Madrid, un hervidero de arte a pie de calle
Una de las principales características del arte es que puede surgir en cualquier rincón y de cualquier manera. En cualquier esquina de cualquier ciudad, te puede gustar o lo puedes odiar, hasta puede jugar con tu estado de ánimo. La actuación callejera es probablemente la manera más natural de arte, la cual lleva siglos acercando los artistas a la gente. Es una exquisita pieza donde se tiene al artista y al espectador en un mismo escenario. No debe haber margen de error para recibir la remuneración final y el gran aplauso que todo artista merece.
En Madrid, cada día, cientos de personas se lanzan a la calle a interpretar, tocar, bailar, actuar o pintar esperando ganarse la vida, que se cruce alguien que valore su talento, darse a conocer… Las razones de cada artista son tan variadas como el propio arte.
Un paseo por la música de Madrid
En la esquina de la calle Rompelanzas con Preciados, Eduardo Rhan y sus cuatro compañeros de cuerda interpretan el Canon Pachelbel. Nos cuentan que llevan años tocando en el mismo lugar, pero que con eso no les da para vivir. La mayoría del grupo lo compagina con clases de violín y otros trabajos para poder llegar a fin de mes. Es un trabajo exquisito pero insuficiente.
Unos metros por debajo de la Puerta del Sol, en la concurrida estación de metro, suena un xilófono a dos manos improvisando junto a un saxo y un djembé. Cuando acaban de tocar, Jero, una de las manos del xilófono se acerca para hablarnos de su situación. Junto a sus compañeros Juanma, Jaime y Ricardo quienes estudian musicología han decidido probar a tocar en la calle para poder ganar algo de dinero y así poder pagarse la carrera. “Es una carrera complicada y lo que nos gusta a nosotros es tocar, hemos probado suerte y a ver qué tal nos va”.
Pese a que el metro no es el sitio más adecuado para tocar, al ser instrumentos tan grandes, en los días de frío y lluvia prefieren resguardarse para no tener que recoger rápidamente si empieza a llover. Justo antes de irnos, una señora mayor que lleva escuchándoles un rato, se acerca para dejar un billete de cinco euros, provocando los aplausos y risas de los cuatro estudiantes.
A la espalda del Teatro Real, entre Ópera y el Palacio Real, se crea una atmósfera parisina gracias a las notas del acordeón de Tozo. Vino hace diez años de su país natal, Bulgaria, con su familia para tocar y poder ganarse la vida. Siempre con su sombrero vaquero y las gafas de sol, nos cuenta que estos meses de frío son los más complicados ya que no hay tanta gente por la calle y es duro estar quieto en un mismo lugar. Le gusta su trabajo pero no siempre es fácil así que lo completa con un trabajo de pianista en un bar de la zona, ya que ha trabajado como músico durante muchos años en teatros.
La historia
En la calle Montera, un joven llamado Mauricio Barbosa de 22 años canta “El sol no regresa” una de las canciones más famosas de la banda La Quinta Estación. Tiene apenas 22 años y ha llegado hace 3 semanas desde Venezuela, al necesitar dinero decidió ponerse a tocar en la calle, el primer día que lo hizo le advirtieron que necesitaría un permiso para hacerlo, sin embargo no fue problema ya que se acercó al ayuntamiento municipal y obtuvo el permiso el mismo día de la cita.
Tras haber obtenido el permiso necesario, ajustó sus horarios de trabajo- usualmente son desde las 12 del mediodía hasta las 8 de la noche- y se da un par de pausas entre canción y canción, ya que se podría decir que estar de pie tanto tiempo es agotador ,no solo para las piernas sino para la garganta y las manos.
Sin embargo, Barbosa ve esta situación como una solución para suplir sus problemas económicos. Además, le apasiona tanto la música que toma este tipo de circunstancias de la mejor manera, esperando que algún día en la calle alguien pueda apreciar su talento y de esta manera salir adelante, no desde la calle sino en los escenarios.
La normativa
Mientras que en algunos países se puede castigar hasta con penas de cárcel, el debate de la música callejera está constantemente sobre la mesa. ¿Debería estar más regulado?, ¿Se debería prohibir en algunos lugares?
En Madrid se desató la polémica durante el mandato de Ana Botella, quien ideó un plan para mejorar la música en las calles de la capital haciendo pasar un casting a todos aquellos que quisieran conseguir la licencia. Este plan fue atacado principalmente por eliminar la “espontaneidad” y “naturalidad” que caracteriza a este tipo de actuaciones. El 70% de los artistas que se presentaron al casting pasaron la prueba, muchos de los que no pasaron eran músicos contratados por el ayuntamiento.
Con la llegada de Carmena al ayuntamiento, el plan de los castings se convirtió en estudiar los currículum de los artistas. Aquellos que quisieran tocar en la calle (o actuar) tendrían que presentar su trayectoria en el Ayuntamiento y éstos estimarían su solicitud. Además, y tras un año de negociaciones entre Ayuntamiento y Asociaciones de Músicos, se acordó un plan para la organización de las actuaciones incluyendo puntos como la distancia mínima entre artistas (75 metros) o los horarios de actuaciones. “Podemos entender que pueden resultar molesto que una misma persona esté tocando las mismas canciones durante siete horas bajo el balcón de una casa, por eso entendemos que haya un límite que para nosotros el idóneo sería de tres horas” decía uno de los coordinadores de la Asociación de Músicos de Madrid cuando se anunció el nuevo plan.
Sin embargo, Madrid no es la única ciudad de España salpicada por la polémica. El pasado marzo, durante las fallas de Valencia saltó a las redes sociales el caso de Borja Catanesi, al que habían multado por “contaminación acústica” cuando la ciudad estaba “inundada de ruido por petardos, mascletàs o verbenas” como apuntaba el propio afectado.
Año tras año, las actuaciones en la calle protagonizan debates y polémicas a lo largo de ciudades y países, sin resolverse el debate entre arte y legalidad.
Que bueno saber del arte callejero en Madrid, los artistas son muy buenos y las historias que cuéntan son fenomenales!
Un trabajo estupendo, muy currado. Enhorabuena!!
Good job Marina!
Kisses from Cartagena
Un trabajo desde Cartagena! !!besss
Un trabajo estupendo, enhorabuena !!
Muy bueno 👌
Son precisamente estas cosas las que hacen de Madrid la gran ciudad que es. Viva Madrid!
Muy interesante!! Gran trabajo
Estupendo saber un poco más de nuestra cultura y más con artistas callejeros
Enhorabuena Marina!
Un trabajo original e interesante. Muy bueno.
Enhorabuena!!
Muy bueno. Un trabajo excelente.
Muy interesante. Me encanta!
Es estupendo saber que estos artistas tienen una normativa aprobada ya que que a menudo se encuentran desprotegidos ante las autoridades, así que un trabajo fantástico. Enhorabuena