La carrera contra el género

Cuando pensamos en un carrera en concreto, nuestra mente, de forma voluntaria o involuntaria, otorga un género a esa disciplina. Psicología, medicina, economía, diseño, informática; se nos viene a la cabeza, de forma estereotipada, un género. Pero ¿cuáles son los datos?

Las mujeres son más

Según los datos que ofrece el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, en el curso de 2016/2017 el número total de estudiantes matriculados en Universidades Públicas fue de 1 millón 109 mil 557, un número que, cada año que pasa, va en aumento. Si vamos más a fondo, y entremos en el tema que afecta a este reportaje, vemos que del número total, el 54’65% corresponde a mujeres, un total de 606.405 estudiantes, frente el 45’35, 503.152 de hombres.

Aproximadamente hay un 10% más de mujeres en las universidades públicas en España, un dato que no varía mucho respecto a años atrás.

Estudiantes en universidades públicas / MECD

La gráfica muestra que 55 de cada 100 estudiantes son mujeres, frente a los 45 hombres. Una división que se ha mantenido durante los últimos años

¿Qué estudian?

Según los datos que ofrece el MECD, en el curso 2016/2017, el número de mujeres fue superior en todas las ramas de estudios universitarios salvo en Ingeniería y Arquitectura.

En las carreras de la rama de Ciencias sociales y jurídicas hubo 302.872 mujeres frente a los 202.653 hombres; más de 100 mil personas de diferencia. En las carreras de Artes y Humanidades se equiparan más los resultados: 76.096 mujeres y 47.330 hombres. En las Ciencias es donde se alcanza una mayor igualdad,39978 mujeres y 39021 hombres. En Ingeniería y Arquitectura por cada mujer, hay 2 hombres; 161.009 hombres y 53.514 mujeres.

Esto datos, con pequeñas variaciones de números, se repiten en años pasados. No hay grandes cambios significativos, donde en una rama cambie el género mayoritario.

En la UCM

Alumnos por sexo / UCM

Con esta gráfica del curso 2016/2017 sobre las alumnas y los alumnos de las facultades de la UCM, se confirma de nuevo que las mujeres son quienes tienen mayor presencia en la universidad, siendo la carrera de Educación C.F Profesorado en la que más se aprecia la diferencia entre géneros de los alumnos que la cursan. Por otro lado, uno de los ejemplos en los que la mujer apenas figura respecto a los hombres, es el de la carrera de Informática, con 240 alumnas frente a 1.505 alumnos.

A continuación vamos a poder ver unos ejemplos más detallados de alguna de las carreras de la UCM donde predominan más las mujeres que los hombres y al contrario.

Predominio mujeres / Datos Variación XXI

Predominio mujeres / Datos Variación XXI

Predominio mujeres / Datos Variación XXI

En este caso podemos ver como la presencia de mujeres en las carreras de Publicidad y Relaciones Públicas, Enfermería y Diseño es muy superior a la de los hombres. Durante los años que hemos seleccionado, esta diferencia aumenta o disminuye, sin grandes cambios, llegando a triplicar o cuadriplicar a los hombres en algunos casos.

Predominio hombres / Datos Variación XXI

Predominio hombres / Datos Variación XXI

Predominio hombres / Datos Variación XXI

En estos ejemplos seleccionados podemos observar que en las carreras de Historia, Economía y Ingeniería Informática, entre otras, son los hombres los que superan a las mujeres en gran número.  Especialmente destacada es la representación femenina en el grado de ingeniería informática donde no representa ni un 20% del número total de estudiantes.

Pero existen carreras donde el prejuicio previo de asignar un género es incorrecto; medicina es un ejemplo. Si bien enfermería se le asocia generalmente a las mujeres, en medicina para lo contrario, pensamos en un hombre. Pero los datos que ofrece las Universidad Complutense de Madrid, la 2ª universidad presencial con más alumnos de España, hay más mujeres estudiando medicina que hombres. En concreto, en el curso 2016/2017, de 2254 que fue el total de estudiantes de la carrera, 1556 fueron mujeres; una superioridad que no es única de este año y que se viene repitiendo años atrás como los ejemplos anteriormente expuestos.

Hemos querido comprobar si los jóvenes asignamos a un género, de manera estereotipada, a las carreras universitarias. Para ello, hemos salido a la calle y hemos preguntado por varias carreras y con el fin de que levantaran un cartel con la palabra hombre, si pensaban que hay más hombres, y otro cartel con la palabra mujer si pensaban que la mayoría eran éstas.

Los datos obtenidos y tratados nos muestran la realidad del lado universitario español respecto a centros públicos. Aún hay grandes diferencias y estereotipos clásicos, pero es algo que poco a poco se puede ir cambiando, al igual que cambió el porcentaje de mayoría de estudiantes universitarios, cuando antes era mayor la presencia de los hombres y actualmente es la de las mujeres, respecto a los comienzos de esta educación post-obligatoria. No se trata de ver qué hombre o qué mujer es mejor o más cualificado para cada carrera, sino de hacer que cada persona pueda decidir su futuro sin miedo a que le juzguen o sin una presión social.