La comunidad sorda: una gran desconocida
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Según el INE, hay 1.230.000 personas con discapacidad auditiva en distinta medida y de distinto tipo
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Su presencia está en todos los ámbitos, pero el sentimiento de exclusión sigue muy extendido en la comunidad
La comunidad sorda es uno de los colectivos más invisibles en nuestra sociedad, desde la información que se tiene acerca de ellos, que es limitada, hasta la atención que reciben. No son muchas las fuentes que comparten o divulgan acerca de su realidad, y el seguimiento que las acompaña también deja que desear. Uno de los problemas principales reside en el desconocimiento acerca de los términos que atañan a esta comunidad. El término “sordomudo” es el que más se repite entre las personas oyentes, siendo su uso incorrecto e incluso ofensivo; ya que la sordera no impide la capacidad del habla, aunque es probable que dificulte su desarrollo.
Otro de los términos mal empleados es el de “lenguaje de signos”. La diferencia es que el lenguaje es simplemente la capacidad humana para comunicarse, mientras que la lengua es la herramienta que utilizamos para hacerlo, por lo que para referirse a ello correctamente se debería emplear el término “lengua de signos”, designándola como lo que es, un idioma. De hecho, en España se declaró la lengua de signos como lengua oficial en el año 2007. Además, cabe destacar que la lengua de signos no es universal y que cada país, cuenta con una propia.
Invisibilidad del colectivo
El desconocimiento de la sociedad, unido a la falta de recursos de adaptación hacia la comunidad sorda, supone que haya dificultades y barreras en distintos ámbitos, acarreando así la invisibilización del colectivo.
Dos opciones de escolarización
Uno de los aspectos que más dificultad puede suponer es la educación. A la hora de escolarizar a un niño sordo, pueden contemplarse dos opciones: que asista a un colegio específico para sordos, o que acuda a los llamados colegios de integración.
Ambas opciones tienen pros y contras:
En el caso de los colegios sordos, los niños contarían con una educación adaptada a sus posibilidades, integrándose mucho más rápido y rodeándose de otros niños que se comunican de la misma manera que ellos. Sin embargo, la elección de acudir a un colegio no especializado debería ser igual de viable. De esta manera, se produciría una integración social más extensa.
Aunque la discriminación sigue presente en muchos casos; según el INE (Instituto Nacional de Estadística), hasta un 18% de las personas sordas y con discapacidad auditiva mayor de cinco años, declaran sentirse discriminadas en el colegio o centro de estudios al que acuden. Y hasta un 12,2% sufre acoso o ciberacoso.
Sales Gimeno, mediadora en la Asociación de Sordos de Valencia (ASV), afirma que ella acudió a un colegio de sordos porque en su época, era la vía más fácil.
<< Ahora, cada vez es más común que las familias opten por los colegios de integración, pero a pesar de ello, se puede correr el riesgo de que los niños sordos no se integren con el resto de compañeros >>
Según el Ministerio de Educación, en el año 2020 había 9.497 alumnas y alumnos sordos en España.
Los intérpretes de lengua de signos (ILS) tienen como finalidad facilitar la comunicación entre las personas sordas y las personas oyentes. Puede considerarse una profesión poco reconocida que no recibe la importancia que merece.
Sin embargo, no todos los colegios e institutos cuentan con un servicio de intérpretes, y los que cuentan con ello, no siempre disponen de su servicio en los horarios necesarios, por lo que son las familias de los alumnos los que se tienen que encargar de realizar los trámites necesarios para solicitarlo.
Aunque si el centro educativo tiene experiencia previa tratando con alumnos y alumnas sordas, suelen prestar su ayuda para agilizar el proceso.
En el caso de los colegios no especializados, si no proporcionan la atención correcta y una adaptación de los recursos educativos útil, puede suponer un impedimento de cara al futuro y al desarrollo de sus capacidades.
Obstáculos laborales
Encontrar trabajo también supone una traba con la que lidiar en el día a día, es el caso de determinadas profesiones, como la atención al público o en algunos casos, el sector administrativo, donde tareas como atender a un cliente o realizar una llamada, supone un obstáculo.
La educación también repercute en este ámbito, puesto que si no reciben la atención y adaptación necesaria, puede conllevar al desarrollo de problemas laborales de cara al futuro. El INE señala que casi un 61% de la población sorda y con discapacidad auditiva tiene estudios básicos o inferiores, un 27% estudios intermedios (secundarios) y solamente un 11,1% estudios universitarios.
Por otro lado, las entrevistas también implican un obstáculo más; de nuevo, la falta de intérpretes se pone de manifiesto.
Las cifras de desempleo en la comunidad sorda o con discapacidad auditiva son del 20,1% entre los 16 y 64 años, y el 59,5% no trabaja o no busca empleo.
Sanidad, una dificultad más
En el caso sanitario, sólo en los centros de urgencias cuentan con dispositivos adaptados que les permiten comunicarse, y en muchas ocasiones, ni siquiera saben que cuentan con ellos.
Sin embargo, ni los centros de salud ni los hospitales cuentan con intérpretes propios que puedan facilitar la comunicación. De esta manera, son ellos mismos los que tienen que buscar intérpretes para que les acompañen a las citas, lo que dificulta que puedan asistir con regularidad.
La cultura, una forma distinta de comprenderla
Actividades como ir al teatro, al cine o a un concierto, cambian de perspectiva cuando es una persona sorda la que acude a ellas. En el caso del cine, Gimeno explica que la solución es fácil, ella siempre elige ir a la sesión en versión original (V.O), puesto que al contar con subtítulos es una solución muy viable. Sin embargo, disfrutar de una función de teatro, sigue siendo prácticamente imposible, puesto que ni subtítulos ni intérpretes suelen estar presentes.
En cuanto a la música, la comunidad sorda tiene una forma completamente diferente de comprenderla. En vez de escuchar las melodías y la letra, ellos se guían por las vibraciones. De ahí nace la iniciativa de Music for All, que ha creado un peto que se coloca como si fuera una prenda por encima de la ropa, y que emite vibraciones que van al ritmo de la música, este proyecto ya se ha puesto en marcha en conciertos como el de Coldplay. en Argentina. Otras artistas, como Rozalén, disponen el servicio de una intérprete que traduce la letra de las canciones en todos sus conciertos. Ambas alternativas facilitan el proyecto de convertir la música en un entretenimiento accesible e inclusivo para todos.
La tecnología, muy presente en el día a día
Como muchos otros aspectos, el avance de la tecnología ha facilitado mucho el desarrollo de actividades cotidianas en la vida de las personas sordas. Por ejemplo, ahora, gracias a sistemas de iluminación conectados a los timbres de las casas, o despertadores que funcionan con vibraciones.
Cabe destacar que el uso de los smartphones posibilita la comunicación inmediata a través de las videollamadas y no solo por mensaje. También se han desarrollado aplicaciones que permiten realizar estas tareas.
Es el caso de Ava, que reconoce la voz y hace una transcripción en tiempo real del diálogo, facilitando la comunicación entre sordos y oyentes.
Por otro lado la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) junto con el Ministerio de Educación han llevado a cabo el proyecto Tecuento, que permite crear historias a través de la lengua de signos. Por último, destaca Colorcall, una aplicación que utiliza flash, vibración y color personalizado para avisar de las llamadas y los SMS.
Posibles soluciones
Una de las últimas iniciativas impulsada por la CNSE ha sido la reivindicación de medidas inclusivas a los gobiernos.
Para que se empiece a construir una sociedad a partir de la inclusión, donde la comunidad sorda cuente con las mismas oportunidades y derechos que el resto de las personas.
Entre las medidas que se han reivindicado, destaca:
- Educación y acceso a la información. Señalan la necesidad de crear un reglamento específico sobre las lenguas de signos españolas que esté presente en todos los ámbitos. Además de que se empiece a normalizar el aprendizaje y el uso de esta lengua entre la infancia sorda.
- Salud. El acceso y estandarización de los servicios de emergencia, que cuente con la atención directa en lengua de signos.
- Condiciones laborales. Buscan la adaptación de los puestos de trabajo a las necesidades de la comunidad, fomentando la inserción e inclusión laboral.