Tabaquismo: Prevención, control y concienciación
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Alrededor del 32% de los estudiantes afirma fumar de una manera constante y diaria
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Un 24% de los estudiantes fumadores ha intentado dejar de fumar en al menos una ocasión en el último año
El consumo de tabaco entre estudiantes universitarios es un fenómeno que ha captado el interés de investigadores, autoridades de salud, profesionales o especialistas y educadores, debido a sus implicaciones en la salud pública y en el desarrollo integral de los jóvenes. A nivel mundial, el tabaquismo es una de las principales causas de enfermedades crónicas y muertes prematuras, y su iniciación, frecuentemente, ocurre en edades tempranas, en particular durante la adolescencia y los primeros años de la adultez, justo el periodo en el cual la mayoría de los estudiantes ingresan a la universidad. En este contexto, el ámbito universitario se convierte en un espacio de riesgo donde factores como la presión social, el estrés académico, la búsqueda de identidad y pertenencia, y la facilidad de acceso al tabaco pueden influir de manera significativa en el consumo de esta sustancia.
Diversos estudios sugieren que, aunque una parte de las políticas de salud pública han logrado una disminución del tabaquismo en la población general, el consumo en universidades sigue siendo un problema relevante. Esto se debe a la combinación de factores sociales, culturales y psicológicos que caracterizan a los jóvenes adultos, quienes suelen subestimar los riesgos a largo plazo asociados con el tabaco y priorizan los beneficios inmediatos, como la reducción del estrés o la socialización. En muchos casos, el consumo ocasional puede evolucionar hacia una dependencia, lo cual aumenta el riesgo de que estos individuos mantengan el hábito a lo largo de su vida adulta.
El reportaje busca comprender en profundidad los patrones, causas y consecuencias de este hábito entre la población universitaria. Pretende identificar los factores que motivan el consumo de tabaco, desde influencias sociales hasta factores psicológicos y ambientales específicos del contexto universitario. Asimismo, examina el nivel de conocimiento y percepción de los riesgos asociados, evaluando la efectividad de las campañas de prevención establecidas por parte de las universidades. A partir de esta información, el proyecto también tiene como objetivo proponer recomendaciones y estrategias que permitan reducir la prevalencia del consumo de tabaco en estudiantes, promoviendo una vida universitaria más saludable.
El consumo de tabaco se refiere al acto de inhalar y exhalar los vapores producidos por el tabaco, generalmente en forma de cigarrillos, puros o tabaco de mascar y la población universitaria es particularmente vulnerable a su consumo. Gracias a diversos estudios, se han identificado varios factores que provocan el tabaquismo en los jóvenes, entre los que destacan los factores sociales, como pueden ser el estrés, la presión social o la curiosidad, es decir, la influencia del ambiente universitario. Pero, además de estos, existen otros tipos, como pueden ser los factores de aspectos familiares o psicológicos.
Existen también patrones de consumo, que son las formas y circunstancias en las que los individuos consumen tabaco, que se pueden diferenciar o encontrar fácilmente, sobre todo en un contexto universitario. A la hora de distinguir a los distintos tipos de fumadores, la diferencia principal es el tipo de consumo. El consumo ocasional o social es uno de ellos, donde los universitarios se encuentran en situaciones sociales o eventos recreativos, es decir, que consumen tabaco de forma espontánea u ocasional, lo que más adelante puede evolucionar hacia un consumo regular. Por otra parte está el consumo diario o la dependencia. Aquí el tabaco se convierte en un hábito diario que se convierte en adicción, lo que suele estar conectado a niveles altos de estrés.
Factores Psicosociales y Socioculturales
El consumo de los estudiantes depende de varios factores, tanto sociales como psicológicos. La presión de los compañeros y la influencia de grupos sociales representan factores significativos en el inicio y la continuidad del consumo de tabaco. En entornos universitarios, la socialización y la pertenencia a un grupo pueden llevar al consumo de tabaco como una forma de integración. Hablando de los factores psicológicos, aspectos como la ansiedad, la depresión, el estrés académico y otros trastornos emocionales también son importantes en el consumo de tabaco.
Además existen teorías que ayudan a entender el consumo entre los jóvenes universitarios, como por ejemplo las “Teorías del comportamiento adictivo” o la “Teoría de la autodeterminación”, que plantea que las personas tienden a involucrarse en comportamientos que consideran beneficiosos o que proporcionan satisfacción. En el caso del tabaco, la teoría sugiere que algunos estudiantes podrían ver en el consumo una forma de mejorar el bienestar subjetivo en situaciones de alta presión.
La curiosidad también puede ser un factor importante, sobre todo en agrupaciones sociales de amigos o compañeros de clase. Al probarlo por curiosidad el riesgo de adicción puede ser menor ya que no te estás obligando a encajar o no tienes presión social por parte de sus amigos o compañeros. Otro posible factor, que entra dentro de los factores de ámbito familiar, es tener en casa unos padres que sean fumadores regulares o que fumen de vez en cuando, siendo un posible modelo a seguir durante toda la vida, impulsado también por la propia curiosidad.
Estrategias de intervención y prevención en el contexto universitario
Hay programas que tienen como principal objetivo concienciar y prevenir el consumo en el contexto universitario. Existen programas de concienciación y educación, que incluye talleres y programas educativos sobre los riesgos del consumo de tabaco y las consecuencias de la adicción a la nicotina. Después hay programas de apoyo psicológico, que ofrecen apoyo a estudiantes que buscan dejar de fumar o que presentan factores de riesgo psicológico, como ansiedad o depresión. Por último, también hay prohibiciones y regulaciones del consumo en el propio campus, como pueden ser implementar y hacer cumplir normas que prohíban el consumo de tabaco en áreas universitarias, lo que puede reducir la incidencia y la exposición al tabaco.
Para una mayor información sobre el proyecto Zero; pulse aquí https://proyectozero.loquedeverdadimporta.org/
¿Cuáles son las consecuencias que tiene el tabaco para la salud de los estudiantes?
Los efectos que puede producir un consumo constante de tabaco pueden ir desde algo sencillo hasta consecuencias muy graves. Dentro de las consecuencias a corto plazo contamos con que los fumadores pueden experimentar tos crónica y dificultad para respirar, algo que puede afectar a su rendimiento académico, así como puede impedir la realización de actividades deportivas. Después, las consecuencias a largo plazo no se suelen tener tan en cuenta, pero son las que acaban siendo más graves para la salud de las personas. El consumo de tabaco está relacionado con enfermedades como el cáncer de pulmón y enfermedades cardiovasculares, así como puede afectar a la calidad de vida del estudiante.
Realidad compleja
Los datos recogidos reflejan una realidad compleja en torno al tabaquismo entre los estudiantes de la UCM. La gran mayoría de los estudiantes universitarios que son fumadores regulares confirman o consideran que su adicción ha aumentado o ha empezado a raíz de entrar en la universidad o durante la misma. Esto se debe sobre todo al estrés académico y social. Otro aspecto interesante es que un cuarto de los estudiantes fumadores ha intentado dejar de fumar en al menos una ocasión en el último año, pero la mayoría de ellos no ha sido capaz de mantener la abstinencia por más de dos semanas, cayendo de nueva en la su anterior adicción.
En cuanto a la percepción de las campañas antitabaco de la UCM, varios de los estudiantes entrevistados afirmaba que conocían algunas de las iniciativas que ofrecen sus universidades, añadiendo, además, que estas campañas habían sido una fuente de inspiración o los había influenciado en su deseo de reducir o dejar definitivamente el consumo de tabaco. Pero, a, final, o no se atrevian a seguir adelante o la ayuda no había sidp del todo suficiente para llevar a cabonel proposito del estudiante. Este resultado destaca un problema evidente en la difusión y efectividad de estas campañas, que parecen no estar alcanzando a la mayoría de la población estudiantil fumadora.
Lectura de las entrevistas realizadas
Se realizaron entrevistas a varios estudiantes de diferentas entrevistas a estudiantes fumadores proporcionaron una visión más cualitativa y personal sobre los motivos y barreras relacionadas con el tabaquismo en el entorno universitario. David, un estudiante de segundo año de Ciencias Políticas, comentó: “Empecé a fumar cuando entré a la universidad porque me ayudaba a socializar. La gente fuma entre clase y clase, y eso se convierte en una especie de ritual que cuesta romper.” Su testimonio subraya el papel social del tabaco en el ambiente universitario, donde el consumo se normaliza y se ve incluso como un mecanismo de integración. Otro estudiante de Psicología, Carlos, añadió: “La presión y el estrés de los exámenes son insoportables, y el tabaco se convierte en un escape fácil. Sabemos que no es saludable, pero a veces parece ser la única solución rápida”.
Algunos estudiantes entrevistados también hablaron sobre los intentos infructuosos de dejar de fumar. Andrea, una estudiante de Medicina, mencionó: “He intentado dejar de fumar varias veces, pero el estrés de las prácticas y los exámenes me hacen recaer. Además, aunque sé que hay apoyo en la universidad, nunca he acudido porque no es algo que se publicite mucho.” Este tipo de declaraciones revela una paradoja en la lucha contra el tabaquismo: aunque los jóvenes conocen los riesgos, las condiciones de presión académica y social contribuyen a la persistencia del hábito”.
Comparando todas las entrevistas realizadas, las opiniones de los estudiantes son bastante diversas en cada pregunta. Cada uno tiene su opinión y la manifiesta a su manera pero muchas de las respuestas pueden deberse más al la ignorancia de los jóvenes, en el sentido de no tener la información suficiente para poder responder con claridad las preguntas, que eran las siguientes. ¿Desde cuándo consumes tabaco y por qué empezaste? ¿Cuáles son los momentos en los que más fumas? ¿Qué tan accesible sientes que es el tabaco en la universidad? ¿Qué opinas de las campañas que existen en las universidades de prevención de tabaco? En cuanto a la última pregunta, a esa va referida la ignorancia de los estudiantes, que en muchos casos se debe a la poca información o. directamente, la no existencia de campañas que ofrecen las universidades.
Con estas entrevistas la población se puede dar cuenta de que el problema es más grave de lo que parece. De los estudiantes a los que se le preguntó si fumaban para realizar la entrevista, muy pocos respondieron que no y, de la manera en la que se han desarrollado las mismas, varios de los que dijeron que sí empezaron en la universidad debido a los factores explicados antes, es decir, por encajar en su grupo de amigos, por presión social o por el estrés del estudio y los exámenes.
Perspectiva de especialistas en adicciones
Para entender la perspectiva clínica y profesional, se realizaron entrevistas a especialistas en adicciones y tabaquismo. La Dra. Pilar Ruiz, psicóloga experta en adicciones, enfatizó que “los jóvenes tienden a subestimar los efectos negativos del tabaco en su salud a largo plazo, y el entorno universitario propicia el consumo debido a factores de estrés y presión social”. La doctora también destacó que en la universidad, donde el consumo se percibe como un acto de autonomía o rebeldía, la prevención es más desafiante. “Para estos jóvenes, fumar se asocia a una identidad de independencia, y cualquier intervención tiene que abordarse desde una perspectiva no punitiva, sino educativa y de apoyo emocional”, agregó.
Por otra parte mencionó que “es crucial que las universidades implementen estrategias más personalizadas y cercanas a los estudiantes. No es suficiente con poner carteles o hacer una charla al año. Necesitan crear un ambiente en el que los estudiantes sientan que pueden obtener ayuda sin ser juzgados”. Argumenta que el consumo de tabaco entre los jóvenes es una adicción que requiere abordajes progresivos y personalizados, especialmente en entornos de alta presión como la universidad.
Reflexión finales
Los hallazgos de este reportaje ponen en claro la dificultad de abordar el consumo de tabaco en el ámbito universitario. Los datos analizados a través de las entrevistas indican que el tabaco sigue siendo una herramienta para la socialización y el manejo del estrés para muchos estudiantes, sobre todo en épocas de exámenes durante los meses finales de los cuatrimestres. Sin embargo, esta dependencia se ve descontrolada por la falta de programas de apoyos accesibles y adaptados a las necesidades de los estudiantes. Aunque la UCM ha realizado esfuerzos en campañas de prevención, estos son percibidos como insuficientes por la mayoría de los fumadores regulares y los no fumadores, y la falta de visibilidad limita su efectividad. En base a estos resultados, consideramos que, no solo la UCM, si no que también otras universidades tienen que considerar una serie de acciones e iniciativas para mejorar el cómo abordar un tema tan complicado como el tabaquismo en estudiantes.
Algunas de las mejores que pueden meter las universidades son: la implementación de campañas más visibles y constantes que utilicen recursos como las redes sociales o espacios virtuales de la universidad para difundir mensajes de prevención, apoyo psicológico y terapéutico que sirva para crear espacios seguros para los estudiantes que deseen dejar de fumar, tanto con servicios de terapia grupal como terapia individual para manejar el estrés, involucrar a los estudiantes en las campañas, para incluir testimonios e historias de los propios universitarios para que el mensaje sea más real y accesible, y fortalecer la supervisión y apoyo institucional, con un compromiso administrativo más sólido, asignando un presupuesto más adecuado para afrontar este problema.
En conclusión, los estudiantes universitarios son el centro de este reportaje y a su vez son el tipo de lector que busca obtener. A través de encuestas, entrevistas a pie de calle o entrevistas con profesionales, como pueden ser en este caso doctores o personal profesional de la Complutense, diversos estudios tratan de concienciar al mayor número de personas posible. El análisis y la interpretación de los resultados obtenidos a través de los medios utilizados son los que ayudan a comprender cuáles son los verdaderos factores que influyen en este hábito. La lucha contra el tabaquismo en la UCM requiere de un enfoque multidimensional que contemple la educación, el apoyo emocional y la prevención constante. Solo con un compromiso institucional firme y con programas adaptados a la realidad de los estudiantes, se podrá reducir el impacto del tabaquismo en la vida universitaria y, a su vez, fomentar un ambiente más saludable para todos.
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