¿Juguetes Rotos?

Pequeñas estrellas, condicionadas por su talento y por la voluntad de sus padres, han llegado a nuestras vidas de una manera u otra a través del espectáculo. A muchas las conocemos gracias a su faceta de actor/actriz o incluso por su incursión en el mundo de la música. El caso más reciente, el de los pequeños que cada semana y gracias a La Voz Kids, hacían vibrar  a más de cinco millones de espectadores. Muchos de estos niños llegaron o llegarán a convertirse en niños prodigio. Pero muchos otros se quedaron en eso, ya que  llegaron a estrellarse cuando crecieron. “Queréis la fama, pero la fama cuesta, y aquí es donde vais a empezar a pagar con sudor”. Frase que daba comienzo a una de las series más conocidas de los años 80, Fama, y que refleja a la perfección lo que cuesta precisamente eso, la fama. En la actualidad tal vez no cueste tanto llegar como antes pues las redes sociales, Internet y los medios de comunicación facilitan el conocimiento de estos pequeños artistas.

¿Qué niño no ha jugado a ser artista? Disfraces, micrófono improvisado en mano y la letra aprendida de nuestro cantante favorito, después tocaba la presentación, que pedíamos repetir a nuestros padres  una y otra vez…“ Con todos ustedes la gran, la exitosa, la mejor cantante…..” después mencionaban nuestros nombres. Algunos niños lo hacían mejor y otros peor…pero muy pocos llegaban al éxito.

Infinidad de ejemplos podríamos mencionar: ¿Quién no recuerda la imagen de Macaulay Culkin haciendo de las suyas cuando se quedaba Solo en casa? ¿Alguien diferenciaba a las pequeñas hermanas Olsen en la serie Padres Forzosos? Diminutos protagonistas que daban luz a sus interpretaciones y que, años más tarde, cuando nada hacía presagiar la caída en picado de su talento, se veían envueltos en escándalos de drogas, alcohol y problemas de salud. A estos niños prodigio su pasado no les ha servido para tener un futuro asegurado como artistas. Algunos de ellos aunque sí lo tuvieron, como Michael Jackson, vieron su destino truncado con  un desenlace trágico en sus vidas. La historia no cambia, cantantes como Britney Spears, Miley Cyrus o Justin Bieber, siguen los mismos pasos.

En España, dos claros ejemplos

Pasos que a Marisol y Joselito no les hubiese gustado dar, ya que en varias declaraciones han dicho que no fueron ni niños, ni felices. España no se queda fuera de este fenómeno y es que estos dos artistas vieron como sus logros se evaporaron después de cambiar el balón por “el ruiseñor” y la muñeca por la “tómbola”. Entonces su fama se logró a través de televisión, radio y prensa pero es que actualmente el gran invento del siglo XX, Internet, obliga a que queriendo o no, en algún momento conozcamos a ese nuevo artista.

La televisión también ha llenado su pantalla con más de un programa que lanzó al estrellato canciones como “Antes muerta que sencilla” que sigue sonando en más de una fiesta, y que cantaba María Isabel una niña de tan solo 9 años. Sin ir más lejos en la actualidad nos encontramos con otros formatos de televisión que están ayudando a que muchos de estos pequeños talentos salgan a la luz. Sería el caso de La Voz Kids que con más de 5 millones de espectadores recopiló a algunas de las voces más impactantes de España.

Algunos tomaron otro camino

Niños Prodigio que decidieron tomar otro camino. Autor/VariacionXXI

A otros pequeños artistas el destino les deparó otro futuro alejado de focos y escándalos en la prensa. Isabel Aboy, conocida por la serie Médico de familia, optó por tener una vida normal. Licenciada en psicología, formó su propia familia alejada del mundo de la interpretación tras un breve paso por la serie Periodistas. Otro de nuestros niños prodigio en la pequeña pantalla fue Miguel Ángel Garzón, Quique, el hijo mayor de Lourdes en la exitosa serie Farmacia de guardia. El actor no se desvinculó de todo del mundo del espectáculo puesto que en la actualidad es actor de doblaje.

Pero más allá de nuestras fronteras también hay personajes que pasaron al anonimato. ¿Recuerdan las aventuras de Punky Brewster? La actriz que le daba vida, Soleil Moon Frye, es ahora socia de una tienda de ropa para los más pequeños, la principal característica es el respeto que tienen con el medio ambiente. Quizá jugar entre la naturaleza le marcó su niñez.

Demostrado o no, ser niño prodigio no garantiza ni la fama ni el éxito en el futuro. Decisiones que en un principio son tomadas por los padres, acabarán siendo su propia responsabilidad. La garantía de un buen porvenir está ahora en sus manos.