Librerías feministas: al rescate de la otra mirada
«Los libros no muerden, el feminismo tampoco». Este es el mensaje –grabado en una bolsa de color morado – que leerá toda persona que compre algún libro en Librería Mujeres (Calle San Cristóbal, 17), situada en una de las callejuelas circundantes de la Plaza Mayor de Madrid. También morada es la bolsa que viste todo ejemplar comprado en Mujeres & Compañía (Calle Unión, 4), tienda casi colindante al Teatro Real. Son las únicas dos librerías en la capital madrileña que hacen de una especialización –el feminismo– su bandera. Obras de temática feminista, narrativa femenina y cuentos infantiles no sexistas –e incluso cómics–son su carta de presentación.
«Ayer se inauguró la primera librería feminista en Madrid», anunciaba el titular de una noticia de El País un martes 17 de octubre. Ese «ayer» es hace 40 años: 1978. La protagonista de tal hito era Librería Mujeres, que no ha cambiado de base de operaciones –una vieja carbonería– durante estas cuatro décadas. Aquella noticia relataba que la creación de la Librería de Mujeres se producía en un momento oportuno: «Después de dos años de intensa actividad, el feminismo ha entrado en una crisis tanto ideológica como de operatividad».
La librería nacía, entre otras cosas, como una nueva fórmula para que el feminismo llegara a la gente de forma más directa. 40 años después, España ha vivido su primera huelga feminista el pasado 8 de marzo. El feminismo ya va por su Cuarta Ola. La revista TIME le ha dedicado su persona del año 2017 a todas aquellas mujeres que han contribuido al movimiento #MeToo. La novela El cuento de la criada (Margaret Atwood , 1985) vive una segunda juventud gracias a su adaptación televisiva. Y la ganadora de la última edición de Operación Triunfo, Amaia «de España», reivindica sin pudor el vello púbico y axilar.
«Durante el 78 y los 80, en el sótano se hacían reuniones clandestinas de mujeres que todavía no podían abrirse una cuenta bancaria o viajar al extranjero sin el permiso de su marido. Era un lugar de cultivo revolucionario», cuenta Alina Zarekaite, una de las cinco libreras que actualmente forman parte de la plantilla de Librería Mujeres. La tienda vive de la venta de libros, de su propia editorial (horas y Horas) y de regalos como artesanía hecha por mujeres de diferentes partes del mundo; también subsiste gracias a la aportación mensual de sus socias, «una especie de hucha» que posteriormente estas clientas pueden gastar en ejemplares.
Por su parte, Mujeres & Compañía nació hace 5 años bajo el principal propósito de «solventar este vacío de librerías feministas en Madrid», relata Miren Elorduy Cádiz a Variación XXI. Ella es una de las tres libreras de este espacio «autogestionado», apoyado en voluntarias «militantes» y en el asociacionismo. Cabe la posibilidad de abrirse una cuenta a la que «vas poniendo todos los meses 10€» como manera de sostener el espacio, pero también de arraigar la relación con las clientas, las cuales son gratificadas con descuentos y regalos.
«Históricamente la literatura de mujeres ha sido considerada “de segunda”» / Miren Elorduy
«¡Y porque estamos muy locas!», añade Miren Elorduy, quien confiesa que ha habido «muchos años» en los que no han cobrado. Al final, levantar una librería de estas características es un acto reivindicativo en sí mismo: «Históricamente la literatura de mujeres ha sido considerada “de segunda”». Para estas libreras, lo más importante y necesario es «rescatar a todas esas mujeres y ponerlas en la mesa, no como un subproducto sino como gestoras de su propia cultura».
«¿Qué es una librería feminista?»
Es la pregunta que se hace Ottaviano Ratti, un visitante italiano que ha entrado a Librería Mujeres para ofrecer su libro de memorias Mi vida y mis mujeres. Desconoce que el porcentaje de autores varones en este tipo de espacios es mínimo.
Librería Mujeres cuenta con un total de aproximadamente 7.000 títulos, según Alina Zarekaite; una colección que se bifurca en dos grandes secciones: ficción –novela, poesía, cómic, libros ilustrados, cuentos infantiles– y ensayo, principalmente sobre feminismo y teoría de género.
De estas dos principales categorías, se ramifican otras menores, dedicadas –por ejemplo– a biografías de mujeres (la pintora Frida Kahlo), pensadoras (afloran nombres como Kate Millet, Simone de Beauvoir, Betty Friedan, Judith Butler) a la literatura africana (el célebre ensayo Todos deberíamos ser feministas de Chimamanda Ngozi Adichie está en la mesa de recepción), a la novela negra (con Patricia Highsmith como joya de la corona) o la ciencia ficción, cuya máxima embajadora, Ursula K. Le Guin, murió el pasado mes de enero.
Asimismo, ensayos sobre temáticas aparentemente generales como historia o salud también incluyen rigurosamente una perspectiva de género al tratar temas como la historia de las mujeres –«herstory» en un inglés juego de palabras–, la menopausia, el embarazo, la maternidad y la violencia obstétrica.
Por su parte, la librería Mujeres & Compañía tiene tres grandes ejes: la narrativa escrita por mujeres –dividida en subsecciones por países para así visibilizar el desequilibrio existente–, el ensayo sobre feminismos así como un espacio infantil y juvenil no sexista. En esta última sección («muy pequeñita porque apenas se publica con ese sentido»), Miren Elorduy explica que el criterio es buscar libros que «modifiquen y no refuercen estereotipos» y «visibilicen temas que ya están sobre la mesa del pensamiento feminista como las personas trans o los diferentes tipos de familia».
Mientras que en Librería Mujeres se organizan presentaciones de libros, Mujeres & Compañía cobija clubs de lectura e incluso de cine; este último fue propuesto recientemente por una clienta. Todo ello bajo la idea de replicar los «grupos de autoconciencia de los años 60 y 70» en el que las mujeres compartían sus experiencias y opiniones.
«El mundo del libro está muy patriarcalizado» / Miren Elorduy
El tamiz feminista
Por tanto, todo lo escrito por mujeres es la prioridad común que comparten ambas librerías (cobijan un número escaso de autores), pero con filtros. «Que no sea una novela romántica de siempre sino que aporte otro tipo de heroínas e historias», aclara Alina Zarekaite. Miren Elorduy considera trabajo suyo el proceso de filtro o «censura» –fundamentado básicamente en leer– pues el mundo del libro está «muy patriarcalizado». Ahora las editoriales «se apuntan al bombardeo de lo que más “peta” y empiezan a publicar a mujeres que, sin embargo, tienen un sesgo muy concreto». Y ahora, lo que más «peta» es el feminismo.
Otro tamiz, según Zarekaite, es excluir a veces libros «muy comerciales» porque ya tienen su representación en otras librerías y grandes superficies, donde serán destacados por haber sido escritos por «personas famosas». Ejemplos como Mujeres y poder, de la historiadora Mary Beard, o Morder la manzana, de la cineasta y actriz Leticia Dolera, sí han pasado la criba recientemente en ambas tiendas.
El valor de la recomendación
Y todo filtro, en este tipo de librerías pequeñas, es acompañado por otro valor diferencial: la recomendación. Que, por supuesto, varía si se trata de narrativa o de ensayo. Ambas libreras relatan la misma experiencia en la categoría de no ficción: personas recién iniciadas en el feminismo que quieren empezar la casa por el tejado leyendo obras fundacionales o seminales como el mastodóntico El segundo sexo (Simone de Beauvoir) o Teoría King Kong (Virginie Despentes).
Ambas abogan por iniciarse con lecturas más sencillas y amenas como el ya clásico Feminismo para principiantes, de Nuria Varela. «No todo es Judith Butler [autora de la Teoría Queer], ¡queriendo mucho a Judith!», critica Miren Elorduy, quien echa «mucho de menos la lectura de ensayos feministas imprescindibles». Uno de ellos sería El feminismo es para todo el mundo (Bell Hooks), idóneo para entender el «feminismo interseccional» que, según la librera, es donde más se está fallando en el presente. Tras la recomendación, el feedback de las lectoras es otro añadido.
En Mujeres & Compañía lo que más se vende es narrativa, desde autoras no tan conocidas como Pilar Salamanca (Hijas de Agar) y Nell Leyshon (Del color de la leche) a clásicos como Martín Gaite o Almudena Grandes. «Se lee más narrativa porque es lo más fácil para determinada gente», apunta Miren Elorduy, quien aclara que dan prioridad a editoriales pequeñas como El Desvelo. Sin embargo, hay ocasiones en las que se ven obligadas a recurrir a grandes como Planeta, editora del fenómeno Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes. En cambio, la mayoría de las clientas de Librerías Mujeres buscan ensayos.
«El 90% de los hombres que vienen está buscando libros para alguna mujer, no para sí mismos»
El género que compra
Otro elemento en común de los dos espacios es su clientela, compuesta principalmente por mujeres y –para más inri– cada vez más jóvenes. Las estadísticas lo confirman. Miren Elorduy se ha fijado en que muchas de ellas son educadoras y profesoras, algo que les «congratula bastante», pero también les preocupa: «Nos hemos dado cuenta de que a nivel educativo, esa difusión es una cuestión personal. No hay un criterio por los colegios ni las universidades».
Alina Zarekaite cree que hay una diferencia entre aquellas mujeres que van a comprar literatura (que dedican mayor tiempo al hogar, cuidado y crianza) o ensayo, demandando por académicas, doctorandas, estudiantes y, a fin de cuentas, «personas interesadas en feminismo, en saber más». Según ella, también son las madres y las tías quienes buscan libros para sus adolescentes. Y en el caso de que se acerquen hombres, «el 90% está buscándolos para alguna mujer, no para sí mismos», agrega.
Feminismo pop
El feminismo se ha hecho popular, se ha viralizado, se ha hecho tweet. Tan sólo hay que ver cuántas camisetas de Zara o Primark llevan grabadas dicha palabra. O acudir a grandes establecimientos que venden libros como FNAC o La Central, los cuales han incorporado secciones de feminismo. En FNAC Callao (Madrid), nada más llegar a la tercera planta, en la sección de «Actualidad» conviven autoras como la poeta Gloria Fuertes, la influencer La Vecina Rubia, la cantante Patti Smith y la ensayista Susan Sontag con… Mario Vaquerizo.
Al llegar a la cuarta planta, la sección de «Actualidad» adosa autoras de novelas clásicas como Anne Rice (Entrevista con el vampiro), Charlotte Brönte (Jane Eyre) y Mary W. Shelley (Frankenstein) con novelas actuales que ensalzan el empoderamiento femenino y la sororidad como Big Little Lies (a raíz del éxito de la adaptación televisiva) y autoras de ensayos feministas como las citadas Leticia Dolera y Nuria Varela, cuyo Feminismo para principiantes colinda paradójicamente con Donald Trump (Fuego y furia).
Es en esta cuarta planta donde se encuentran las lecturas feministas en la sección de «Ensayo política», la cual se ramifica en la subsección «movimientos sociales» y ésta en apartados como «cuestión de género», «diversidad sexual» y «mujer y feminismo».
«Volvemos a ser un sujeto “otro”: la sección de las mujeres. ¡No, las mujeres estamos en todas partes!» / Miren Elorduy
Nada más entrar a La Central Callao (Madrid), el visitante se encuentra con varios estantes de libros recomendados y destacados, entre los que se hallan la colección Pequeña & Grande, biografías ilustradas de mujeres que han contribuido a la historia como Marie Curie o Amelia Earhart. Hasta llegar a la segunda planta, estantes en las paredes de las escaleras cobijan lecturas escritas por mujeres –La Librería, de Penelope Fitzgerald, adaptada al cine por Isabel Coixet– o autoras de ensayos feministas seminales como las anteriormente citadas Judith Butler y Simone de Beauvoir o nuestra María Zambrano. Las lecturas feministas –ensayos principalmente– se alojan nada más llegar a la segunda planta en la sección de «Estudios sociales» y subsección «Estudios de género».
Miren Elorduy, librera de Mujeres & Compañía, celebra que La Central tenga una sección de feminismo, pero reprocha que no esté «transversalizada». «Volvemos a ser un sujeto “otro”: la sección de las mujeres. ¡No, las mujeres estamos en todas partes!», opina. Para ella, cuando se realizan eventos feministas, hay que pasar del «vamos a hablar de ciencia ficción de mujeres» a «mujeres van a hablar de ciencia ficción», escrita por autoras y autores.
La ola
Desde hace un tiempo, Elorduy y sus compañeras libreras sí han notado que «viene más gente», pero ya no sólo a la librería sino a las manifestaciones. Alina Zarekaite, librera de Librería Mujeres, cree que «se ha perdido un poco el miedo» y la gente acude a la librería con más confianza para decir «Quiero empezar a leer algo de feminismo. ¿Por dónde empiezo?». Ese menor rechazo se traduce en también menos frases del tipo «¡Bueno! ¿Y dónde está la librería de hombres?».
Zarekaite también cree que en esta «Cuarta Ola» del feminismo, finalmente se están dejando atrás todas aquellas etiquetas que se han puesto a la literatura escrita por mujeres a lo largo de los siglos: «intimista, femenina, romántica, sentimentalista…». «Es una literatura muy buena, en la misma proporción que la de los hombres, y además ofrece la otra mitad de la historia, la otra visión del mundo que se había perdido y negado», reflexiona. Ella es optimista: «Los hombres empiezan a leer a mujeres, lo cual se agradece porque nosotras llevamos siglos leyendo a hombres, pero a la inversa… la verdad es que nos ha costado».
Gran trabajo!!!!! Hacen falta más publicaciones así 🙂
Una nada desdeñable recopilación de nombres propios y títulos, tanto para principiantes como para los que no lo son. Te deja con ganas de visitar cualquiera de las librerías hoy mismo.
Con tantas recomendaciones me han dado ganas de ir a comprarme más de un libro en tiendas especializadas en feminismo. Es genial encontrar reportajes que recojan tan bien a tantas autoras, muchas gracias por vuestro trabajo 🙂
No hay mejor forma que ir a una libreria especializada en feminismo para conocer a las mejores escritoras del panorama. Enhorabuena por este gran reportaje
Información muy completa para aquellos que no conocen del tema, reportaje muy completo ¡Enhorabuena!