El resurgir del ave fénix
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Venezuela continúa sobreviviendo a la crisis que la azota política, social y económicamente.
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Más de 7,7 millones de venezolanos han abandonado su país enfrentándose a las adversidades y buscando una mejor calidad de vida.
Hambruna, malnutrición, robos, drogodependencia, pandemias, sinhogarismo, matanzas…, son parte del sufrimiento que los ciudadanos venezolanos han padecido durante más de veinte años. ¿Cómo empezó? ¿Por qué no se controló? ¿De qué forma actuó la población? ¿Tiene alguna solución? son preguntas que cualquier individuo curioso debería cuestionarse para estar informado.
Venezuela siempre ha sido un país rico en recursos naturales, sobre todo en el petróleo, el oro y el coltán, pero las malas decisiones de sus políticos la han llevado por momentos duros de los que actualmente se está intentando recuperar. En los años 70 el precio del crudo, en Venezuela, se engrandeció, debido a que en octubre de 1973 los países árabes aplicaron un embargo de su venta a aquellos que apoyaron a Israel en la Guerra del Yom Kippur, creándose la famosa “Crisis del petróleo”.
En 1975, el país consiguió US$10.000 millones por la venta del petróleo lo que hizo aumentar su Producto Interior Bruto, además logró notar su peso internacional pues se convirtió en uno de los mejores proveedores a países afectados por las deudas. Ese mismo año, Carlos Andrés Pérez decidió nacionalizar dicho oro negro, dando paso a la época de la “Venezuela saudita“.
Pero la alegría duró poco ya que comenzaron a aparecer vicios y desequilibrios en la economía que condujeron a la corrupción masiva de grandes miembros y empresas, haciendo temblar al país, impactando de lleno en las clases más pobres, en las casas más humildes. Su evolución económica iba por rachas, cuando el petróleo subía, el ego y el populismo de los gobernantes se alocaba hasta que los precios bajaban y se caía en la desolación.
Cuando Carlos Andrés Pérez volvió a la presidencia en 1989, en su segundo mandato, Venezuela estaba metida de lleno en una deuda externa, por lo que el presidente tuvo que aprobar un severo plan de ajuste bajo la tutela del Fondo Monetario Internacional similar al aplicado en otros países de la región, llamado “el paquetazo”. Su proyecto ocasionó masivas protestas en las calles, principalmente la del Caracazo en 1989, y después, la de Hugo Chávez en 1992. https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-47379668
Pérez terminó en la cárcel y en 1998, a mitad del descontrol contra los políticos tradicionales, los venezolanos eligieron como presidente a Chávez quien tuvo la suerte de que los precios del petróleo comenzaron a subir. Sin embargo, los problemas volvieron, pues en 1999 sucedió la tragedia de Vargas, donde las montañas de Vargas no aguantaron la lluvia que les caía encima y comenzaron a arrojar ríos de agua, lodo y piedras hacia la costa llevándose consigo poblaciones del litoral central del país.
En 2013 Nicolás Maduro se convirtió en el principal dictador, a quien Chávez designó como sucesor para que continuara con la ideología política del chavismo, pero, al igual que sus antecesores, no supo enfrentarse a los problemas del país : el precio del petróleo siguió decayendo, el Estado ingresaba menos dinero, los costes de extracción se mantenían, no se podían pagar las deudas, los precios comenzaron a subir, apareció la hiperinflación, se perdió el valor de los bolívares solo los dólares se salvaron…
Maduro decidió experimentar con la economía, controlando los precios a su gusto, lo que llevó a una escasez de productos básicos y la retirada de cientos de empresas. El pueblo venezolano no pudo más y decidió buscarse la vida en otros países. Desde entonces, se ha intentado abatir su régimen, incluso por la fuerza. A día hoy, tras las elecciones realizadas el pasado domingo 28 de julio, parece que “el sueño” se puede hacer posible con la oposición de Edmundo González, pero solo el tiempo lo dirá.
Abandono de los hogares
Entre 2015 y 2020, se estima que casi 4.8 millones de personas dejaron el país, la mayoría tenía entre 15 y 49 años, por el aumento del desempleo y de la pobreza, la escasez de alimentos, la malnutrición, el deterioro de la atención médica, la crisis sanitaria, la deserción escolar, la calidad educativa, el estrés, los conflictos políticos, la violencia, el narcotráfico…
Todos estos desastres, calamidades, atrocidades, desesperaciones…, en su conjunto, son la principal causa de que las personas abandonen su país, es lo más lógico pero a la vez lo más triste. En 2024, más de 7,7 millones de personas se fueron de su patria para encontrar protección y una vida mejor; la mayoría, 6,5 millones, han sido acogidas por países de América Latina y el Caribe.
Según los últimos datos de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela en agosto de 2024 se marcharon 6.660.064 personas de los cuales 2.813.997 se fueron a Colombia; 1.662.889 a Perú; 585.361 a Brasil; 532.715 a Chile; 444.778 a Ecuador; 162.975 a Argentina; 125.132 a República Dominicana; 106.015 a México; 57.979 a Panamá y 40.071 a Uruguay. Según cifras del INE a España vinieron 22.600 venezolanos durante el primer trimestre de 2024.
“Me fui de Venezuela en 2019 y fue porque fue más o menos cuando empezó a decaer la educación, ya de por sí había decaído pero como que decayó más en los colegios privados en los que se supone que se mantenía todavía el nivel, pero luego decayó, entonces nos fuimos para que pudiéramos estudiar cosas decentes, sin tener que estudiar el pénsum del gobierno”, afirma Anna Camila Hidalgo, alumna de cuarto curso de la Facultad de Ciencias de la Información de la UCM.
“Me fui en el año 2018 y principalmente porque era una época donde Venezuela estaba bastante mal en tema de inseguridad y todo en general como ya se sabe, además porque mi familia quería para mi hermano y para mí, que somos los jóvenes de la familia, un futuro diferente y una realidad distinta para nuestro futuro en la vida”, explica Claudia Fiorini, alumna de cuarto curso de ADE de la Universidad Francisco de Vitoria.
Todos aquellos que se van y no de vacaciones, normalmente es a la fuerza. “Se supone que la gente se pone triste, pero a mí no me pasó eso personalmente, yo y lo que mis amigos en general sentimos era culpa, pensando que allá están pasando cosas y yo estoy aquí pasándolo súper bien en países desarrollados, pudiendo estudiar y salir mientras que esa gente está terrible allá. Entonces te sientes un poco culpable de que tú sí te fuiste y la gente se queda ahí”, cuenta Hidalgo.
“Las emociones que se experimentan yo creo que son principalmente nostalgia y tristeza por dejar toda tu vida y a toda tu familia y amigos ahí, además de tener que empezar una vida nueva sin tener ni idea y sin saber cómo te va a ir, ni nada. Además de un poco de miedo por el hecho de irte sin saber qué te deparará el destino”, comenta Fiorini.
Niveles de pobreza
Venezuela aún sigue siendo un lugar con una crisis avanzada que se está intentando solucionar, la pobreza multidimensional bajó de 65,2% en 2021 a 50,5% en 2022, también se redujo: la pobreza extrema que pasó de un 68% en 2021 a 53,3% , mientras que la pobreza total bajó de 90,9% a 81,5% en ese mismo período. Actualmente, según la OHCHR, en febrero de 2024, casi el 82% de los venezolanos vive en la pobreza y el 53% en la pobreza extrema con ingresos insuficientes para acceder a una canasta básica de alimentos.
No obstante, lo peor ya ha pasado y hay que amarrarse a nuevos planteamientos potentes, a las reformas económicas, a unas políticas para incrementar la inversión extranjera y a la gran población trabajadora que posee. Aún así, la situación es preocupante, sigue complicada tanto política como social y económicamente. Aunque han sucedido nuevos cambios, mencionados a continuación.
La hiperinflación ha bajado, Irán y Rusia se han fijado en su petróleo, en algunas áreas se está resolviendo la escasez de medicinas y de recursos básicos, como el agua o la electricidad y las sanciones impuestas por otro países, como el caso de EE.UU, podrían reducirse si el Gobierno cumple algunas condiciones de apertura democrática y además, se han llevado a cabo unas nuevas elecciones.
“Por mucho que la gente diga que hay demasiados venezolanos con dinero que se van e invierten en otros países, que sí tienen dinero y que no están tan pobres, la verdad sí están mal. Las personas que tienen dinero es porque o están confabuladas con el Gobierno o están confabuladas con la guerrilla…, y no es dinero de estoy emprendiendo en mi país, en Venezuela o estoy produciendo trabajo o produciendo cosas, en verdad, es dinero sacado de sitios complicados. Sin embargo, a la gente le gusta obviar esas cosas y decir que los venezolanos tienen dinero y se van a comprar casas en el centro de Madrid, pero con un dinero que a lo mejor sacan de raspar coca, estas cosas no se tienen en cuenta, porque quienes son de fuera del país no las han vivido y no las han visto.
Sí es un país en crisis, porque si no fuera un país en crisis la gente no emigra, si tú estás bien en tu casa no te vas de ella, si tu hogar funciona y hay agua, luz, comodidades y comida no quieres salir de tu casa, no te quieres mudar a otro barrio. A la gente se le olvida que nos estamos yendo, por mucho que compremos pisos en el centro de Madrid, los estamos comprando ahí porque en el centro de Caracas no se puede, ya que es un desastre de país. Aunque esas cosas están pasando y aunque haya individuos que tienen dinero sacado de no sé dónde, sigue existiendo gente pobre sigue habiendo gente que se muere de hambre.
Un montón de personas fallecieron con el COD porque aunque tengas dinero, no hay insumos médicos, no hay hospitales funcionando, no había oxígeno, no había nada y podías ser millonario pero si no tienes hospitales que funcionan te vas a morir. Hay pobreza y mucha gente se ha muerto. Es por eso que hay muchos venezolanos que compran pisos en el centro de Madrid o también hay muchos venezolanos que trabajan limpiando casas”, declara Hidalgo.
“Si, Venezuela es un país en crisis, pero crisis de todo tipo. Y también, hay bastante pobreza, aunque yo, por ejemplo, tengo familia y no los veo porque a lo mejor están en una posición no super privilegiada, pero no están mal, sin embargo, cuando sales fuera de tu círculo, si te das cuenta de que hay bastante pobreza por la situación del país”, añade Fiorini.
Bajada de la tasa de desempleo
En enero de 1999 las tasas de desempleo oscilaban alrededor del 16,6%, durante los dos siguientes años las cifras subieron y bajaron repetidamente hasta que llegó enero de 2004 donde alcanzó su pico más alto con 19,1%, desde entonces los números fueron bajando lentamente hasta llegar a unas cifras corrientes, comunes entre el 6% – 7%. A día de hoy, sus cifras son relativamente bajas, en torno al 5,5%.
Pero estos dígitos no reflejan el trabajo informal al que se someten muchos trabajadores venezolanos con condiciones laborales inaguantables, poco saludables, con una exagerada jornada y unos salarios escasos ya que no se respetan los derechos laborales. Según la OIT y la PROVEA, “un venezolano en edad de trabajar tiene menos probabilidad de estar activo en el mercado de trabajo que el promedio de la población latinoamericana.”
“En general la juventud venezolana tiene demasiadas vertientes, hay unos que están tratando de sobrevivir en el sitio y hacen lo que sean, cuidar niños, perros… Hay otros que desde Venezuela tratan de trabajar en otros países, ya sea online, pero estas segundas personas tienen cinco trabajos, trabajan para cinco marcas online o por ejemplo, ahora está muy de moda tener publicidad y hacer publicidad de otros países, entonces te mantienes más o menos dentro de Venezuela pero no trabajando en dicho país, sino desde ahí. Luego está la gente que se va y si tienen recursos para poder estudiar, para poder surgir según el orden de vida que en general se tiene, es decir, naces, estudias, te casas, trabajas…, la gente trata de hacer eso pero no siempre se puede, conseguir tener una vida normal dentro o fuera del país. Es verdad que nos dicen que estamos quitando oportunidades a otras personas, si tú eres mejor que alguien que llega de otro país a tí no te van a quitar la oportunidad, pero si no eres tan bueno, pues lo siento pero te la van a quitar”, dice Hidalgo.
“Lo que opino sobre los jóvenes que buscan una oportunidad dentro y fuera del país, es que tanto los que se van como los que se quedan son muy valientes. Porque irte fuera a buscar un futuro sin tener ni idea es muy complicado y quedarte estando en un país tan incierto también es bastante complicado”, manifiesta Fiorini.
Escasez de alimentos
Según recoge una encuesta por el Programa Mundial de Alimentos, una de cada tres personas en Venezuela no tiene acceso a comida, no alcanza los mínimos nutricionales básicos. Dicho cuestionario también revela que un gran número de ciudadanos solo comen cereales, raíces o tubérculos. Más de 9 millones de habitantes sufren “la inseguridad alimentaria”, el 60% de ellos tienen que reducir sus proporciones alimentarias debido a la alta tasa de hiperinflación del país.
Deficiencia sanitaria
La escasez de comida conlleva a sufrir todo tipo de enfermedades por la falta de defensas en el cuerpo. Desde 2016, el país perdió el 70% de su capacidad de respuesta sanitaria, alrededor de 9,3 millones de venezolanos con algún problema crónico de salud no pueden ser atendidos por falta de recursos y de medicamentos. Además, aquellos que acuden a los hospitales públicos para operaciones quirúrgicas tienen que pagarlo de su propio bolsillo.
Dichas acciones quirúrgicas son impensables para personas con salarios bajos por los altos precios médicos. Asimismo, aparte de los establecimientos quirúrgicos, los servicios de apoyo diagnóstico manifiestan fallos, sobre todo en las tomografías y las resonancias magnéticas, según la Encuesta Nacional de Hospitales, el 83% de estos servicios en 2023 estaban sin servicio junto con las hematologías y los rayos X. https://www.encuestanacionaldehospitales.com/_files/ugd/0f3ae5_960ad9865d634e24b384ab587a4f44e7.pdf
El chavismo
En cualquier país del mundo, los principales causantes de cómo se encuentre su población o en qué situación se haya, son los políticos, en el caso de Venezuela, como hemos mencionado en el pequeño repaso sobre la historia del país, uno de los principales autores fue Chávez quien originó la ideología política del chavismo, que lleva más de 25 años en el poder y que sigue a manos de Maduro exprimiendo a todo ciudadano bajo su poder.
Centró su política en establecer un “Nuevo Socialismo del Siglo XXI” donde las clases más populares salían beneficiadas pues tendrían subsidios en alimentos, salud y educación por parte del Estado. Sin embargo, sus pensamientos se topaban con la libertad de expresión y los derechos civiles. Fue partidario del socialismo democrático y afirmaba que su proyecto “es un socialismo nuevo, no es para nada un comunismo clásico”. A día de hoy, la población se divide en seguidores del chavismo y sus opositores.
“He dejado de hacer y de disfrutar muchas cosas que he querido por culpa de un sistema que nos ha incrustado a vivir en precariedad”, expone Alfonso López, estudiante de economía en Venezuela. “A partir de los 16 fue donde más se notó el Gobierno donde estábamos viviendo porque empezó la escasez, primero fue la escasez de alimento, las colas, no poder tener dinero para comprar comida, ropa, había necesidades, necesidades de que o compras comida o veías que hacías”, cuenta Michell Cabrera, comunicadora social.
“La dictadura de Maduro, en general, ha sido peor para mí que la de Chávez porque fue en mis años de desarrollo más fuertes, ya que cuando yo tenía 11 se murió Chávez. Entonces, hasta los 11 aún eres niño, no eres consciente de lo que está pasando, y la de Maduro fue en mis años de adolescencia, que ya eres un ser más pensante, entonces te das cuenta de lo que está pasando, es una basura. Obviamente te afectan tus relaciones personales, porque al final tú creces con unos amigos y luego tienes que emigrar y dejas de verlo o también dejas de tener contacto con tu familia que sigue en ese país. Pero también, por ejemplo, durante la dictadura de Chávez, a mi papá lo amenazaron de secuestro, creo que eso nos ha afectado más a nivel personal que emigrar. Allí nos tenemos que ir moviendo entre ciudades para que no te secuestren, porque está la guerrilla, hay cárteles. Por mucho que parece algo ajeno a la vida de las personas, al final sí que te afecta, porque vives ahí”, comunica Hidalgo.
“He vivido toda mi vida en dictadura, literalmente desde que nací, cuando vine al mundo ya estaba de Presidente Chávez y ahora luego Maduro, afectando a mi vida personal, básicamente estoy aquí gracias a la situación del país debido a Maduro. Alguna injusticia que he pasado a consecuencia de la política del país, fue cuando vivía en Venezuela nos robaron, a mí y a mi familia, dos veces. Una vez se me tiraron a mi casa a robar y la otra estando en el coche, vinieron con pistolas para robarle a mi padre un reloj y lo que pudieran. También, este verano fui a Venezuela y una prima mía iba a ir y por culpa de la situación con un país no pudo ir porque cerraron las fronteras con ese país y entonces sí, obviamente te afecta”, declara Fiorini.
“Aunque últimamente hay muchos movimientos en otros países del mundo que defienden un poco la dictadura de Maduro que hacen demasiado apología de ella, a modo de : claro, es un régimen socialista así defienden los derechos de la gente, así defienden los derechos de los trabajadores… Al final, yo creo que la gente está tratando de explicarle últimamente Venezuela a los venezolanos cuando ellos no son venezolanos y no han estado en Venezuela nunca jamás. Entonces lo ven en el plan de que son socialistas como si fueran socialistas y en realidad son una dictadura, que puede ser una dictadura de derechas y ser igual de asquerosa. Obviamente mi opinión del chavismo como ideología o del madurismo, es una red de dictadores que tienen el poder desde hace mil años y que no sirve para nada, porque si tú mínimo tienes una dictadura, esto controversial, que permite que la gente viva decentemente, OK, pero si tienes una dictadura que hace que millones de venezolanos se vayan del país que no están de turismo, creo que es porque no está funcionando para nada”, menciona Hidalgo.
Educación deficiente
En el año 2018, la Asamblea Nacional proclamó la “Emergencia Humanitaria Compleja de la Educación en Venezuela“, por la inexistencia del estado docente, por el escaso trabajo pedagógico, el irrespeto a la autonomía de los gremios, la deserción escolar y la migración de docentes, pues alrededor de 200.000 profesores abandonaron las aulas en los últimos años.
Violencia extrema
Según un informe del OVV en 2018, el Observatorio Venezolano de Violencia, Venezuela se ha situado en los primeros puestos dentro del ranking de los países más violentos envuelta en una “epidemia de violencia”. El estudio recoge un total de 23.047 muertes violentas de las cuales 10.422 son contempladas como tal por las autoridades y una tasa de 81,4 homicidios por cada 100.000 habitantes.
Los estados más agresivos y violentos son Aragua y Miranda. La mayoría de los asesinatos, según la OVV, se realizan “en plena calle, contra hombres, usando armas de fuego y por las noches”. Conforme al Informe Anual de Violencia 2023, ese año hubo 6.973 muertes violentas en el país, de las cuales 1.956 fueron homicidios de delincuentes, 953 eran fallecimientos por intervenciones de la policía y 4.064 se catalogaron como muertes violentas, pero bajo investigación.https://observatoriodeviolencia.org.ve/news/annual-report-violence-2023/
Narcotráfico
EE.UU y un estudio de “Insight Crime” informan que durante la dictadura de Maduro se ha incrementado la creación de cultivos y laboratorios de cocaína en el país. A lo largo de décadas ha servido como puente de tránsito de sustancia ilegales, como una lanzadera gobernada por Cabello. Venezuela ha sido un país corrupto en términos de estupefacientes y mercancías aunque fue a partir de 2015 cuando se produjo un deterioro preocupante.
Elecciones presidenciales
En las elecciones presidenciales de Venezuela celebradas el 28 de julio de 2024, ha habido un intenso conflicto político que ha causado malestar en el país y ha llamado la atención de la comunidad internacional. El CNE, controlado por el gobierno, declaró que Nicolás Maduro las ganó con el 51% de los votos en una elección “justa” y muy reñida. Sin embargo, diferentes grupos de la oposición y observadores independientes cuestionaron la declaración, señalando diversas irregularidades en las elecciones.
Juan Carlos Delpino expresó su inquietud por la falta de transparencia en el conteo de votos en una reciente declaración pública. Según Delpino, en algunas localidades el proceso electoral violó normas fundamentales al cerrar mesas de votación sin la presencia de observadores opositores. También dijo que creen que alguien hackeó el sistema de transmisión de datos, lo cual detuvo la información en tiempo real y causó un retraso en la publicación del primer boletín de resultados.
Debido a las discrepancias, Delpino optó por no ir a la proclamación de resultados y señaló la falta de transparencia en la publicación detallada de los resultados por mesa, los cuales solo fueron entregados al Tribunal Supremo bajo la supervisión del gobierno. Las acusaciones de fraude y la falta de confianza en los resultados llevaron a la oposición a organizarse, liderada por Edmundo González y María Corina Machado.
Los dos líderes han pedido al CNE que haga públicas todas las actas de votación, ya que creen que estas muestran que González ha ganado las elecciones. Como respuesta, el gobierno ha aumentado la represión y ha incrementado las arrestos de líderes de la oposición. En agosto, arrestaron a figuras destacadas de la oposición, como Perkins Rocha, abogado de Vente Venezuela, y Félix Arroyo, importante miembro de Acción Democrática.
Las detenciones y la vigilancia han aumentado la tensión social y política en el país, lo que ha provocado críticas a nivel internacional. Partidos políticos y ciertos gobiernos han criticado las prácticas represivas y poca transparencia del gobierno de Maduro en los comicios. En España, el partido de la oposición ha pedido al gobierno que reconozca a Edmundo González como presidente legítimo, alegando que el gobierno español no está mostrando apoyo claro hacia los resultados electorales.
En Venezuela se ha reportado un aumento en las detenciones por razones políticas, lo cual ha sido denunciado por organizaciones de derechos humanos. En medio de la tensión, la oposición sigue convocando a la población a manifestarse y ha prometido no dejar de protestar en las calles para presionar al gobierno. A pesar de esto, el gobierno de Maduro se mantiene firme en su postura y continúa controlando las instituciones fundamentales, como el sistema judicial y las fuerzas armadas.
“Las elecciones en Julio no parecen que hayan sido tan fundamentales o trascendentales como en Brasil. Para tú poder hacer algo por ese país dentro de lo que es legal dentro de vías legales tienes que hacer demasiado esfuerzo. De por sí, que haya habido elecciones es un triunfo, aunque no fuesen súper transparentes, aunque no se esté cumpliendo con los resultados que se demuestran en las actas o aunque, repito, no haya pasado algo fundamental, el hecho de que sí que haya habido elecciones es un paso demasiado grande. El problema está en que al final el Consejo Nacional Electoral es dependiente del Poder Ejecutivo, es decir tú no puedes dar unos resultados sin que la gente del gobierno los vea, por lo que no va a haber un resultado transparente, no va a ser legal.
Sin embargo, si se hizo lo de guardar las actas, que es básicamente un papelito que imprime y se dice cuánta gente votó a “x” o a “y”, entonces sí se puede comprobar los resultados, que eso se haya tomado en cuenta, que se hayan guardado y publicado, que se hiciera todo ese esfuerzo es un paso muy grande, porque en muchos años no hemos tenido algo así. Aunque aún no se estén respetando los resultados. El Gobierno de España hizo lo que tendría que hacer cualquier gobierno, supongo, reconocer como Presidente a Edmundo González aunque no tenga poder sobre Venezuela, porque al final España no tiene poder sobre Venezuela, ningún país tiene poder sobre otro, los que tienen poderes en Venezuela, son los venezolanos. Entonces, lo único que puedes hacer es decir que lo reconoces como Presidente, pero sabiendo que a lo mejor no va a gobernar en este momento”, expresa Hidalgo.
“Lo que opino de las últimas elecciones es que obviamente como ya sabía fueron un fraude, que se pudieron comprobar todavía más gracias a que la líder opositora, que es María Corina junto al Presidente Edmundo González, que hizo lo de las actas en las que se pudieron comprobar que las elecciones habían sido un fraude. Opino que está fatal, que es una dictadura que lleva muchísimos años, y no solo la dictadura, sino todo lo que ha causado en el país, porque no es solo el hecho de que sea una tiranía, sino que conlleva a muchas cosas muy malas que están fatal”, aclara Fiorini.
El futuro unido a la conclusión
En el futuro, Venezuela podría experimentar diferentes escenarios según su situación política y social, tanto a nivel nacional como internacional. La situación actual es incierta debido a la falta de transparencia electoral y la represión hacia la oposición. Sin embargo, existen algunas posibilidades a corto plazo basadas en la resistencia interna, el papel de las organizaciones internacionales y la disposición del gobierno de Maduro para dialogar o ceder en ciertos aspectos.
Si la presión del pueblo y las protestas en las calles continúan en Venezuela, el gobierno podría verse obligado a negociar una salida, siguiendo ejemplos de transición en países de América Latina en el pasado. Para que este camino sea posible, las fuerzas de seguridad y el estamento judicial deben dejar de apoyar a Maduro y permitir un acuerdo de transición.
Organismos internacionales como la OEA y la UE han manifestado su preocupación por los resultados de las elecciones y la situación de derechos humanos del país venezolano, respaldando así este escenario. Si Maduro logra consolidar su gobierno con el apoyo de las fuerzas armadas y el sistema judicial, es probable que se encamine hacia un régimen autoritario más restrictivo.
En esta situación, el gobierno podría incrementar la vigilancia, restringir el acceso a los medios y aumentar las penas para los opositores, continuando con la persecución judicial de líderes de la oposición, como en los casos de Félix Arroyo y Perkins Rocha. Esto podría empeorar la crisis de derechos humanos en Venezuela, aumentar la emigración de ciudadanos a países cercanos y agravar el aislamiento del país a nivel internacional.
Un escenario adicional de reforma gradual con apoyo internacional podría surgir si el gobierno y la oposición llegan a compromisos de apertura, facilitados por mediadores internacionales. Bajo este modelo, sectores moderados de ambos lados podrían colaborar en una reforma política parcial que incluya ciertas libertades electorales y garantías de participación política. Este escenario requiere que el gobierno se comprometa con cambios a través de incentivos y presiones externas.
“Yo ahorita no volvería, a lo mejor volvería de vacaciones, pero tienes que tener demasiado dinero para volver de vacaciones porque todo es carísimo. No estoy en una posición ahorita para ir de vacaciones a Venezuela a hacer qué en verdad, pero sí que en un futuro si quisiera volver porque al final tú quieres vivir en tu casa, tú no quieres vivir en la casa de otra gente. Entonces, a mí me gustaría vivir en Venezuela, me gustaría tener una familia en Venezuela, tener una casa en Venezuela, tener un negocio en Venezuela. ¿Lo voy a hacer? Probablemente no, porque faltan demasiados años para que eso se arregle, pero por querer y por si fuera por mí, yo estaría allá.”, concluye Hidalgo.
“Ahora mismo no volvería a Venezuela porque estoy aquí estudiando, tengo mi futuro, mis estudios. Además, me gusta mucho Europa, en general, para vivir mi adolescencia, bueno ya no tanto adolescencia, pero si esta etapa. Y luego, de cara al futuro, la verdad que no tengo ni idea, es bastante incierto, depende también de la situación del país, de lo que pase, no tengo ni idea porque son sentimientos encontrados, al final ahí está mi familia, pero aquí también he creado una vida aparte, entonces no sé qué haría en un futuro, a lo mejor, vivo entre España y Venezuela, pero en un principio no”, finaliza Fiorini.
En resumen, el destino de Venezuela estará determinado por la capacidad de la oposición para mantener la movilización ciudadana y por la habilidad del gobierno para enfrentar la presión interna y externa. La comunidad internacional es importante en este proceso, ya que su reconocimiento, presión diplomática y posibles sanciones pueden tener un gran impacto en el resultado. Actualmente, los venezolanos enfrentan un futuro incierto y lleno de desafíos para alcanzar una estabilidad democrática.