Soldados de 4 patas: héroes en la sombra
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Las unidades caninas de las FAS y de las FCSE son las grandes desconocidas
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Hay funciones que las personas no son capaces de hacer, por lo que la labor de los perros es muy importante
En la actualidad cuando oímos la palabra perro de trabajo inmediatamente se nos viene a la mente la imagen de los perros guía de la ONCE, que brindan su servicio a las personas invidentes que dependen de su ayuda. Sin embargo, no son los únicos perros que prestan servicio a la sociedad. Hay otros canes como los que pertenecen a las unidades policiales, al Ejército o los perros de terapia, a los que se les debe dar el reconocimiento que merecen, ya que las funciones que llevan a cabo también son importantes. Todos y cada uno de los perros que aportan su grano de arena en la sociedad deberían considerarse héroes de cuatro patas.
Las fuerzas especiales de cuatro patas
Entre las múltiples labores para la que se entrenan a los canes a día de hoy, podemos destacar a los perros militares que, aunque se desconoce su gran labor, llevan empleándose como animales de trabajo desde antes de la 1º Guerra Mundial. Actualmente, estos animales son entrenados en el Centro Militar Canino de la Defensa, en Carabanchel.
En este centro se prepara y forma a los perros de las Fuerzas Armadas, donde se incluye la Guardia Real y la Unidad Militar de Emergencias (UME). Además de las labores de formación, también se llevan a cabo otras actividades como la adquisición de canes o la innovación e investigación sobre diferentes técnicas aplicables al entrenamiento de los perros y a su adiestramiento.
Los perros y sus guías reciben cursos de cinco meses en todas las disciplinas y especialidades, excepto en la especialidad de detección de artefactos explosivos improvisados (IED), que dura unos ocho meses aproximadamente por ser el entrenamiento más difícil de formar.
Uno de los aspectos a destacar del entrenamiento que se da en el centro militar, es la distinción de especialidades formativas que se llevan a cabo. Entre ellas, las más importantes son la especialidad en seguridad que engloba a los perros de defensa y combate y los perros de intervención en los que se encuentran los perros de rescate y de detección, ya sea de drogas o de explosivos de diferentes tipos como IED.
En primer lugar, los perros de seguridad y combate se entrenan con el fin de garantizar la defensa de las bases militares ya sea en territorio nacional o en zonas de despliegue como se puede observar, actualmente, en la zona de Libia. Además, también se entrenan para, en caso de ser necesario, rescatar rehenes e interceptar enemigos por lo que estos perros deben ser muy potentes a nivel físico y tener una fuerte mordida.
Por otro lado, se encuentran los perros de intervención entrenados para la identificación de sustancias explosivas, estupefacientes e incluso cadáveres. Aquí se engloba el grupo de búsqueda y rescate, que son los perros que pertenecen a la unidad militar de emergencias (UME). Dentro de este grupo hay un curso para enseñar al perro al rescate de personas vivas, pero también para localizar cadáveres. Dichos cursos se van modificando según las necesidades de la UME.
También encontramos el grupo de detectores en el que se incluyen los perros destinados a localizar drogas y diferentes explosivos. Los detectores de drogas solo trabajan dentro de las unidades con el fin de controlar que no haya un tráfico en los propios cuarteles, ya que los militares manejan armas y no deberían estar bajo los efectos de los estupefacientes. Los detectores de explosivos actúan para asegurar la seguridad de las bases militares y en el control de la seguridad en las misiones en el extranjero.
Además de estas especialidades, en el centro militar canino imparten cursos menos conocidos pero a los que la coronel Martín no resta importancia, como es el curso de cinotecnia: «es el curso menos valorado, pero para mí es un curso que tiene muchísima importancia porque los perros de guardia y centinela tienen que saber ser perros de guardia y centinela». Otros de los cursos se encargan de la formación de los instructores dedicados a la enseñanza en el centro o los figurantes, un arte complicado.
Otro de los cursos que hay en este centro es el de progresión vertical y rescate, que consiste en enseñar cómo deben actuar los equipos caninos de la UME o de infantería de marina cuando se tienen que mover en altura, en vertical como ocurre en ascensos y descensos de los barcos.
Por último, cabe destacar que para el año que viene tienen en mente proporcionar un nuevo curso, orientado especialmente a la realización de soporte vital canino que permitirá, a aquellos que lo realicen, estabilizar a los perros en misiones en las que no se puedan enviar veterinarios.
No todo son perros detectores o de seguridad y combate. También hay otro tipo de perro del que el Ejército dispone y son los de terapia. Es una de las innovaciones más recientes que se han hecho en el Centro Militar Canino de la Defensa.
Estos son Egon y Luca, perros de apoyo a los combatientes en el Hospital Central de la Defensa. Actualmente se está trabajando en el servicio de rehabilitación con personas que tengan una movilidad reducida. Además, se está intentando poner en marcha en la zona de psiquiatría como método de mejora y apoyo al soldado que viene desplazado.
Por si fuera poco, el Centro Militar Canino de la Defensa tiene en marcha un proyecto con algunos perros que no tienen gran instinto de presa, y que son capaces de detectar la Covid-19. Es un proyecto que aún está en prueba y en el que se sigue trabajando a día de hoy, por lo que su aplicación práctica está por ver.
Cuando se pregunta ¿cuáles son las razas de perros que emplean los militares? La respuesta es clara: «cualquier perro que pertenezca a alguna de las razas de trabajo». En este grupo, se engloban diferentes razas como son los pastores alemanes y el pastor belga malinois que destacan por se perros muy completos y equilibrados, por lo que pueden utilizarse para cualquier disciplina ya sea de defensa o intervención. Otras de las razas más importantes son los labradores, ya que por su inteligencia y su instinto son perros realmente útiles para tareas de intervención.
No todas las razas de perros pueden utilizarse en cualquiera de los terrenos de trabajo, ya que en ocasiones deben cargar con los canes para transportarlos. Por eso, también emplean razas más pequeñas como el springer spaniel o el cocker.
Todos los canes que emplean deben ser equilibrados, deben saber realizar su trabajo adecuadamente y saber convivir con el escuadrón o en una familia. Por ello, siempre ha de combinarse el entrenamiento específico para la disciplina que ocupan con un entrenamiento de obediencia.
El entrenamiento específico de cada una de las especialidades que trabajan comienza a muy temprana edad, generalmente cuando los perros tienen alrededor de un año. Previamente, a los animales se les ha realizado un examen para determinar para qué trabajo se les va a formar, ya que para ser miembro de la unidad militar deben tener unas características determinadas.
Así pues, a los perros de defensa deben enseñarles a distinguir, entre otras cosas, un rehén de un enemigo. De esta manera, la coronel Martín explica que a los rehenes se les suele encontrar en el suelo de rodillas o atados a una silla. Por otro lado, también debe entrenarse a los perros para realizar una correcta mordida con el fin de no lesionarse durante los ejercicios de entrenamiento ni en las misiones a los que se les destine.
La formación de los perros de intervención es totalmente distinta. Deben tener un instinto de presa muy acusado, ya que, sus entrenamientos de detección se les asocia con el juego. De esta manera, al detectar una sustancia determinada e indicársela a su guía, los canes reciben su juguete como recompensa.
Una vez que se conocen las diferentes labores de estos canes y el adiestramiento necesario para llevarlas a cabo, hay que contar de donde proceden. La coronel Martín ha asegurado que en las fuerzas armadas hay distintos tipos de procedencia para adquirir perros entre 12 y 24 meses, edad perfecta para iniciar el adiestramiento.
En primer lugar se encuentra el centro de cría propio de las Fuerzas Armadas. La segunda opción es obtenerlo de alguna donación, aunque de esta manera es más difícil que el perro sea útil, puesto que los que son donados el perro suele tener algún problema de carácter.
En último lugar está la recogida de los perros del Centro de Protección Animal. Estos canes, aunque proceden en su mayoría de las peleas de perros ilegales, son perfectos para la labor de guarda y centinela.
La Policía Municipal de Móstoles también tiene unidad canina
Entre los perros que brindan su ayuda en la sociedad nos encontramos también con las unidades caninas de la Policía Municipal. Actualmente, lo que más se conoce sobre el trabajo de los canes de la policía local, y de lo que más se habla principalmente, es su labor de búsqueda de drogas en botellones o en aeropuertos, pero hacen mucho más que eso.
La unidad canina de la Policía Municipal de Móstoles es la unidad formada por perros policía, siendo una de las más antiguas, con 25 años a sus espaldas. Cuenta con un total de 5 guías caninos y sus respectivos compañeros de trabajo, los perros. Aquí, además de formar a los animales para detectar drogas, también se les entrena con el fin de encontrar dinero, armas de fuego y explosivos.
Al igual que ocurre con la unidad canina militar, la Policía Municipal también emplea los perros englobados en las razas de trabajo como son el pastor alemán, el pastor belga malinois o el cocker. Son perros con una gran capacidad olfativa que siempre están dispuestos a darlo todo con un único fin, jugar. No obstante, como asegura uno de los agentes de la Policía Municipal de Móstoles: «hemos rescatado algunos de nuestros animales de la perrera, simplemente necesitamos que tengan ganas de jugar».
Otra similitud con el centro militar canino es la manera de entrenar a los canes. Así pues, los perros policiales que se adiestran para la detección de sustancias u objetos son expuestos, desde que son cachorros, a los olores que deben reconocer. Además, están acostumbrados a convivir con otros perros que realizan el mismo trabajo y a seguir las directrices de su cuidador.
A su vez, un trabajo bien hecho debe ser recompensado con un juguete, normalmente un rodillo, para que entiendan que cuando hacen un buen trabajo reciben su premio. Además, todos disponen de servicios básicos de cuidados e higiene para que siempre se encuentren en perfecto estado.
Cabe destacar que en esta unidad los perros viven con los agentes, es decir, tras un largo día de trabajo llegan a casa y socializan con otros perros o con el resto de miembros de la familia.
Pero este cuerpo de policía tiene una novedad. David San Segundo, guía canino de la unidad policial de Móstoles, tiene una perra especial. Lula, una joven labradora que emplean para dar asistencia a aquellos niños que tienen movilidad reducida o algún déficit de atención. Pese a no ser un perro con las mismas características que sus compañeros caninos, recibe el mismo amor y cariño que ellos. ¿Una perra policía incapaz de detectar estupefacientes o armas? Que aburrido ¿no?
Sin embargo, Lula es una más de la unidad canina de la policía y como tal, su trabajo requiere la dedicación de su guía, ya que aunque no necesite un entrenamiento tan estricto como el de los perros detectores, debe tener una base de obediencia. Esta perra no trabaja con unos niños cualquiera, trabaja para niños con movilidad reducida o con necesidades especiales, por lo que debe saber comportarse de forma adecuada para no causarles ningún tipo de daño.
Además, ha sido seleccionada cuidadosamente, ya que es de color blanco y transmite a los niños tranquilidad, seguridad, ternura… En definitiva, cuando la ven solo quieren tocarla. Esto se ha hecho así, porque los perros que son negros, como Pippo, el perro detector al que entrena David, pueden llegar a imponer más y a asustarles, algo que no es lo deseado, ya que se busca que los niños quieran acercarse al perro.
Los perros de rescate del SAMUR
Como se puede observar, los perros son un pilar fundamental en nuestra sociedad en muchos sentidos, por ello también SAMUR cuenta también con su propia unidad canina desde 2007. La habilidad de los perros es mucho mayor que la humana, ya que poseen un oído y un olfato muy desarrollado que les permite buscar personas desaparecidas. En eso consiste la labor de esta unidad, en encontrar víctimas en derrumbamientos, desprendimientos de tierra, avalanchas de nieve o terremotos.
Dentro del equipo de SAMUR y Protección Civil, podemos encontrar una gran cantidad de miembros caninos en comparación con otras plantillas. Existen alrededor de 40 personas dentro del equipo, nueve de ellos son perros entre los que encontramos los de iniciación, otros ya formados que sirven de apoyo para los más nuevos, y aquellos jubilados que se utilizan para exhibiciones. También existen 24 efectivos entre auxiliares y figurantes además de los extras que ayudan y cooperan con la labor.
Al igual que en el resto de unidades caninas, en SAMUR también utilizan perros de las razas malinosis, pastor alemán, golden retriever, además de emplear el pastor checo, border collie. Cada uno de ellos lleva a cabo un entrenamiento específico del que se encarga su guía, por esto los animales viven con ellos y trabajan juntos las 24h del día como si de una mascota común se tratase.
En lo que respecta a los escenarios y el contexto de los entrenamientos también van evolucionando. Al principio son espacios controlados donde el perro no tiene mucho margen de error, en cambio cuando el nivel va siendo más avanzado, el adiestramiento es más exigente y se amplía a lugares en donde la situación puede llegar a ser real. Los perros deben estar preparado para cualquier estímulo que reciba.
Como hemos visto anteriormente, cualquier raza es válida para llegar a ser miembro de este equipo canino pero si se deben cumplir una serie de requisitos. El olfato es algo fundamental y deben tener una talla mediana además de una constitución fuerte. para terminar, deben ser sociables con personas y otros de su especie, deben adaptarse al entorno para no ser agresivos, excepto cuando deben serlo y sobre todo deben ser muy juguetones y trabajadores.
Como todo trabajo, siempre llega su final
Pese a su gran entrega y dedicación en la sociedad sin pedir nada a cambio, estos policías de cuatro patas también se jubilan. Concretamente lo hacen a partir de los 10 años, aunque el perro siga teniendo un gran potencial. Este criterio es válido tanto para los perros pertenecientes al ejército, como para los perros de la policía, aunque esto en el ejército depende más de la especialidad. Los perros militares que están en el grupo de búsqueda y rescate o los de seguridad y combate se jubilan antes que el resto de miembros, ya que su trabajo genera mucho más desgaste.
En cuanto al destino final de estos perros jubilados, tanto en el Centro Militar Canino de la Defensa como en la policía es muy similar. En la policía el perro va obligatoriamente a casa de su guía, mientras que en el centro militar canino, a parte de esta opción, también está la de la adopción en caso de que el guía no pudiera quedárselo, siempre y cuando sean equilibrados. Sin embargo, no van a la casa de cualquiera, todo lleva su proceso. Todo aquel que quiera adoptar un perro de este centro deberá hacer un cuestionario. De esta forma se busca la casa más apropiada para cada perro.
En caso de que alguien quisiera realizar una adopción y así darle la mejor calidad de vida a estos perros ya jubilados, deberá acceder la página de CEMILCANDEF, donde encontrará toda la información necesaria para iniciar el proceso.
Muchas misiones importantes están llenas de huellas
Militares, Policía, Protección Civil, Bomberos… Todos ellos son considerados héroes en el día a día. Son las Fuerzas Armadas y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, su misión es proteger a la nación, pero no dejan de ser seres humanos y como hemos podido observar hay problemas y situaciones en las que no pueden actuar. Es en ese preciso momento cuando aparecen los grandes especialistas que hacen más fácil la vida de las personas, cuyas cualidades y habilidades son tan increíbles que parecen que de otra especie se tratara, hablamos de las unidades caninas.
Realizan una labor admirable pero con poco reconocimiento y la sociedad debería valorar más todo aquello que hacen por nosotros. No sólo aquellos encargados de detectar sustancias ilegales o rescatar vidas humanas en incendios o enterradas bajo escombros, también los perros que ayudan a miembros de la sociedad mediante terapia y apoyo emocional. Nos protegen y nos cuidan sin apenas conocernos, siendo así un gran ejemplo del agente de seguridad que necesitamos en nuestras vidas. Un servicio humilde, sin ninguna maldad, sin ningún interés de por medio, sin influencias ni presiones, hacer el bien por el bien.
La Real Academia de la lengua Española define la palabra héroe como «aquel que se distingue por haber realizado una hazaña extraordinaria, especialmente si requiere mucho valor». Sin duda es una definición más que válida, refleja a la perfección la labor de cualquier patrulla canina, los héroes a cuatro patas.
Un artículo muy interesante. Qué importantes son los perros para nuestra sociedad!