La protección y el cuidado animal como forma de vida
A medida que la situación económica no mejora, más y más personas se enfrentan a cambios de estilo de vida que nunca habrían considerado antes. Algunos hogares incluso encuentran necesario echar por la borda a “uno de la familia”, abandonando a las mascotas que ya no pueden permitirse. Sin embargo, esa no es la causa principal del abandono animal, aunque sí supone un agravante de la misma. Siempre ha habido abandono de animales, con o sin crisis, y es un asunto preocupante a la vista de las cifras.
Cada año, en España, más de 300.000 mascotas son “desahuciadas” de sus hogares según datos de la Fapam, Federación de las Asociaciones de Protección Animal de la Comunidad de Madrid. Asimismo, la Fundación Affinity, arroja números alarmantes en su último estudio sobre abandono animal, estimando la tasa de abandono y/o pérdida en 23 perros y 7 gatos por cada 10.000 habitantes, sumando en el último año 141.835 animales recogidos, entre perros y gatos.
A pesar del panorama desolador que nos dejan las cifras, hay instituciones, organismos, y personas particulares que siguen luchando contra la problemática del abandono. En este grupo encontramos a refugios, protectoras, centros oficiales de acogida y personas anónimas que hacen de la protección y el cuidado de esos animales su forma de vida.
Marisa, un caso excepcional
Una de estas personas es Marisa, una mujer que día a día cuida a más de 40 animales de todo tipo: desde perros y gatos hasta burros y ponis, pasando por cerditos vietnamitas, cabras, tortugas y diversas aves que llegan porque otras personas no se pueden hacer cargo de ellas.
Todos los días, Marisa se levanta a las 7 de la mañana para poder tener tiempo para dar de comer a estos animales, jugar con ellos y dedicarles tiempo. Una actividad que le quita al menos dos horas cada día y que debe combinar con su trabajo como camarera en un bar.
En su finca, todos y cada uno de los animales que han llegado tienen una trágica historia detrás como Pelayo, el poni que adoptó porque sus antiguos dueños lo maltrataban diariamente. O Shusha, la perra que llegó para pasar sólo unos días hasta que sus dueños regresasen a por ella después de sus vacaciones y que nunca más quisieron volver a saber de su mascota.
En el siguiente vídeo, hemos podido conocer a esta mujer que nos ha contado desde cuando se dedica a cuidar todos estos animales y porque hace esta labor tan grande y además de manera totalmente desinteresada ya que Marisa no recibe ningún tipo de compensación económica por esta tarea.
Un pequeño santuario animal que esta mujer a solas se ha encargado de construir para que los animales que llegan puedan tener una vida mejor de la que por desgracia han tenido que conocer.
Voluntarios, la otra cara
El caso de Marisa es extraordinario y excepcional. Sin embargo, hay muchas personas que dedican su vida al cuidado y protección de los animales de forma altruista, ya sea llevándose a estos animales a sus propias casas, o trabajando como voluntario para distintas asociaciones y organizaciones.
El trabajo de las y los voluntarios que ofrecen sus horas libres para mejorar la vida de estos seres es fundamental. Son muchas las asociaciones y ONG – ANAA, APAMaG, El Refugio, entre muchas otras- que demandan el trabajo de estos voluntarios. A éstos se les pide, principalmente, que sean personas responsables, con un alto compromiso y amor por los animales y que estén dispuestos a aprender y formar parte de un equipo.
De ello, del trabajo diario de las personas voluntarias, nos hablan Cintia y Lucía, dos chicas que colaboraron en protectoras de animales.
En cuanto a las cifras, según el Observatorio del Voluntariado de la PVE (Plataforma de Voluntariado de España), en 2008 había unas 800 mil personas voluntarias en acción social en España. Una cifra considerable. Esta misma asociación llevó a cabo una encuesta sobre el perfil del voluntario en 2012. En ella se comprobó que la mayoría son mujeres. Aunque las diferencias no son excesivamente grandes. En esta afirmación hay que exceptuar la franja de edad de los 35 a 44 y la de 55 en adelante, en las que sí parece haber más hombres.
Así mismo, en esa misma encuesta se detalla que un 47% de los voluntarios españoles posee estudios superiores, seguidos de un 15% que cursaron el Bachillerato y un 11%, Formación Profesional.
El trabajo de todos estos voluntarios y voluntarias es esencial en la lucha por los derechos de los animales. Todos ellos cumplen con una función social que de no existir, incrementaría el número de abandonos y animales maltratados.
Pasar a la acción
Después de conocer las cifras de abandono y el trabajo de personas por la defensa de los derechos de los aniamles, surgen algunas preguntas: ¿Qué opina la gente del abandono animal? ¿Por qué creen que se produce este fenómeno? Y lo más importante, ¿qué podemos hacer para frenarlo?
Cada vez existe una mayor sensibildiad con el tema del abandono, sin embargo, la cifra de animales que son echados de sus casas continúa siendo alarmante. Desde varias asociaciones se está intentando concienciar a la población y desterrar la idea de que los animales son juguetes. Un animal no es como un muñeco que compramos por Navidad para nuestras niñas y niños y dejamos de lado cuando nos aburrimos. A los animales hay que cuidarlos, alimentarlos, vacunarlos y darles cariño; y todo ello conlleva una serie de tareas y exigencias que debemos asumir cuando lo adquirimos.
Del mismo modo, es muy necesario concienciar a la población sobre las ventajas de adoptar y no comprar animales. Lo que debemos buscar en estos seres no es que sean los más bonitos, sino los mejores compañeros.
Es horaq la gente tome conciencia y le de el trato q merecen
Datos alarmantes, creo que debemos empezar a tomar conciencia del grave problema que esto supone a una sociedad desarrollada como la nuestra.
Son terribles los datos que muestran como la gente puede abandonar a los animales como si no se tratasen de seres vivos. Piensan que tener una mascota exime de responsabilidades y que cuando se cansen pueden deshacerse de ellos. Es uno de los grandes problemas de la sociedad actual.