La lucha contra el plástico: una tarea pendiente
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España sólo recupera el 25’4% de los envases, es imposible reciclar el plástico al 100%
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Ministerio para la Transición Ecológica: el 38% del total de residuos domésticos son envases de plástico
Siempre se ha dicho que el ser humano es 70% agua y el restante 30% materia viva. Pero, ahora bien, y si te dijeran que dentro de esos porcentajes la cantidad de plástico que llevamos dentro comienza a ser medible. O, mejor dicho, y si nos hacemos conscientes de que dentro de poco la cantidad de plástico en nuestro organismo será igual a: la cantidad de alimentos ingeridos, productos cosméticos utilizados y ropa que nos ponemos. Así hasta cualquier tipo de residuo que utilicemos en nuestro día a día. Poco a poco y derivado del modelo de producción capitalista, donde la escasez es nuestro valor fundamental, se están debilitando las propiedades de los alimentos y del medioambiente. Pero ¿Sabemos qué estamos consumiendo realmente? ¿Somos conscientes del nivel de deterioro y contaminación de los recursos que nos nutren?
Vivimos entre plásticos
Las nuevas medidas que adoptaban los estados miembros respecto a los plásticos nos han hecho abrir los ojos y ser conscientes de la cantidad a la que nos exponemos cada día a través de todos los sentidos. Ya no sólo cuánto tocamos, sino los alimentos que ingerimos, la ropa que nos ponemos e incluso el agua que bebemos. Los microplásticos y plásticos de un solo uso se han convertido en el material más barato y extendido alrededor del planeta Tierra.
Llamamos plásticos de un solo uso a todos aquellos diseñados y fabricados para tan solo una utilización antes de ser desechados o reciclados , dentro de estos existen seis categorías en las que se engloba el grueso de estos, aunque otros son inclasificables.
Sin duda, uno de los más conocidos es el PET (tereftalato de polietileno) con el que se fabrican las botellas de agua de plástico, aunque son reconocibles también el PVC (policloruro de vinilo) y el HDPE (polietileno de alta densidad). Este último sirve para fabricar los briks de leche, imposibles de reciclar. Por último, existen los PP (polipropileno) y PSO (poliestireno), materiales que se encuentran en los juguetes y las tapas de botellas, normalmente en las roscas.
Este tipo de plástico constituye el 27% de residuos encontrados en las playas , dato poco alarmante de no ser porque según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tan sólo se recicla alrededor del 9% de los plásticos en todo el mundo. Se calcula que cada año más de un millón de aves marinas y más de 100.000 mamíferos marinos mueren a causa de los plásticos que se encuentran en los océanos.
Más del 60% de los envases plásticos acaban en vertederos e incineradoras, sin contar la exportación y todo lo que ello conlleva en la contaminación del medioambiente. Según el Ministerio para la Transición Ecológica el 38% del total de residuos domésticos son envases de plástico.
Un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en el que se han analizado 102 alimentos recibidos del mar, dice que el 68% de estos alimentos están contaminados con microplásticos, principalmente por dos sustancias potencialmente tóxicas para nuestra salud como son las microfibras y microfilms. Se ha demostrado que los alimentos con más nivel de contaminación por microplásticos son: sal, moluscos y mariscos, pescado, cerveza, miel, agua, trigo, cebada, avena y arroz.
Un grupo amplio de investigadores, entre los que destaca Albert A. Koelmans, mencionan en su estudio de 2019 Microplásticos en agua dulce y agua potable que una de las problemáticas más grandes que pueden ocurrir es la intoxicación por aditivos que se le ponen a los plásticos , ya que todavía no hay estudios contundentes sobre los efectos que tiene el ingerir plásticos en seres humanos.
La búsqueda de nuevos horizontes
Hasta la actualidad se han fabricado unos 8,3 mil millones de toneladas de plástico desde que su producción empezase sobre 1950. La mayor parte de los envases plásticos no se reciclaron y fueron a vertedero (787.059 tn) o se incineraron (172.293 tn), esto supone un 63%. Si a esto se suman los envases exportados (282.560 tn), de los que no existe plena garantía de que se reciclen, como ha comprobado Greenpeace en vertederos de Malasia, el porcentaje sube a más del 80%.
Por esta razón, en el marco de los Estados Miembros, la Directiva aprobada en 2019 no se limita a regular la cuestión de los plásticos de un solo uso, sino que tiene como finalidad limitar la contaminación por plásticos y hacer partícipe al fabricante de la responsabilidad de producir de forma más sostenible. Esta directiva, invita a los Estados miembros a recuperar el 90% de las botellas de plástico en 2029. En 2025 el 25% del plástico de las botellas deberá ser reciclado y el 30% en 2030.
Se refuerza el principio de «quien contamina paga», en particular para el tabaco, al introducir una responsabilidad ampliada para los productores. También tendrán más responsabilidad los fabricantes de aparejos de pesca, que tendrán que asumir el coste de la recogida de redes perdidas en el mar. Los fabricantes estarán obligados y además incluirán en el etiquetado advertencias sobre el impacto medioambiental de los cigarros con filtros de plástico, las tazas desechables, las toallitas húmedas y las compresas higiénicas. Los distintos Estados miembros deben desarrollar normativas locales donde se recojan estas restricciones.
Reflejo en la legislación española
Ahora bien, ¿cómo hacer que todas estas medidas sean aplicadas a nivel estatal?
En primer lugar, se ha puesto en marcha el Proyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados (18 de mayo de 2021), que, a su vez, actúa en línea con la Estrategia Española de Economía Circular (España Circular 2030), normativa que persigue instaurar medidas que protejan el medioambiente y la salud humana, reducir el impacto global del uso de los recursos e impulsen una economía baja en carbono en España, que aspira a ser un país neutro en emisiones en 2050.
Las medidas aprobadas a nivel estatal incluyen: «Entre los productos de plástico de un solo uso sujetos a reducción están los vasos para bebidas, incluidos sus tapas y tapones, y los recipientes alimentarios destinados al consumo inmediato, cuya comercialización ha de reducirse un 50% en 2026 con respecto a 2022 y un 70% para 2030 con respecto al mismo año ».
Los objetivos de acción de esta legislación incluyen, además: «Prevención en la generación de residuos , separación y reciclado, preferencia por el agua no envasada, instrumentos económicos e incentivos, responsabilidad ampliada del productor y suelos contaminados».
Los productos directamente afectados por estas medidas son: bolsas, pajitas, unicel, vajillas de plástico (platos y cubiertos), bastoncillos de algodón, agitadores de bebidas, palitos de globos , vasos, recipientes para alimentos y bebidas de poliestireno expandido y todos los productos fabricados con plástico oxodegradable. En cuanto a las botellas de plástico , el texto establece objetivos de separación separada en dos horizontes temporales: en 2025 se deben recoger separadamente el 77% en peso respecto al introducido en el mercado y aumentará al 90% en 2029.
Regeneración de los hábitos de consumo
Las empresas envasadoras, distribuidoras y grandes superficies tienen la obligación legal de recuperar y reciclar el 100% de los envases vendidos. Sin embargo, en España sólo se recupera el 25’4% de los envases, no es posible reciclar el plástico al 100%, puesto que muchos materiales tras un uso son inservibles debido a la toxicidad que pueden traspasar al alimento.
Además de esto, se ha de tener en cuenta que el 80% de nuestras basuras se recogen mezcladas, por lo que resulta imposible reciclar y reutilizar ningún tipo de residuo de forma posterior, resultante que no sólo lleva a una mayor contaminación sino también a un aumento del gasto presupuestario de ayuntamientos y gobiernos estatales; pues el sistema de recogida de basuras funciona como empresa de arrendamientos de contenedores, por cada contenedor que se lleva completo, si este es reciclable al 100% devuelve parte del dinero desembolsado en un principio por el contenedor a las autoridades de la localidad donde esté situado , lo que repercute directamente en el mantenimiento, reducción o subida de los impuestos.
Sin duda, el problema más importante que existe en la actualidad con respecto a la conservación y regeneración del medioambiente es la gran cantidad de desechos que puede llegar a producir una sociedad y por ende, la falta de gestión de los mismos. Lo que termina derivando en una contaminación masiva de zonas clave que cada vez son más numerosas en nuestro país y en los países del Tercer Mundo donde se realiza una gran deslocalización de estos.
Para subsanar esta producción de contaminantes no sólo por los residuos finales sino los procesos de producción y distribución de dichos plásticos , en el ámbito del comercio se ha recuperado la esencia de la compra mano a mano, viendo y eligiendo productos y cantidades. Es en este punto donde entran en juego los valores que sostienen las tiendas a granel , donde todo está pensado y creado para un uso mínimo de recursos. Aunque el punto a favor más fuerte de este tipo de comercio es la reducción de residuos posteriores a la compra, tanto por parte de los comerciantes a los distribuidores, como desde la perspectiva de los consumidores finales a dichas tiendas.
Las tiendas a granel compran en grandes cantidades y esto permite reducir la huella de carbono. El hecho de comprar en grandes sacos implica menor peso y mayor cantidad, lo que se traduce en la necesidad de menor transporte y como consecuencia de menor contaminación, pues se calcula que alrededor del 39,9% del plástico que se genera en el mundo va destinado a la fabricación de envases. A todo esto, se suma que, como cliente, puedes comprar sólo lo que necesitas evitando así el desperdicio alimentario.
Es un hecho que, en los últimos años, este tipo de negocios han crecido no sólo en número sino también en variedad en cuanto a la oferta de productos, ya en 2019 la Península contaba con 230 tiendas de compra a granel . Lo que hace que cada día más personas pueden satisfacer todas sus necesidades alimentarias en estos establecimientos. Aunque, no cabe duda de que otro dato que salta a la vista es que en España el 65% de los consumidores realiza la compra en supermercados o grandes superficies, mostrándose así la doble cara de la moneda.
Comercios a granel ¿Nueva sostenibilidad?
Cabe destacar, en relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que se plantearon al mismo tiempo que las medidas legislativas que hoy se discuten a nivel europeo.
Parte del duodécimo objetivo aboga por «Garantizar modalidades de consumo y producción sostenible». Es decir, «el consumo y la producción sostenible consiste en fomentar el uso eficiente de los recursos y la energía, la construcción de infraestructuras que no dañen el medioambiente , la mejora del acceso a los servicios básicos y la creación de empleos ecológicos, justamente remunerados y con buenas condiciones laborales ».
Pero una de las partes más importantes, detrás de todas estas leyes y planteamientos teóricos quizá sea preguntarse ¿Cómo afecta esto a los comerciantes y sobre todo a los consumidores de forma directa?
Es aquí donde entre el carácter activo de la sociedad, pues no sólo hablamos de concienciar sobre una reducción de consumo y de producción de residuos, sino que lo que en estos planes se está planteando de forma indirecta, es una reorganización del consumo a nivel social pues TODO ESTO Supone nuevas, Medidas, Gastos, Hábitos, etc. en definitiva, Aprender de Nuevo ONU Consumo y Esta vez con Mas Objetivos Finales en mente Que satisfacer de forma ansiosa Nuestras Necesidades.
Tanto es a este nivel la discusión que el consumidor da y quita poder a las marcas a través de sus decisiones en el carrito de la compra, de ahí el surgimiento de las políticas de greenwashing o las transformaciones en logotipos y envases de muchas de ellas cabría preguntarse entonces: ¿Forma parte de un juego de marketing o es responsabilidad social?
Por esta razón y en el marco de estos planteamientos surgen agrupaciones como el movimiento #BreakFreeFromPlastic formado por más de 1100 organizaciones, cuyo objetivo es fomentar que los ciudadanos y ciudadanas del mundo contribuyan a « Un Millón de Acciones Contra el Plástico »: dichas actuaciones presionaran a las corporaciones, fabricantes, distribuidores, restaurantes, supermercados y otras empresas a reducir su dependencia de los plásticos de un solo uso.
A lo que se quiere llegar con esta medida, y con todas las decisiones y legislaciones expuestas, es que la población entre en estado de consciencia a la hora de elegir qué consumir , dónde y de qué forma lo consume . Ya no es sólo comer, son decisiones que como cualquier otra, marcan presente y futuro de generaciones enteras.
La lucha contra el plástico: una tarea pendiente disponible en Shorthand
Muy interesante! Mis felicitaciones
Me ha encantado el video, la edición y el tono de voz que se utiliza en él, enhorabuena chicos!!!!