Pádel, el deporte sin altavoz
Nos introducimos en el mundo del pádel, el deporte de moda que ha experimentado un notable crecimiento en el siglo XXI. Sin embargo, los medios de comunicación le siguen dando la espalda a pesar de la permanente lucha de las distintas federaciones por oficializarlo. Pablo González Neria, jugador profesional, cuenta a Variación XXI cómo combina la raqueta con el resto de su jornada laboral. Además, confiesa que estuvo a punto de dejar el deporte de su vida por culpa de dos lesiones y cómo no se ha dado por vencido.
Desconocido como inusual, nuevo como extraño, el hermano pequeño que siempre molesta al mayor, el tenis, con el que guarda similitudes y tiene grandes diferencias. El pádel, un nuevo deporte de “raqueta”, que aunque cada vez es más habitual en los polideportivos y centros de España, aún mucha gente desconoce por el poco trato que le dan los medios de comunicación.
El pádel, que tiene las primeras raíces en Nueva York, nace a través de la enseñanza. En el siglo XIX un profesor de tenis neoyorquino sintió la necesidad de adaptar la pista de tenis a los más pequeños, cambiándoles la raqueta por palas, pasando a llamarlo Tenis Paddel. Tiempo más tarde, un empresario mejicano, Enrique Corcuera, catalogado como su inventor, quiso instalar una cancha de tenis en su vivienda, pero debido a las reducidas capacidades del lugar decidió crear una cancha de Tenis Paddel y para hacerlo aún más atractivo lo fusionó con el squash, deporte al que era aficionado. A través de este invento, que fue modificando poco a poco sus reglas y materiales, se ha creado lo que conocemos actualmente como el pádel. Aunque su principal promotor ha sido Argentina, en España y desde los años 90 ha sido un deporte esencial en la práctica amateur, ya que «es muy fácil, rápido y entretenido, porque lo juegan cuatro personas y eso lo hace muy dinámico», como bien lo describe Ana Basterreche, Vicepresidenta de la Federación Española de Pádel.
El éxito que tiene en otros países empieza a emigrar a España a través de hoteles, aficionando a personas míticas del tenis como ha sido Manolo Santana. Según comenta Ana Basterreche, uno de los causantes del aumento de la práctica de esta actividad tiene que ver con el entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, quien hizo que estuviera «constantemente en televisión». Otro de los puntos a destacar ha tenido que ver con el sector del ladrillo en España, quienes sustituyeron la construcción de «canchas de tenis por pistas de pádel, ya que podían albergar un mayor número de jugadores en ellas», tal y como confirma la vicepresidenta.
Aunque el auge entre aficionados siga en aumento, estando entre «los ocho deportes más practicados de este país», necesita de medios de comunicación que le den una mayor relevancia y lo pongan en los principales canales de este país, tal y como cuenta la Directora de Comunicación de la FEP, Marta Filippini. Quizás ese sea el impulso que necesite, porque «aunque en el tenis contemos con la figura de un referente como Rafa Nadal, que empuja mucho a los pequeños que tienen como referente al de Manacor, a mediana edad, en torno a los treinta años, el nivel usuario de participantes es mayor que en el tenis» asegura José Luis Rivero, Director Deportivo de la Federación Madrileña de Pádel.
Necesidad de federaciones
Tras el incremento de los usuarios que se animaban a practicarlo, cada vez más asiduo, incluso de manera profesional, surge la necesidad de estructurar y organizar este nuevo deporte a nivel nacional. Así surgió la Federación Española de Pádel (FEP). En el año 1992 tiene lugar el primer campeonato mundial, jugándose la fase previa en Sevilla y las finales en Madrid. A partir de ahí se empezó a estructurar la Agrupación de Pádel y luego la Asociación. Al final del año 1997 se constituye la FEP, según relata su vicepresidenta, quien afirma que una de sus principales labores es la de proporcionar unos reglamentos y normativas de las que se beneficien el resto de organizaciones federativas a nivel autonómico.
Los principales problemas de este deporte se encuentran concretamente en el ámbito económico, debido a que no tienen una repercusión social tan importante en los medios de comunicación y muchas empresas no se arriesgan a invertir dinero, haciendo peligrar a muchas federaciones que se ven obligabas a desaparecer.
En este campo también se ve afectada el resto de la Federación Española, que aun contando con diversos patrocinadores como son Mapfre, HEAD o Bullpadel, se ha visto obligada a «reducir el personal» de manera considerable, compuesto actualmente por 33 personas, así como a trasladarse a un lugar con un coste menor, donde pudieran unir tanto oficinas de trabajo como el almacenaje para los materiales en un mismo lugar. Y es que aunque sea un deporte en auge siempre se necesita de la ayuda de los medios de comunicación.
Aún más reciente y según el director deportivo de la Federación de Madrid de Pádel, esta se creó en 2012 por la fuerza que pusieron tanto los clubes deportivos como los propios jugadores, uniéndose todos a una para luchar por los mismos objetivos. Una de las mayores bases que tiene la FMP reside en los jóvenes y es que esta federación les proporciona entrenamientos gratuitos para que sean los mejores de cada categoría y disfruten del pádel.
World Padel Tour
Hablar del World Padel Tour (WPT) es hacerlo de la mejor competición, de Belasteguín -Nº1 del WPT- o de Fernando Lima. Este torneo privado de pádel reúne a los mejores jugadores del planeta, teniendo como sede central España, donde se juegan 12 de los 16 torneos de los que se compone el campeonato. El pádel, al no estar reconocido como deporte de élite por el Consejo Superior de Deportes, no tiene una competición reconocida por el Estado. El World Padel Tour es ajeno a todas las federaciones, aunque según cuenta Ana Basterreche, «hay conversaciones para oficializarlo y que las federaciones empiecen a tomar partido en el circuito profesional, ya que todo lo oficial tiene más categoría y será más limpio». El WPT se estructura en una serie de torneos, cuya categoría más importante es la denominada Master, que se divide en cuatro eventos -Valencia, Barcelona, Montecarlo y Buenos Aires- donde se enfrentan las mejores parejas del mundo. Por su parte, la categoría Open y los Challenger dan la oportunidad al resto de profesionales a competir en un alto nivel y en el cual no participan las diez mejores parejas del mundo.
Buenas noticias para los aficionados al pádel. Y es que la cadena deportiva GOL apuesta en 2017 por este deporte al hacerse con los derechos de retransmisión del WPT y emitirá en abierto las categorías masculinas y femeninas de todo el circuito.
Por amor al pádel
De funcionario a dejarlo todo por amor a un deporte, luchar por él y llegar a estar entre los cien mejores jugadores del mundo, caer y volver a empezar, esa es la historia de Pablo González Neria.
Como muchos de los profesionales y practicantes de este deporte, todo empieza con el hermano mayor, el tenis, pero una vez prueban las mieles del pádel, muchos se quedan. Pablo empezó a jugar al tenis con 12 años, llegando a participar en el campeonato de España. A los 17 se vio obligado a dejarlo por motivos económicos, y por mera experiencia y entretenimiento empezó a practicar el que sería su deporte. Tras un tiempo alejado de la pala, y con 24 años, de casualidad y a raíz de la invitación de un amigo y vecino, comienza de nuevo la alianza de Pablo con el pádel. En sus inicios jugaba solo en torneos sociales hasta introducirse en el circuito, avanzando desde la última categoría hasta llegar a formar parte de la pareja número 1 de Madrid y número 83 del mundo.
En Enero de 2014, Pablo se lesionó rompiéndose el cruzado con sutura en el menisco. Todo se paraba, lo que había logrado hasta ahora lo reducía a prácticamente nada, lo único que quedaba de él eran las ganas, las ganas por volver a jugar, pero no sería fácil. Tras superar esta difícil lesión, tocaba volver a empezar pero a los siete meses otra mala noticia y otra vez en forma de lesión, de nuevo la rodilla, esta vez rotura del menisco con los cartílagos. A la frustración del momento se le unían las malas noticias, las propinadas por los médicos de que dejase el pádel, que era lo aconsejable y que quizás no volviera a rendir a su mejor nivel. Por su cabeza pasaba la idea de dejarlo, rendirse a las lesiones y dedicarse de manera menos involucrada a ello, como monitor -labor que actualmente compagina con sus competiciones- y también como entrenador.
Pero tras replantearse la idea pensó que lo mejor era volver, o por lo menos intentarlo con duras sesiones de gimnasio, con un gran `trabajo oscuro´ detrás, en una época donde sus rivales ya empezaban una pretemporada que él se vería obligado a perderse. Tras este duro trabajo, por fin una alegría, los médicos impresionados aceptan que él ha ganado la batalla y que puede volver, pero que este ejercicio de `trabajo oscuro´ tiene que ser constante, trabajar no solo lo que se ve si no ser constante fuera de la pista, -como lo son sus referentes Fernando Poggi y Raúl Díaz– que no puede parar aquí y que para volver a ser el que era tiene que continuar. Este duro golpe hace que califique esta batalla como «mi mayor logro al competir con gente que entrena a diario y volver a demostrar que valgo».
Con la ayuda de las clases que imparte en el Hangar de Tenis y Pádel, junto con Power Padel, su mayor patrocinador que apostó por él cuando estaba lesionado, ha logrado volver a competir, y ser feliz con lo que hace incluso sabiendo que del pádel solo viven los mejores.
Sin llegar a predecir cuál será el techo de este joven y popular deporte, sí que se puede llegar a aventurar que el pádel va a dar mucho que hablar en la televisión, en el bar y en las pistas. Falta por descubrir y mejorar en muchos aspectos pero el futuro de la pala parece ligado al éxito, aunque de momento sea el hermano mayor quien acapare la mayoría de los titulares.
Espero que Pablo González Neria siga creciendo!