Hay más guerras: el Estado fallido de Burkina Faso
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La crisis humanitaria de Burkina Faso se convirtió en 2022 en la crisis migratoria de mayor rapidez de crecimiento en el mundo.
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Burkina Faso encabeza la clasificación de los países con más víctimas por ataques terroristas en la actualidad
Violencia interétnica, conflictos armados , pobreza , desigualdades, inseguridad alimentaria, cambio medioambiental. Ese es el día a día de los ciudadanos en Burkina Faso , un país situado en el Sahel que cuenta con 1,4 millones de habitantes exiliados que abandonan el país en busca de una vida mejor y una oportunidad que le permita olvidar un pasado que ha Arrasado su vida y sus raíces.
La situación es cada vez más extrema en el país, el aumento de los ataques contra la población y las violaciones de los derechos humanos se han desatado en los últimos años por parte de grupos armados no estatales. La friolera de 60.000 personas ha solicitado asilo en los países vecinos, una cifra registrada desde noviembre de 2022.
Kalizeta tiene 35 años, es enfermera, decidió huir de la ciudad donde trabajaba por motivos de seguridad. Más tarde, acabaría huyendo hacia una ciudad fronteriza con Côte d´ Ivoire, finalmente acabó huyendo del país alojándose en la ciudad de Sikolo. “No podía quedarme en Uagadugú (capital de Burkina Faso) allí no tenía a nadie”.
Miseria y hambre
Los países del Sahel si por algo destacan es por sus niveles deextrema pobreza . Si a esto se le suma la llegada de refugiados que vienen huyendo de sus países encontrando la situación en los vecinos, que probablemente se encuentren igual, la situación y los recursos en el país afectado se vuelven insostenibles, reflejándose así una calidad de vida incompatible con los derechos humanos.
Burkina Faso cuenta con una población de 23,04 millones de habitantes y con una superficie de 274.500 km2. Su población es rural, aunque se está dando un gran éxodo urbano en busca de mejores condiciones laborales y una mejor calidad de vida. El PIB per cápita es un indicador fundamental del nivel de vida que se lleva en un país. En el caso de Burkina Faso en 2023 fue de 803€, colocándolo entre uno de los países más pobres del mundo. A esto se le añade la grave corrupción que sufre el país colocándolo en la posición 77 de un ranking formado por 180 países. La mayoría de los refugiados en busca de una vida mejor son mujeres, niños y niñas.
Kiné Minata huyó con sus seis hijos en Costa de Marfil. Utilizaron una motocicleta para cruzar la frontera en diferentes viajes para evitar ser detectados por los grupos armados. “A veces atrapan a un vecino y después de pasar un interrogatorio lo asesinan. No podemos quedarnos aquí”, explica alterado Koné. Pero no todos los habitantes de Burkina Faso corren con la misma suerte que Koné y su familia. La violencia de los grupos armados ha desplazado a dos millones de personas en las fronteras.
“ Burkina Faso y en mi hogar, me sentí seguro, eran mis raíces, pero cuando llegaron los grupos armados todo cambió”, señala Kalizeta. En el país según un estudio llevado a cabo por la ONU se estima que 3,3 millones de personas se enfrentarán en los próximos meses a una crisis alimentaria.
Los refugiados que han conseguido escapar del país no saben si regresarán algún día al país e incluso no tienen pensado volver al mismo por lo vivido allí. “Si la situación mejora, me alegraré, pero no regresaré jamás por la forma de asesinar a la gente delante de mis ojos” comenta Minata.
Miedo y terrorismo
La llegada del extremismo islámico ha dinamitado la convivencia del país. Cuando unos extremistas llegan a una aldea ordenan el desalojo de la misma, dando un plazo para hacerlos y asesinando a un par de personas para ver que la situación es seria y no dudarán en actuar si no se siguen las órdenes dictadas. Una veintena de aldeas de Rollo fueron tomadas por los terroristas hace apenas un año. Unos 200 desplazados tuvieron que huir de sus casas y andar unos 40 kilómetros hasta Kongoussi, “una mina estalló al ganado movilizado por los pastores de las aldeas en el transcurso de la huida, podrían haber muerto niños y mujeres, fue durísimo” afirma el párroco de Rollo.
La llegada forzada de la población a nuevas ciudades supone un incremento de la pobreza y las penurias para la población de Burkina Faso . Algunas mujeres recogen arena para venderla a los camioneros que transportan materiales de construcción o venden rosquillas permitiéndoles ganar 1 o 1,50 € diarios. Mientras tanto el hombre de la casa se dedica a la albañilería o jardinería en el hipotético caso de que logre encontrar trabajo. El ridículo del sueldo a la vez que insuficiente no hace nada más que aumente la pobreza y la falta de alimentos importantes.
La población local se ve obligada a huir de sus hogares e incluso del país por la inestabilidad política y el aumento de los grupos terroristas radicales en el país. Tras el golpe de estado que derrocó al presidente Blaise Compoaré los grupos terroristas islámicos comenzaron a aflorar desde los países vecinos ya infiltrarse en el país. Tras el derrocamiento del presidente Blaise, se rompió el pacto acordado con los yihadistas y en enero de 2016 comenzó el expansionismo terrorista en el país con 30 personas asesinadas en un atentado en la capital (Uagadú). La masacre fue llevada a cabo por Al Qaeda del Magreb islámico. Desde entonces este es el país más castigado por el Estado Islámico . El país cuenta con 1907 de los 8352 asesinados por el terrorismo islámico en el mundo, según los datos recogidos en 2023.
Durante este año a lo largo del mes de agosto el país sufrió numerosos atentados en diferentes puntos del país, Nimia, Mogwentenga y en Gnipiru. Esto ocasionó 400 muertos. “Nunca se sabe lo que puede pasar, un día llegan te matan o te obligan a huir de tu casa. Estamos desesperados” señala un padre de familia con tradición cristiana. En el ataque de Manni perdió la vida 150 personas, en su mayoría cristianas, población sobre la que recae la mayoría de los ataques.
La inestabilidad social es apabullante, además de los ataques llevados a cabo por los grupos terroristas extremistas islámicos, desde que el presidente Ibrahim Traoré ostenta el poder se han producido seis intentos de golpes de estado. Este período se compone desde el 30 de septiembre de 2022 hasta finales de agosto de 2024 cuando se dio el último intento.
El actual presidente Ibrahim Traoré ha pospuesto las elecciones previstas para el año 2024 al año 2029 por motivos de seguridad. Según Ibrahim se pueden adelantar si la situación de seguridad del país mejora. El país está atrapado en una grave crisis política debido a los numerosos golpes de estados que se dan y se han dado a lo largo de su independencia.
El despliegue ruso en África
Para garantizar la seguridad, Ibrahim se deja ayudar por Rusia y su logística militar. El número de soldados rusos en el país ha aumentado este 2024, aunque el presidente niega la participación directa de Rusia en su lucha contra el terrorismo. “Por el momento estamos luchando solos, ellos nos apoyan en materia de formación logística y táctica”, declaró el presidente.
El régimen de Ibrahim Traoré se ayuda de Rusia y su ejército para escudarse de los movimientos insurreccionales, aunque este trata de negarlo. “Al contrario de lo que se dice en los medios, no van a luchar contra terroristas ni son mercenarios, sino fruto de la cooperación de Burkina Faso y Rusia ”, afirmó el comandante bajo condición de anonimato en EFE. La ayuda de Rusia y los intereses del comandante son evidentes, pero ¿Qué busca Rusia un cambio?
Burkina Faso es una zona rica en todo tipo de tesoros naturales, como el manganeso, el fosfato y el plomo. Sin olvidarnos de la bauxita, un mineral resultante de la combinación de distintos minerales que se utiliza para la fabricación del aluminio. En resumen, este país, como la mayoría de los países africanos, es una fuente de explotación de recursos. Y aquí se encuentra una de las claves. Los intereses de Rusia y del Estado Islámico en la zona son los mismos en cuanto a este asunto: imponer su ley en esos territorios potencialmente explotables y tener el control de las minas que representan una importante fuente de ingresos para su beneficio.
Desde el golpe de estado de 2022, que alzó a Ibrahim Traoré al poder, el gobierno ruso y el burkinés han ido acercando posturas a través de la celebración de Cumbres oficiales. El motivo principal de estas reuniones es la ayuda bélica que el Kremlin ofrece al gobierno de Traoré. La imposibilidad de construir una fuerte estructura militar y la expansión de un sentimiento anticolonialista francés han dado alas a Rusia, que ha ampliado su presencia en esas zonas.
La geopolítica, área que se encarga de analizar, entre otras cosas, en qué medida la localización geográfica de un estado condiciona su comportamiento en las Relaciones Internacionales , es un factor determinante en el desarrollo estatal de un país. Los actores territoriales utilizan la geopolítica para hacer una evaluación personal como estado en busca de beneficio propio. Sin embargo “cuando no se tiene absolutamente nada, como es el caso de Burkina Faso , no se puede hacer geopolítica” afirma Dolores Rubio, doctora en Ciencias de la Información en la especialidad de Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid.
La presión de los movimientos terroristas cada vez es mayor en la zona del Sahel y el régimen de Burkina Faso. es incapaz de hacer frente a los yihadistas por sí mismo. El capitán, Ibrahim Traoré, pide a gritos intervenciones militares internacionales para protegerse de los terroristas, y su reclamo se ha materializado con el envío de una centena de soldados del Grupo de mercenarios rusos Wagner (ahora Cuerpo Expedicionario, desde la muerte de sus fundadores, Yevgueni Prigozhin y Dimitry Utkin) según informa Nova News, periódico de la agencia italiana Agencia Nova.
El nuevo Cuerpo Expedicionario, aliado del Kremlin , acepta y aceptará la concesión de grupos de militares para proteger a Ibrahim Traoré y al pueblo burkinés. Pero claro, dicen que “todas las monedas tienen dos caras”. Wagner lo hará un cambio del acceso a los recursos naturales presentes en la zona. “Son los estados más potentes de la Tierra los que le acaban haciendo a uno esa geopolítica, pero para beneficio de la gran potencia”, declara Dolores.
Lejos queda ya el colonialismo que las antiguas potencias como el Imperio francés llevaron a cabo entre los siglos XVI y XIX. Pero el neocolonialismo se presenta como uno de los factores imprescindibles en el que las nuevas grandes potencias deben hacer hincapié para que dure su supremacía internacional. “ Wagner hace un nuevo neocolonialismo al crear una zona de influencia que ya existe pero sobreponiéndose a Francia”, corrobora Dolores.
Olvido e indiferencia
Otro de los factores remarcables que deambulan en torno al conflicto de Burkina Faso es la casi inapreciable repercusión mediática que genera este tema. De vez en cuando se escriben artículos informativos sobre el país africano, pero de forma esporádica. La invasión rusa en Ucrania y la guerra entre Israel y Palestina son dos de las causas que provocan la opacidad de un asunto que merece la misma atención que los otros dos problemas. Para comprender en qué se fundamenta la causa de que unos temas obtienen mayor o menor repercusión mediática , uno debe detenerse a reconocer, no sólo cuáles son los actores que están involucrados en dicho escenario, sino también cuáles son los intereses que llevan a esos actores a ser parte del problema. Siempre que estalla una guerra , se puede localizar una simple vista a los contendientes cuyos ejércitos matan y mueren por el país al que defienden y al resto de protagonistas. Estos últimos no participan de una manera tan activa en las batallas, aunque su papel es imprescindible estratégicamente hablando. Myriam Redondo es periodista, máster en Política Europea y doctora en Relaciones Internacionales .
Pero además de todos esos títulos meritorios, posee también un vínculo especial con África . Le preocupa el estado de vulnerabilidad en el que está sumido el pueblo burkinés. “En la guerra de Ucrania está implicada Rusia, que tiene asiento en la ONU , y en la otra guerra, está implicado Israel, socio de EEUU, que también tiene un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU ”, confirma Myriam. “Estos dos conflictos tocan intereses estratégicos de dos de las potencias que aún dominan el mundo, mientras que África tiene mucha menos voz en ese foro tan selecto”. Es cierto, las organizaciones internacionales y quiénes lideran dichas organizaciones condicionan de forma considerable la repercusión mediática de los actuales “puntos calientes”.
Por otro lado, la falta de periodistas corresponsales en la zona repercute en la cantidad de información que recibe la audiencia sobre Burkina Faso , pues las agencias de noticias no creen que África sea un foco de interés mediático. “En África apenas hay corresponsales, porque los medios tienden a pensar que lo que ocurre allí no interesa, mientras que en otras zonas calientes sí”, admite Myriam.
El “Islam político”
Uno de los elementos en los que nos hemos detenido para hacer un correcto análisis del conflicto en Burkina Faso es la influencia del terrorismo yihadista en el país. El Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM) es el brazo de Al Qaeda que está operando en territorio burkinés. Este grupo se apoya en la razón teocrática para justificar las atrocidades que están cometiendo en los países que forman parte de la franja del Sahel occidental . Sin embargo, lo que a priori puede verse como un plan de acción para ocupar el máximo espacio posible en nombre de un Dios, es en realidad un proyecto pensado para constituirse como un pueblo que funcione al margen del resto de estados reconocidos en África. Es el llamado “Islam político”.
No nos debe pilar por sorpresa este tipo de proyectos políticos, pues es un fenómeno que se ha repetido a lo largo de toda la historia. La inmensa mayoría de los grupos teocráticos que han existido ocultaon y ocultan bajo la “sábana de la religión” intereses políticos y sociales para desarrollarse como grupo. “Cuesta comprender a estos grupos porque en ocasiones no actúan en defensa de la religión”, explica Dolores. “Actúan como movimientos político-militares que se crean en base a una idea religiosa pero que esconden una gran causa nacional como es el caso de Hamás o de los talibanes”.
¿Por qué hay que poner tanto énfasis en la cuestión religiosa? Porque un alto porcentaje de la población de Burkina Faso es musulmana. Concretamente un 57,9% del país , según datos oficiales extraídos por la página web datosmacro.com. El estado de vulnerabilidad e incoherencia que se respira en Burkina Faso se acrecienta por este motivo entre otros. Por ello, un sector de los habitantes (principalmente musulmanes) están tan desesperados por ser parte de un país con una estructura fiscal adecuada que llegan incluso un defensor lo que dictan los grupos radicales yihadistas .
Un problema de repercusión
La repercusión mediática, el terrorismo yihadista , las intervenciones internacionales…hay muchos frentes abiertos en torno al conflicto , pero si algo queda claro es que se está tratando a Burkina Faso ya su pueblo como si fuera un juguete sin importancia. La complejidad del asunto impide ponerse en la piel de un ciudadano burkinés. De momento, se puede intuir que toda ayuda humanitaria es necesaria para abordar el problema.
Se olvida situar a Burkina Faso y al Sahel en los grandes problemas internacionales, el motivo es la falta de empatía por países que no afectan de forma directa a occidente. Es muy importante hablar de todas las guerras, y entendible que se haga de la de Ucrania, Israel y Palestina, y muchas otras. Sin embargo, no hay que dejar de lado los problemas que se están viviendo en países subdesarrollados, dónde además de los grandes ataques que sufre la población civil, también se ven afectados por la falta de ayuda humanitaria .
La solución es difícil de buscar, pero qué menos que enseñar con mayor frecuencia que sucede en guerras y conflictos como los de Burkina Faso , porque mucha gente de la sociedad no conoce la existencia de los problemas en este país, y eso es debido a la función de los medios a la hora de comunicar. La gravedad del caso se extiende a que la zona del mundo que más atentados terroristas sufre al año no es prácticamente visible en la televisión, periódicos, radios o internet, y todo por la deshumanización de occidente a las zonas que no nos afecta de forma directa. . . . . .