Cruelty Free: reivindicando la lucha animal
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Un producto de belleza naturalmente libre
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La industria cosmética testada, en el punto de mira
Diversos fabricantes de productos cosméticos someten sus productos a pruebas y experimentos dolorosos, sobre todo mediante la vivisección. Este experimento se basa en la disección de un animal, ya sea cortarlo en canal o rajarlo mientras está vivo. Su iniciador, François Magendie era un vivisector que impartía clases y rajaba en canal a cachorros de perro vivos a sus alumnos de medicina. A pesar de haber tenido fama de sádico, descubrió que los nervios anteriores de la médula espinal son motores, mientras que los posteriores son sensoriales.
Hoy en día, la causa está tan demandada en la actualidad que la campaña animal contra el testeo animal, Human Society International, publicó una pieza audiovisual animada para concienciar a la sociedad a través de las redes sociales de lo que pasan los animales de laboratorio a la hora de experimentar con ellos con fines principalmente cosméticos. Su director piensa que las pruebas estéticas en animales son una práctica asquerosa y arcaica
«Mi nombre es Ralph, soy un conejo, como puedes ver. Estoy ciego en mi ojo derecho y por esta oreja no escucho nada». Con estas palabras empieza el protagonista del cortometraje Save Ralph. A lo largo de la pieza, el conejo relata su rutina junto las vejaciones físicas a las que está sometido diariamente mientras se le puede ver en diferentes lugares de lo que sería su casa. Luego de comprobar presentado, muestra a las cámaras lo que es un día normal para él. Mientras lo explica, refleja dolor en sus dientes cuando los cepilla, cuando se ve interrumpido por una mano humana, momento en el que le meten en el laboratorio para empezar su vivisección. El cortometraje logró conmover una parte de los usuarios de las redes, condenando que aún los animales sean maltratados por compañías de productos de belleza.
La pieza se publicó a raíz de la denuncia de la ONG Cruelty Free International contra el laboratorio “Vivotecnia” por maltrato animal. Todo para realizar pruebas de toxicidad para la industria cosmética , química, agroquímica, biocidas y productos sanitarios. Golpes, movimientos bruscos y desprecios; este el trato hacia los animales . La organización violentaba a perros, monos, ratones y cerdos, según un video publicado por “The Guardian” y entonces, la actividad fue suspendida, pues la fiscalía abrió diligencias contra la empresa.
Unas pruebas peculiares
Sara, estudiante de farmacia, aseguró que para comprobar que el fármaco cosmético no produce el efecto adverso de mareos, los ratones son lanzados al aire siete veces consecutivas, si llegan vivos al último lanzamiento a la mitad del experimento no quedan desorientados, el efecto secundario queda descartado del medicamento.
Asimismo, comentó que perros y monos son sometidos a gases venenosos, enfermedades causadas por la descomprensión, heridas por explosiones, quemaduras y radiación, para probar las nuevas armas y las ya existentes, así como técnicas quirúrgicas. Con las pruebas de toxicidad, obligan a los animales a ingerir sustancias toxicas, incluidos productos no comestibles como el carmín de labios y el papel.
Algo que viene de mucho antes
Para conocer los comienzos de la experimentación animal, hay que remontarse a la época de Claude Bernard, precursor de la medicina experimental. Los perros que estaban abandonados en las calles eran dos a su laboratorio donde estaban ahí en algún momento a experimentos que suponen un sufrimiento al animal, pues se trataba de vivisecciones sin ningún tipo de anestesia. Llegaba a tal extremo su crueldad hacia los animales que llegó a viviseccionar al perro de su hija, y esto es algo que jamás se lo perdonaron ni su mujer ni sus hijas, ya que ellas no estaban conformes con la actitud de Bernard hacia los animales. En 1869 su mujer se separó de él y sus hijas decidieron donar dinero a asociaciones antiviviseccionistas.
El científico no estaba de acuerdo con la teoría evolucionista de Darwin, enfocado en la biología, sin ningún tipo de tortura hacia los animales. Por otra parte, es de especial mención el avance que hizo Claude en la fisiología: estudió la acción de los venenos. Demostró que el veneno curare paraliza los músculos para impedir que les lleguen los impulsos nerviosos. A partir de este descubrimiento, continúa con el estudio experimental de la digestión mediante la creación de tubos que conectaban diferentes partes del aparato digestivo de los perros con el exterior.
El vivisector demostró que el estómago no es el punto más importante de la digestión. Introdujo comida directamente al inicio del intestino delgado, donde recibió los jugos del páncreas, mostrando que la mayor parte de la digestión delgado tenía lugar en el intestino y que el páncreas tiene un papel importante en la digestión. Bernard también exhibió la idea de homeostasis, asegurando que la temperatura interna es regulada por la dilatación de los vasos sanguíneos.
Aunque Darwin no estaba de acuerdo con el pensamiento que tenía Bernard hacia los animales, sí que apoyaba su conocimiento fisiológico. Bernard Rollin, aseguró que experimentar con animales, hace más importante el conocimiento obtenido que la propia vida del animal afectado. «Hay que guardarse de causar daño considerable a individuos para favorecer al grupo. Hay que tratar a cada animal de experimentación como un objeto de consideración moral», argumentaba el filósofo.
En las primeras décadas del siglo XX, el conductismo introdujo a varios investigadores a pensar que los animales no son animales; ni sufran ni emociones, por lo que podrían realizar experimentos dolorosos. Con el paso del tiempo, este pensamiento cambió y los científicos se han ido concienciando con que es un argumento erróneo.
En 1959, los biólogos William Russell y Rex Burch anunciaron un gran avance en la experimentación animal: la regla de ‘las tres R’: reemplazar los animales vivos por métodos de cultivo in vitro, entre otros; reducir el número de experimentos y refinar los experimentos para reducir el sufrimiento de los animales. Incluso en 1996, Gerald Gebhart aseguró que el sentimiento de dolor es el mismo en todos los vertebrados, afirmó: «si te duele a ti, probablemente también le duele al animal».
La Unión Europea, ¿libre de experimentación animal?
«Ningún cosmético testado en animales o con ingredientes testados en ellos se puede poner en el mercado en Europa», anuncia la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa). Desde 2013, la Unión Europea prohíbe que los cosméticos sean testados en animales, ni siquiera productos que se testen en China y luego venderlos en Europa. Todo lo que atañe a la formulación, fabricación, ensayo y distribución de productos cosméticos está recogido en el Reglamento (CE) Nº 1223/2009 del Parlamento Europeo y del Consejo del 30 de 2009 sobre productos cosméticos.
El capítulo V trata sobre la experimentación animal y prohíbe la introducción en el mercado de productos cosméticos cuya formulación final haya sido objeto de ensayos en animales y la introducción en el mercado de productos cosméticos que contengan ingredientes o combinaciones de ingredientes que hayan sido objeto de ensayos en animales. También prohíbe la realización de ensayos en animales de productos cosméticos acabados la realización de ensayos en animales con ingredientes.
Algo que destacar es que los países asiáticos, entre ellos China, todavía no están exentos de la experimentación de cosméticos en animales, por lo que nos encontramos con una gran cuestión: China y la dificultad de las empresas en decirle “no» a su mercado de más de 50.000 millones de euros.
Hasta 2015, China obligaba a experimentar los cosméticos en animales para ver si eran efectivos, pero esta norma dejó de estar vigente si cumplía dos requisitos: que los productos no fueron importados ni tuvieran un uso especial como tintes.
Marcas de cosméticos como Fenty Beauty, de la cantante Rihanna, se autoproclamó ‘Cruelty free’ y llegó a China: «Nunca probamos productos o ingredientes en animales, ni permitimos que proveedores o afiliados realicen pruebas en nuestro nombre», alega la compañía en sus Preguntas frecuentes. En este caso, se vale de un operador transfronterizo para evitar el abuso animal.
A nivel mundial, los consumidores prefieren unos cosméticos sin crueldad, sin maltrato animal. En octubre de 2018, The Body Shop y Cruelty Free International llevó a la ONU la asombrosa cifra de 8,3 millones de esas voces de más de 60 países para pedir el fin del experimento de cosméticos en animales. «Hasta que acabemos con el uso de las pruebas con animales en cosméticos en todas partes y para siempre, el movimiento de cosméticos sin crueldad continuará».
«En la actualidad, China está tratando de cambiar las leyes para que empresas no tengan que testar obligatoriamente sus productos en animales, pero dicho proceso es lento y complejo y actualmente solo se pueden vender productos cosméticos libres de crueldad animal en Hong Kong y Taiwán. También hay otra excepción y son las marcas de cosméticos que venden sus productos online al particular, lo que sería al por menor », según dijo la revista Cruelty free press. Pero actualmente, muchos de los productos que reciben en España y en el resto de la Unión Europea son provenientes de China.
Entonces, ¿es posible que las empresas fabriquen sus cosméticos en dicho país asiático para después venderlos en el resto de los países sin tener que haberlos testado en animales y, por lo tanto, ser Cruelty free?
La respuesta es que sí, mientras no se venda esos productos en China y vayan dirigidos a otros países. Esto se debe a un vacío legal que hay en las leyes del país asiático, en el que los productos vendidos dentro de sus fronteras sí que tienen que estar testados en animales para cumplir esa normativa, pero los productos fabricados en China que se vayan a vender fuera de sus fronteras no tienen que cumplir esa ley.
Por lo tanto, hay empresas que dicen ser Cruelty free, pero venden sus productos en China, entonces si que han testado sus productos en animales porque la ley obliga a hacerlo, solo que aseguran que la propia empresa no ha sido la que ha probado sus productos en animales, sino que ha sido el propio gobierno chino el que lo ha hecho.
Pero realmente, las empresas que venden en China conocen la normativa que existe con los cosméticos en ese país, por lo que se podrían considerar igual de culpables que el mismo gobierno chino y no se puede decir que están libres de crueldad.
¿Hay algún listado en el que podamos conocer resultados son las marcas que son libres de crueldad al 100%?
Si, la lista de PETA ( Personas por el Trato Ético de los Animales ) que en español significa: personas por el trato ético de los Animales). Es un listado completo con las marcas que son Cruelty free al 100%. Además, es fiable, ya que hacen exhaustivos procesos de investigación y análisis a las empresas para comprobar que están libres de crueldad animal y pueden estar en la lista.
Esta lista está en constante actualización, ya que se van produciendo cambios en la política de las empresas y hay empresas que entran en la lista y empresas que salen y también se van produciendo las investigaciones a las empresas.
Es una lista a la que cualquiera puede acceder en Internet a través de: https://crueltyfree.peta.org/
Por consiguiente, el testado de cosméticos en animales les produce un gran perjuicio estos y está mal visto por la sociedad de hoy en día, por lo que las empresas tendrían que evitar con más asiduidad las prácticas de pruebas con animales para que las marcas, además de no quedarse atrás en cuanto a imagen y mala publicidad, puede avanzar en un buen trato a estos seres y no tienen que perjudicar ni hacer daño.
También, según la revista Cruelty free press, el Gobierno chino debería ir mejorando las leyes para tratar mejor a los animales y no obligar a las empresas que venden en dicho país a testar los productos en animales, ya que no olvidemos que China es una de las grandes potencias de comercio del mundo, por lo que las grandes empresas prefieren tener allí tiendas y vender sus productos, aunque la ley obliga a testar en animales para tener ganancias mayores.
Alberto Díaz, Director Nacional de la Asociación para la Defensa de los animales, cree que los nuevos métodos alternativos a la vivisección comienzan como métodos de reducción o de refinamiento, es decir, en los que se emplean menos animales (reducción) o provocan menos dolor en los animales (refinamiento).
Como se ha comentado anteriormente, es el principio de las 3R: reducción, refinamiento y al reemplazo final, que tienen que regir la gestión de los métodos alternativos. Pero para empezar con la r más simple que es la de reducción se necesita inversión que es lo que no estamos viendo que se esté dando ahora.
Muy interesante
Interesante,la crueldad no puede ser bien recibida en ningún ámbito. Muy buen artículo
FANTASTICO!!!
Estupendo!!!
Buen trabajo. Me ha parecido muy interesante.
Me gustó mucho el artículo, tenemos q ser más conscientes de que productos compramos y el daño que les hacemos a los animales
Muy buen artículo, no al maltrato
Un artículo Interesante,para saber el daño que se le hacen a ciertos animales.
Muy bien el artículo hay q ser conscientes de lo q comparmos
Muy interesante…
Me encanta el artículo .Me a hecho pensar y saber cosas que desconocía.
Muy interesante el artículo, nos hace concienziarnos del maltrato que hacen a los animales.
Muy interesante!!!
No puedo estar más de acuerdo, estupendo artículo y esperemos que llegue a mucha gente. Mis felicitaciones ¡¡¡
Muy buen artículo. No al maltrato animal
Si los pobres bichitos se pudieran defender,les dirîan que os echarais las gotas en los huevos.
Si los pobres bichitos se pudieran defender,les dirìan que porque no se echan las gotas ellos, para ver si funcionan