sucedió lo mismo fueron Antonio Flores y Sonia Martínez. Parece que la maldición del género hubiera arrasado con sus protagonistas.
El cine quinqui de la pequeña pantalla
En la década de los noventa se emitía en las televisiones españolas la popular serie «Makinavaja». La serie estaba protagonizada por un atracador, Maki que le da vida Pepe Rubianes, el cual lleva tupe y es un tanto chulesco. Deambulaba por las calles de Barcelona con sus amigos Popeye y Mustafá, cometiendo todo tipo de fechorías. Maki tenía una peculiar forma de vivir la vida y de marcada tendencia anarquista.
La serie también está enmarcada en una época y sociedad concreta. Aunque su fin es la comedia, makinavaja caracteriza unos personajes y circunstancias tan reales como los que representaba.
El cine neoquinqui
A la pregunta de si tiene salida taquillera hoy en día el cine quinqui, nos contesta Aramis Guerrero, redactor de El Palomitrón :
«El cine quinqui está muy contextualizado a su época. Durante los 40 años de represión que tuvieron lugar durante la dictadura franquista, se sacaron este tipo de películas. Un ejemplo es como la cara B de la movida madrileña, que solo cobra sentido en su época por las circunstancias de represión. El cine quinqui responde a sentimientos de libertad y otras realidades sociales que hoy por hoy no tiene tanta relevancia porque, afortunadamente, ya las disfrutamos. Ahora puedes tener más repercusión en las películas contemporáneas como Tarde para la ira, de Raúl Arévalo, que nos representa la cara más amarga de la sociedad. El cine quinqui está muy limitado a su época. «A cambio de nada» de Daniel Guzmán sería otra película basada en una realidad actual. Pero el ejemplo más claro del cine neoquinqui es la película «Criando Ratas» de Carlos Salado, cuyo pre estreno tuvo lugar en la Universidad Complutense de Madrid en el año 2016. Más que un alegato al cine quinqui, es una carta de amor a este género»
Entrevista muy cuidada sobre este pseudogénero que causó furor en los 80. Tanto la entrevistadora como el entrevistado se desenvuelven perfectamente en la temática. 10/10
Interesante reportaje sobre un género para mí desconocido hasta ahora. Redacción escueta y de fácil lectura, apoyada en recursos como foto y vídeo, imprescindible en estos tiempos. Artículo de diez
Gran entrevista! Muy interesante. 10/10
La entrevista me ha resultado muy interesante, un género de cine que en estos días no se hace. Nos ha llevado a los años 80 cuando existían esas pandillas callejeras que tan bien quedaban reflejadas en el cine.
Ambos interlocutores emplean una forma de lenguaje sencillo para situarnos en aquella época. 10/10