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Una carrera contra el hambre

 

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                                                                     Enrique Marchán posa ante la cámara / Por David Vargues

  • Los bancos de alimentos trabajan para solventar las carencias 

  • La necesidad de unión entre los necesitados y pudientes es un hecho

 

En 1967 nacieron en Estados Unidos, en Phoenix (Arizona) los bancos de alimentos . El motivo de su nacimiento fue claro: tras un riguroso estudio, comprobaron que diariamente se desperdician alimentos que se encontraban en buenas condiciones. Eso se debe por motivos de excedente en la producción, porque su fecha de caducidad estaba próxima o por un mal envasado .

Es por ello, por lo que los bancos de alimentos son entidades sin ánimo de lucro que trabajan día a día para combatir el hambre, la pobreza y el desperdicio de alimentos a través de su aprovechamiento y reparto entre las personas más necesitadas.

El pasado 19 de noviembre se puso en marcha la Gran Recogida anual de Alimentos, actividad que supone la captación de alimentos básicos en establecimientos como supermercados y mercados donde los clientes son los que deciden si quieren donar o no tras su visita a esas instalaciones.

 

RENOVARSE O MORIR

La crisis del coronavirus d el pasado 2020 supuso un cambio en el método de recogida. El proceso se ha modernizado y ahora es el cliente en caja quien aporta esa donación económica. Para comprobarlo, el equipo de variación xxi ha tenido el placer de hablar con miembros y voluntarios de los diferentes establecimientos y supermercados que han decidido apoyar la Gran Acogida.

En primer lugar, hemos tenido la oportunidad de hablar con Eduardo Jiménez, dependiente de un supermercado de Madrid, que en primera persona ha visto cómo la sociedad se ha implicado en la solidaridad, y admite que «la gente está participando bastante pese a que no es la recogida habitual ». Además, este trabajador de la compañía Supercor ha señalado que «la gente se ha involucrado más este año respecto a campañas anteriores».

En segundo lugar, contamos con Fernando Fraile , estudiante de Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y actual voluntario de la Gran Recogida. Que nos explica que debido a una mayor demanda por motivos epidemiológicos y sanitarios, este año es el segundo que se implementan los bonos solidarios para que la aportación sea monetaria y no alimentaria, como se venía haciendo años atrás.

Esto supone una seguridad en el tema sanitario, porque se evita la manipulación de los alimentos, eludiendo el contacto con diferentes multitudes y posibles contagios.

 

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David Vargues, de Variación XXI, voluntario / Por Enrique Marchán

 

En tercer lugar, Enrique Marchán es otro de los jóvenes que se suman al voluntariado para paliar dicha crisis. Por su parte, su labor en el supermercado del Corte Inglés es igual a los demás. Marchán invita a los jóvenes y no tan jóvenes a colaborar porque como bien afirma «con el papel del voluntario se visibiliza mucho el Banco de Alimentos». Y es que su labor es esencial para la captación de personas, porque como bien hemos estado comentando anteriormente, son aquellos en los que residen el poder ayudar a resolver la situación de precariedad alimentaria .

 

 

Con cada paso que dábamos, el concepto sobre la Gran Recogida estaba claro. Unión y futuro eran términos que se fusionan. La idea de ayudar al prójimo es algo que viene implícito en cada uno de nosotros y hemos podido comprobar que una pandemia no ha sido motivo suficiente para que dicha actividad cese.

Así nos lo contaba Gemma Candela , miembro de la fundación Banco de Alimentos de Madrid, donde pone su foco en la importancia de donar. Tras explicarnos un poco su funcionamiento, el cual queda muy bien recogido en el vídeo que mostramos a continuación, donde explica que las donaciones viene por parte de empresas, supermercados, productores y particulares entre otros y afirma que «toda ayuda suma»

Tras la pandemia, las solicitudes de ayuda alimentaria ascendieron y con ello y la imposibilidad de asegurar alimentos, decidieron apostar por el método del bono. Es una forma de donación que consiste en realizar una aportación monetaria una vez realices el pago de tu compra en el supermercado.

 

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Voluntaria atiende al equipo de Variación XXI / Por David Vargues

 

Con esta nueva implantación lo que consiguen es una comida no perecedera y variada, puesto que como bien indica Gemma, hay alimentos como el aceite, que debido a su coste no se suele donar. Así mismo, con el bono consiguen un número fijo de dinero con el que, durante todo un año, pueden realizar compras. Con esto, las ventajas encontradas son visibles, puesto que evitan encontrarse con excedentes como pueden ser de legumbres, dado que se trata de un alimento cuya donación es mayor.

Los principales colaboradores del Banco de Alimentos son empresas tanto nacionales como internacionales con alto poder económico, es el caso de Allianz Partners, Bankia, BMW España, Carrefour, Google, Mediaset España, Salesforce… Otro punto importante por donde llegan donaciones es gracias al importe económico de manera anónima que realizan ciudadanos de a pie.

Según datos de esta asociación, en La Gran Recogida del año 2020 hubo un total de 31 millones de kilogramos recogidos, que llegó a más de 1.5 millones de personas. España es el país más sólido en este tema, y ​​así lo muestran las estadísticas, cada habitante de nuestro país dona menos de medio kilo de comida por estas fechas, concretamente 0,45 KG / habitante el segundo país es Portugal con 0, 20 KG / habitante, le sigue Francia CON 0,16 kg / habitante y por último está italia con 0,14 KG / habitante.

 

 

LA UNIÓN HACE LA FUERZA

Pero el hambre no sólo llama a la puerta en navidades, sino que para muchas familias es una guerra que tienen que batallar cada día para salir adelante. Por ello hay numerosas asociaciones sin ánimo de lucro en España que se encargan de cubrir todas esas necesidades para esas personas que no tienen suficientes recursos.

Una de las asociaciones con las que hemos tenido el placer de hablar en “ Nazaret ”. Se trata de una entidad que se encuentra en el barrio madrileño de San Blas, y tiene como objetivo “mejorar la calidad de vida de sus familias y menores”. Fue fundada por el Padre Lorenzo Almellones y Teresa Rosingana en el año 1977, pero el motor de esta asociación hoy en día es la colaboración de un grupo de voluntarias que se encargan de ayudar con alimentos a los más humildes y de realizar una labor educativa a los niños que se están en etapa escolar.

Esta asociación gira en torno a la idea y valores del cristianismo . Teresa, la principal protagonista de esta asociación que falleció recientemente, implantó la idea de help al samaritano y solidarizarse con los más necesitados a través de la caridad.

Los principales colaboradores económicos de esta asociación son empresas o centros del barrio que aportan una ayuda para comprar los productos alimenticios que llegarán a los vecinos de San Blas. Según admite Yolanda Montesinos , encargada de organización y comunicación de Nazaret, “sin la ayuda de empresas y voluntarios mucha gente se quedaría sin comer mensualmente y muchos niños tendrían problemas tanto de salud como educativos”.

Esta ayuda otorgada por parte de esta asociación madrileña llega a unas 3.000 familias del barrio. Según Montesinos, la pandemia no ha agravado aún más la economía de la gente que necesita esta ayuda, lo que verdaderamente supuso un duro golpe fue la crisis del año 2008, que aumentó la lista de 1.700 familias a 3.000.

 

 

Los hechos son claros: contar con organizaciones sin ánimo de lucro es todo lo que necesita la sociedad para prosperar. Su labor es esencial: hacer llegar productos de alimentación básicos a aquellas personas que más lo necesitan. Porque con un poco que aportemos, es una familia nutrida, pero sobre todo una vida salvada. A veces es necesario arrimar un poco el hombro y unir fuerzas, porque si no nos ayudamos nosotros, ¿quién lo hará?

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