La otra cara del fútbol

Alexandra García señalando un fuera de juego en un encuentro de cadetes./ Alexandra García

• Las árbitras son siempre el foco de todas las controversias independientemente de si lo hacen bien o mal 
• Las propias colegiadas nos contarán su complicada labor en los terrenos de los campos de fútbol 

A lo largo de los años la mujer se ha ido abriendo paso en diferentes ámbitos de la sociedad, como en la política o el deporte. Cada vez más mujeres destacan en diferentes disciplinas, rompiendo con estereotipos. Por ejemplo, el fútbol uno de los deportes más populares de nuestro país y que más representación tiene en los medios de comunicación, ha ido poco a poco abriendo paso a las mujeres, no solo en los campos, sino también en el arbitraje; una profesión difícil, exigente y, en ocasiones, hasta arriesgada.

En este reportaje nos vamos a centrar en el trabajo de los colegiados: conoceremos de primera mano la presión a la que están sometidos, qué sienten cuando arbitran un encuentro, como son evaluados y profundizaremos en el papel de la mujer en esta profesión. Para ello, vamos a centrarnos en un comité territorial concreto, el CAFM (Comité de Árbitros de la Federación de Madrid) y lo hacemos de la mano de José Luis Lesma, presidente del CAFM y ex árbitro profesional, que atendió sin ningún problema nuestra llamada telefónica.

José Luis nos cuenta cómo fue su inicio en este mundo. «La verdad es que fue por casualidad, un amigo mío se metió y me lo propuso a mí. Paradojas de la vida mi amigo no acabó el curso y yo llegué hasta donde llegué». Poco a poco fue progresando hasta llegar a La Liga Smartbank, Segunda División de España, un trayecto largo pero que obtuvo su recompensa con este premio. «El cambio de la Segunda División B a Segunda es brutal, ya no solo por el nivel de los futbolistas sino por lo que nos exige a nosotros el CTA (Comité técnico de Árbitros)». Recuerda lo complicado que fue ese salto «de los 140 que nos presentamos solo ascendimos dos». Permaneció siete temporadas en la categoría de plata y rozó el ascenso a Primera División.

Una vez repasada su trayectoria, charlamos con él acerca de su importante labor en el CAFM. «El comité madrileño ahora mismo está en su mejor momento. Está mal que yo lo diga– afirma entre risas– pero ahora mismo somos un comité referente. Eso está reconocido por el CTA y por los propios comités territoriales». José Luis nos expone orgulloso las cifras actuales del arbitraje en Madrid «a día de hoy somos unos 1500 árbitros; de los cuales diecisiete se encuentran en 2ªB, seis en 2ª y siete árbitros en 1ª».

Alejandro Rojas, uno de los árbitros del CAFM./ Diego García

El arbitraje en la pandemia

El joven colegiado está orgulloso de la gran gestión del comité que hay en el ámbito de la comunicación «en todo momento se han preocupado por nosotros. Su trabajo y labor está siendo excelente en estos momentos con tanta incertidumbre». La pandemia también acechó al mundo del fútbol, y como consecuencia al arbitraje, a pesar de ello «gracias a la colaboración de todos ha sido posible el reinicio de las competiciones». Un inicio un tanto controvertido por las múltiples, y novedosas, medidas que han llegado al deporte rey de nuestro país. Alejandro nos explica detalladamente cada una de ellas. «Primeramente la llegada a un terreno de juego tiene que ser lo más segura posible. El uso de la mascarilla en la práctica deportiva es imprescindible– tanto yo como los propios jugadores–. Una utilización que tiene que ser correcta «no vale tenerla por debajo de la nariz». Sin embargo, las medidas no se limitan al simple uso de la mascarilla «los vestuarios de los jugadores permanecen inhabilitados y debe garantizarse en todo momento la distancia social entre los jugadores suplentes» En caso de no llevarse a cabo este protocolo realizado por la Federación de fútbol de Madrid los árbitros «tenemos la potestad de amonestar, e incluso expulsar, a los futbolistas que incumplan dichas normas».

Como decíamos el trabajo de los árbitros es fundamental y muchas veces no se reconoce como merece, ya que muchos de ellos sufren insultos y humillaciones. Nuestro entrevistado Jorge Córdoba, árbitro de juvenil, nos relata con tristeza el altercado que sufrió el curso pasado. «Los insultos a los árbitros son algo habitual, convives con ellos en todos los partidos».
El joven colegiado nos cuenta como un padre agredió a un futbolista del equipo contrario, y como consecuencia se produjo una multitudinaria tangana entre los dos equipos. «Son situaciones nuevas a las que te preparas previamente pero luego in situ es una realidad totalmente distinta». Finalmente, el partido tuvo que suspenderlo, no sin antes llegar la policía para disuadir la pelea. Sin embargo, no acabó ahí la cosa «pocos días después tuve que acudir a los juzgados de Castilla a declarar para poder esclarecer todos los hechos». Con esto observamosla dimensión que puede llegar a alcanzar un simple partido de juveniles.

A pesar de todo, Jorge tiene una visión optimista respecto al avance del arbitraje femenino, para él «cada día se avanza un poco más y se consigue más apoyo», nos explica que dentro del comité han incentivado el ingreso de las árbitras con una dotación económica y así animarlas a entrar en el campo. Para él, este hecho denota que «el comité madrileño quiere que haya más árbitras».

La gravedad de las situaciones producidas no llega hasta allí, los insultos hacia las mujeres árbitras son mucho más comunes en el campo de fútbol. Así nos lo cuenta la árbitra juvenil Alexandra García, que tuvo que presenciar el curso pasado un lamentable episodio machista en un campo de fútbol que llegó a tener repercusión nacional. Durante los noventa minutos de partido la madrileña tuvo que soportar los siguientes calificativos: «sinvergüenza», «retrasada», «que zorra eres, puta» o «gilipollas». Alexandra nos cuenta que «durante el partido no me enteré de nada» fue a posteriori cuando Mercedes, su madre, le enseñó todas las grabaciones del momento. Los hechos fueron denunciados y está a la espera de que salga una sentencia firme. No obstante, ante la pregunta de ¿si es habitual este tipo de insultos machistas en los encuentros? Su respuesta fue clara: «que va, que va, para nada. Siempre te dicen cosas como que mala eres pero a ese nivel solo llegué ese día». Asimismo, quiso aprovechar la entrevista, para mandar un mensaje de agradecimiento; no solo por el apoyo de la federación madrileña sino por el de toda la gente «a mi me apoyaron muchísima gente, más de lo que me insultó. Incluso gente que no conocía y un montón de árbitros me escribieron».

El papel de la mujer en la profesión

«Stéphanie Freppart primera árbitra en dirigir un partido de la Champions»

Stéphanie Frappart dirigiendo un encuentro de la Champions League./ Reuters

Una noticia pasada pero que sigue generando impacto histórico en el fútbol; sucedió el 2 de diciembre del 2021, cuando por primera vez una mujer arbitró un partido de la UEFA Champions League, competición continental de mayor nivel. La francesa Stéphanie Frappart se encargó de dirigir en Turín el Juventus – Dynamo de Kiev. Con este hecho, el arbitraje femenino dió un paso de gigante.

Para explicarnos un poco mejor toda esta evolución y crecimiento contamos con Alicia Espinosa, colegiada de la Liga Iberdrola. Con tan solo 23 años ya arbitra en la máxima categoría del fútbol femenino. La madrileña ha tenido un ascenso meteórico en esta profesión, en apenas cuatro temporadas ya ha alcanzado el máximo escalafón en el arbitraje femenino. A pesar de ello, sigue con ilusión y ganas de seguir progresando «me gustaría mucho arbitrar un encuentro FIFA». Ser colegiada a estos niveles tan elevados requiere mucho esfuerzo y sacrificio «yo intento entrenar todos los días una hora, menos los días de partido. Luego a nivel práctico analizamos los equipos que vamos a arbitrar, realizamos un autoanálisis y además también trabajo con mi mentor diversos aspectos».

Alicia Espinosa en el sorteo del Alavés-Barcelona de esta temporada./ Alicia Espinosa

Constancia, esa es la mayor de las virtudes que debe poseer alguien que quiera dedicarse a esta profesión «al final todos empezamos igual y, generalmente, si le dedicas tiempo con el paso del tiempo alcanzas tus objetivos». Dentro del terreno del juego encontramos muchos perfiles de colegiados, aunque todo se puede resumir en dos: dialogantes y autoritarios. Para Alicia el prototipo ideal es aquel combina ambas cosas «un buen árbitro tiene que tener autoridad; eso sí, no hace falta ser borde con ningún jugador para que te respete. La templanza también es necesaria para llevar un partido correctamente».

«El arbitraje me cambió la vida»

Finalmente, Alicia quiso animar a aquellos jóvenes que tienen dudas sobre si ser árbitro o no «a mí el arbitraje me ha cambiado la vida, me ayuda mucho como persona. Es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida, hay muchísimo apoyo. Los hombres nos ayudan en todo momento y yo se lo recomiendo a cualquiera».

La figura del árbitro resulta difícil y controvertida. En los últimos años se ha visibilizado mucho la figura de la mujer en los deportes y en el fútbol. Esta es la otra cara del fútbol. Estos acontecimientos acompañados de testimonios son una muestra más de los avances que se están produciendo en el mundo del arbitraje y que a día de hoy están permitiendo muchas mujeres, como Alicia, llegar a lo más alto.