En busca de la panacea contra el cáncer
El cáncer se ha convertido en una de las enfermedades más temidas por la población en los últimos años. En muchas ocasiones, su diagnóstico equivalía a un réquiem por un paciente cuyas horas estaban contadas. Este podría ser el futuro de 108.390 personas a lo largo del año 2015, según estimaciones de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), por lo que todo descubrimiento que permita combatir esta mortífera patología es poco.
Su “Modus Operandi” consiste en el desarrollo de células que crecen a un ritmo anormal y que no experimentan la fase de muerte celular, de manera que se van acumulando paulatinamente formando masas denominadas tumores. Si el tumor es benigno no se extenderá a sus tejidos más cercanos, pero si es maligno los invadirá y, posteriormente se difundirá paulatinamente por todo el cuerpo a través del sistema circulatorio.
108.390 personas podrían morir de cáncer en 2015 según SEOM
Los avances científicos han permitido paliar sus efectos mediante la extirpación quirúrgica del tumor, además, algunas técnicas como la quimioterapia y la radioterapia, permiten eliminar cualquier rastro de células cancerosas para evitar su propagación y la aparición de futuras metástasis. No obstante, estos tratamientos suponen un calvario para los pacientes, que ven afectadas sus defensas y caen en el agotamientos debido a la agresividad de los mismos.
Cada vez son más las alternativas que se ponen sobre la mesa para aplacar esta dura enfermedad. La terapia hormonal, la inmunoterapia, el trasplante de células hematopoyéticas, el uso de medicina alternativa, e incluso quien sabe si el cannabis, pueden transformarse en futuros remedios más inocuos para el organismo.
Aún no se ha encontrado la panacea que cure el cáncer como si de una gripe se tratase, pero la ciencia poco a poco va dictando el camino que nos dirigirá a su descubrimiento.
La medicina convencional nos deja en manos de dos armas de doble filo para enfrentarnos al cáncer: la quimioterapia y la radioterapia.
La radiación como recurso oncológico
La radioterapia es el tratamiento que se fundamenta en la radiación de rayos en zonas determinadas para tratar de eliminar las células perjudiciales del organismo y evitar así su propagación. Además de utilizarse este tratamiento para intentar acabar con las células cancerígenas o dañadas, la radiación se puede utilizar para intentar reducir el número de tumores en el cuerpo humano, así como otros síntomas de cáncer como pueden ser la presión o el dolor.
Existen dos tipos principales de radioterapia, en función del uso que se haga de la terapia, siendo el más común el de la luz externa, que consiste en aportar la radiación al cuerpo de manera externa mediante una máquina, de manera que se genera la radiación como si de un láser se tratase y se consigue enfocar a la zona o zonas que se necesiten mediante el empleo de un ordenador especialmente diseñado para ello, ya que es fundamental tener todo tipo de ajustes diseñados para no perjudicar al organismo o los tejidos sanos, e incidir únicamente en la zona perjudicada o cancerígena.
El otro tipo de radioterapia es la interna, que consiste en que se aplica directamente sobre el tejido o células perjudicadas el material radiactivo con el fin de acabar con ellas, de manera que se hacen unos implantes en el organismo de estos materiales que son del tamaño de un grano de maíz. Se trata de un sistema mucho más complejo y peligroso que con el de la luz externa, ya que se añade al organismo unas pequeñas cápsulas que contienen material radiactivo para tratar de acabar con el tejido o célula perjudicada, pero la persona que recibe este tratamiento debe prevenirse (al contener material radiactivo en su organismo) y tomar precauciones para sí mismo y para su entorno durante un tiempo, al estar expuesto a este material. La inclusión de estas cápsulas en el organismo se puede hacer con agujas o catéteres, pudiéndose mantener en el cuerpo durante unos minutos, o hasta incluso pasado unos días, en función de lo que se requiera y el grado de avance del cáncer.
La radioterapia más utilizada es la de haz externo mediante imágenes en tres dimensiones, conocida como “radioterapia conformada en tres dimensiones” (RT3D), donde se consiguen generar imágenes a través del ordenador indicado en tres dimensiones y se mejora la precisión al obtener mayor información de las áreas donde se debe tratar mediante estas imágenes en tres dimensiones.
La quimioterapia, el azote del cáncer por excelencia
Por su parte, la quimioterapia está más reconocida socialmente y casi todo el mundo unifica la palabra cáncer con la quimio o la quimioterapia. Es la manera médica para denominar al tratamiento caracterizado por el uso de medicamentos y fármacos para acabar con las células cancerosas. Se trata de unos fuertes medicamentos cuyo principal efecto es destruir las células que están creciendo en el organismo de manera activa, siendo este el principal efecto sobre las células cancerosas, ya que estas células presentan la cualidad de crecer y dividirse de manera mucho más rápida que las demás células del organismo, por lo que el uso de estos fármacos les hacen mucho más susceptibles que al resto de células por esta cualidad, pero también las células normales acaban perjudicadas.
Dentro del uso de la quimioterapia, se pueden dar diferentes objetivos en función del tipo de cáncer o el grado de propagación en el organismo, siendo el principal objetivo la eliminación de las células cancerosas y evitar que sigan en el organismo expandiéndose, aunque si no es posible acabar con las células cancerosas y el uso de los fármacos no tiene los efectos deseados en el organismo, el uso de ellos puede ser para evitar que se propague con rapidez y retrasar el crecimiento de las células dañinas.
Una de las principales advertencias en el uso de fármacos es su potente efecto en el organismo, ya que la mayoría de estos fármacos son muy fuertes y crean reacciones en las personas o efectos secundarios, por lo que la quimioterapia suele establecerse en dos periodos, ya que se administran los fármacos de manera intermitente y se deja un periodo de recuperación para que el organismo se recupere, es decir, que las células sanas se recuperen. El tiempo de recuperación y el empleo de la quimioterapia dependerá del tipo de cáncer y el grado de propagación que haya en el organismo cuando se comience con el tratamiento, por lo que la mayoría de los tratamientos dependen esencialmente del tipo de patología detectada.
La quimioterapia se puede proporcionar al paciente de diferentes formas, dependiendo del tipo de cáncer y la zona donde se encuentre. Las principales y las más comunes son por vía intravenosa, donde el fármaco se inserta en el organismo directamente media vena. También se puede dar por vía oral, de manera que se tragan como una píldora o pastilla o incluso un líquido, habiendo también por inyección o vía tópica, es decir, se administra el fármaco mediante una inyección o mediante el empleo de una pomada en la piel.
Los cannabinoides como posible alternativa
La agresividad de las terapias clásicas contra el cáncer obliga a los investigadores a encontrar otras salidas. Una de ellas podría hallarse en los cannabinoides de la marihuana. Los efectos devastadores del THC y el Cannabidiol sobre las células tumorales son objeto de estudio desde hace más de una década.
Para conocer más detalladamente el punto en el que se encuentran las investigaciones sobre esta posible panacea oncológica, acudimos a Cristina Sánchez, doctora en Bioquímica y Biología Molecular e investigadora especializada en cannabinoides en la Universidad Complutense de Madrid, que nos mostrará las propiedades de estos compuestos y sus posibles aplicaciones terapéuticas:
[youtube http://www.youtube.com/watch?v=-vPAMY66aVo]
Estamos en la antesala de un nuevo remedio que quien sabe si podría salvar muchas vidas en el futuro. Solo la investigación y las evidencias empíricas nos dirán si los cannabinoides pueden convertirse en un elemento más de la lucha contra el cáncer.
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- variacion XXI | Descubriendo el éxito de Juegaterapia - […] es una fundación que tiene como fin intentar amenizar la quimioterapia de los niños enfermos con cáncer. Esto lo…
Pues si eso es como dice el reportaje, tendré que empezar a fumar cigarritos verdes más a menudo. ¡Salud, camaradas!