MENAS: La cara oculta de la migración
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MENA, un acrónimo frío para esconder la realidad de los niños que dejan de serlo demasiado pronto
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Los menores extranjeros no acompañados están bajo la tutela del Estado y muchos se encuentran en una situación de desamparo y falta de recursos
Tienen menos de 18 años, son de origen extranjero y no están bajo el cuidado de ningún adulto. Llegan a España bajo camiones, en patera, y muchas veces habiendo sido víctimas de los timos de las redes de tráfico de personas. Duermen en pasillos y en salas multiusos de los centros de primera acogida, o incluso en la calle, si no han sido identificados como menores extranjeros no acompañados. Ésta es la realidad que se esconde detrás del acrónimo MENA, y que se ha convertido en uno de los problemas más importantes en nuestro país.
El número de menas ha crecido de forma incesante desde 2016, y a pesar de que no es un fenómeno fácil de cuantificar, se estima que el número de menores ha pasado de 4000 en el 2016 a 7000 en lo que llevamos de 2018. La dificultad que supone gestionar y controlar la presencia de menores no acompañados y no localizados provoca que, a veces, un mismo menor sea acogido varias veces por distintas entidades. Además, a esto se suma que la tutela de dichos menores es gestionada por las Comunidades Autónomas, y no por el gobierno central, por lo que el control y la cuantificación de este fenómeno resulta aún más complicada.
Proceden en su mayoría de Marruecos y Argelia, y entre los motivos que los llevan a huir de sus países de origen encontramos pobreza, violencia, desprotección institucional, marginalidad, guerra y desestructuración familiar. Como comentaba Idoia Correa Díaz, auxiliar de educación social en un campamento de menas, todas las historias tienen al final contextos de violencia y marginalidad que aquí son impensables e inimaginables. Las situaciones que han vivido los menas son, generalmente, muy direfentes a las que vive un niño o una niña occidental, y eso provoca, en su opinión que los programas de intervención sociocultural que se desarrollan aquí no sean tan efectivos como deberían, ya que no se ha llegado a comprender bien la cultura y el recorrido experiencial de estos menores. Además a esto se suma la gran diversidad de lugares de procedencia, de idiomas y de contextos , que hace aún más complicado trabajar con ellos.
Entrevista completa: https://www.youtube.com/watch?v=db9cfQivKzI
Sobre los objetivos que tienen estos menores al venir aquí, Idoia Correa comentaba a variación XXI que lo que buscan es conseguir los papeles, y que algunos quieren conseguirlos e irse, o directamente irse a otros países donde creen que los van a obtener más fácilmente. En relación con el futuro de los menas nos decía que muchos quieren dedicarse a la mafia, ya que ven que la manera más fácil de ganar dinero es traficar con drogas, y que es lógico teniendo en cuenta que es lo único que han visto. En su opinión, para poder cambiar esto, habría que dedicar más recursos y herramientas, pero también habría que trabajar con la sociedad, que rechaza a estos menores de forma sistemática, haciendo que sea más difícil solucionar el problema.
¿Qué dice la jurisprudencia española sobre los Menas?
En primer lugar, ha de acreditarse la edad del menor una vez llega a España, teniendo en cuenta el artículo 12 de la Constitución sobre la mayoría de edad de sus ciudadanos que se establece en los 18 años. Una vez establecida la condición de menor extranjero no acompañado, éste será puesto a disposición de los servicios de protección del menor. Si se considera que el “interés superior del menor se satisface con la reagrupación familiar o con su puesta a disposición de los servicios de protección de su país de origen”, se intentará la repatriación del mismo, como reafirmaba el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska el pasado 15 de noviembre. Pero generalmente, los menas que llegan a España huyen de situaciones poco agradables, violentas y de desestructuración familiar, por tanto, no buscan la repatriación. La decisión de ser repatriado o no, la tomará el menor siempre que sea mayor de 16 años, o si siendo menor de dicha edad es capaz de demostrar juicio suficiente, sino lo hará la propia administración.
La administración cuenta con un plazo de nueve meses para regularizar la situación de los menores no acompañados y concederles el permiso de residencia, pero, en la práctica, existen muchas dificultades para que prospere dicha regularización en el plazo señalado. El retraso, en ocasiones, se debe a que el menor no tiene un pasaporte o un documento identificativo en vigor, que dificulta poder determinar la edad, y el lugar de procedencia del menor.
Sin embargo, el hecho de que se haya autorizado la residencia no será impedimento para la repatriación del menor. El retraso en la petición, y el acceso a la mayoría de la edad, provoca la archivación del expediente y, el mena tendrá que iniciar el proceso por su cuenta. El menor se puede encontrar en este caso sin la protección de las instituciones, esto es, en situación irregular y sin poder trabajar. En cualquier caso, los menores extranjeros tendrían derecho a una residencia permanente, si al llegar a la mayoría de la edad, han estado bajo la tutela de una entidad pública durante los cinco años anteriores.
(Más información: http://www.interior.gob.es/web/servicios-al-ciudadano/extranjeria/regimen-general/menores-extranjeros).
¿En qué centros se encuentran los Menas?
Según la legislación Española, queda claro que las administraciones han de hacerse cargo de estos menores, y que han de acoger a cualquier menor en situación de desprotección en un centro de acogida. Existen varios modelos de dispositivos residenciales de acogida: casas o núcleos de convivencia ubicados en viviendas que siguen los patrones de hogares familiares comunes, y residencias o centros, dentro de los cuales existen varios modelos. En primera instancia el menor acude a los centros de primera acogida o de urgencia, después pasan a residir en los centros de acogida , en los que llevan a cabo los programas establecidos tras el diagnóstico; y por último, pasan a los centros de emancipación, cuando se encuentran cerca de la mayoría de edad.
Como comentaba Idoia Correa Díaz a Variación XXI, muchas veces, los centros de primera acogida están tan desbordados que los menas que llegan no se encuentran en una situación de bienestar básico, no tienen una cama en la que dormir, ni hay espacio en las aulas para todos. Esta situación, dice, entorpece el proceso de integración de los menas y provoca en ellos una sensación de malestar y de desprotección que no ayuda a la hora de intentar cambios de actitud y de mejora en la situación de estos menores.
Las asociaciones que trabajan con ellos
Frente a la desprotección que sufren los menores en los centros establecidos por el Estado, existen algunas asociaciones que ofrecen asistencia y protección a estas personas en territorio español. Entre sus objetivos se encuentra conseguir el seguimiento de estos menores en el seno de sus familias o de las institución de la tutela del país de origen, así como su reinserción en la sociedad, si han sido repatriados, y su inserción en la sociedad si residen en España.
Asociaciones de Como Accem invierten la mayoría de sus recursos en proteger a estos niños, elaborando programas de acogida integral, así como de apoyo a sus familias, con el objetivo de romper el fuerte círculo que los ata a la pobreza. Otros como la ONG Prodeín , presidida por el conocido activista José Palazón, estan luchando para que se cumplan las leyes, y el sistema jurídico funcione correctamente. Además, busca eliminar la distinción entre ciudadanos nacionales y extranjeros, y que no se cuestione la naturaleza de los niños.
¿Qué presupuesto se destina a la solución y el tratamiento de esta situación?
La financiación destinada a la protección de los menas se reparte por comunidades autónomas, que son las encargadas de la tutela y el cuidado de los mismos. Ante el anuncio del gobierno de que repartiría entre finales de diciembre y principios de noviembre 40 millones de euros entre las Comunidades Autónomas para recibir a estos menores de edad, se espera, segun la Ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, una mejora en las condiciones y la atención de más de 11.174 menores extranjeros no acompañados que se encuentran en España en estos momentos.
Pero esta medida no ha caido bien en todas las Comunidades autónomas, la Comunidad de Madrid anunciaba el pasado 6 de noviembre su intención de interponer un recurso ante los tribunales ya que, a pesar de que este año hayan llegado 1.400 jóvenes a la región, el doble que en 2017, ha recibido “cero euros”. Violante Tomás, consejera de Familia e Igualdad de la Comunidad Autónoma de Murcia declaraba: “En la Región de Murcia nadie queda desatendido, esta labor de acogida se está financiando con 3,3 millones de euros de fondos propios de la Comunidad, aunque recibimos cero euros del Estado”.
La falta de espacio en los centros y la falta de financiación por parte del Estado dificultan el tratamiento de esta situación, agravada cada año con la cantidad de menas que llegan a España. Uno de los mayores problemas que surgen a partir de este fenómeno es la tutela de estos jóvenes. La falta de información sobre ellos (su edad, localización) provoca cierto descontrol sobre la gestión de las tutelas de los jóvenes.
El fenómeno MENA es de alcance mundial, y no es nuevo, pero sí ha aumentado de forma incesante en los últimos años. Ante este crecimiento, las medidas son escasas, y no solucionan la situación que se está viviendo actualmente en España. Ni la de los menores, ni la de la sociedad. Hay un claro desequilibrio en la inversión por regiones y en la oferta de plazas para los menas, que provoca en los adolescentes una situación de desamparo social y cultural, y una sensación de desesperanza, en unos menores que casi todo lo que han vivido son experiencias traumáticas, y que no ven el final de esa situación.
Me ha parecido un artículo muy interesante para poder entender la verdadera situación de estos jóvenes.
¡Un artículo genial! Hay que visibilizar la realidad que viven los MENA para que pueda cambiar la situación en la que se encuentran cuando llegan a España.
Un artículo genial, hay que visibilizar la situación en la que se encuentran los MENA cuando llegan a España e intentar cambiarla, en el papel es todo muy bonito pero su realidad es otra. 👏
Enhorabuena por tan buen trabajo… Y tan útil
Me ha parecido muy interesante y este articulo ayuda a visibilizar verdaderamente el problema. Es más grave de lo que parecía y gracias a artículos como el vuestro la gente se informa con datos contrastados. Muy buen trabajo.
Muy interesante!
Un reportaje genial y muy bien elaborado
Muy bueno este trabajo