¿Cómo es el fútbol sala femenino en la Complutense?
El equipo de fútbol sala femenino de la facultad de Ciencias de la Información nos muestra la situación del deporte femenino en la Complutense y nos enseña como ha sido su día a día a lo largo de la competición.
El fútbol es el fenómeno de masas por antonomasia en este país. Las estrellas del deporte rey se han transformado en modelos a seguir por millones de jóvenes. Podemos ver partidos improvisados en cada polideportivo, en cada barrio, en cada facultad… Millones de lugares se convierten en sedes de competiciones callejeras o federadas en las que sus integrantes viven la rivalidad hasta la extenuación, tanto en la cancha de cemento agrietado de un colegio, como en la cuidada superficie de hierba artificial de cualquier club de futbol 7 amateur.
Pero si nos paramos a observar cualquiera de esos eventos deportivos cotidianos, llegaremos a una conclusión bastante preocupante: Apenas participan mujeres. ¿A qué puede deberse este hecho? ¿Realmente son los hombres los únicos que sienten fervor al entrar en contacto con el cuero? La respuesta es NO. Aunque la liga obtenida por el F.C.Barcelona femenino no tenga la misma repercusión que la conseguida por sus homólogos masculinos, es evidente que la pasión por el deporte rey no se rige por el género. Y lo mismo ocurre con su derivado, el fútbol sala.
La brecha entre el fútbol masculino y el femenino es cada vez menor. El entrenador de los equipos femeniles de fútbol sala y fútbol 7, Roberto de Frutos, sostenía lo siguiente en un artículo para la Tribuna Complutense a finales de 2012: “El fútbol femenino va para arriba de manera imparable, y de hecho el seguimiento que hacen los medios de comunicación cada vez es mayor”
Para comprobar la veracidad de esta afirmación, contactamos con Andrea Carrasco, la capitana del equipo de fútbol sala de la facultad de Ciencias de la Información, que nos introduce en el día a día de este modesto combinado.
“El fútbol femenino va para arriba de manera imparable, y de hecho el seguimiento que hacen los medios de comunicación cada vez es mayor”
Un equipo mermado por las circunstancias
Andrea afirma que, a diferencia de lo que ocurre en el equipo de fútbol sala masculino, el nivel de competencia en las pruebas de selección para el equipo femenino de la facultad es prácticamente nulo, debido a la escasa presencia de jugadoras dispuestas a entrar en la plantilla.
El equipo tuvo que afrontar numerosos hándicaps para poder afrontar su particular temporada, entre ellos los continuos problemas para organizar el calendario de entrenamientos. Los distintos compromisos de cada una de las jugadoras impedían que estas pudieran acordar horarios fijos para sus jornadas de preparación.
La universidad tampoco ha dado facilidades al conjunto de la facultad de Ciencias de la Información. Las instalaciones solo podían estar a disposición de las futbolistas durante un día a la semana, lo que resulta insuficiente para una adecuada preparación del equipo de cara a afrontar su competición.
Esto ha afectado a su rendimiento en sus compromisos competitivos, ya que a pesar del esfuerzo de algunas de las jugadoras, el equipo no ha podido salir del último puesto de la clasificación de la liga de facultades de la U.C.M. Una competición que también deja que desear en cuanto a organización, ya que el número de jornadas varía según la cantidad de equipos inscritos, que a su vez depende de si el total de inscripciones es suficiente para formar una plantilla en la facultad.
La cancha facilitada por la U.C.M. no es el pabellón Ruiz Velasco (feudo del Inter Movistar, de la Liga Nacional de Fútbol Sala) precisamente. Más bien se asemeja a unas pistas de barrio convencionales. La Complutense se desentiende completamente de su mantenimiento y rehabilitación, por lo que conservarla en condiciones para su adecuado uso es una auténtica quimera.
El equipo femenino de fútbol sala de la Pepe Carvalho tiene que encargarse de la adquisición del material de entrenamiento, al no recibir ningún tipo de recurso por parte de la universidad. Lo mismo ocurre con las equipaciones, cuyos diseño y consiguiente compra corren a cargo de las jugadoras.
La conclusión que se saca de que esta situación es clara: A la Universidad Complutense de Madrid no le importa el fútbol sala femenino. O al menos no quiere invertir ni un solo céntimo de su maltrecho presupuesto en los equipos de las facultades.
El ambiente no es el más propicio para motivar a las chicas a practicar a este derivado del deporte rey. Quizá este sea uno de los detonantes de la falta de entusiasmo por este deporte en la facultad, lo que ha llevado a que el interés de muchas de las alumnas por el fútbol sala radique solo en los créditos que ofrece la universidad por apuntarse al equipo. En este sentido tampoco se incentiva el deporte femenino, ya que solo se oferta un crédito por participar, frente a los tres que se obtienen por competir en las competiciones deportivas masculinas.
A pesar de todo, sigue habiendo chicas que sienten devoción por jugar en esta disciplina deportiva y que no se merecen encontrarse con la deplorable situación en la que se encuentra la competición de fútbol sala de la U.C.M. Mucho tendrán que cambiar las cosas para que el deporte femenino reciba en la Complutense el trato que se merece.
Creo que es una pena que haya tanta dejadez por parte de la Complutense, tanto a la hora de proveer a los equipos con equipajes y material, como a la hora de dejar las pistas a las jugadoras. Esto tiene que cambiar
A mi el fúrbol femenino me gusta musho, sobre tó si están guenas. Por eso yo creo que deberían hacer una liga de modelos o argo de ezo. Bonito reportaje.
Un reportaje muy interesante. La verdad es que los deportes universitarios pasan bastante desapercibidos en nuestra universidad. Salvó el rugby (y más por las fiestas que se pegan que por los partidos) del resto apenas tenemos información. Nada que ver con las ligas universitarias americanas…
Me parece intolerable que la universidad menosprecie el deporte femenino de esta manera. Tenemos derecho a recibir el mismo trato y los mismos medios que los hombres para nuestros equipos. Tenemos que seguir luchando todas para que esta sociedad retrógrada se dé cuenta de que el deporte no es cosa de un solo género y que merecemos el mismo trato y la misma publicidad que los deportistas masculinos.
Buen reportaje. Estoy seguro de que a la gran mayoria de las mujeres les gustaria este deporte si lo probasen asi que chicas animaros y no os dejeis llevar por los topicos ya vereis como un partido y una cerveza es buena forma para desestresarte de los examenes. Que vivan los chochos y gran deportivo alabes
No sois las únicas. Las ligas masculinas de la uni también dejan que desear 🙁
Buen reportaje chicos!!! No entiendo por qué se nos infravalora tanto a las mujeres cuando queremos practicar un deporte
Hay que informarse un poco antes de hacer un reportaje… Si os dejaseis caer por el Club Deportivo de la facultad más a menudo veríais que existen equipaciones oficiales de la facultad por un precio muy asequible, que tratamos de proporcionar material a todos los equipos que lo solicitan y, en la medida de nuestras posibilidades (el Club Deportivo Ciencias de la Información, a diferencia de otros clubes de la Complutense, no cobra cuota de inscripción) con el presupuesto que desde la directiva del Club Deportivo sacamos de torneos y otras actividades que organizamos nosotros mismos tratamos de facilitar el acceso al deporte universitario. En el Club Deportivo de Ciencias de la Información existe total igualdad entre equipos masculinos y femeninos y promovemos que la Universidad Complutense de Madrid haga lo mismo ofreciendo los mismos deportes en categoría femenina y masculina; así mismo hemos solicitado en repetidas ocasiones que arreglen las instalaciones de los diferentes deportes puesto que ya se han producido numerosas lesiones entre jugadores y jugadoras (no sólo de nuestro Club). La dejadez por parte de la Complutense es más que notable pero tened claro que el Club Deportivo Ciencias de la Información lucha y trabaja cada día por un deporte universitario igualitario y de calidad.
Un saludo.