Twitter, la red de insultos por excelencia

• En los últimos tiempos la red social ha experimentado grandes avances en la lucha contra los insultos y el acoso en su plataforma.

• Hasta hace no mucho, Twitter permitía todo tipo de insultos sin ninguna sanción

Twitter (ahora X) se ha convertido en la plataforma de referencia en cuanto a información y comunicación en tiempo real . La red social, pese a los múltiples cambios que está experimentando en cuanto a propiedad y funcionalidad, sigue siendo el hogar de todos los usuarios que buscan leer contenidos sobre todo tipo de temas. Como en todas las redes sociales, Twitter no se libra de sus cuotas de insultos . Es más, hablamos de la red social en la que más insultos se pueden leer. Esto es algo que perjudica la experiencia a esos usuarios que buscan explotar todo lo que Twitter tiene que ofrecer. En este reportaje buscamos abordar la naturaleza de estos insultos o cómo afecta a los usuarios, así como tratar de dibujar los límites de la libertad de expresión y conocer casos concretos que nos demuestran que estamos ante un problema real para la sociedad.

Políticas de Twitter contra los insultos

Twitter cuenta con políticas dirigidas a combatir los insultos y el odio dentro de la plataforma. Sin embargo, podemos encontrar muchas pegas en estas políticas, y es difícil saber hasta dónde llegan las medidas y si ciertas publicaciones cumplen esos criterios. Debido a su carácter abstracto y ambiguo, las medidas contra los insultos de Twitter suscitan frecuentes críticas. Estas políticas se centran en cinco ejes:

1-Acoso y amenazas: Twitter no permite el acoso, la intimidación, la incitación a la violencia o las amenazas a otros miembros de la plataforma. Aquí encontramos la primera gran laguna de estas medidas, pues estamos ante conceptos muy abstractos. Os ponemos un ejemplo: la imagen de abajo, ¿se podría considerar incitación a la violencia o es libertad de expresión? 

¿Incitación a la violencia o libertad de expresión?

2-Discurso de odio: La red social también cuenta con medidas para luchar contra la discriminación o violencia racial, sexual, de género o religiosa. Vamos al siguiente tuit. ¿Meme o discurso de odio?

Discurso de odio, ¿sí o no?

(Debemos aclarar que la cantante Aitana NO ha dado estas declaraciones. El usuario se las inventó para su tuit).

3-Lenguaje abusivo: Aquí se incluyen insultos, comentarios despectivos y lenguaje ofensivo, incluyendo términos derogatorios. Una vez más, estamos ante una medida sin demasiados detalles. Vemos esta respuesta a un tuit del periodista cubano Jonatan Viale. Esta sigue publicada en la red social sin ningún tipo de consecuencia.

¿Discurso de odio o libertad de expresión?

4-Suplantación de identidad: Twitter también suspende a aquellos usuarios que se hagan pasar por otras personas con el objetivo de acosar, difamar o engañar al resto de usuarios de la plataforma. Este tuit de un usuario haciéndose pasar por LeBron James, en el que el jugador de Los Ángeles Lakers pide el traspaso, sería un claro ejemplo de la ambigüedad de esta política.

¿Meme o suplantación de identidad?

5-Repetición de contenido ofensivo: El último eje en el que se centran estas políticas toma en cuenta la reincidencia en la infracción de alguna de las prohibiciones mencionadas anteriormente. En este caso, Twitter es más agresivo en cuanto al control de los usuarios, aunque no consiguen eliminar todos los casos.

Consecuencias de los insultos

Los insultos en redes sociales, especialmente en Twitter, pueden tener diversas consecuencias en las víctimas. Para conocer el impacto real de los insultos, es digno de mencionar el estudio Online Harassment, Digital Abuse, and Cyberstalking in America, realizado por la CIPHR (Center for Innovative Public Health Research). Es verdad que este estudio se enfoca en la población estadounidense, pero sigue siendo una buena referencia para conocer la influencia de los insultos en la población.

Este estudio arrojó, principalmente, tres conclusiones muy llamativas:

-El 41% de los adultos encuestados confiesan haber sido víctimas de algún tipo de ciberacoso, incluyendo insultos, amenazas o difamación.

-Los adultos jóvenes (18 a 29 años) son el grupo de edad más propenso a ser víctimas de acoso en redes sociales.

–Las mujeres sufren más acoso que los hombres dentro de las redes sociales.

Una vez conocidas las víctimas más frecuentes, es importante establecer algunas de las consecuencias psicológicas de los insultos. Si al leer la siguiente lista te identificas con alguno de los síntomas, te recomendamos replantear tu uso de Twitter y, en general, de las redes sociales. Estas consecuencias son, principalmente:

–Baja autoestima: Los insultos pueden dañar la percepción que se tiene de uno mismo, derivando en problemas de autoestima.

–Depresión: La exposición continua a insultos puede generar síntomas de depresión en algunas personas, especialmente en aquellas más vulnerables. Estos se pueden identificar en sentimientos de desesperación o desesperanza.

–Ansiedad social: Recibir insultos en situaciones como, por ejemplo, al expresar una opinión en Twitter, puede provocar que la víctima se muestre más dubitativa a la hora de dar su punto de vista en situaciones sociales reales. En casos extremos esto puede derivar en aislamiento social.

–Ira: Algunas personas pueden reaccionar con ira y hostilidad ante los insultos, algo que puede afectar a sus relaciones personales y al desarrollo de su vida día a día.

–Problemas de sueño: El acoso y los sentimientos que este provoca pueden derivar en problemas de sueño, llegando al insomnio en algunos casos, y generando problemas más serios en cuestiones de salud mental.

Impacto en la sociedad

Los insultos y las vejaciones a través de internet tienen, desde hace unos años, graves consecuencias en la vida real para los afectados. Desde la creación de traumas y complejos personales hasta suicidios provocados por estas faltas de respeto. Su impacto en la sociedad es más grave de lo que pudiera parecer en un principio, ya que, además, incrementa la polarización a la que se ha sometido la vida diaria. 

A menudo, personas con un determinado nivel de fama dedicados a redes sociales declaran que las personas les toman como parte de su día a día, lo que les lleva a tomarse exagerados niveles de confianza hasta el punto de transferir comentarios que traspasan el límite.

Por ello el impacto que insultar a otro usuario en Twitter es inmenso ya no a nivel individual sino general. Esto puede generar una visión negativa de la persona receptora de los malos comentarios, puesto que ocurre más de lo que debería esa situación de seguir la corriente al que insulta y ponerse una mayoría de personas en contra de la otra parte.

A decir verdad, las medidas que con el tiempo ha ido tomando la red social contra los insultos han servido para que se reduzcan en gran medida. Hace años, en los tiempos de su creación, usuarios que ya merodeaban por la red la califican como “la jungla”. Y se corrobora con la multitud de capturas de conversaciones antiguas, donde se ve todo tipo de comentarios despectivos e insultos sin sanción alguna que hoy, afortunadamente, ya serían penados, incluso, en la vida real.

Además, Twitter ha ido cogiendo muchísima fuerza desde su fundación. Las personas cada vez se toman más en serio todo lo que pasa alrededor de la plataforma y lo extrapolan a su vida personal fuera de la red. Desde siempre ha sido clave que fuese la cordura lo que imperase en la red social, puesto que todo lo que pase ahí tendrá repercusión fuera de una manera u otra. Sin embargo, es algo inherente. Somos seres sociales y de ahí que le demos importancia a todo acto que conlleve algún tipo de sociabilidad, por lo que es entendible y realista el hecho de tomarse como importantes las opiniones que la gente, aunque ni siquiera la conozcamos en persona, tiene sobre nosotros. 

Comentábamos antes que los insultos en la red incrementaban la polarización en la sociedad, y es algo evidente. La sociedad se ha polarizado muy rápidamente y las redes, sobre todo Twitter, han tenido mucho que ver en ese rápido proceso. El odio se ha intensificado sobremanera en la propia red y por ende en las opiniones también en la vida real. Podría decirse, por ello, que la realidad ha superado a la ficción, y por ejemplo el hecho de que la gente habla ya tal y como escribe en Twitter.

Personas públicas afectadas

Todo ello tiene un claro efecto a la hora de verter opiniones: las personas que no son anónimas en Twitter y son tienen públicas que medir con gran exactitud sus palabras, puesto que si se pasan pueden ser objeto de auténticas avalanchas que se producen más de lo que se cree a diario. Por eso, quizás convendría caracterizar a los insultos en Twitter como los responsables directos de la restricción de libertad para opinar de ciertos temas en esa misma plataforma digital.

Hay otro punto interesante que explica otras muchas cosas acerca de los insultos: la mayoría de estos comentarios provienen de cuentas anónimas. La no obligatoriedad de identificarse provoca que las personas se creen cuentas donde no enseñan ni su cara ni su nombre, un hecho que bien utilizado puede ser útil, pero que también tiene esa desventaja de que el propietario de la cuenta puede escribir publicaciones de dudosa legalidad, ética y moralidad. 

Respecto a las consecuencias que estos casos contienen, se encuentran casos de sobra conocidos de personas famosas que han tenido que cerrarse su perfil de Twitter por los insultos que otros usuarios, en su mayoría anónimos, les han dedicado por unas declaraciones que hayan hecho, acciones o cualquier cosa que les involucre. Porque en Twitter no es necesario hacer nada para ser receptor de insultos y vejaciones, basta con que la polémica te roce sin quererlo para que salgas salpicado.

De este modo, hay varias personas famosas que han sufrido en sus propias carnes la ‘jauría’ en la que a menudo Twitter acostumbra a convertirse por minucias. Personajes públicos como María Pombo, Borja Iglesias, Isabel Díaz Ayuso o Pablo Iglesias son algunos de los focos de insultos más habituales en la plataforma. Cada uno por cualquier cosa que le incumba. A cada cual, por cierto, más ridículo y subjetivo. A los dos primeros, María Pombo, Borja Iglesias les afecta el hecho de ser influencers (el segundo, aunque sea futbolista, se muestra mucho en redes) y aparecer en demasía en redes opinando sobre todo. A los restantes es, evidentemente, por su ideología política, pero que a veces traspasa el límite y llega a puntos insospechados. 

El caso más extremo es el de Borja Iglesias, que de las personas mencionadas es, quizás, la que más insultos graves ha tenido que recibir sin ningún motivo. Por su manera de vestir y de entender la moda y la vida, el futbolista del Real Betis tiene que soportar diariamente insultos homófobos por cosas como pintarse las uñas de negro o llevar un bolso a modo de completar el conjunto que portó en una boda de un amigo suyo.

¿Libertad de expresión o abuso?

En este punto vamos a abordar las diferencias entre libertad de expresión y abuso , si bien para ello ha de conocerse la definición de cada concepto.

La libertad de expresión , por su parte, es “el derecho a expresar y difundir, buscar, recibir y compartir información e ideas sin miedo ni injerencias ilegítimas es esencial para nuestra educación, para desarrollarnos como personas, para ayudar a nuestras comunidades, para acceder a la justicia y disfrutar de todos y cada uno de los derechos fundamentales”, según Amnistía Internacional. El artículo 19 de la Declaración Universal de los Humanos reconoce el derecho a la libertad de expresión, que define sus componentes fundamentales como un derecho consustancial a todas las personas. Después de eso, numerosos acuerdos internacionales y regionales han garantizado la protección de ese derecho.

Cada vez es más común que Internet se utilice como medio para defender nuestro derecho a la libertad de expresión, libertad de información, libertad de opinión, libertad de pensamiento y libertad de prensa para expresar nuestra oposición al poder. 

Por otro lado, el abuso es el acto y el resultado del abuso. Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), este verbo significa usar mal, excesivo, injusta, impropia o indebidamente algo oa alguien.

En el caso de Twitter y lo que queremos ver en este punto es si la libertad de expresión en la red se utiliza de manera correcta o, sin embargo, constituye un acto de abuso. Es verdad que en muchas redes sociales, no solo en Twitter, nos encontramos con este conflicto. Algunos usuarios pueden utilizar la libertad de expresión como pretexto para difundir contenido dañino , incluyendo discursos como pretexto para difundir contenido dañino, incluyendo discursos de odio, acoso, amenazas o desinformación. En tales casos, la línea entre la libertad de expresión legítima y el abuso puede ser difuso. 

Twitter concretamente tiene políticas y reglas comunitarias para abordar este tema. La plataforma busca equilibrar la promoción de la libertad de expresión con la necesidad de proteger a los usuarios de contenido perjudicial. Se ha acusado muchas veces de que la aplicación de las políticas en la red social es inconsciente o sesgada. Y ha sido motivo de controversia múltiples veces. ¿Dónde termina la libertad y comienza el abuso? Es difícil encontrar el equilibrio entre la moderación del contenido y de la libertad de expresión , y sigue siendo un desafío constante. 

Entrevistas a gente en la calle

Para comprobar el conocimiento de los ciudadanos sobre el tema hemos entrevistado a algunas personas en la calle. Hemos hecho 3 preguntas básicas:

1- ¿Sabes quién es el propietario de Twitter? Respuesta: Elon Musk

2- ¿Cuántos usuarios tiene Twitter en el mundo? Respuesta: 350 millones

3- ¿Sabiendo que hay esta cantidad de usuarios y que a raíz de la compra de Elon Musk se quieren cambiar las normas de uso de la red social, considera algo bueno que haya libertad de expresión total? respuesta libre

Twitter es una plataforma que ha desempeñado un papel significativo en la promoción de la libertad de expresión al permitir que individuos de todo el mundo tengan la posibilidad de comparte sus opiniones de manera libre. Por otro lado, la moderación de contenido en Twitter es un desafío constante, y la plataforma a menudo enfrenta críticas por sus decisiones en este ámbito, lo que nos hace destacar la complejidad de encontrar un equilibrio adecuado entre la libertad de expresión y la seguridad. Las redes sociales, incluido Twitter, desempeñan un papel importante en la formación de la opinión pública, la difusión de información y la promoción del activismo en temas sociales y políticos.