Las redes sociales en los medios tradicionales

Redes sociales de periódicos. Fuente: Territorio Seguro

• Cómo se han adaptado la prensa escrita, la televisión y la radio a la revolución digital

• El reto de la nueva forma de informar para la prensa de “siempre”

La irrupción de internet en la era de la información

Desde la Revolución Industrial, los avances tecnológicos que se han ido produciendo a lo largo del tiempo han marcado la historia y la evolución de los mass media. Así, en el siglo XIX, la aparición de las rotativas mecánicas provocó que la prensa escrita se convirtiera en el principal medio de comunicación de masas en los países industrializados. En el siglo XX apareció la radio, y más tarde, en la década de los 50, la televisión.

La irrupción en nuestras vidas de cada nuevo medio de comunicación siempre ha hecho temer por la supervivencia de los anteriores, pero ni la radio acabó con la prensa escrita, ni la televisión hizo desaparecer a la radio. Los tres medios han coexistido armoniosamente durante las últimas décadas del pasado siglo.

Periódico pasando de hoja. Fuente: TimeToAst

Sin embargo, Internet y las nuevas tecnologías digitales surgidas en el siglo XXI han supuesto tal revolución en el ámbito del periodismo y de los medios de comunicación que los tres medios tradicionales se han visto obligados a renovarse y a incorporar las nuevas tecnologías a su forma de comunicar para poder conservar a sus usuarios y evitar la fuga de éstos a las plataformas nativas digitales en unos casos, o a las plataformas de streaming en otros.

Según ha puesto de manifiesto el tercer EGM de 2023, Internet es el medio con más penetración en nuestro país, seguido de la televisión. La radio se sitúa en cuarta posición, y a treinta puntos de ésta encontramos las revistas, con un 24’5%, y los diarios con un 13’7%.

Se puede observar que, tal y como el mencionado estudio confirma, el medio que ha llevado la peor parte en esta transformación del mercado de la comunicaciones ha sido la prensa escrita, si bien es cierto que cuando se produjo la revolución digital, los medios escritos arrastraban ya una crisis que comenzó varios años atrás: desde principios de la década de los 2000 se venía observando una progresiva reducción de tiradas, disminución del número de lectores y de los ingresos por publicidad.

Periódicos. Fuente: Blogspot.com

Hay quién apunta a la aparición de los periódicos gratuitos –20 minutos, Metro, Qué– como la causa del descenso en las ventas de los periódicos de toda la vida, pues, ¿para qué pagar por algo que se puede conseguir gratis? Pero la situación se vio agravada a partir de la crisis de 2008: los anunciantes empezaron a pagar aún menos, lo que se tradujo en recortes de plantilla en las redacciones y un deterioro en las condiciones de trabajo, que a su vez redundó en una peor calidad de la información.

A todo lo anterior hay que añadir el hecho de que, más o menos por las mismas fechas, comenzaron a aparecer los primeros medios exclusivamente digitales, que a la gratuidad añadían otra ventaja: la inmediatez de la información. El público podía conocer los sucesos de actualidad prácticamente en el mismo momento en que se producían, un atractivo añadido que la prensa escrita, por su propia naturaleza, era incapaz de ofrecer. Además, la prensa digital ofrecía a sus lectores la posibilidad interactuar con el medio dejando comentarios sobre lo que habían leído. Los lectores se convirtieron en usuarios y generadores de contenidos, empezaron a sentir que su opinión era valiosa y le importaba a alguien.

De modo que, en su lucha por la supervivencia, la prensa de siempre no tuvo más remedio que adaptarse a los nuevos tiempos: renovarse o morir. Y así comenzaron a aparecer ediciones digitales de la mayoría de los diarios que se podían encontrar en los kioscos. Hoy en día conviven en Internet con las plataformas nativas digitales ediciones de diarios como El País, El Mundo, Marca y otros muchos , que se financian mediante un sistema mixto de ingresos por publicidad y suscripciones a ciertos contenidos como artículos, columnas de opinión o crónicas.

El caso de la televisión es similar, aunque no tan dramático, pues, a pesar de las perdidas de audiencia, sigue siendo el medio tradicional con más penetración en España. La llegada de Internet y la aparición de dispositivos como ordenadores portátiles, tablets y smartphones terminó con la tradicional imagen de toda la familia reunida en el salón en torno a la televisión para ver el programa de esa noche. También se acabaron las peleas por el mando a distancia: al tener dispositivos portátiles, cada uno se metía en su habitación y veía lo que le apetecía o navegaba por redes como Facebook o Youtube.

Televisiones. Fuente: Vecteezy

Pero lo que supuso un antes y un después en la forma de entender la televisión fue el aterrizaje de Netflix en España en 2015. El usuario podía elegir entre un amplio catálogo de series y películas qué ver -en lugar de limitar su elección a las 5 o 6 propuestas de las cadenas generalistas-, cuándo verlo -los capítulos de uno en uno, de dos en dos o la serie del tirón-, dónde verlo y -¡oh maravilla!- sin las engorrosas e inoportunas pausas por publicidad. Tras Netflix llegaron HBO, Amazon Prime y otras muchas que convirtieron a la televisión tradicional en un reducto prácticamente reservado a las personas mayores, poco hábiles en materia tecnológica.

De modo que, al igual que los medios escritos, la televisión tradicional también tuvo que renovarse. Primero fue RTVE con su plataforma online “A la carta”, que posteriormente se convirtió en RTVE Play. Luego llegaron A3 Player, del grupo A3 Media y Mitele de Mediaset. Estas plataformas almacenan el contenido que las respectivas cadenas van emitiendo, de manera que los usuarios pueden ver un programa ya emitido en cualquier momento posterior a la emisión, o esperar a que termine una serie para ver todos los capítulos seguidos y no tener que esperar una semana entre uno y otro. En algunos casos -como A3 Player- mediante suscripción se pueden ver en la plataforma por adelantado algunos contenidos que aún no se han emitido en abierto.

rtve play. Fuente: Satcesc.com

El medio tradicional que sigue conservando una salud de hierro es la radio. En la tercera ola del EGM de 2023, ha aumentado su penetración un 0’2% con respecto a la segunda oleada. A pesar de ello, todas las emisoras han introducido en su modus operandi novedades acordes a las nuevas tecnologías digitales encaminadas, sobre todo, a dar a los oyentes la oportunidad de escuchar programas cuya emisión en directo no pudieron oír, o de volver a reproducir contenidos en los que tengan interés. Es el caso de los podcasts, o de los vídeos o audios que se cuelgan en Youtube, así como el de las páginas web de las diferentes emisoras a través de las cuales se puede acceder a los contenidos que desee el usuario.

Por último, no hay olvidar que todos los medios tradicionales, tanto de prensa escrita como de televisión y radio, tienen perfiles en Facebook e Instagram a los que los usuarios pueden acceder e interactuar con sus comentarios y aportaciones, así como páginas web donde se informa sobre la actualidad prácticamente al minuto.

Rumbo a las redes sociales. Fuente: Universidad Isabel 1

Una nueva manera de informarse

Hoy en día, estamos acostumbrados a la inmediatez que nos proporcionan las redes sociales como Instagram, Twitter o TikTok. Por ello, a lo largo de los últimos años ha habido una tendencia a la hora de cómo informarse. El acceso inmediato y personalización de la información de las redes contrasta perfectamente con la estructura más formal y programada de los medios tradicionales como periódicos. Por lo que la mayoría de la población, en especial los jóvenes, están teniendo una clara a tendencia a informarse a través de redes sociales en vez de en medios tradicionales.

Son muchas las dificultades que están encontrando estos medios tradicionales para encontrar un gran público. Alba López, Community Manager y creadora de contenido de redes sociales del Diario As, nos ha hablado de cuáles son los mayores obstáculos que encuentra a la hora de elaborar su trabajo y por qué no lideran en redes sociales si sí lo hacen en prensa escrita. Aunque ella misma es crítica con su trabajo: «El problema muchas veces es del propio miedo, tienen miedo a cambiar».

La tendencia de informase por redes sociales lleva en auge desde hace muchos años, lo que también esta provocando que la prensa escrita pierda público. Esta subida y bajada, respectivamente, de audiencia se puede ver muy fácilmente si nos centramos en el porcentaje de población de entre 18 y 24 años que usan las redes sociales como principal fuente de información a nivel mundial entre 2015 y 2022. La siguiente gráfica nos muestra esta alza a la hora de informarse por redes (azul), mientras que en los medios tradicionales bajan los porcentajes (negro).

Porcentaje de población de entre 18 y 24 años que usaba los medios online como principal fuente de información a nivel mundial entre 2015 y 2022. Fuente: Statista

Cómo ya hemos comentado, los medios tradicionales ya se están intentando adaptar a la nueva forma de informase de las masas. Sin embargo, parece que les está costando y no consiguen ser lideres en fuentes de información a través de redes, sino que son otras cuentas, externas a medios tradicionales, las que brillan entre la población. Perfiles como Actuality, donde se comenta la última hora en noticias a través de vídeos de un minuto, cuenta con más de 4 millones de seguidores solo en TikTok. Una cifra que no alcanzan los periódicos tradicionales ni juntándose entre ellos: El Mundo (1.3M), Marca, (1.7M), El País (484k), Diario As (461k),…

Estadísticas de los principales medios tradicionales

Con esta tabla, se puede apreciar que X (Twitter) es la red social que mas usa la gente para informarse, pero, a pesar de ello, la cantidad de seguidores de cada medio, es menor a la cantidad de lectores y oyentes que han tenido en la última década, una pruebas más de las dificultades que han tenido dichos medios para crecer y adaptarse en redes sociales.

This slideshow requires JavaScript.