El periodismo: ¿está todo perdido?
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El periodismo es una de las carreras con menos salida laboral
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Tras la crisis financiera de 2008 se perdieron casi 3000 puestos de trabajo y empeoraron notablemente las condiciones laborales
Los periodistas llevan años alzando la voz sobre la situación de su profesión. Los contratos precarios, las jornadas interminables, o la devaluación de su trabajo, son algunas de sus quejas. Desde la crisis financiera de 2008, comenzó una pérdida de condiciones laborales que no ha hecho más que acelerarse con la digitalización y las nuevas formas de consumo de la información. Solo entre 2010 y 2015, los salarios de los profesionales cayeron en un 17% y se perdieron más de 12.200 puestos de trabajo. Las redes sociales crean a diario nuevas formas de periodismo que han generado una necesidad de inmediatez al público. Profesionales del sector de la comunicación como el redactor de Informativos Telemadrid, José Miguel De La Morena, o el redactor de El Mundo, Ángel Fernández, dan su visión sobre el pasado, presente y futuro del trabajo periodístico.
En la actualidad, la profesión periodística se encuentra lejos de vivir uno de sus mejores momentos. La prensa está sufriendo un momento de cambio: las condiciones laborales han empeorado, los medios de comunicación son cada día más distintos y las nuevas formas de periodismo amenazan con no encontrar trabajo a los que soñaban con dedicarse al periodismo ‘de toda la vida’. ¿Las causas? Son muchos los factores que han cambiado el periodismo como se conocía. La crisis financiera de 2008 y la digitalización son dos de sus principales causantes.
«Se ha notado mucho la pérdida de condiciones laborales que yo sí tuve», cuenta José Miguel De La Morena. Lleva 33 años ejerciendo el periodismo en Radio Televisión Madrid. Comenzó su andadura en Onda Madrid pero rápidamente pasó a Telemadrid, donde ahora es redactor senior en los informativos. Como él, miles de periodistas han podido experimentar el cambio que se ha producido en el mundo periodístico durante las últimas tres décadas.
La situación del mercado laboral
La crisis financiera de 2008 afectó fuertemente al sector periodístico. Solo entre 2010 y 2015, los salarios de los profesionales cayeron en un 17%, se perdieron más de 12.200 puestos de trabajo y de los que quedaron la gran mayoría empeoraron sus condiciones laborales. «Los contratos son muy precarios», defiende Mónica García, periodista de la sección local de Informativos Telemadrid. Es la primera vez que Mónica se encuentra en un puesto de trabajo seguro desde que se graduó en 2016. Hasta ahora, y desde que terminó sus prácticas en una cadena de televisión privada, había ido saltando de contrato en contrato. El más largo, de seis meses, y todos ellos de refuerzo en épocas donde los periodistas titulares se iban de vacaciones. Entre contrato y contrato, trabajaba en otros sectores de la comunicación mientras buscaba empleo en lo que le gustaba realmente: el periodismo especializado en televisión.
No es la única. «Tienes que estar buscando, permanentemente. No te queda más remedio que ser ‘súper pesado’ y buscarte la vida», defiende De La Morena, a pesar de admitir ser consciente de la suerte que tiene al haber contado con seguridad y ofertas durante toda su carrera periodística. Porque a diferencia de él, hay otros 22.100 periodistas que se encuentran en situación de desempleo, según el último informe de la Asociación de Prensa de Madrid. Y este es uno de los mejores datos en los últimos años. «A raíz de la crisis del 2012, los periódicos empezaron a producir despidos masivos de gente, el periodismo fue el segundo sector más afectado por la crisis detrás de la construcción», argumenta Ángel Fernández, periodista y expresidente del Comité de Empresa del diario El Mundo.
Encontrar trabajo es uno de los mayores problemas para los nuevos periodistas. El ‘X Informe Infoempleo Adecco’ sitúa la carrera de periodismo como una de las titulaciones con empleabilidad más baja, con un porcentaje de titulados superior a su demanda en el mercado. Los que sí lo encuentran, se ven obligados a trabajar en muchas ocasiones bajo condiciones precarias. «Las condiciones laborales han empeorado en los últimos 10 o 12 años. La calidad del trabajo en las redacciones ha empeorado mucho, no digamos en sueldos y en contratos», denuncia Fernández. La APM estima que la media de las retribuciones se encuentra por debajo de los 1.500 euros al mes. Acompañadas por largas jornadas de trabajo: el 62% de los periodistas contratados trabajan más de 40 horas a la semana, y el 26% más de 45.
Los cambios en la profesión
Los salarios no han sido lo único en cambiar. «Ahora a los periodistas se les pide muchas cosas: tenemos que ser montadores, saber de nuevas tecnologías, controlar programas informáticos, ofimáticos, de edición y hemos tenido que ir adaptándonos», explica De La Morena. Los periodistas cada vez tienen que salir más formados de las universidades, especialmente si quieren competir en un mercado laboral que no tiene espacio para todos ellos. Cada año se gradúan 3000 periodistas, según la APM, para los que no hay suficiente oferta de empleo.
Una inexistencia de oferta causada, entre otros motivos, por los cambios en las redacciones. Muchos de los empleados despedidos durante la crisis financiera nunca volvieron a ser contratados. Lamenta el periodista de El Mundo, que los datos de las generaciones anteriores «nunca se hayan recuperado». Los periódicos funcionan ahora con un menor número de personal en sus oficinas. Se utilizan agencias de comunicación o artículos de periodistas freelance para completar sus páginas.
También ocurre en la televisión. «Antes entrabas en una televisión y te hacías tu hueco. Ahora somos muchos para muy pocos huecos. Los programas son muy variados, van cambiando mucho… Hay programas que duran incluso una temporada de verano», afirma García. Antiguamente los programas podían durar años en parrilla, ahora, como cuenta la periodista de Telemadrid, algunos no sobreviven ni un par de meses. Para ella, este es uno de los grandes problemas, que “nada es fijo en esta profesión”.
Las nuevas formas de consumo
Uno de los grandes motivos de todos estos cambios es la digitalización. La llegada de internet ha supuesto un avance de la información y ha mejorado su accesibilidad, pero también ha derivado en una sobrecarga y pérdida de calidad. Las formas de consumo han cambiado, priorizando la inmediatez a la calidad informativa. Además, con el auge de las redes sociales, cualquier persona conectada a la red, puede compartir un mensaje. Esto último, ha generado un problema de intrusismo laboral y devaluación de la profesión. «Creo que ahora mismo se nos valora menos de lo que se nos valoraba hace unos años. Es muy fácil acceder a la información ahora y en su momento no lo era tanto», defiende García.
Para De La Morena, esa necesidad de inmediatez y cambio en el consumo ha tenido una consecuencia clara: «Se pide una calidad muy baja de información para llenar horas y horas de programación. Una producción tan grande a costes tan bajos, realmente desprestigia a la profesión en sí misma». Unos cambios que seguirán ocurriendo, ya que para la periodista de Telemadrid es muy probable «que al final los informativos se conviertan en un formato tipo Netflix en el que tú tienes un menú de noticias para elegir qué es lo que más te interesa».
¿Qué esperan las futuras generaciones?
Todo ello deja un nublado futuro para las próximas generaciones de periodistas, a las que Fernández recuerda: «La lucha por parte de los profesionales de los medios es fundamental para revertir esta situación de precariedad laboral, de bajos sueldos y de cierta explotación». Ellos son conscientes y no pierden la fe. «Confío en dedicarme al periodismo», afirma Claudia López, estudiante de primero de Periodismo. A pesar de que, como a muchos otros jóvenes, antes de tomar la decisión le advirtieron de que encontrar trabajo como periodista podía llegar a ser «muy complicado».
El diario El Confidencial realizó una encuesta a graduados en la carrera de Periodismo. Un 56,4% de los encuestados, estarían arrepentidos de haber estudiado esta carrera. Entre ellas, García, porque, aunque dice ser una apasionada de la profesión, «cuando van pasando los años y vas viendo que esto no remonta, que es lo mismo día tras día, te planteas: ¿y si hubiese hecho otra cosa?». Igual le sucede a Maryam González, recién graduada en Periodismo, quién asegura que desde pequeña siempre ha querido estudiar periodismo, pero que «con los años, me he ido dando cuenta que igual periodismo no es una carrera que hubiese que elegir como primera opción».
A pesar de todo, muchos son los acérrimos al periodismo que siguen queriendo animar a sus futuros profesionales. «Es apasionante ir a los sitios, conocer la realidad y poder contarla. Eres los ojos de la gente y tú has estudiado para que lo que tú estás viendo llegue al otro lado y sea comprendido. Es incomparable, una suerte tremenda. Y ahora, además, hay muchos más campos para trabajar, medios muy bonitos y una facilidad para hacer las cosas tremenda», defiende el redactor de Informativos Telemadrid.