La lucha sigue: feminismo universitario
Este 8 de marzo de 2018 se recordará en España como un día histórico. No sólo porque se llevó a cabo la primera huelga feminista con una convocatoria que impactó al mundo entero, sino también porque las protagonistas de esta manifestación fueron, en gran parte, las estudiantes organizadas. Si bien los colectivos feministas universitarios datan desde finales del siglo pasado, en estos últimos años han tenido un impulso extraordinario. Con el 8M, las asociaciones feministas de las universidades de todo el país lograron captar la atención de muchos estudiantes, cumpliendo con sus objetivos de difusión de las problemáticas de la desigualdad.
Uno de los colectivos feministas universitarios que participaron en la organización y difusión del 8M fue Olympias, de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Comenzaron a juntarse hace más de un año, a partir de la necesidad de que exista un colectivo plenamente feminista en la facultad. El espacio es no mixto y abierto, cualquier mujer se puede acercar y participar. En la facultad realizan actividades de interés general y en la interna del colectivo debaten sobre feminismo y sobre el futuro de la asociación. Además, realizan coordinaciones con otros colectivos universitarios para llevar adelantes actividades en conjunto.
Otro de los colectivos que pertenecen a la facultad de Ciencias de la información es Scila. Ellas comenzaron a constituirse el pasado mes de septiembre ya que a pesar de la actividad de Olympias, no existía ninguna asociación feminista constituida legalmente y con la cual poder organizar actividades con gran difusión de manera legal.
Scila realiza actividades mensuales como la lectura de documentos para dar a conocer la historia del movimiento feminista o talleres y actividades de forma conjunta con otros colectivos universitarios como el colectivo Aspasia de la facultad de filosofía.
Al igual que las asociaciones de la facultad de Ciencias de la información también han querido contar su labor a Variación XXI la asociación de Indómitas que pertenece a la facultad de educación. Esta asociación no mixta lleva en activo aproximadamente un año y medio, y además de realizar actividades para la difusión del feminismo también han organizado reivindicaciones muy importantes dentro de su facultad ayudando de esta forma a chicas que habían sufrido problemas de acoso.
También hacen fiestas en navidad y en verano, al acabar exámenes participando de esta forma con otros colectivos de la facultad como La Huerta y La Espiral.
El feminismo universitario, que hoy goza de su mejor momento, es posible gracias a la existencia de los estudios universitarios sobre las mujeres, la desigualdad y la brecha de género. La construcción de estos conocimientos, permitió que hoy sea posible la organización de estudiantes bajo ideales feministas. Desde Variación XXI hemos entrevistado a una serie de expertas que en su día a día contribuyen al feminismo mediante la investigación y la docencia.
Un poco de historia. La vuelta del feminismo a España.
Gloria Nielfa, catedrática de Historia Contemporánea en la Facultad de Geografía e Historia en la Universidad Complutense de Madrid. Ha sido una de las pionera en promover el feminismo dentro de la universidad, alentando tanto a profesoras como alumnas para formar parte de este movimiento. Su primera toma de contacto con el feminismo fue en 1975, tan solo dos semanas después de la muerte de Franco acudió a las primeras Jornadas por la liberación de la mujer en Madrid.
Estas jornadas, organizadas de manera clandestinas, se celebraron coincidiendo con el año Internacional de la Mujer promovido con la ONU. « No se había anunciado el sitio, ni siquiera por teléfono por miedo a que estuviese pinchado. Nadie sabía donde iban a ser, la gente quedó con compañeras en grupos pequeños para ir juntas. Sólo unas pocas lo sabían.» Este encuentro, al cual acudieron unas quinientas mujeres, en su mayoría pertenecientes al Movimiento Democrático de Mujeres, fue la primera reunión desde la guerra civil en la que a pesar de los miedos, se mandó un telegrama al rey pidiendo la amnistía general. Además, las conclusiones sacadas durante los tres días que duraron las jornadas fueron publicadas en prensa. Siendo esto, un gran avance para el resurgimiento del feminismo en España.
Tras esta primera toma de contacto, el feminismo comenzó a resurgir de sus cenizas, acallado tanto tiempo bajo el yugo del franquismo. Según nos cuenta Gloria, a raíz de ésto se creó en Enero de 1976 el Frente de Liberación de la Mujer, al que ella perteneció.
Desde aquí podemos apreciar las dos tendencias de feminismo que existían al final del franquismo: grupos feministas vinculados a partidos políticos (casi todos de tendencia comunista). El movimiento más importante, dentro del feminismo vinculado a partidos políticos fue el Movimiento Democrático de Mujeres. (MDM), grupo impulsado por el partido comunista, aunque había mujeres de otros partidos o sin pertenecer a nada.
La otra tendencia fue el feminismo “radical” que abogaba por la militancia única.«Cuando una mujer está en un partido político dirigido por hombres, se acababan superditando los intereses de la mujer al partido político.» Desde el feminismo radical se entendía que si una mujer quería cambiar su situación debía de estar solamente en un grupo feminista.
En las jornadas de Madrid, se defendió la idea de crear un espacio intermedio donde la doble militancia tenía cabida.
La transición fue una época muy convulsa a nivel social. Fueron momentos de lucha feminista activa, en la que había reuniones y manifestaciones semanalmente. Algunas de las reivindicaciones por las que se luchaban eran: legalización de anticonceptivos y el aborto, eliminación de la ley contra el adulterio de las mujeres, y por supuesto por la igualdad entre hombres y mujeres.
En esta etapa aparecieron otros grupos feministas como: asociación democrática de la mujer (vinculada al partido del trabajo) y la unión para la liberalización de la mujer (organización revolucionaria de trabajadores), entre otras.
Se crearon coordinadoras de grupo para aunar la lucha feminista y evitar tensiones. «el movimiento feminista elaboró una serie de textos para cambiar puntos de la constitución, consiguiendo una declaración de igualdad en el artículo 14, aunque hubo muchos puntos que no se pudieron cambiar.» Se consiguieron también centros de planificación familiar.
Tras todas estas luchas, el feminismo sufre un fuerte desgaste. Antes de las jornadas de Granada en 1979, muchos grupos abandonan la militancia. Debido a esto, en los ochenta apenas hay lucha feminista, pero ésta vuelve a resurgir en los noventa.
Para sorpresa de muchos, el movimiento feminista universitario comenzó gracias a las profesoras. «Un terreno muy importante era el conocimiento de las humanidades, donde las mujeres no existían.» Escuchamos cómo nos cuenta Gloria el androcentrismo imperante en el campo de la enseñanza y como se comenzaron a crear instituciones de enseñanza feminista:
Gracias a esto nace el instituto femenino universitario, precursor del actual Instituto de Investigaciones Feministas, creado en 1987.
«Este instituto es interdisciplinar e interfacultativo, siempre dentro de la Complutense. A él pertenecen profesoras de las distintas facultades de nuestra universidad» nos cuenta Juana Anadon, profesora titular de Didáctica de Las Ciencias Sociales en la facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid, y miembro del Instituto de Investigaciones Feministas y de la Asociación Española de Investigación de Historia de las Mujeres (AEIHM).
Gloria nos cuenta que durante el franquismo, el feminismo no existía. «En los años sesenta, en la universidad había una actividad antifranquista enorme […] pero sobre feminismo nada. Mi primer contacto con el feminismo es en el año 75. »
Durante la transición los movimientos feministas comenzaron a proliferar. Se aprovechó en el 75 el año de la mujer para realizar reuniones en las que cambiar el discurso franquista sobre la mujer. Pero en la universidad, los colectivos feministas universitarios comenzaron a surgir gracias al movimiento de profesoras. «En los años setenta, existía un movimiento estudiantil llamado asociación universitaria para el estudio de los problemas de la mujer (AUPEM) […] pero durante los ochenta, fuimos las profesoras las que movimos la creación de grupos feministas a través de congresos y jornadas feministas. »Se fue consiguiendo poco a poco Las profesoras lucharon para conseguir asignaturas sobre el estudio de las mujeres, de la misma manera que lucharon para conseguir el INSTIFEM buscando firmas.
Las mujeres están ahora mucho mejor valoradas en la sociedad que hace cincuenta años, pero «la situación ha cambiado mucho, hace cincuenta años no había preocupación por el tema feminista, pero ahora las mujeres están muy concienciadas […] muchas mujeres jóvenes creen vivir en la igualdad, pero cuando pasan sus años de estudiantes, se dan cuenta de las desigualdades que hay ».
Continúa el aprendizaje.
Gracias al gran trabajo que realizó Gloria Nielfa para concienciar a los alumnos sobre la desigualdad que existe en la universidad, profesoras como Marta del Moral comenzaron a reivindicar sus derechos en su etapa estudiantil y actualmente se ocupan de impartir sus conocimientos sobre el feminismo y la desigualdad a los estudiantes.
Marta del Moral es docente del área de Historia Contemporánea de la Facultad de Geografía e Historia de la UCM y secretaria académica del Instituto Universitario de Investigaciones Feministas. Su relacionamiento con el feminismo universitario comenzó gracias a la motivación de una docente suya, Gloria Nielfa, pero reflexionada sobre el feminismo desde muy temprana edad.
Del Moral imparte sus clases desde la perspectiva de género y plantea que si bien en el pasado se tenía problemas para poder enseñar con esas herramientas «hoy en día la perspectiva de las relaciones de género, la historia de las mujeres y el feminismo gozan de una mejor prensa en todos los ámbitos en los que estamos presentes y en general». «No es ideología, son herramientas que nos ayudan a los historiadores y a las historiadoras a aproximarnos al pasado de una manera más compleja, menos simplista», sostiene.
La docente contó a Variación XXI que durante sus años de estudiante no existían los colectivos feministas, y que quienes tenían dichas convicciones las manifestaban pero en asociaciones estudiantiles no específicas. Hoy, trata de animar a las estudiantes para que militen por el feminismo y apoya las actividades de difusión y reflexión que tienen lugar en la facultad.
En los últimos años la lucha feminista ha aumentado considerablemente, con un gran auge de colectivos en el ámbito universitario. Los años del franquismo supusieron un duro golpe para la lucha feminista, pero durante la transición las mujeres volvieron a organizarse con fuerza en busca de la igualdad. En el ámbito universitario, las profesoras fueron las encargadas de poner en marcha este movimiento, mediante jornadas y conferencias, abriendo los ojos a las estudiantes para que se organizaran y lucharan juntas, poniendo un fuerte hincapié en la educación con perspectiva de género.
El movimiento feminista universitario ha conseguido establecer instituciones de apoyo tanto para estudiantes como para el profesorado, pero aún queda mucho por hacer en esta lucha. La comunidad educativa apenas conoce éste problema porque se ignora, y son muchas las jóvenes que creen vivir en una igualdad real cuando en la práctica es lo contrario. Hay que quitarse la venda de los ojos y empezar a mirar a través de las gafas moradas.
Seguir así porque vosotras sois el futuro
Seguir asi
Muy buen reportaje, me ha gustado mucho el enfoque que le habéis dado contando la experiencia de algunas profesoras. ¡Enhorabuena!
Es habitual ver reportajes sobre feminismo, sin embargo este me ha aportado datos que no sabía como que el feminismo universitario surgió gracias a las profesoras. ¡Muy buen trabajo chicas!
Está bien saber que las mujeres contamos con la ayuda de muchas asociaciones que enseñan lo que es el feminismo y en qué consiste la lucha! Está en nuestras manos que esta lucha acabe algún día, y este es el camino. Enhorabuena por el artículo.
Me encanta que se hagan reportajes de este tipo para dar voz a todas las mujeres que ese 8 de marzo hicimos huelga y acudimos a la manifestación.
Me ha parecido muy interesante, sobretodo el punto de vista que aportan las docentes sobre la lucha feminista universitaria.