Ser Scout es más que vender galletas

Proteger la naturaleza, hacer excursiones al aire libre e incluso vender galletas por las casas son las actividades más conocidas de los grupos Scouts. Una imagen muy americana y que no es del todo cierta ya que para muchos voluntarios, ser Scout va más allá. Significa cumplir con una promesa, dejar el mundo mejor que se lo encontraron.

Algunos Scouts en una de sus actividades/ Variación XXI

Para comprobar la dinámica de estos movimientos, hemos acompañado durante una de sus reuniones al Grupo Scout San Agustín Los Negrales 954, quienes nos han ido contando poco a poco lo que significa formar parte de ello. Donde tanto niños, jóvenes y adultos han ido mostrando paso a paso lo que significa llevar la flor de lis al lado del corazón.

Voluntarios desde 1907

A pesar de que actualmente están tan integrados en la sociedad como cualquier otro movimiento de voluntariado, la verdad es que su nacimiento se remonta a muchos años atrás, cuando convivir con la naturaleza y ayudar a los demás comenzaron a ser los pilares de ser un Scout.

La actividad conocida mundialmente como Scouts, que proviene del término anglosajón “scouting” (escultismo), nace en el siglo XX en Inglaterra como una manera de combatir la delincuencia del país. Su objetivo era buscar el desarrollo espiritual y mental de los jóvenes para que se constituyeran así en ciudadanos ejemplares.

Dicha formación se originó de la mano del Teniente General Baden-Powell Lord of Gilwell, más conocido como Baden-Powel, que fue el fundador del Movimiento Scout en 1907 en el Reino Unido. Este movimiento inicia sus andaduras en África del Sur durante la Guerra contra los Bóer holandeses (1899-1902), que a su vez estaba formado por chicos voluntarios entrenados por el teniente en labores estratégicas y bélicas. Concretamente, dichos jóvenes fueron los primeros en obtener la tradicional insignia scout, una combinación de la punta de una brújula y la punta de una lanza formando una imagen similar  a la flor de lis, que posteriormente se convirtió en un símbolo internacional de este movimiento.

El trabajo llevado a cabo con este grupo de voluntarios convirtió a su vez a Baden-Powel en un héroe nacional, una experiencia de la cual posteriormente se valió para elaborar un manual de entrenamiento titulado Aids to Scouting (1899) que se convirtió en best-seller, y que a su vez contribuyó para dar a conocer este nuevo movimiento que estaba surgiendo.

Ese mismo año, Powel realizó su primer campamento experimental en la isla de Brownsea, Inglaterra, donde reunió durante una semana a veinte jóvenes de distintas clases sociales, separados a su vez en diferentes categorías (lobos, toros, chorlitos, cuervos), y que educó de la misma manera que a los jóvenes voluntarios de al principio. El sistema aplicado en el campamento resultó un éxito, por lo cual el fundador de este movimiento recogió todas las experiencias y anécdotas y las recopiló en textos. Al año siguiente, dichas anécdotas comenzaron a aparecer en revistas para jóvenes. Tuvo tanto éxito que los siguientes escritos aparecieron publicados en un libro, Scouting for Boys, y que actualmente es considerado la primera versión de Boy Scout.

Las acciones llevadas a cabo por el líder de este movimiento fueron yendo a más, obteniendo resultados tan favorables que el resto de jóvenes comenzaron a formar espontáneamente patrullas scouts. Eso sí, bajo la tutela de Baden-Powell, quien poco a poco se vio desbordado por la cantidad de voluntarios, ya que el movimiento estaba tomando tanta fuerza que comenzaron a aparecer scouts marinos, aéreos, y otras unidades especializadas. Por este motivo el líder del movimiento tuvo que idear una estrategia para organizar a tantos  jóvenes implicados, que se basaba sobre todo en entrenar a adultos para dirigir a su vez a sus pupilos. De esta forma se originó el curso Insignia de Madera, que se caracteriza por formar a los adultos en líderes Scouts.

Otro aspecto importante sería la incorporación de las féminas a este movimiento, ya que comenzó siendo  únicamente como masculino, y no sería hasta 1909 cuando empezaron a incluir en este tipo de formación y educación de voluntariado a ellas. Aunque no se incluían en el propio movimiento, sino en las Guías, más conocidas como Girl Guides, que estaban lideradas por Agnes Baden-Powell, y posteriormente por la esposa de B.P., Olave Saint Claire Soames.

A pesar de que el mayor protagonista en el origen del movimiento fuera Baden-Powell, este obtuvo ayuda posteriormente por Vera Barclay y Roland Phillips, quienes contribuyeron al desarrollo y a la permanencia de los Scouts. Actualmente continúa muy presente en el mundo, concretamente en 165 países, y que hacen un total de aproximadamente 28 millones de miembros en todo el globo.

Ha pasado más de un siglo desde su comienzo, por lo tanto no es de extrañar que actualmente los Scouts sean mayormente mixtos, y que las Guías, de menor importancia, también hayan incorporado a varones en sus grupos.

Scouts en España

La Federación de Asociaciones de Scouts de España es una asociación derivada del escultismo español. Este fue fundado en 1912 bajo el nombre de Asociación Nacional de Exploradores de España.

Al término de la guerra civil, en 1940, fue suspendida por el régimen franquista y a pesar de su inhabilitación, la asociación continuó llevando a cabo sus actividades de manera clandestina durante casi cuatro décadas. En 1977 se legalizaron los estatutos que la nueva Asociación de Scouts de España y un año más tarde la Oficina Mundial del Movimiento Scout reconocería como miembro de pleno derecho a la Federación de Escultismo Española (Incluía los Scouts de España, el Movimiento Scout católico y el Escultismo Catalán). Actualmente la estructura de la ASDE, consta de federaciones de Scouts de ámbito autonómico en todas las Comunidades excepto en Navarra.

Un grupo bastante importante en nuestro país son los Scouts católicos,  creados en 1961 y que constaban de una estructura federal, al contrario que los Scouts de España, quienes tenían una estructura centralista. Uno de los aspectos más llamativos de este movimiento es que apuesta por la vida en pequeños grupos autogestionados, que  siempre aprovechan cualquier ocasión para estar en contacto con la naturaleza, los juegos… Y donde la promesa scout es un camino de experimentación del compromiso.

Internacionalmente hablando, esta sección del movimiento Scout cuenta con más de 30 millones de integrantes. A principios de 2013, fue declarado por el Ministerio de Interior como una “Utilidad pública”. En la Asociación de Scouts De España conviven juntos estos dos grupos, pero con varias diferencias. Por ejemplo, el lema del grupo católico es “Siempre alerta”, mientras que el de los Scouts de España es “Siempre listos”. El emblema de los Scouts de España es la flor de lis con la Cruz de Santiago superpuesta en el centro.

Scouts en el mundo

Actualmente se calcula que existen un total de cuarenta millones de personas que se identifican como scouts a pesar de que quizá haga tiempo que abandonaron sus grupos.

Miembros Scouts en un encuentro internacional/ Variación XXI

El llamado escultismo se ha convertido en un centenario modelo de educación y convivencia que ha sido capaz de atravesar fronteras, religiones e ideologías políticas. Cualquier scout del mundo puede reconocer como igual a otro simplemente por su manera de actuar o por cómo saluda.

¿Cómo es esto posible?

Da igual si eres español, francés, colombiano o ugandés. El hecho de ser scout te engloba y hermana con todos los scouts del mundo y se presupone de ti que pretendes dejar el mundo mucho mejor de cómo lo encontraste. Un ejemplo de ello es Sofía Galán, una scout que a día de hoy está en el equipo de  preparación de un foro en Jambville, un centro scout francés. En él se pretende desarrollar un evento europeo donde se hagan sesiones de debate y aprendizaje. Sofía nos cuenta ilusionada cómo este año la temática del foro viene centrada en el empoderamiento juvenil, la participación activa y los conceptos de ciudadanía europea. “Desde el foro joven hicimos una petición para que se incluyese a Palestina como un país con plenos derechos en la conferencia. Antes sólo podía ir de observador y acabaron aceptando tras nuestra propuesta”.

Sofía en la reunión mundial de Scouts/ Variación XXI

En definitiva, ser Scout es algo más que un entretenimiento superfluo, afirma Sofía, ya que en estos foros internacionales se tratan temas interesantes y de gran actualidad que dan una oportunidad a los jóvenes de expresar su opinión, y que esta sirva para algo.