Sin integración no hay educación
Todos los días a las 8 y media de la mañana un grupo de chavales se acerca a las Aulas de Compensación Educativa a desayunar, ¿por qué? porque si aparecen a la hora del desayuno eso implica que deberán quedarse en este centro, que pertenece al IES Marqués de Santillana en Colmenar Viejo, durante toda la mañana realizando diferentes actividades formativas que tienen como objetivo orientarles en la vida laboral. Ir al desayuno no es obligatorio sino una motivación más que les ayuda a dar un paso hacia adelante, a comenzar a construir su visión de futuro.
Por las tardes, en el mismo instituto pero en un lugar diferente, y dirigido a otro tipo de alumnado, se imparten clases de apoyo destinadas a ayudar a todos aquellos alumnos de 4º de E.S.O. que necesitan refuerzo pero no pueden permitírselo. Para poder acceder a estas clases de apoyo de forma gratuita, los alumnos tienen que mostrar la motivación suficiente de querer estudiar. Lo mejor, es que las imparten alumnos del mismo centro.
El objetivo de ambos proyectos en fomentar la integración y la igualdad de oportunidades en la adolescencia, y que no sería tan completa sin la ayuda económica, la implicación en las actividades y el apoyo de la Asociación Marentus.
Educación adaptada a sus necesidades
Ya sea por circunstancias personales, económicas o sociales, está claro que no todos somos iguales y por lo tanto nuestras necesidades no son las mismas. Este es uno de los objetivos que pretenden alcanzar las Aulas de Compensación Educativa (A.C.E.), ofrecer a todos aquellos jóvenes menores de 16 años de la zona norte de la Comunidad de Madrid oportunidades adaptadas a lo que ellos necesitan. El perfil al que está dirigido este programa es a un alumnado que haya acumulado un desfase curricular significativo en la mayoría de las áreas, que valore negativamente el marco escolar, que presente serias dificultades de adaptación y que haya seguido un proceso de escolarización tardía o muy irregular.
Por ley los alumnos deben estar escolarizados hasta los 16 años a pesar de que no tengan la motivación suficiente o el apoyo necesario en sus casas, este es uno de los problemas que la A.C.E. pretende solucionar ya que mantener a un chaval en un instituto repitiendo curso una y otra vez no les ayuda, solo les desmotiva para encontrar su camino en la vida. Es por ello que la mecánica de este tipo de aulas es totalmente diferente, es más práctica e individual, y les proporciona una serie de herramientas, de formación, para que ellos vayan averiguando qué es lo que quieren hacer.
Para poder entrar en el programa los alumnos se matriculan en el IES Marqués de Santillana, y a través del centro los derivan al A.C.E., donde comienzan a dar clases. Nos hemos trasladado al centro donde imparten este programa para conocer de primera mano las actividades que llevan a cabo y hemos preguntado además a uno de los coordinadores de la A.C.E., Alfonso Anabitarte, que lleva trabajando en este proyecto desde hace varios años. “Cada uno viene de un instituto diferente como de San Sebastián de los Reyes, de Alcobendas, de Guadalix de la Sierra, de diferentes centros de la zona norte de Madrid. Normalmente no se conocen entre ellos, y uno de los objetivos es que hagan equipo, que se sientan grupo.” Considera que uno de los aspectos más importantes de este programa es conseguir que vayan a clase, ya que el alumnado suele estar conformado por adolescentes de entre 14-16 años que no solían pasar por su instituto de origen.
Este es uno de los motivos por los que surgen los desayunos del centro, una actividad destinada a contribuir a que tengan el alimento necesario así como para asegurarse de que una vez que desayunen, se queden en el centro todo el día, aunque eso suponga tener que levantarse a las seis de la mañana en algunos casos. La asistencia es primordial, ya que no tienen que hacer deberes ni exámenes y su única forma de evaluación es comprometerse a acudir al centro.
¿Cómo son los alumnos?
“Hemos llegado a tener en el programa a chicos que no hablaban castellano con fluidez, que escribían y expresaban mal, aunque llevaran viviendo en España desde los tres años, y en este caso hay que trabajar directamente con ellos aunque el objetivo sea que lo hagan en equipo” afirmó Eugenio Lara, uno de los profesores encargados de su formación. También compartió aspectos más generales de los alumnos, como que en la mayoría de los casos el fracaso escolar es tan grande, que han ido cerrándose las puertas una y otra vez. “Nosotros no podemos titularles porque no han alcanzado los conocimientos básicos de la Educación Secundaria Obligatoria, ni siquiera han llegado a completar los cursos de diversificación. Es por ello que nuestra función es dirigirles a otro tipo de formación que les haga alcanzar un trabajo. Sobre todo pretendemos que salgan de aquí con un nivel mínimo y que reconduzcan su visión de lo que es el estudio, que es la parte más difícil.”
Enrique Gómez, trabajador social del centro, compatibiliza su trabajo en IES Marqués de Santillana con el de A.C.E. Se encarga de aportar asesoramiento tanto a las familias como a los alumnos, y de orientar académicamente y profesionalmente. Realizan reuniones donde tratan estos asuntos, así como excursiones a centros donde pueden seguir su formación tras terminar el programa. “Intentamos orientar a estos chicos, y corregir las situaciones disfuncionales que han tenido para llegar hasta aquí”.
Una de estas historias que guardan las aulas de este centro es la de un joven colombiano, cuya madre se viene a España, y que como muchas de las madres colombianas dejan a sus hijos en su país por razones económicas. El tiempo pasa, y poco a poco la madre empieza a abrirse paso, a conseguir una profesión y a ganar el dinero suficiente para traerse a su hijo a España. Él tiene doce años, ha vivido toda su vida en Colombia, tiene a sus amigos, a sus familiares allí, y de repente es arrastrado de su país de origen a España, donde no consigue adaptarse a la cultura, a la educación, a la vida en general. Además, también se encuentra con la problemática de que va a tener que convivir con una madre a la que no conoce, con una familia que su madre ha rehecho con otra persona y que tampoco conoce.
¿Y qué le pasa al chaval? Que no consigue adaptarse, su forma de enfrentarse a la situación es pelearse con todo el mundo, y en esta ocasión no es porque su familia tenga un mala situación económica, como puede ocurrir con los otros alumnos del centro, sino que a pesar de que la madre pueda ofrecerle cualquier cosa que el necesite, no consigue adaptarse y se va metiendo en líos cada vez peores a medida que va creciendo. Va cerrándose una y otra vez las puertas de su futuro. Algunos de los problemas en los que se vio inmerso fue cuando abrió un extintor en su antiguo instituto y llenó una clase de espuma, o estar peleándose día sí y día también con sus compañeros. Cuando llega al centro de A.C.E. la situación de este joven era insostenible, de enfrentamiento constante, y sin embargo tras meses de venir a clase, de seguir el programa, su visión de las cosas ha cambiado. Ha empezado a darse cuenta de que necesita espabilar, que tienen que encontrar un trabajo e incluso asentarse emocionalmente.
¿Cómo surge el A.C.E.?
La Comunidad de Madrid creó este programa, que a su vez ha ido evolucionando de otros anteriores, y que surge desde el momento en que se plantea la escolarización obligatoria hasta los 16 años. Cuando la ley obliga a los menos de 16 años a pertenecer en un centro, cinco días a la semana, durante seis horas diarias, surge un problema con los chavales que tienen que seguir escolarizados pero que son más complicados de controlar ya que no aguantan, se resisten, y comienzan a cuestionar su papel en el centro.
Es por ello que surge en el año 2000 las Aulas de Compensación Educativa y las Unidades de Formación e Inserción Laboral (U.F.I.L.), que es una de las salidas educativas más frecuentes de los alumnos que se encuentran en el programa de A.C.E., ya que durante todo el curso les preparan para poder acceder a ellas. Además tienen preferencia ante otros alumnos que no estén el programa. El objetivo de la A.C.E. es escolarizar a los alumnos y que a la vez estén vinculados a un perfil profesional, dirigido a actividades manuales como puede ser la carpintería o equipos electrónicos e informáticos. Pretenden motivar desde un área más profesional a todos aquellos jóvenes que se veían excluidos de sus propios Institutos, y que en la mayoría de los casos acaban eligiendo seguir formándose, aunque no es su única salida. Pueden optar a U.F.I.L, a Formación Profesional, e incluso a retomar sus estudios para sacarse la E.S.O., aunque los profesores del programa reconocen que es la más complicada de todas.
Descuentos y préstamos más que ayudas
Para saber cómo funciona el sistema de ayudas por parte de la Comunidad de Madrid a los institutos era necesario hablar con alguien que pudiera aportar información sobre el tema. La coordinadora de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Tres Cantos accedió a participar en este reportaje, y ha servido para ver que el Ayuntamiento más que ayudas, lo que hace es aplicar descuentos o préstamos a familias con pocos recursos.
En la Comunidad de Madrid existe una convocatoria al año en el mes de septiembre para acceder a las ayudas. En enero se abre un plazo extra para las familias que no hayan podido acreditar a tiempo la documentación necesaria, o que en ese periodo, pasan a necesitar ayudas del estado. “La concejalía de servicios sociales está para ayudar a esas personas que no reciben ayudas públicas”, afirma Paula, la coordinadora.
Pero matiza, “En la mayoría de los casos, más que ayudas lo que se hacen son descuentos a las familias”. En Tres Cantos, por ejemplo, llevar a un hijo al comedor del colegio o instituto supone 4,75€ al día. Las familias que tengan unos ingresos bajos, menores en acogida, que sean numerosas o sean víctimas de terrorismo se les descuenta un euro, por lo que podrían pagar 3,75€. A las familias con 4 miembros, se les da 500 euros mensuales y el comedor les cuesta un euro diario por hijo.
En cuanto a material escolar, el Ayuntamiento tiene un sistema de préstamos, en el cual se dan los libros a las familias, a cambio de 5 o 10 euros de fianza. Si a final de curso se devuelven en buen estado, las familias recuperan esa fianza. “Mejor eso a dar dinero para que compren libros y después de unos años se queden obsoletos”.
No hay que olvidar que las ayudas son ingresos que uno recibe, y desde 2014 han de declararse a hacienda por ley. Antes tan solo era obligatorio si se recibía un mínimo de 3000 euros anuales en ayudas sociales, algo bastante inusual, por lo que la mayoría no eran declaradas y no constaba después en que se gastaba el dinero.
Quisimos saber si hay quien no declara, a lo que la coordinadora de Servicios Sociales nos respondió que sí, y que en ese caso, deben devolver el dinero. “No abundan estos casos pero es algo que siempre pasa. Se ha de declarar todo. Si una familia que no tiene ningún tipo de ingreso, se le da una cantidad mensual para manutención, y ha de presentar el ticket del supermercado en el que hacen la compra”.
La Concejalía de Servicios Sociales interacciona con la Cruz Roja y Caritas. Ellos también reciben ayudas públicas y deben declararlas. Pero preguntamos sobre asociaciones como Marentus y no la conocen pero no les parecería mal colaborar con este tipo de iniciativas aunque señala que “Es bueno que tengan autonomía pero que no corran con todos los gastos, ya que no es fácil establecer relaciones de cara a las ayudas. Debe estar claro de dónde sale exactamente el dinero”.
Clases de apoyo escolar
En otra parte de Colmenar Viejo, y unas cuantas horas después, nos encontramos en el IES Marqués de Santillana otra iniciativa paralela para solidarizar con los que más lo necesitan. Dos tardes a la semana se llevan a cabo unas clases de refuerzo y apoyo escolar para los alumnos de 4 de E.S.O. que necesiten un empujón en sus estudios.
El sistema educativo actual acoge en las aulas a casi más de treinta alumnos con un solo profesor, y es de todos sabido que la clase avanza a niveles diferentes. Con esta iniciativa se pretende que los jóvenes que están interesados en estudiar y que verdaderamente no pueden seguir el nivel de clase tengan una atención personalizada para atender sus dudas.
Otra cualidad del programa de apoyo escolar es que es totalmente gratuito para los alumnos, reforzando uno de los valores más importantes de la escuela pública: la educación gratuita y de calidad para todos.
Los profesores
Paloma M, profesora del instituto y presidenta de la asociación Marentus, fue la que se encargó de escoger al profesorado y que consta de dos integrantes, una alumna de bachillerato del mismo centro y un ex alumno del instituto que está estudiando en la universidad. A su vez, los alumnos que acceden a estas clases son seleccionados por los tutores de 4º de ESO, labor que agradece y valora la presidenta de la Asociación.
Claudia Cavarischia es, a sus diecisiete años, la encargada de reforzar las materias de 4 de E.S.O. científico-tecnológico. Todos los lunes y miércoles durante dos horas tras las clases ayuda a un total de cuatro alumnos en estas áreas de conocimiento. Nos explica que Paloma acudió a ella pidiéndole participar en la iniciativa y que aceptó sin problemas. La rutina de las clases siempre suele ser la misma. Los alumnos acuden a ella con sus dudas y ella se las resuelve para luego ponerles ejercicios. Claudia hace mucho hincapié en el hecho de que es un programa para chicos y chicas que estén interesados en estudiar de verdad, “no queremos gente que se toque las narices”.
Pepe Tesoro, por su parte es el encargado de ayudar a reforzar las asignaturas de la opción de ciencias sociales y humanidades. La Lengua Castellana y la Historia son sus preferidas y nos comenta sonriendo que a él también le buscaron para la iniciativa y que aceptó sin dudarlo. Ambos profesores están integrados en un sistema educativo que precisa cambios, y creen que esta iniciativa debería trasladarse a todos los institutos públicos de la Comunidad de Madrid.
La primera idea
Paloma M. nos cuenta cómo todas estas actividades surgen por la necesidad de luchar contra tanta injusticia social de una manera que no sea caridad. “Dar dinero es muy fácil, muy sencillo, pero la cuestión no es tanto darlo por darlo sino saber usarlo”.
La asociación Marentus nace con un fin complicado, invertir en la educación de los jóvenes que verdaderamente quieren y necesitan estudiar. Paloma nos cuenta que una de las partes más difíciles era detectar qué alumnos requerían el apoyo extraescolar.
La asociación está compuesta por diez socios, cuatro de ellos en el equipo de gestión. Casi todos los miembros están relacionados de una manera u otra con el instituto, pero aun así la falta de disponibilidad es lo que impide la realización de más actividades.
En relación a los desayunos de A.C.E., Paloma nos cuenta que surgió tras unas jornadas de desayunos saludables que se hicieron en el instituto. La Asociación quería realizar algo similar pero de manera continuada, y vieron que este centro sería un buen lugar para llevarlo a cabo. “Allí tenían pensado lo de los desayunos pero no tenían como financiarlo. Ha sido un éxito y los profesores están muy contentos de cómo ha salido esta iniciativa”.
Además de los desayunos y las clases de apoyo, Marentus ha llevado a cabo más actividades con el fin de ayudar y motivar a los alumnos, y no solo referido al ámbito educativo. Paloma nos cuenta la historia de tres jóvenes del Instituto que no disponían del dinero para poder inscribirse en una competición de atletismo, y que gracias a la aportación económica de Marentus consiguieron federarse y participar. El poder hacer las cosas no siempre está en nuestra mano, es por eso que asociaciones como Marentus o programas como el A.C.E. pueden cambiar la visión de futuro, y las oportunidades de muchos jóvenes. Porque ayudar es más que dar limosna.
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- variacion XXI | LGTB: familias del siglo XXI - […] de discriminación en su propia familia (abuelos, tíos, primos, etc…). Del mismo modo, la integración en la escuela es positiva,…
Me parece un proyecto muy interesante, y la verdad es que no lo conocía! Aunque no estoy segura de que sea la solución, más bien un parche para intentar que no empeore las cosas que se están haciendo mal desde el Gobierno…
También se puede invertir el título” Sin educación no hay integración”. Trabajo muy interesante
Muy interesante sin duda! Me quedo con la última frase, “porque ayudar es más que dar limosna”. Buen trabajo chicxs!
Espero que el resto de institutos, de la zona o no tan cercanos, sigan el ejemplo de estos programas de integración. Hacen falta desde luego.
¡Me encanta la idea! Todos los institutos deberían tener algo así, o similar, que ayude a los alumnos y los “motive” a acabar sus estudios.
Interesante tema, desde luego. Lo bonito del proyecto es que, por fin, es la institución la que se adapta al ciudadano y sus necesidades (que no son generales y colectivas, sino particulares e individuales) y no al revés.
Me parece una iniciativa muy interesante, a ver si otros institutos se apuntan al carro y hacen algo parecido.
Una magnífica iniciativa, pero lo que queda también clarísimo es la necesidad de tener apoyo y una buena educación en casa pero, que esperamos de un país donde cualquier niña puede ser madre y sin embargo para adoptar debes superar una muralla de requisitos. Felicidades por el trabajo chicos 🙂
La verdad que no conocía esta iniciativa tan a fondo, aunque sí que había escuchado que existía en algunos centros. Realmente no sé hasta qué punto es la solución a todos los problemas, pero sí creo que es una muy buena oportunidad que se les da tanto a los alumnos que forman parte de estas aulas como al resto de compañeros que participan en el refuerzo para motivarles a ellos y motivarse ellos mismos en que son capaces de ayudar, de proporcionar formación y de hacer una labor tan importante como es el hecho de que personas de su misma edad acudan al centro con motivación, con ganas de aprender (aunque no aprendan de la misma manera que los otros compañeros) así como que asistan al propio centro.
Me parece un proyecto muy interesante, y muchas gracias por haber recogido tanta información para los demás. Un saludo.
¡Buen reportaje compis periodistas! ;D
Buen trabajo.
Me parece fatal que la nota de los estudiantes dependan de las visitas que tengan sus reportajes. Está bien que se incentive y se enseñe (si es que se enseña) cómo difundir contenidos periodísticos por Internet, pero se debería valorar más la calidad del reportaje que otro aspecto.
Saludos.
Conocía la existencia del apoyo escolar por parte del profesorado, pero que sea el propio alumno del centro quien lo imparta es una gran idea para motivar a ambos.
Felicidades por el artículo.
Me parecen genial este tipo de iniciativas, sin embargo creo que el tema del refuerzo educacativo debería venir por parte de los Ayuntamientos o Gobiernos, y que los que impartieran estas clases no fueran alumnos sino trabajadores, ya que así estás a la vez ayudando a los chavales que necesitan refuerzo educativo y reduciendo la tasa de desempleo…
Estudié en el Marqués de Santillana hace unos años y que pena que no se hicieran estas cosas antes. Me alegra ver que en mi antiguo instituto se hagan actividades así. Buen reportaje.
Saludos.
Una idea excelente para un reportaje muy bien hecho. Dar a conocer labores sociales es muy importante en nuestra sociedad, pues nos acerca a la problemática de los más desfavorecidos, sea cual sea la razón.
Poner al alcance de todos el acceso a la educación mejora la situación de estas personas pero también mejora a la sociedad en general.
¡Buen artículo!
La verdad es que tiene mucho mérito que los chicos hagan ese trayecto diario. Que vayan todos los días significa que realmente quieren aprender y mejorar su rendimiento académico.
Me parece una idea estupenda y muy ilustrativa que debería tenerse muy en cuenta.
Me encanta esa idea, a ver si se expande por más sitios. Ya es hora de que exista un cambio bueno!
Me parece estupendo el tema, para mi desconocido, y por supuesto su tratamiento.
¡Felicidades!
Un artículo honesto para una iniciativa también muy honesta.
¡Enhorabuena!
Genial la manera de enfocar este reportaje: los protagonistas son tanto los desfavorecidos como los que hacen posible esta generosa iniciativa.
Muy bien por la elección del tema y desde luego por su tratamiento.
Estupendo trabajo chic@s
Un excelente trabajo sobre una gente estupenda, tanto los desfavorecidos como los protagonista de esta generosa iniciativa.
¡Que grandes! Genial trabajo, muy bien enfocado y tratado, teniendo en cuenta la situación de algunos de los jóvenes del centro. Me pregunto por qué les costará tanto a los medios hacer trabajos de esta índole, en vez de la basura a la que estamos acostumbrados. Enhorabuena!
Todos los institutos deberían encargarse de sus alumnos y no solo impartirles conocimientos, sino preocuparse por su futuro profesional (que es para lo que estudian). Pienso que debería ser casi obligatorio que los profesores impartiesen clases de refuerzo a los que más les cuesta estudiar, y mirar sus capacidades para así buscarles un porvenir profesional el día de mañana.
Qué buena iniciativa! Cuando yo estudiaba había muchos niños que merecían la pena y no podían permitirse una academia.
Me ha parecido muy bueno el artículo, enhorabuena!
Ideas como ésta son naturalmente muy loables y útiles. Habrían de combinarse, eso sí, con la correspondiente inversión pública. Hay quien habla del “gasto en educación”. Y no se trata de un gasto, sino de una inversión. La educación siempre revierte de forma positiva en la sociedad que la potencia.
Obviamente esta inversión no consiste sólo en dar dinero. Hay varios ingredientes humanos inherentes al proceso educativo; entre ellos, la integración. De ahí la pertinencia de este proyecto.
La verdad es que al leer el título del artículo me esperaba un tipo de integración distinto, como era el caso de mi instituto que acogía a jóvenes con distintas discapacidades, pero al comenzar a leer realmente me he dado cuenta de esa desigualdad que debería ser aún más visible y no todos nos damos cuenta.
La iniciativa me parece una maravilla, aunque pueda tratarse de un parche como he leído en un comentario anterior, pero desde luego si no se muestra cierto interés y motivación por comenzar un proyecto como este nunca solucionaríamos nada. Lo que más me ha gustado ha sido el hecho de que ciertos alumnos del centro quieran colaborar, se convierte en una experiencia enriquecedora por ambas partes. Además, un punto muy importante es que buscan ayudar a quien realmente quiera ser ayudado.
En conclusión, la parte más admirable es la motivación de todos los que participan en el proyecto ya que la apatía es uno de los problemas más importantes a la hora de educar.
Me parece un proyecto muy interesante que debería implantarse en más zonas de Madrid y en España en general. A los alumnos que acuden a A.C.E espero que -y supongo que- les enseñen y les preparen para algo más que tener un futuro laboral. Espero que les enseñen valores éticos: como el respeto por los demás. Estaría bien que contasen con un grupo de terapia por el estilo también.
Creo que los alumnos que tienen carencias formativas, por el motivo que sea deberían ser el principal objetivo de los centros de secundaria, ya que su futuro está en el aire, no todos van al mismo ritmo y se desmotivan y son más vulnerables al aislamiento y rechazo. Buen proyecto y muy interesante vuestro trabajo chicos.
Me parece estupendo el tema, para mi desconocido, y por supuesto su tratamiento.
¡Felicidades!
Me espero a la peli.
Es de vital importancia que ambas vayan de la mano, :).
*Chapeau.