Las redes sociales: la nueva enfermedad invisible
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Las redes sociales son las causantes de problemas mentales y trastornos alimenticios
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La adicción a las redes sociales afecta a un 5% de los jóvenes
Las redes sociales y el uso de la tecnología se han convertido en una parte importante en la vida de todo el mundo, el uso de redes sociales como Instagram, Facebook, Twitter y YouTube (plataformas mas conocidas y utilizadas entre los jóvenes) han cambiado por completo la forma de comunicarnos entre nosotros. Pero no solo eso, el tiempo que dedicamos a utilizar estas redes sociales es el causante del desarrollo de ciertos trastornos mentales como: la depresión, la ansiedad o los problemas alimenticios. El tipo de contenido publicado y consumido por los usuarios es aún más impactante para la salud mental, se sabe que muchas publicaciones refuerzan el narcisismo, el nivel de vida, el consumo, y el estado de ánimo. Todo esto ha contribuido al aumento de diversos trastornos psiquiátricos, incluidos los síntomas depresivos, la ansiedad y la baja autoestima.
El mayor impacto por el uso de las redes sociales se da entre los jóvenes de 16 a 24 años, un periodo muy importante para el desarrollo emocional y psicosocial de las personas. Precisamente por ello, es necesario entender y comprender el impacto de las redes sociales en los jóvenes, poniendo especial interés en cómo éstas pueden afectar a su salud mental. Muchos jóvenes no han conocido un mundo sin acceso a Internet y redes sociales. El uso diario, o casi diario de Internet, ha aumentado rápidamente en la última década. En España hay 40,7 millones de usuarios de redes sociales, 24 millones acceden a través del móvil y la actividad para la que más lo usamos es para estar conectados con amigos y familia (51,2%), incluso la llegada de la pandemia hizo que más personas se conectarán a la red. Ser un adolescente es difícil, pero las presiones a las que se enfrentan los jóvenes conectados a las redes, son sin duda únicas para esta generación digital.
Importancia del tema en el S.XXI
Las redes sociales cumplen un eje central en el estilo de vida de muchas personas. Según un estudio de Digital Consumer by Generation, de media, las personas pasan unas tres horas y cuarenta minutos al día conectadas a los dispositivos móviles. En general, hay un ranking en el uso de diferentes redes sociales. La red social más utilizada en el mundo es Whatsapp, esto es debido a que personas de todas las edades la utilizan a diario. Otras redes sociales como Instagram o Tik Tok, están mas centradas en la Generación Z, los nacidos entre 1994 y 2010, y la generación Alfa, que son los nacidos a partir del 2011. Por esta razón, este reportaje va más centrado a los jóvenes, ya que son los que más consumo hacen de las redes sociales, y los que más afectados se ven a nivel psicológico. Desde luego, la tecnología ha traído muchos cambios a nuestra vida y si lo comparamos con generaciones anteriores, esta nueva generación ya no juega en la calle con su amigos, como lo hacían nuestros abuelos o padres, sino que se mantienen conectados con otras personas a través de una pantalla, incluso con personas que no conocen.
Adicción a las redes sociales y repercusión en la salud mental
Es una evidencia que, en los últimos años, el proceso de digitalización se ha ido acelerando a una velocidad feroz. Desde la entrada en el siglo XXI, han sido muchos los avances que se han producido en las tecnologías: aparatos como la televisión, los teléfonos móviles y ordenadores han pasado de ser dispositivos muy aparatosos y difíciles de transportar, a poder ser transportados en nuestros bolsillos (en caso de los móviles), sustituyendo los teclados por pantallas táctiles. Pero no sólo eso. Con la llegada al mercado de los smartphones, empresas como Google o Apple (nacida a mediados de la década de los 2000) han puesto en marcha aplicaciones como Google Play o Apple Store, en las que los desarrolladores de aplicaciones pueden comercializar sus productos.
Es así como aparecieron algunas de las redes sociales más usadas hoy en día, como WhatsApp, Instagram, TikTok o incluso, en el 2020 la aplicación de fotos BeReal, una red social en la que debes compartir, en cualquier momento del día, una foto de lo que estás haciendo en el momento en el que la aplicación así te lo requiera. Y es que después de más de media década en la que hemos convivido con las redes sociales y las hemos visto evolucionar empiezan a ser cada vez más frecuentes los problemas relacionados con su uso, especialmente entre los adolescentes y jóvenes.
Aunque un uso controlado y consciente de estas aplicaciones puede llegar a ser incluso positivo, son cada vez más frecuentes los problemas de adicción. Prueba de ello es que, según informes del Hospital Gregorio Marañón,desde el pasado mes de agosto, 1 de cada 3 niños y adolescentes no pueden separarse de las redes sociales y el internet. De hecho, ha aparecido un síndrome asociado a estas adicciones y que está afectando a las relaciones sociales de los jóvenes. Denominado como FOMO, siglas inglesas que significan “Fear of Missing Out” (El miedo a quedarse fuera de un plan), han aumentado los casos en los que los jóvenes dicen que sí a un plan aunque no les apetezca, para no quedarse aislados sin ir poder hacer planes con sus amigos.
Por lo tanto, es evidente que si no se lleva a cabo un control del uso de las redes sociales, y más especialmente en los menores de edad, las consecuencias pueden ser nefastas para la salud tanto mental como física. En una encuesta realizada a través de un formulario de Google, el 80,8% de los encuestados afirmaron haber querido desinstalarse las redes sociales en algún momento de su vida, mientras que, un 42,3% ha sufrido depresión a causa de las redes sociales.
Hemos querido preguntarle a una madre lo que opina acerca del uso de las redes sociales, tanto por parte de los jóvenes como por parte de los menores de edad y de las diferencias generacionales a la hora de relacionarse. Este ha sido el resultado:
Pero los problemas causados por este nuevo mundo de las plataformas sociales no sólo se traducen en problemas psicológicos. Encontramos trastornos que, además de afectar psicológicamente, lo hacen también a nivel físico, como en el caso de los TCA.
Trastornos alimenticios a causa del uso de redes sociales
Los Trastornos Alimenticios tienen la 2ª tasa más alta de mortalidad entre las enfermedades mentales en el mundo. Solo en España cerca de unas 400.000 personas padecen uno de estos trastornos. Más del 75% de las personas que lo padecen en el mundo no piden ayuda nunca. Los medios de comunicación y las redes sociales alimentan el ojo y la conciencia colectiva con una definición de belleza en ocasiones irreal. Expertos como Adrián Gimeno, psicólogo y psicoterapeuta especializado en moda y trastornos alimentarios, nos cuenta dónde empieza ese estereotipo de cuerpo: “Los hombres y mujeres estamos condenados desde que nacemos a cumplir un estereotipo. Las niñas deben ser frágiles, bonitas y delgadas para gustar a los hombres; y los hombres deben ser fuertes y sin sentimientos para agradar a las mujeres. Todos estos estereotipos provienen de lo que vemos día a día en las redes sociales y la televisión”. Le preguntamos qué opina sobre la nueva ley de prohibición de relación de juguetes en la publicidad a niños o niñas: “Creo que es un gran acierto, los juguetes no deben ser de chico o chica, no podemos estar condicionados desde una edad tan temprana”.
Tal y como explica el especialista, muchas veces los problemas de autoestima nacen a raíz de las continuas comparaciones que se hacen a través de las redes sociales. Por ello, es importante pedir ayuda ante una situación de obsesión con el físico, porque muchas veces este problema puede derivar en un trastorno alimenticio.
Los problemas mentales siguen aumentando
En cuanto aparecieron estas nuevas plataformas, en las que cualquier persona puede registrarse, los problemas y trastornos a causa de las redes sociales no han dejado de aumentar. Las estrategias para mejorar la protección de la intimidad, imagen e incluso la salud mental, pasan por ejercer un mayor control en el registro de los más jóvenes en las redes. De hecho, según datos de Statista.com (web especializada en estadísticas), el porcentaje de usuarios de entre 4 y 15 en redes como Instagram era del 47,7%.
Está claro que la adicción a las redes sociales es un problema real y que además, este problema repercute enormemente en la salud, tanto mental y física, de los más jóvenes. Probablemente sea una de las enfermedades invisibles a las que se enfrente en los próximos años, ya que, pese a las recomendaciones y los avisos de expertos y diversos hospitales, como el hospital Gregorio Marañón, las nuevas generaciones pasan cada vez más tiempo frente a aparatos electrónicos, algo que puede provocar que la situación ante este problema no haga sino empeorar.