La Batalla de Ciudad Universitaria
- El frente de Ciudad Universitaria fue uno de los más activos de la Guerra Civil a su paso por Madrid.
- La ciudad no cayó hasta el final de la guerra, se estima que en Madrid murieron 10.000 personas entre civiles y militares.
Desde el inicio de la sublevación militar de julio de 1936, la ciudad de Madrid, sede de la Administración del Estado, era un lugar codiciado para el Bando Nacional y, para la República, era primordial su defensa, pues la capital más poblada del país suponía un verdadero símbolo para ambos bandos.
En los últimos días de 1936, con el ejército de África llamando a la puerta de la diosa Cibeles y, con un ejército republicano que había conseguido frenar en Guadarrama y Somosierra a las tropas de Emilio Mola, venidas desde Navarra, lo más habitual habría sido que la capital cayera frente a un ataque de semejantes dimensiones.
Durante el 6 de noviembre, un día antes del estallido de la batalla, el gobierno de la República se había trasladado a Valencia con la intención de alejarse del frente. La Junta de Defensa de Madrid, presidida por Miaja y que contaba con la presencia de miembros de otros partidos como Santiago Carrillo o José Cazorla, asumieron el mando de la ciudad. En los primeros enfrentamientos del día 7 en los arrabales de Madrid con la columna del comandante Castejón, los soldados republicanos capturaron las órdenes que Varela había dado a las tropas nacionales el día 6, pues se las arrebataron al capitán Vidal-Cuadras, abatido en un carro de combate italiano modelo Fiat Ansaldo.
Puente de los franceses y subida a Moncloa
El día 15 de noviembre de 1936 el ejército de Franco consiguió cruzar el río Manzanares después de varios días de intentos fallidos. La rotura de la línea se produjo a la altura del Puente de los Franceses.
De esta manera el III Tabor Marroquí, una unidad de soldados Regulares de Tetuán, consiguió pasar al otro lado de la orilla del Manzanares. En la ofensiva participaron también tanques acorazados, pero se quedaron atascados en el lecho del río. El combate se extendió varios kilómetros a lo largo del cauce del río, entre el Puente de los Franceses y el Hipódromo de la Zarzuela.
Durante el mismo día 15 se produjeron grandes avances. El III Tabor Marroquí, con Mohamed Ben Mizzian al frente, alcanzaría la Escuela de Arquitectura, otras unidades llegaron a alcanzar unos kilómetros más arriba el Hospital Clínico, allí el ataque fue detenido por el General republicano Martínez de Aragón.
Este avance se explica por movimientos de retirada descontrolados en el bando republicano. Según varios historiadores ambos bandos recibieron unidades de refuerzo equivalentes, pero la retirada de varias columnas de voluntarios en el lado republicano sembró el pánico entre otros combatientes. Esto hizo que el avance sublevado fuera ligeramente más fácil.
El ataque se contuvo, además de por la labor de Martínez de Aragón en el Clínico, por la buena respuesta de otras unidades, entre las que se encontraban dos batallones de la Brigadas Internacionales. Fue la primera vez que soldados de la U.R.S.S y otros países afines a la república entraron en combate en nuestro conflicto civil.
De esta manera el frente quedó estabilizado después de casi 24 horas de lucha ininterrumpida, con una forma de cuña con límites en la plaza de la Moncloa, la Puerta de Hierro y el hospital Clínico al Norte.
Los días sucesivos se bombardearía la Ciudad Universitaria y el resto de Madrid, las bajas fueron mayoritariamente civiles. El frente permanecería prácticamente intacto hasta el final de la guerra, aunque hubo pequeños movimientos. Cayeron en manos del ejército de Franco la Casa Velázquez, la Escuela de Ingenieros Agrónomos y el Palacete de la Moncloa.
Finalmente, el día 23 del mismo mes de noviembre Franco decide paralizar el ataque a Madrid, que caería al final de la guerra dos años y medio después.
Batalla en el Hospital Clínico San Carlos
La previsión era inaugurar el Hospital Clínico en el mes de octubre de 1936, coincidiendo con el primer centenario del traslado de la Universidad Complutense de Alcalá a Madrid.
En abril de 1936 el Clínico estaba prácticamente concluido, pero el estallido de la Guerra Civil convirtió el edificio en un frente de guerra en el mes de septiembre, cuando los dos bandos se enfrentaron en el límite noroeste de Madrid. La batalla duró desde el 15 hasta el 23 de noviembre de 1936, tras varios intentos fallidos de cruzar el Manzanares. Los edificios del campus se disputaron entre ambos bandos causando numerosos desperfectos en las facultades y en sus bibliotecas. El Hospital Clínico San Carlos quedó prácticamente destruido por la crueldad de la batalla, los soldados iban matando planta por planta y habitación por habitación, lo que propició muchísimas bajas.
El día 17 de noviembre se produjo el segundo momento decisivo del avance de las tropas atacantes. A primera hora de la mañana la aviación atacante castiga la zona de paseo de Rosales, Moret y las dos orillas del Manzanares. La columna de Asensio, desde la Escuela de Agrónomos, tomó el Asilo de Santa Cristina y atacó por primera vez el Hospital Clínico, edificio en cuyo interior se luchó de forma encarnizada.
La columna número 3, Delgado Serrano, desde el estadio de operaciones ocupó la Fundación del Amo, la Residencia de Estudiante y el Instituto de Higiene, actual edificio del rectorado. Los combates fueron cruentos, resultando heridos el teniente coronel Delgado y el comandante Mizzian del Grupo de Regulares Indígenas de Alhucemas.
Tras las primeras maniobras exitosas de Varela, Vicente Rojo y el General Miaja prepararon una contraofensiva, ordenando a las columnas catalanas atacar a las placas de las tropas nacionales, apoyándose de la XI Briada Mixta de Kleder, en la IV Brigada Mixta y en un batallón del V Regimienot. No obstante, en esos momentos Asensio acaba de tomar la Escuela de Ingenieros Agrónomos a través de la carretera de La Coruña, en la inmediaciones de la Puerta de Hierro. El coronel García Escamez y Varela, mandaron a sus tres columnas a bombardear con intensidad el Hospital Clínico, durante el día 17. El avance comenzó a las 9 de la mañana, dando lugar a una serie de enfrentamientos por cada centímetro de terreno, llegando a darse lucha cuerpo a cuerpo. Contando con el apoyo de la artillería y aviación, las tropas nacionales sobrepasaron y desbordaron a las republicanas, tomando así Asensio la Residencia de Estudiantes, la Fundación del Amo y el Instituto de Higiene.
Estos bombardeos, que continuaron hasta el día 22, acabaron con la vida de 133 persona y destruyeron 110 viviendas, no afectaron apenas a la moral de las tropas republicanas que seguían obcecadas en defender Madrid. El día 19 se puso fin a la vida de Buenaventura Durruti cuando se le había encargado la labor de defender las posiciones del Hospital Clínico. Estos combates se extendieron hasta el día 23, llevándose más tarde al palacete de la Moncloa y a la Casa de Velázquez tras un intento de ofensiva republicana desde las facultades de Filosofía y Medicina.
En el Clínico aún se luchó con dureza durante varios días después, 30 de noviembre. Se luchaba en las galerías y naves de su interior. La conquista del Hospital Clínico representó el máximo avance del ejército atacante en la batalla de la Ciudad Universitaria. Aquel mismo día 17, algunas fuerzas de Tabores irrumpieron de nuevo en la plaza de España y causaron escenas de pánico en las calles de Madrid a lo largo de la Gran Vía. En este día el número de militares atacantes en la zona no superaba los 2000, frente los 11.000 de las defensivas. Las fuerzas atacantes combinaron, junto con los últimos avances del día 17 con un esfuerzo para quebrantar la resistencia de Madrid por medio de bombardeos aéreos.
Se amplía el terreno avanzando en varios puntos hasta el Hospital Clínico, este último mantenido por los milicianos anarquistas, pero también hasta el Instituto de Higiene. El día 17, Franco decreta el bloqueo marítimo de los puertos bajo influencia republicana, amenazando con hundir todo aquél buque extranjero que no lo acatara. La cuál de penetración, cuyo vértice se encuentra en el Clínico, se irá reforzando los días posteriores.
Batalla de Filosofía
La irrupción de los sublevados por la Casa de Campo desembocó en un duro enfrentamiento en las inmediaciones del Hospital Clínico, lo que se tradujo en una gran ofensiva que hizo temblar los cimientos del bando republicano. Como la Facultad de Medicina, el edificio de Filosofía y Letras fue uno de los puntos clave donde los republicanos establecieron su base de operaciones, rodeada de extensas trincheras que delimitaban lo que hoy conocemos como Ciudad Universitaria. Tras su inauguración en 1933, el proyecto universitario ya contaba con las Facultades de Ciencias, Medicina, Farmacia, y la propia Filosofía, cuyo edificio fue construido en seis meses, bajo la planificación del arquitecto Agustín Aguirre. A la postre, terminaría convirtiéndose en uno de los últimos reductos del bando gubernamental, antes de su derrota definitiva, teniendo que ser reconstruida en más de un 50% años más tarde.
La ofensiva del general Varela, que había causado estragos en las defensas republicanas, tendría una respuesta muy pronto. Vicente Rojo y Miaja organizaron una contraofensiva mediante tres puntas de flecha: la XI Brigada Mixta de Kléber, la IV Brigada Mixta, y un batallón del V Regimiento. El escenario se movería del Hospital Clínico a las diferentes facultades de Ciudad Universitaria, con especial protagonismo para Filosofía y Letras. Un dato importante es que el Estado Mayor de la República dio el mando de la XI y XII Brigadas Internacionales a Kléber, personaje destacado en esta fase de la batalla que nos ocupa.
El 16 de noviembre, y después de tomar la Casa de Velázquez, la columna del general nacional Asensio Cabanillas toma la Escuela de Ingenieros Agrónomos, y posteriormente se adentra en la Facultad de Filosofía y Letras, importante punto de control por poseer una de las más grandes bibliotecas de España en aquel tiempo. Sin embargo, la XI Brigada Internacional no iba a permitir esto, y combatió a los sublevados en el interior del edificio. Los libros fueron absolutos protagonistas en esta fase de la batalla, pues muchas estanterías fueron utilizadas como parapetos, pudiéndose ver hoy en día las marcas de balas en algunos ejemplares. Desatada a lo largo de las cinco plantas de la Facultad, la batalla por la conquista de este punto de control se saldó con una victoria republicana, quedando instaurado el cuartel general de la XI Brigada. Los nacionales, al mando de Asensio, no se rindieron, y alargaron la batalla en el edificio durante varios días más. Las aspilleras, hechas con libros, fueron un factor bélico determinante para la defensa de este sector por parte del bando republicano. La guerra continuaría por otras Facultades, siendo Filosofía un fuerte punto de resistencia para los gubernamentales.
Con los bombardeos de las últimas fases del conflicto, el Ejército Popular de la República, además de Emilio Kléber y su XI Brigada Internacional, resistieron atrincherados antes del derrumbamiento total de los frentes, en marzo-abril de 1939. Moncloa, y las Facultades de Medicina y Filosofía, fueron los últimos reductos del ejército republicano, antes de verse superados por el empuje de los sublevados.
Tras la Guerra Civil, el 40% de la estructura del edificio fue destruida, conservándose el salón de actos y los módulos aledaños. Así, se pudo proceder a la reconstrucción de la Facultad de Filosofía y Letras. Como ocurrió con otros edificios, se dudó entre dejar la Ciudad Universitaria como recuerdo de la Guerra Civil, o por el contrario reconstruirla para volver a enfocarla a los estudios universitarios. Afortunadamente, se optó por la segunda opción, pero durante años los estudiantes de filosofía y letras se vieron contagiados de un riguroso catolicismo, que limitaba muchos de los ideales que pregona esta ciencia. Estudiar Filosofía nunca fue como antes.
El 12 de octubre de 1943, Francisco Franco realizó un acto de inauguración en el paraninfo de la Facultad de Filosofía y Letras, presentando así el nuevo proyecto remodelado de Ciudad Universitaria, y de la propia Facultad que nos ocupa, eso sí, amoldado a las líneas ideológicas y gubernamentales de los vencedores. Por su parte, la gran base de archivos y libros sufrió diferentes destinos. Mucha información se perdió, algunos libros pudieron ser rescatados por una unidad de recuperación artística, conservándose así gran parte de la que era considerada la segunda biblioteca más importante, después de la Nacional.
Tras la muerte de Franco, muchos profesores o personalidades de marcada ideología de izquierdas fueron readmitidos, como es el caso de José Luis López Aranguren en octubre de 1976.
La Escuela Superior de Arquitectura de Madrid y su lugar en la batalla
Poco llevaba construido el nuevo edificio de la Escuela de Arquitectura de Madrid cuando se vio asediada y alcanzada por la guerra.
En junio de 1936 se inauguraba la nueva sede en el campus de Ciudad Universitaria y en noviembre del mismo año era abatida por la guerra. Fue un punto vital tomado por los rebeldes, los franquistas, ya que la facultad era un punto estratégico por la conexión con la retaguardia al otro lado del río Manzanares que conectaba con Casa de Campo.
Generales como Máximino Bartomeu o el comandante Blanco fueron los que dirigieron los ataques y la defensa desde la facultad.
Dentro de todo aquel caos y guerra, la Escuela de Arquitectura de caracterizaba por ser un lugar de relativa paz, ya que, al estar a primera línea fue utilizado como hospital de urgencias y de ahí eran derivado los heridos a otros hospitales como al de Getafe, Griñón, entre otros. La guerra de Ciudad Universitaria ya de por sí fue el símbolo de la resistencia de ambos bandos, del “no pasaran” y el del “no nos rendiremos”.
A parte de ser el punto elegido por los franquistas, también fue un punto clave para periodistas y fotógrafos para documentar lo que pasaba. Aunque dichas documentaciones fueron captadas desde la perspectiva contraria a los republicanos.
Dichas imágenes son extraídas de la revista L’Ilustration, que era una católica y que apoyaba al bando rebelde. No son las únicas imágenes documentadas de aquel momento. En el siguiente hipervinculo podemos captar diferentes momentos y los estragos que dejo la guerra en diferentes aéreas del campus.
Después de la batalla liberada, el campus volvió a ser reconstruido y la facultad reinaugurada en 1942, intentando borrar y pasar página de su pasado más oscuro.
Aquí se puede visualizar las diferentes áreas en las que tuvo lugar la batalla de Ciudad Universitaria.
Antes y después de la Batalla de Ciudad Universitaria
Durante la guerra civil, los terrenos de la Ciudad Universitaria se convirtieron en un frente permanente de guerra, lo que imposibilitó el desarrollo cotidiano de la actividad académica. Gran parte del profesorado universitario madrileño se trasladó a Valencia, siguiendo las instrucciones del Ministerio de Instrucción Pública.
El campus universitario se convirtió en el frente que dividía a los dos bandos, por tan sólo 50 metros, y pasó a ser el teatro de una guerra de desgaste. Los ejércitos crearon laberintos de trincheras y refugios para estabilizar allí la batalla y hacer de Ciudad Universitaria el lugar protagonista de la contienda en Madrid. Sin embargo, fueron los republicanos quienes se hicieron con los esbozos de las facultades de Medicina, Farmacia, Odontología, Cincas y Letras, algunas de ellas casi terminadas.
El 28 de marzo de 1938,el bando nacional conquistó el campus universitario, ese mismo día, la Universidad pasó a ser un paisaje en ruinas que otorgaba la victoria al bando franquista. La inauguración de Ciudad Universitaria y la incorporación a las aulas se dieron en 1943. La Guerra había dejado huellas en los edificios, pero los nuevos habitantes veían las batallas como algo ajeno. También en el Parque del Oeste, aún quedan búnquers y restos de trincheras.
Hola,
Quiero aclarar un par de cosas:
1) La Facultad de Ciencias de la Información no existía en 1936. Según el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, dicho edificio es obra de José María Laguna Martínez y Juan Castañón Fariñas (primera fase), y Manuel Briñas Coronado (segunda fase). Se construyó entre 1972 y 1979. Se puede consultar en este enlace
http://212.145.146.10/biblioteca/fondos/ingra2014/#inm.F2.495
2) Lo malo de escribir semejantes disparates sin haber comprobado la veracidad de los mismos es que cualquiera que lea este pseudo estudio y desconozca la Historia de la Guerra Civil en la Ciudad Universitaria, se creerá a pies juntillas que hay pruebas que demuestran los impactos de balas de la Guerra Civil en la entrada principal y que los planos del edificio se diseñaron para cárcel o psiquiátrico. Todo esto lo afirman ustedes sin aportar pruebas documentales y/o fotografías.
Isabel Gea.
5ª promoción de Periodismo (1975-80).
Facultad de Ciencias de la Información.
Universidad Complutense.
Estimada Isabel Gea, agradecemos mucho su atenta lectura de nuestro reportaje y tenemos que pedirle disculpas por la publicación de las imprecisiones que usted ha detectado. Se ha producido un fallo técnico ya que si en un primer borrador figuraban los datos que usted, acertadamente, denuncia como falsos, en la versión definitiva que se subió a la web creíamos que se había corregido. Le pedimos disculpas, procedemos a la subsanación y volvemos a agradecer su precisión y, sobre todo, el que nos lo comunique, de forma que correcciones como la suya nos ayuda a mejorar día a día. Un saludo, LA REDACCIÖN VARIACIÖN XXI.
Es 28 de marzo de 1939, y no de 1938 como dice el texto.
Fallo ´técnico? De los gordos, encima comentan que suspendieron la actividad académica, en la Ciudad Universitaria. Con la que había liada allí, oye. Y los de Durruti? A las primeras de cambio salieron corriendo cuesta arriba y dejando vendida la entrada. Desde la carretera de Castilla hasta el Clínico se fueron los valientes en retirada y a la carrera, dejando vendida toda la cuesta, hasta que los obligaron a darse la vuelta. Sino es por las Brigadas Internacionales.., entran en la las calles los mal llamados nacionales, (los nacionales eran todos), un detalle, con el primero empujón. Los valientes, oye.
Lo del Hipódromo de la Zarzuela debe de ser otro “fallo técnico”. El frente descrito a orillas del Manzanares, discurría desde el Puente de los Franceses hasta el hipódromo (stadium) que hoy ocupa el Club de Campo.