Hypebeast: la fiebre de la ropa exclusiva

Painkiller una de las tiendas de Hypebeast más famosas de Madrid // Variación XXI

• «El hypebeast no es solo una marca o un estilo, es una actitud», afirma el youtuber ByCaLiTos

• Hay personas que llegan a pasar noches en la calle para poder conseguir este tipo de artículos

El fenómeno de la moda urbana ha llegado para quedarse. El furor que genera el streetwear ha alcanzado su cénit con las colaboraciones entre marcas de alta costura como Gucci o Louis Vuitton, con otras urbanas como Nike o Supreme. La exclusividad y el carácter novedoso  provoca entre los amantes de este movimiento un impulso irracional por comprar -o incluso coleccionar- productos limitados y concebidos como inalcanzables por el resto de los «mortales».  Este negocio mueve cientos de millones de dólares al año y triunfa entre los jóvenes… y no tan jóvenes. Entramos en tiendas como Painkiller, Amén o FootDistrict, donde se produce el  encuentro definitivo entre los enamorados del hypebeast.

Si tuviéramos que buscar una frase que englobe lo que significa el hypebeast podríamos quedarnos con la definición que hace el youtuber de moda ByCaLiTos, y es que, la inclusión del inglés en nuestro lenguaje coloquial y callejero, provoca que tengamos que hacer de las redes sociales, entre ellas YouTube, la nueva RAE: «No es solo una marca o un estilo, es una actitud de ciertas personas, las cuales en vez de comprar ciertas marcas o artículos por su gusto personal, lo hacen porque estos productos están de moda».

Esto, junto con la exclusividad, que es la característica más notable de este movimiento, supone que el hypebeast  se convierta en una manera de destacar sobre el resto de la sociedad y en una oportunidad para hacer de él una forma de expresión, mediante el cultivo de un estilo propio.

Cápsulas para paliar el dolor corporal

Una de las tiendas que indaga en este fenómeno es la innovadora Painkiller – literalmente, alivio del dolor -. Las colaboraciones entre distintas marcas de renombre son el núcleo central de su filosofía de negocio y dan lugar a modelos exclusivos a los que denominan cápsulas. «Cuando nos duele algo, vamos a una farmacia a por una cápsula. Nosotros lo que queremos es que la gente encuentre el analgésico perfecto para paliar cualquier dolencia, en este caso la necesidad de comprar», afirma a VariaciónXXI Montse Roig, dueña y creadora de Painkiller.

Muestra de ello, es el propio logo de la tienda, que incluye una X, la cual en el mundo del hypebeast significa la unión entre dos marcas para el lanzamiento de un producto (Ejemplo: Nike X Supreme). «Nuestra especialidad son las cápsulas de reediciones – continúa Montse –,  ya que ahora las marcas importantes sacan colaboraciones reeditando los modelos de años antiguos».

Cartel explicativo en la tienda de hypebeast Painkiller Shop // Alejandro Cabezos

Sin embargo, la idea de la exclusividad tampoco queda fuera de este modelo de negocio, conscientes de que es la clave para atraer a la mayoría de clientes. «Para ello hemos transformado nuestra otra tienda en una Hologram Store, aprovechando que es la única tienda en la que se muestran los modelos exclusivos mediante hologramas. El auge que están teniendo las cápsulas lo emplearemos para reflejar en un contador la cuenta atrás para el lanzamiento del producto», concluye Montse.

La otra cara del movimiento

Las cualidades principales del hypebeast traen consigo un lado negativo: la reventa, aunque no sean pocas las personas que utilicen esta parte para lucrarse. Precios desorbitados, a cambio de conseguir el producto más exclusivo, ignorando las participaciones en los sorteos o las colas eternas, donde muchas personas pasan noches frente a las puertas de las tiendas, tal y como nos afirma un dependiente de la tienda urbana FootDistrict: «Se ha llegado al punto de pagar a otras personas para que hagan cola toda la noche y comprar las zapatillas al día siguiente».

Este negocio ha generado fuertes críticas dentro de universo del streetwear, puesto que, desde sus inicios, han existido los fanáticos por las zapatillas que opinan que se está desvirtuando el movimiento. Estos elaboraban una colección desde las primeras sneakers -forma moderna de nombrar las zapatillas, de las que ya realizamos un reportaje en este medio-, pero se han topado con las novedosas formas de venta, que no benefician a todos.

A día de hoy, los verdaderos productos «hype» son lanzados a través de sorteos, que ofrecen la «afortunada» oportunidad de adquirir un determinado producto, o con los llamados Pop up Stores. Este nuevo modelo de negocio se centra en exponer en locales alquilados productos exclusivos durante un corto periodo de tiempo, la exclusividad llevada a su máximo nivel.

Diferentes modelos de zapatillas en Hologram Store // Manuel Martínez

La periodista Matilda Antón escribe un artículo en la revista de cultura juvenil Vice en el que se muestra contraria a esta degeneración del movimiento de la moda urbana: «Así es el mundo de la reventa de zapatillas. Si algo se pone de moda, ¿por qué no aprovecharse, aunque perjudique a la gente a la que realmente le interesa?». Aunque esta forma de actuar recibe fuertes críticas, resulta beneficioso en otros aspectos, puesto que ya no es necesario viajar a otros países para conseguir un producto, todo está globalizado.

Un movimiento atemporal

A pesar de que las redes sociales han logrado acercar este fenómeno a los consumidores más jóvenes y expandirlo mundialmente, es una cultura que nace con la fiebre por los sneakers en la década de los ochenta en EEUU. «Hasta hace menos de 10 años, conseguir un modelo limitado de primera mano era mucho más complicado y con frecuencia los viajes largos y el jet lag eran una obligación para el coleccionista», nos explica un comprador con larga experiencia. Además, personalidades del mundo de la política, como el portavoz en el Congreso de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta opinan que esta nueva moda ha surgido a través del buen hacer de las marcas más importantes, que han invertido dinero en los acabados de máxima calidad 

Hoy en día el mercado ha evolucionado hacia un público más global y variado en el que conviven esos compradores experimentados con los que, atraídos gracias a las nuevas tecnologías, aportan cierta frescura al movimiento. Las marcas no son ajenas a esta situación y muestra de ello son las reediciones que marcas importantes deciden lanzar de modelos antiguos o colaboraciones como las recientes Adidas X Dragonball, capaces de aunar varias generaciones en un mismo concepto.

Quizá nadie sea capaz de dibujar un retrato exacto sobre el fenómeno hypebeast. Sabemos, eso sí, que ha cruzado el charco y ha llegado a España. Que cada vez más personas de todo tipo se ven atraídas por él, y que su poder puede embaucarte cuando menos te lo esperes. Quizá sea algo inexplicable, que en plena erupción, tenga que seguir definiéndose

Nike Air Max 97 ‘Undefeated’ // Alejandro Cabezos

Lo que es seguro y evidente, es que la sociedad cada vez es más compleja – o más acomplejada -, y la diversidad de opiniones y formas de romper lo establecido están a la orden del día, y por supuesto, la constante obsesión por reinventarse e intentar evolucionar. Lo que también se asume como seguro y evidente es que el hypebeast ha llegado para quedarse, y quién sabe si poco a poco la tendencia por lucir zapatillas, moda urbana y ropa exclusiva, pueda desembocar en una fuerte corriente urbana con  mucho peso en la sociedad, siendo la que abra la década de 2020 y sucediendo en el trono de la popularidad al fenómeno hipster, que fue la última en donde muchos jóvenes encontraron su «vocación».