Sacrificio en la sombra
Alumnos del conservatorio profesional en una gala del centro / Variación XXI
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En España solo hay una Compañía Nacional de Danza, mientras que en otros países europeos, cuentan con varias a nivel nacional.
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Por comunidad autónoma hay 3 conservatorios de danza, no hay una equidad entre el número de alumnos y el número de compañías.
El ballet sigue siendo una danza tan disciplinada como en sus orígenes, en España miles de jóvenes intentan día a día luchar por hacerse un hueco en este mundo. La formación se imparte en los conservatorios profesionales de nuestro país o bien, les enseñan desde las mejores academias para optar a ser un bailarín profesional. Pero actualmente la situación para todos estos artistas ha ido deteriorándose, muchos de ellos no ven un futuro prometedor en sus carreras por culpa de la poca repercusión del ballet en España. La tradicional estructura de los conservatorios, un plan de estudios muy básico y las poca inversión económica, no incentivan a que los bailarines quieran emprender un nuevo camino en compañías de ballet españolas.
En Variación XXI hemos querido dar voz a cinco perfiles ligados al ballet, que nos mostrarán su actual visión de este arte y cómo afrontan el futuro desde sus historias más personales. Cada uno ha construido su camino en el ballet desde las diferentes oportunidades que han encontrado, pero todos tienen una cosa en común, el amor por este arte.
Cristina Casa
«La danza es la mejor manera de comunicarme y de expresarme como persona»
Cristina Casa ensayando una variación para la CND / Culture.mag
Cristina Casa es la bailarina principal de la Compañía Nacional de Danza, pero antes de conseguir su sueño, tuvo que luchar mucho por ello. Comenzó en el mundo del ballet con tan sólo cinco años, y actualmente, con 38, se sigue dedicando a ello de forma profesional. «Todo comenzó de manera muy espontánea cuando vi a unas cuantas niñas bailar a través de un escaparate, entonces, fue cuando le dije a mi madre: mamá, yo quiero bailar».
Desde aquel momento, Cristina trabajó su cuerpo durante más de quince años en distintas escuelas, siendo la academia de danza clásica de África Guzmán la que le acercó a una técnica casi perfecta y le permitió dar el salto hacia una de las entidades más importantes del mundo de la danza, el American Ballet Theatre, en EEUU. Su talento y perseverancia hicieron de Cristina una bailarina disciplinada y trabajadora, tanto, que recibió una beca para estudiar en el London Studio Center, todo gracias a una actuación individual que le hizo ganar el concurso Nacional de Danza de Castellón. Es en este momento, tras dedicar parte de su vida y tiempo a mejorar como profesional del ballet, cuando se da cuenta de que para vivir de la danza, hay que salir de España.
Actualmente solo existe una institución en nuestro país que se dedique a formar bailarines con experiencia y a difundir el repertorio cultural que este arte engloba: la Compañía Nacional de Danza, uno de los principales factores que contribuye a “empujar” a los jóvenes a completar su formación en el extranjero. La bailarina principal de la CND respalda que, con una sola compañía, no pueden dar salida a toda la cantidad de buenos talentos que hay en España, y garantiza, que público hay, porque siempre lo demuestra cada vez que van a ver un ballet.
«Un trabajo infravalorado»
Pies de bailarina tras horas de entrenamiento / Variación XXI
El ballet, para todos los que practican esta profesión, se considera un deporte de élite, ya no sólo por la cantidad de horas que se emplean entrenando tu cuerpo o haciendo cierto esfuerzo físico de manera constante, sino porque cuenta con todas las características de un deporte, y además, está ligado al arte y la cultura. Cristina casa sostiene: «Por supuesto que deberíamos estar federados como cualquier otro deportista de élite, porque lo somos, y, además, tiene el complemento de ser arte. Ninguna de las personas que ostenta la responsabilidad de legislar la danza sabe realmente el gran trabajo que supone cada día el agarrarse a una barra, desarrollar esos movimientos, esa disciplina, ese arte. Salir al centro, estar cuatro o cinco horas haciendo un ballet, etc. Entonces, hasta que nadie se tome la molestia de meterse dentro, con nosotras, una semana, a ver el trabajo de élite (porque es de élite) seguiremos así.»
Adrián Martínez
«Daría más importancia a nuestro trabajo, porque realizamos el mismo esfuerzo que
cualquier otra disciplina»
Adrián en la escuela de ballet y danza española, África Guzmán / Variación XXI
Adrián Martínez, un joven bailarín de 21 años que se fue de su ciudad natal con tan solo trece para poder complementar su formación profesional. Su camino en el mundo del baile se inició en el Conservatorio Elemental de Música y Danza de Albacete, centro en el que cursó cuatro años de enseñanzas básicas hasta entrar en el Conservatorio Profesional, donde realizó seis años la especialidad de danza clásica. Con estos estudios, los bailarines reciben un título que acredita el grado de disciplina cursada como Técnico de las Enseñanzas profesionales de Danza, garantizando una sólida formación enfocada a la pedagogía del ballet con la que pueden impartir clases como profesores en escuelas y academias. Después de terminar el grado profesional, los estudiantes deciden seguir formándose en escuelas o acceder al Conservatorio Superior de Danza, donde se preparan durante cuatro años para dar clases en instituciones superiores.
Decidido a continuar con su formación en el mundo del ballet, Adrián tuvo que cambiar de ciudad una vez más para entrenar en la academia de Víctor Ullate, en Madrid, donde fue becado por el director y coreógrafo español de manera completa. En esta escuela aprendió nuevas técnicas durante poco menos de un año, ya que su idea de continuar bailando con uno de los profesores de danza más importantes del país se vio obligada a cambiar por el cierre de la misma, debido a la falta de presupuesto del que disponía.
“Los bailarines lo tenemos realmente difícil por una simple razón, aquí en España, no hay oportunidad de trabajo”.
Clase de ballet en la Escuela de Víctor Ullate / Madridpress.com
Una semana antes de que Ullate echase el cierre, les aconsejó a los bailarines de su escuela que buscasen otras academias para seguir practicando, y eso mismo hizo Adrián, actual alumno de la escuela de ballet África Guzmán, en Madrid, en la que ensaya más de seis horas al día, sin contar la preparación extra en los gimnasios y otras clases. El trabajo que día a día realizan estos profesionales ha hecho reflexionar a los conservatorios y a las direcciones de importantes compañías de danza sobre la federación de estos bailarines, ya que se trata de una disciplina artística vinculada directamente con el cuerpo, basada en un entrenamiento de élite, fuerza y preparación muscular, técnica y colocación, y, sobre todo, pasión.
Paola Pina
«En mi vida siempre estará el ballet porque soy la persona que soy por ello»
Paola en una sesión de fotos de estudio/ Variación XXI
Paola Pina, bailarina profesional de 23 años, ensaya en la escuela de ballet de Carmina Ocaña y Pablo Saboye. Fue en el Conservatorio Profesional de Danza de Albacete donde entrenó y decidió seguir el camino de la danza clásica, dando sus primeros pasos como aprendiz en la academia Gema Sánchez, situada en su pueblo natal: Torrijos (Toledo).
En un principio, su madre no tenía mucha esperanza en que la danza fuera una buena disciplina para su hija, como ella misma comenta: «siempre ha dicho que era una niña un poco bruta, jamás le ha gustado y veía una buena opción apuntarme a ballet». Durante el primer año en la academia fue su madre la que insistió en que hiciera el esfuerzo de adentrarse en este mundo. A partir del segundo año fue ella la que le dijo que quería seguir bailando para llegar a convertirse en bailarina profesional. Para Paola la danza no solo te forma como bailarina, también lo hace como persona, los sacrificios que implican los entrenamientos diarios aportan una disciplina que puede aplicarse a cualquier ámbito de la vida.
Paola recibiendo una clase de ballet / Variación XXI
El primer año de conservatorio fue duro para ella pues entró directamente al segundo curso debido a que era un año mayor que los bailarines de primer año. Por ello el primer día marcó mucho el devenir de su carrera como ella misma cuenta: «Fui con un poco de miedo, fui nerviosa, pero todo fue genial. Todas mis compañeras eran más pequeñas que yo, y agradezco muchísimo el haberlas conocido». Su paso por el conservatorio no fue ni muchos menos sencillo, como en todas las disciplinas siempre encontramos altibajos en el camino. Sin embargo, Paola supo apoyarse en las personas adecuadas para seguir hacia delante. Durante sus dos últimos años de conservatorio su profesora fue un pilar fundamental para ella, la ayudó a conocerse tanto física como mentalmente, sin dejar de lado su progreso como bailarina.
Una vez concluyó su etapa en el conservatorio no tenía claro si seguir su recorrido en la danza o centrarse en sus estudios. Finalmente sintió que debía continuar con su crecimiento como bailarina y puso rumbo a la Escuela de Carmina Ocaña y Pablo Saboye, una de las mejores academias de danza en Madrid para bailarines con nivel y proyección para entrar en alguna compañía de danza. Actualmente su prioridad en este momento es la danza clásica, con la que quiere enfocar su conocimiento hacia el mundo de la pedagogía, una profesión para volcar todo su aprendizaje.
Álvaro Galiacho
«Gracias al ballet he podido conocer de todo, hasta a mi mujer»
Álvaro Galiacho en su estudio de pilates / Variación XXI
Álvaro fue bailarín del Ballet Nacional de España a muy temprana edad, con tan solo 15 años. Para él esta fue una de las etapas más bonitas de su vida pues aún recuerda la satisfacción que sintió al ser aceptado en una compañía tan prestigiosa. Su carrera continuó en Zaragoza, en la escuela privada de María de Ávila, donde se especializó en danza clásica. Poco después de su llegada a Zaragoza, el Real Conservatorio Profesional de Danza Mariemma le ofreció impartir clases como profesor de escuela bolera.
La preparación física de los bailarines no solo gira entorno a las seis horas diarias de entrenamiento, sino que también, resulta de vital importancia incluir tanto estiramientos como otras rutinas de entrenamiento como puede ser pilates aplicado a la danza. A esto se dedica Álvaro Galiacho, director del centro de danza Orfila 3 Estudio, situado en Madrid.
Pesas para el acondicionamiento físico de los bailarines / Variación XXI
El mundo de la danza conforma un abanico muy amplio en el que Galiacho se considera un hombre con suerte por todo lo que ha podido disfrutar del ballet. Uno de los recuerdos que Álvaro guarda con mejor estima son los viajes que realizó con el Ballet Nacional de España por todo el mundo: Rusia o Japón son algunos de los destinos más exóticos que el bailarín realizó durante esta etapa. Etapa en la que también pudo conocer a su mujer, gracias al Ballet Nacional, juntos formaron “Alma ausente”, un espectáculo de danza y teatro inspirado en poemas de Federico García Lorca. Poco después decidió retirarse del mundo del ballet para dedicarse a ofrecer clases de pilates en su estudio privado de danza. En este centro se dedican a la preparación física de bailarines de élite, no solo se centran en un estilo, ayudan a bailarines de todo tipo de disciplinas de la danza. Este ejercicio de entrenamiento sirve de base y preparación para los artistas, ya que acondicionan su cuerpo para tener una mejor percepción de él a la hora de bailar, además de mejorar su condición física. Galiacho admite que, un bailarín necesita horas y horas de entrenamiento para completar su carrera artística al cien por cien, y su centro es un buen ejemplo del trabajo correcto.
Llanos Igualada
«Si tuviera que nacer otra vez, volvería a bailar»
Llanos en una sesión de fotos en exteriores / Variación XXI
María de los Llanos Igualada tiene 21 años y define la danza como una disciplina con la que ha conseguido muchos de sus objetivos de la vida y a la que ha dedicado mucho tiempo durante su infancia y adolescencia. Empezó su carrera profesional en la academia Charo de Lara de Albacete hasta que llegó el día en el que decidió tomar la decisión de cambiar el rumbo y probar con un poco de suerte en el Conservatorio Profesional de Danza. Finamente, pudo contar con esta misma oportunidad, fue una de las pocas en entrar sin haber cursado previamente el Conservatorio Elemental de Danza. En este mismo conservatorio, realizó durante seis años la especialidad de danza clásica y finalizó a los 18, una etapa que fue muy dura y que nuestra bailarina recuerda con mucha nostalgia al recordar las horas diarias que ha pasado junto sus compañeras y profesores de ballet.
Una de las cosas más importantes que recuerda, tiene que ver con el esfuerzo y el sacrificio para lograr los objetivos. Llanos aconseja que los bailarines o bailarinas que se apunten a un conservatorio no lo hagan por tener un hobbie, sino que lo hagan porque quieren bailar de verdad y dedicarse a ello en un futuro. Uno de los puntos positivos de los conservatorios, es que además de trabajar la especialidad de danza clásica, el conservatorio ofrece unos estudios complementarios como historia de la danza, origen de la danza, pedagogía, anatomía, música, etc., asignaturas teóricas que hay que aprobar para pasar de curso.
Llanos en una prueba de vestuario / Variación XXI
Al acabar sus estudios profesionales, Llanos tomó la misma decisión que Paola Pina, entrenar y formarse en la escuela de ballet de Carmina Ocaña y Pablo Saboye, en Madrid. Una de las mejores academias de danza clásica para preparar a los bailarines hacia los escenarios y las compañías de ballet. Si en algo hace hincapié, es en el esfuerzo de perseguir sus sueños y metas y sobre todo llegar hacia lo más alto aunque tenga que pasar por diversos empleos durante toda su carrera profesional.
El principal objetivo de María de Llanos Igualada es bailar y no dedicarse a la enseñanza, hacer audiciones en distintas compañías extranjeras y poder dedicarse a lo que de verdad le gusta: la danza. A día de hoy, continuará formándose en la escuela de Carmina Ocaña durante otros dos años compaginando además sus estudios y trabajo en hostelería.
Encontrando su lugar
Alumnas del conservatorio en una representación / Variación XXI
Cada uno de estos protagonistas siguen dando vida a este arte tan desvalorado para muchos. Son ellos los que se encargan de posicionarse dentro del ámbito cultural y dar voz a todos los que luchan por sacar su vida artística y personal hacia delante en este mundo de la danza. No es fácil, pero teniendo ejemplos de otras capitales europeas donde el ballet tiene el protagonismo necesario, solo hay que seguir la misma línea incentivando a los organismos y acercando este arte a todo tipo de personas. Estos cinco bailarines son un claro ejemplo del esfuerzo y el sacrificio para llegar a unos objetivos, no solo son un modelo a seguir en la danza, sino que tienen mucho que aportar a nuestra sociedad. Son jóvenes con ganas y comprometidos con sus carreras profesionales que luchan por seguir teniendo su hueco en este mundo. Ellos son la viva imagen de la generación de artistas que se está fraguando en los conservatorios y academias españolas, todos con ganas de comerse los escenarios. Solo falta prosperar en este ámbito de la cultura para que tengan más oportunidades de crecer profesionalmente y conseguir su sueño. Mientras, seguirán bailando.
Gracias por dar a conocer este tipo de información que la mayoría desconocen.
Hay que hablar y creer más en la cultura, y sobre todo, dotarla con más presupuesto para que niñas y niños puedan ejercer el baile.
Buen trabajo
Super interesante y conseguido.
La danza es un mundo desconocido para mi, este artículo me ha servido para conocer más este arte.
Estoy muy orgullosa de que se hagan reportajes o se hable de danza en cualquier medio, gracias por daré visibilidad
Bien contado, y extructurado
Es una pena q no tenga ayudas esta disciplina que me parece un deporte muy sacrificado
Realmente el ballet me parece una disciplina muy grande y muy sacrificado para lo mal valorado que está en España.No hay reconocimiento del gran trabajo que hacen los bailarines en nuestro país…..
El esfuerzo y sacrificio debe tener su recompensa.
Gran reportaje…
Lo preocupante es que tanto en esta disciplina como en tantas otras tengan que irse afuera para poder desarrollar su vocación.Una pena
Una disciplina desconocida y poco valorada en España, que requiere un sacrificio enorme,y una dedicación exclusiva,y muy pocas bailarinas ven recompensado su esfuerzo.
No conocía la situación tan precaria en España de un arte tan bonito. Espero que con reportajes ayuden con su divulgación y reconocimiento gracias
Gran reportaje! Gracias por dar a conocer una disciplina tan poco valorada.
Un reportaje muy interesante, dando voz a unos artistas que habitualmente no tienen reconocimiento por su gran trabajo.
Me parece bastante interesante este tema, me da pena que no se valore como se merece porque es una maravilla lo elegante que es. Gracias por hacer este tipo de reportaje y de contenido, es muy necesario.
Excelente reportaje, he descubierto aspectos desconocidos de esta disciplina, aplaudir el muchas veces desconocido esfuerzo físico y mental de las personas que se dedican a esto.
Buen trabajo chicas!!
Qué interesante leerlo y qué pena que no tenga más público, es una pasada lo que cuenta.
Enhorabuena!!!!
Un reportaje verdaderamente interesante, me ha encantado poder conocer esta disciplina, que he de reconocer, desconocía totalmente, muy bien explicado.
Muy interesante el reportaje. Gracias por informar sobre las dificultades que existen para formarse. Realmente es una pena siendo tan bonito y sacrificado todo…
Un reportaje verdaderamente interesante, me ha encantado poder conocer esta disciplina, que he de reconocer, desconocía totalmente, muy bien explicado.
Un reportaje muy interesante, ya era hora de dar visibilidad a esta situación. En España la danza está infravalorada y es muy necesario contar su realidad
Un reportaje muy interesante, me parece importante contar la realidad, sobre la situación q atraviesan los artistas que deciden dedicarse a la danza y el poco apoyo y reconocimiento a su esfuerzo que se encuentran en España
Woaooo, me ha encantado, todo lo que entrenan y tanto sacrificio para el apenas reconocimiento qje reciben. Necesitarían más apoyo institucional
Me parece muy interesante hablar sobre este tema porque poco a poco se está perdiendo interés en esta disciplina tan bonita, elegante y sacrificada. Se debería hablar más y darla a conocer a las nuevas generaciones para no perder una danza tan importante como puede ser el ballet.
Me parece q está poco valorado en España y q requiere muchísimo esfuerzo.
El reportaje me ha encantado…
Genial!! Sigamos Bailando…
Interesante informe sobre la difícil salida laboral de los bailarines en nuestro país.
Interesante reportaje , dando visibilidad a una disciplina artística de la que solo se suele mostrar la parte “bonita” y que es mucho más!
¿ después de leer esto no tienes ganas de acudir a un buen espectáculo de danza ? ¡ muchas gracias por dar visibilidad a este arte tan apasionante !
Muy completa la información, incluso necesaria para dar a conocer este tipo disciplinas tan importante y culturales menos, por desgracia, populares pero no menos importante. Mucho ánimo y a seguir luchando para conseguir el objetivo. “El resultado no es exigible, lo que es exigible es el esfuerzo”
Muy interesante. Los bailarines que conozco han tenido que irse fuera de España. Una pena!!! Mucho ánimo!!!
Es un tema poco tratado pero importante ya q es una de las grandes artes en nuestra cultura
Hay que hablar y creer más en la cultura, y sobre todo, dotarla con más presupuesto para que niñas y niños puedan ejercer el baile.
Es mucho sacrificio para tan poco reconocimiento. Hay que ayudar mas
Interesante informe sobre la dificil salida de los bailarines en el mercado laboral
Buen trabajo chicas!!
Sin duda una disciplina poco valorada y con condiciones de trabajo realmente precarias.
Artículo interesante. Sería muy deseable que viviéramos en un entorno en el q se reconociera el arte y el esfuerzo como se merecen.
Todas las disciplinas que requieran tanta dedicación y sacrificio deberían estar mucho más valoradas, tanto por las personas como por las instituciones, dotándolas de muchos más recursos.
Por desgracia, en España los deportes/artes minoritarios que no tienen visibilidad a nivel televisivo, es como si no existieran.
Este artículo expresa muy claramente cómo, sin el apoyo de las instituciones, las carreras de los bailarines y las bailarinas se resienten y aumentan muchísimo las dificultades para desarrollarlas puesto que no pueden dedicarse en cuerpo y alma a prepararse y formarse.
Un reportaje muy interesante, dando voz a unos artistas que habitualmente no tienen reconocimiento por su gran trabajo.
Muy buen reportaje y estructura apropiada
Me ha gustado mucho el artículo. Gran trabajo.
Qué necesarios son estos reportajes que dan voz a la rama artística de la danza y a sus malas condiciones laborales. Gran trabajo.
Magnífico documento sobre una profesión tan artesanal como artística, el ballet. Pocos se pueden ganar la vida de este trabajo tan admirable, pero es verdad que en otros países hay más ayudas y promoción. Me han gustado los diferentes testimonios y sus perspectivas de esta profesión, la danza o ballet.
Gracias por este artículo, ayuda a comcienciarnos de que no se valoran determinados deportes o profesión es, cuando en realidad nos aportan mucho a la sociedad.
¡Gracias!
Olimpia
Muy interesante y es un artículo muy rico.
Y maestra en la sombra…los montajes de Conservatorio y Great Galloping de las fotos, son míos 😉
Me alegra mucho veros tan bien. Ánimo y a por todas 😘
Muy contenta de leer este articulo.
La danza es la gran olvidada,el sacrificio y la dedicación de este arte pasa desapercibida, solo los que lo viven desde dentro pueden comprender lo dificil que es llegar a ser un bailarín/na profesional.
Y asi es, España solo cuenta con una compañia de repertorio clásico…… Los bailarines de España no tendrán mas remedio que salir fuera a audicionar y buscar trabajo. No hay compañía europea que no cuente en su elenco con un bailarín /na español porque en España se forman grandes profesionales.
Magnifico articulo!!!!!!!!!
Un reportaje muy interesante y que da a conocer el sacrificio de todo este arte, y por desgracia no todo lo valorado como debería de estar.
Ánimo chicas y chicos la perseverancia y dedicación tendrá su recompensa!!
😅😅Enhorabuena por el reportaje !! Y que cierto que una disciplina tan dura y sacrificada no sea más reconocida. Me ha encantado leer algo tan diferente
Me parece una pena el poquísimo reconocimiento que se le da al arte de la danza con todo el esfuerzo y sacrificio que requiere. Un gran reportaje!!!; espero que salga a la luz y se valore como se merece.
La danza, una disciplina nada valorada. Me encanta que se diga y se valore mas el esfuerzo de los bailarines
Excelente e interesante trabajo. 🙂
Magnifico reportaje, he descubierto aspectos desconocidos de esta disciplina, aplaudir el muchas veces desconocido esfuerzo físico y mental de las personas que se dedican a esto.
Viva el arte y ole la danza!!!
Por desgracia, en España tenemos grandes talentos, nada valorados. Gracias por dar visibilidad a esta disciplina con este trabajo.
Enhorabuena por el reportaje muy interesante!
Es una pena que una profesión como esta tan bonita que se consigue con tanto sacrificio y esfuerzo, no tenga las salidas que necesitan.
Enhorabuena Me ha gustado mucho muy bien argumentando Con claros ejemplos de bailarines que nos dedicamos en cuerpo y alma a la danza se necesita más compańias para que haya futuro en nuestro país a tantos jóvenes talentos..)! no se nos olvide que los mejores bailarines del mundo son Españoles como Tamara rojo ,, , directora del Englush National al ballet Angel Corella American ballet etccc
Se debería apostar más por la cultura, gracias por acercarnos vuestra realidad
muy interesante laura
Un artículo muy interesante que por desgracia cuenta la absoluta realidad que vivimos los bailarines de danza clásica y española con estudios profesionales. Gracias por darnos voz y mostrar lo que sucede dentro de este arte.
Es una pena que el talento tenga que irse fuera de este país para que lo valoren. Si hubiera más cultura, habría más músicos, bailarines y artistas en general que pudieran vivir de eso.