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periodismo universitario en internet

El último fotograma de los pequeños cines

Los avances tecnológicos progresan a un ritmo estrepitoso y el cine junto con ellos. Las salas de cine tradicionales en España van siendo devoradas por las grandes salas de cine o multicines. Los precios de la entrada, el IVA, la caída del número de espectadores, la crisis económica, entre otros problemas, han afectado gravemente a esta actividad cultural y principalmente a las salas pequeñas, que luchan por subsistir y adaptarse a la reciente digitalización frente a sus grandes competidores.

 

Situación del cine en España

Las Comunidades Autónomas con mayor número de salas son Andalucía, Madrid y Cataluña, representando prácticamente la mitad de las salas existentes en España. En cuanto a las provincias, Madrid se sitúa en la primera posición, seguida de Barcelona, Valencia, Alicante, Málaga y Sevilla. La mayor parte de las salas se han digitalizado, en España hay un total de 3.287 salas que se han adaptado a este proceso (esto es el 92,4% de su totalidad). Ceuta y Melilla, Asturias, La Rioja, Madrid y Castilla y León cuentan con un mayor porcentaje de salas digitalizadas. La mayoría de los cines que todavía no han realizado este proceso son cines pequeños con una sala única. Además contamos con 912 salas en 3D (25,6% del total), sobre todo en Cataluña, Andalucía y Madrid.

Se mantienen las características del cine con respecto al año 2014, permaneciendo en la misma línea desde hace 7 años. El 59,2% de los locales tienen más de una sala, algunos ejemplos: cines Full HD Splau (Barcelona) tienen 28 salas, Kinépolis (Madrid) 24, Cinesa Las Rozas (Madrid) cuenta con 24 salas también. Encontramos una minoría de cines que cuentan con una sala única. En España existen aproximadamente 78 salas de cine por cada millón de habitantes, 14 menos que en el año 2007. Es destacable un aumento de pantallas en locales de 10 o más salas.

Los últimos datos revelan que el número de salas de exhibición ha disminuido en 16 locales respecto al último censo, también se manifiesta un descenso del número de butacas y de salas, según datos del año anterior se ha pasado de 3.675 a 3.558. La densidad es de 17 butacas por cada 1.000 habitantes, esto supone un importante descenso de una butaca respecto a las estadísticas de 2014. En la actualidad hay menos complejos de cine, se ha producido una gran concentración a medida que ha resultado la desaparición de pequeñas y medianas salas de cine.

El número de espectadores ha descendido este 2015 puesto que 2014 fue un gran año para el cine español, que recaudó 518 millones de euros y tuvo 22,4 millones de espectadores, gracias a películas como Ocho apellidos vascos, El niño, Torrente 5 o La isla mínima. Estas películas duplicaron el número de espectadores frente al año pasado e hicieron que el cine español subiera a una cuota del 25.

Número salas cine ciudades

Número de salas de cine por ciudades/ Sheila Doblas

 

Problemas de las salas pequeñas

Bruselas impuso una medida para el año 2012 en la que todas las salas de cine debían estar digitalizadas, dejando atrás el cinematógrafo tradicional. Esto supuso un alto importe para las salas pequeñas que algunas no pudieron costear y quedaron obsoletas. Hay autonomías que ayudan de alguna manera a las salas de cine pequeñas, muchos de estos cines demandan ayudas públicas para poder asumir ese coste y evitar el cierre. La mayor parte de las salas de cine se han digitalizado, en España existen un total de 3.287 salas digitales (esto supone un 92,4% del total) y 912 salas 3D.

La digitalización afecta al desplome de las salas pequeñas, las cuales no tienen medios suficientes para poder invertir en esta tecnología. Al coste de la digitalización se suman los problemas que tiene el cine para subsistir: piratería, IVA, crisis económica, mayor oferta de ocio… Todo ello afecta especialmente a las salas pequeñas.

Circuitos de exhibición

Hay varios tipos de circuitos de exhibición, los grandes exhibidores, por un lado, son administradores de complejos multisala donde se exhiben las películas con más éxito o más accesibles a la mayoría del público. Por otro lado podemos encontrar exhibidores independientes, los cuales suelen pertenecer a salas de una sola pantalla o gestionan una sala con películas en versión original por ejemplo, están dedicadas a un público minoritario que consume una oferta determinada. Este tipo de salas son de un tamaño más reducido puesto que el número de espectadores que acude es bastante menor que el que asiste a salas multicine, que suelen estar en centros comerciales o cerca restaurantes y tiendas que favorecen esta presencia de público.

Las salas de cine se han ido transformando según han ido evolucionando las necesidades del consumidor, por eso se han insertado estas salas en complejos de ocio y de consumo, cambian los hábitos del público. Se pasa de cines de una sola sala a cines con grandes salas que ofrecen las películas más taquilleras del momento. Así se facilita el acceso a la oferta cinematográfica, se hace más atractivo ir al cine. El cine Kinépolis (Pozuelo de Alarcón) cuenta con el conjunto de salas más grande del mundo. Por estos motivos las salas pequeñas se encuentran en una situación de desventaja frente a sus gigantes competidores.

CCAA más salas digitales

Comunidades autónomas con más salas con sistemas de proyección digitales/ David Fernández

 

Comunidades mas salas cine España

Comunidades autónomas con más salas de cine en España/ Sheila Doblas

Precios desorbitados

Debido a la caída de número de espectadores, los cines han subido el precio de la entrada para poder subsistir, ya que no ven viable que el cine esté a 3 euros. En 2004 la entraba costaba 4,8 euros y en 2015 9,9 euros la entrada normal. Si la proyección es en 3D cuesta 1,5 euros más.

Del precio que se paga en taquilla, se reparte el coste de las entradas de cine de la siguiente manera: el 21% corresponde al IVA, 3% derechos de autor, el distribuidor cobra un 41,8% de cada entrada (Sony, Universal Tripictures…) y el 34,2% lo gana el exhibidor (las salas). En la fiesta del cine se consigue rebajar este precio hasta 2,90 euros porque todas las partes llegan a un acuerdo y asumen esa parte del coste de la rebaja.

Algunas cooperativas resisten al cierre

Ante esta situación se produjo una movilización entre los espectadores que se negaban a cerrar las salas tradicionales de sus barrios y pretendían crear una asociación que recogiese a todos esos cines. Tras el cierre de cines Renoir en Mallorca, una asociación de vecinos creó una cooperativa que se encargaba del control de esta sala. Lo mismo pasó con el cierre de los cines Renoir de Majadahonda, que pasaron a llamarse Cines Zoco. En la actualidad siguen funcionando ambos gracias a las cuotas de los socios y al dinero que recaudan en taquilla.

Zumeig Cine ha ayudado a la resistencia de las salas pequeñas en Barcelona y pretende acercar la cultura cinematográfica a los adolescentes y a los niños. Otro ejemplo curioso es la cooperativa Numax (en Santiago de Compostela) que tiene varios proyectos y apuesta por las salas de cine tradicionales. Estas salas de cine explotan productos distintos para diferenciarse de la competencia, apostando por las películas en versión original, o realizando coloquios con actores, directores, talleres… Todas ellas apuestan por el cine interpretándolo como algo más que una sala, como un producto cultural heredado que debe seguir estando presente en la vida de los espectadores.

6 Comments

  1. Me parece un asunto interesante a tratar

  2. Muy interesante el artículo, ya que nos demuestra la situación del cine español con un gran descenso de los espectadores debido a sus precios desorbitados

  3. Una pena que estos cines se estén cerrando, con la de historias que nos han contado.

  4. Es una pena que en la actualidad las salas grandes estén acabando con las pequeñas, yo una vez fui a una de ellas y me parece que tiene un encanto especial. Buen reportaje, muy interesante!

  5. Me ha parecido un reportaje muy interesante, este tema no se suele tratar mucho en los medios de comunicación.
    un saludo!

  6. Muy interesante! La verdad es que es una pena…pienso que con los centros comerciales se ha perdido la esencia de lo que significaba ir al cine. Las grandes empresas están acabando con todo

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