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periodismo universitario en internet

Bebés reborn: adopta un muñeco

En efecto, hablar de adoptar uno de estos muñecos no se trata de un error de redacción. Existe todo un argot y una subcultura detrás de estos objetos. Erróneamente relacionados con personas que han sufrido depresión o algún tipo de trauma vinculado a la pérdida de un hijo, los bebés reborn son objetos altamente valorados por coleccionistas y otros adultos que encuentran en ellos un artículo de incalculable valor con un acabado hiperrealista.

 

La demanda de estos muñecos a hecho crecer exponencialmente este sector en nuestro país. Un sector, compuesto generalmente por particulares que atraídos por estos muñecos han encontrado en las páginas de segunda mano, el portal idóneo para la distribución de sus creaciones. Estos bebés inertes poseen nombres propios y en ocasiones son creaciones únicas, huyendo de las producciones en cadena. Los grandes distribuidores ofrecen un catálogo mucho más completo y una horquilla de precios que oscila entre los cincuenta y los dos mil euros. 

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El hiperrealismo de estos muñecos reside en un trabajo minucioso que se concentra en cada detalle para lograr el aspecto de un niño real. Una técnica depurada y materiales de primera calidad que pasan desde el vinilo, la tela o la silicona. Los ojos suelen estar fabricados en vidrio mediante el método de soplado hasta darle forma. En pro de un buen estado se opta por el pelo de alpaca, evitando pelo real por su inconsistencia y su rotura con el paso del tiempo. Las partes más consistentes y de lo que dependerá el precio final, es el material utilizado en brazos, piernas, cabeza, estomago y torso, y si las extremidades están articuladas. El cuerpo esta hecho de una tela suave para lograr flexibilidad y el relleno para conseguir el peso que tuviera un bebé real compuesto por guata y minerales naturales.

Estas piezas que se mueven entorno a los 50-60 centímetros y los 2 kilogramos de peso, pueden obtenerse a través de Internet. Todos los vendedores anticipan que estos muñecos no son un juguete y están recomendados para mayores de catorce años, poniendo en valor que se trata de muñecos de colección artesanales y realizados a mano. 

Creadores y poseedores de reborn, utilizan una jerga que identifica a estos muñecos como verdaderos bebés. Cualquier lnguaje comercial se elimina para pasar a hablar de adopción en lugar de compra, o visita de la cigüeña a la hora de realizar un envío. Muñecos que incluyen rojetes y pigmentaciones y que vienen acompañados con innumerables accesorios: chupetes magnéticos, ropa, biberones, pañales,… 

Entorno a toda la polémica que expresa que los muñecos reborn son entendidos como sustitutivos de hijos reales para parejas que han pasado por una experiencia traumática, varios creadores de reborn, en declaraciones para Variación XXI, coinciden en que su pasión por el coleccionismo y los muñecos hace que muchos adultos elijan estos en lugar de sellos, monedas, u otros artículos sin necesidad de padecer ninguna enfermedad mental. 

La artesanía en el proceso de creación

El equipo de Variación XXI ha tenido la oportunidad de entrevistar a Yaiza Hernández, creadora artesanal de bebés reborn, quien decidió unirse a este mundo a partir del reportaje publicado en Cuatro por Samanta Villar sobre estos muñecos. En sus comienzos realizó un curso junto a su madre, y desde entonces no ha parado de fabricar bebés reborn.

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Bebés Reborn hiperrealistas con rojeces y accesorios/ Fotografía por: Rocío García

En cuanto al proceso de creación de un reborn, nos cuenta que hay distintos tipos de bebés reborn, pero todos vienen a partir de un kit ya creado, sea vinilo o silicona. Los más comunes y asequibles son los de vinilo. Con el vinilo ya en casa hay que empezar con el proceso de pintura y horneado de cada capa, incluyendo detalles como venas, sonrojados, heridas, lunares, marcas de nacimiento…  Al finalizar se pinta o se injerta el pelo. Finalmente se monta, se pone el peso que quiera y se viste. Todo el proceso, dependiendo de las horas dedicadas, puede llegar a un mes.

«Nunca va a sustituir a nadie por muy real que sea»

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La creadora afirma tener todo tipo de compradores, desde niños pequeños y coleccionistas, hasta gente con necesidades especiales. Ella misma posee en su casa su primer muñeco reborn fabricado.

Al ser preguntada por aquellas personas que compran o quieren comprar un bebé reborn como sustitutivo de los niños o hijos reales, Yaiza es contundente: «Es una obra de arte, tanto por el coste como por el trabajo manual que conlleva y hay que tratarlo como tal. Nunca ningún muñeco, por muy realista que sea, va a sustituir a nada ni nadie. Respeto a las personas que lo hacen, pero no lo comparto».

Sin embargo, Yaiza también nos dice lo siguiente sobre el proceso de compra de un reborn: «es como el proceso de un embarazo (desde que lo encargan y todo el proceso de creación) hasta el nacimiento del bebé, que es cuando lo tienen en sus brazos».  

2 Comments

  1. Eu gosto muito dessas bonecas. Moro no Brasil mas aqui ainda os valores são exorbitantes. é realmente uma arte fazer esses bebês e certamente valem cada centavo.

  2. Quiero adoptar un bebé

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