El nuevo rostro de la ludopatía
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España tiene la tasa más alta de jóvenes ludópatas de toda Europa
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En 2022, el mercado del juego alcanzó un volumen de negocio de 850 millones de euros en España
La adicción al juego es considerada una patología que produce en los individuos una incontrolable necesidad de jugar, aun siendo conscientes de las consecuencias negativas que produce en múltiples aspectos de su vida. No todas las personas que juegan desarrollan una adicción al juego, existen personas no adictas que hacen un uso problemático de los juegos de azar. El juego se puede desarrollar en locales físicos y en sus versiones virtuales en Internet: casinos, salas de apuestas deportivas, bingos, etc. La ludopatía constituye un problema social que lleva experimentándose durante décadas entre la población. Sin embargo, durante los últimos años ha experimentado un notable crecimiento, especialmente entre la población más joven.
Factores de riesgo
Existen factores, tanto internos como externos, que contribuyen a que la ludopatía se geste y encuentre un terreno fértil para desarrollarse. Por ejemplo, personalidad conflictiva, falta de recursos, genética o costumbre adquirida, familias disfuncionales, problemas sociales, falta de asertividad, problemas de comunicación familiar, falta de habilidades sociales… Los factores de riesgo favorecen que se inicie, se mantenga o se intensifique la frecuencia de la conducta, pero es importante recordar que no se puede establecer una relación causa- efecto entre estos y el desarrollo de un problema de juego. Por consiguiente, cuantos más factores influyan más probabilidad habrá de que el individuo desarrolle este tipo de conductas, dado que la presencia de un factor de forma aislada no supone el desarrollo de problemas con el juego.
En los últimos años, se ha observado un aumento significativo en la presencia de publicidad de casas de apuestas en diferentes medios de comunicación y eventos deportivos. Esta publicidad, que se presenta de manera atractiva y persuasiva, puede tener un impacto significativo en la percepción y comportamiento de la población joven hacia las apuestas. La publicidad del juego, difunde la idea de que podemos hacernos ricos fácilmente si jugamos a cualquier juego de azar. Todo esto aumenta si son rostros conocidos (famosos, presentadores, deportistas de élite…) los que nos invitan a jugar. El hecho de que personas con fama y dinero, lancen este tipo de mensajes, fomenta, sobre todo en jóvenes y menores de edad, la idea de apostar. La falta de regulación de la publicidad del juego y su fácil acceso, favorecen que muchas personas acaben padeciendo este tipo de adicción.
Efectos en la salud mental
La ludopatía no solo se manifiesta en problemas financieros y sociales inmediatos, sino que sus efectos pueden extenderse a largo plazo, afectando profundamente la salud mental de los individuos. Cada persona es diferente y por ello, la adicción afecta en distintas formas según variables biográficas, de género, edad, tipo de juego, situación económica, otras adicciones presentes, etc. Algunos de los indicadores inmediatos más comunes son: síntomas de dependencia, tolerancia y síndrome de abstinencia, de manera muy similar a las personas adictas a sustancias; deseo o un impulso emocional y físico que solo se calma una vez que inicia la conducta de apostar, irritación e inquietud cuando no pueden jugar por algún motivo externo o cuando intentan controlar su adicción. Además, ponen en riesgo, pierden o deterioran relaciones laborales, escolares, familiares… Algunas de las principales consecuencias de la adicción al juego tanto psicológicas, como emocionales a largo plazo son: ansiedad y depresión, trastornos de la personalidad, aislamiento social, problemas de sueño y baja autoestima.
La adicción al juego también afecta a la familia y el entorno, cada caso es diferente, pero algunas de las consecuencias más habituales son: Problemas emocionales y psicológicos en todos los miembros de la familia, deterioro de las dinámicas familiares, problemas económicos y legales, problemas laborales en los adultos y académicos en los hijos e hijas e incluso aparición de otras adicciones para hacer más llevadera la enfermedad o las consecuencias psicológicas de la misma.
Respuesta institucional
La respuesta institucional contra la ludopatía en España ha sido fortalecida en los últimos años debido al crecimiento de los juegos de azar, tanto presenciales como online, y al aumento de casos de adicción al juego. Este enfoque combina acciones de regulación, prevención, tratamiento y concienciación, impulsadas por el gobierno central, las comunidades autónomas y otras entidades.
Regulación del juego
La ley 13/2011 de Regulación del Juego, es el principal marco legal que regula los juegos de azar en España, incluyendo el juego en línea. Establece las bases para un juego seguro y responsable. La ley asigna a la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), dependiente del Ministerio de Consumo, la supervisión y control del sector.
En 2020, el Real Decreto 958/2020 sobre la publicidad del juego endureció las restricciones sobre la promoción de apuestas y juegos de azar, limitando los anuncios en televisión y radio a franjas horarias de madrugada (de 1:00 a 5:00 a.m.) y prohibiendo la participación de figuras públicas o famosas en estos anuncios.
Prevención y concienciación
El Ministerio de Consumo ha lanzado campañas para alertar a la población, especialmente a los jóvenes, sobre los riesgos del juego problemático. Estas campañas informan sobre los signos de la ludopatía y la importancia de jugar de manera responsable. Una de las medidas más destacadas es la prohibición estricta del acceso de menores a casas de apuestas, salones de juego y casinos. Las comunidades autónomas son responsables de la vigilancia en este ámbito.
Fomento del juego responsable
España cuenta con el Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego (RGIAJ), que permite a las personas con problemas de juego autoexcluirse de los establecimientos de juego y plataformas online. Los operadores están obligados a verificar este registro antes de permitir la participación de un jugador. Los operadores deben ofrecer límites de depósito, tiempo de juego y pérdidas para que los usuarios gestionen su participación de forma responsable. Además, se fomenta el uso de herramientas de “autolimitación” dentro de las plataformas de juego online.
Tratamiento y apoyo
La ludopatía está reconocida como una adicción sin sustancia dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS), lo que permite que las personas afectadas reciban tratamiento psicológico, psiquiátrico y social. Las comunidades autónomas gestionan programas específicos de tratamiento en centros de salud mental. Existen organizaciones de ayuda como FEJAR – Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados -, es la unión de varias Asociaciones y Federaciones de Asociaciones regionales, de toda la geografía española, en que el fin primordial es unificar criterios y acciones entre todas ellas para la mejor defensa de los intereses de las personas afectadas por la dependencia a juegos de Azar. Además, se facilitan líneas de atención telefónica para personas con ludopatía y sus familiares, tanto a nivel regional como nacional, que ofrecen asistencia inmediata y derivan a los pacientes a recursos de tratamiento adecuados.
Intervención en comunidades autónomas
Las comunidades autónomas tienen competencias en la regulación de los juegos de azar presenciales. Algunas regiones, como Cataluña, Madrid o la Comunidad Valenciana, han implementado normativas adicionales, como límites a la apertura de casas de apuestas cerca de centros educativos y otras zonas sensibles.
Soluciones y tratamientos
Los tratamientos para este tipo de adicción son complejos, ya que afecta tanto al comportamiento como a la salud mental de la persona. Algunos de los métodos más comunes entre los expertos son:
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Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): Es una de las terapias más efectivas para el tratamiento de la ludopatía. La TCC se centra en identificar y cambiar los pensamientos y comportamientos negativos asociados con el juego. Ayuda a los pacientes a reconocer patrones de pensamiento disfuncionales y desarrollar habilidades para manejar el estrés y las tentaciones de jugar. Incluye reestructuración cognitiva, técnicas de relajación, y ejercicios de exposición para reducir el deseo de jugar.
- Grupos de apoyo y autoayuda: Las sesiones grupales con otros jugadores en recuperación permiten crear un sentido de comunidad y compartir estrategias de superación.
- Terapia farmacológica: Algunos medicamentos pueden ser útiles para reducir los síntomas de la ludopatía, aunque generalmente se usan como complemento a la terapia. Los más comunes son: antidepresivos, estabilizadores del ánimo y antagonistas opioides.
- Establecer barreras de acceso al juego: Muchos casinos y sitios de apuestas permiten a los jugadores excluirse voluntariamente de sus establecimientos o plataformas en línea. Este sistema prohíbe la entrada a los jugadores que se han registrado para bloquear su acceso. Por otro lado, el control de las finanzas puede ser una herramienta eficaz. Un familiar o un terapeuta puede ayudar a limitar el acceso al dinero, lo que hace más difícil que el jugador apueste.
- Desarrollo de nuevas actividades y hábitos: Es importante que las personas en recuperación encuentren nuevas actividades que ocupen su tiempo libre y reduzcan el deseo de jugar. Actividades como el ejercicio físico, pasatiempos, trabajo voluntario o aprender nuevas habilidades pueden ser beneficiosas.
- Terapia de aversión: el jugador es expuesto a estímulos negativos mientras piensa en el juego. Esto puede ayudar a reducir el atractivo del juego al asociarlo con emociones desagradables.
- Mindfulness y técnicas de relajación: La meditación mindfulness y otras técnicas de relajación, como la respiración profunda o el yoga, pueden ser útiles para manejar el estrés y la ansiedad que a menudo desencadenan el juego.
- Educación sobre las consecuencias del juego: Proporcionar información detallada sobre las consecuencias financieras, emocionales y sociales del juego puede ayudar a las personas a darse cuenta de los efectos devastadores de su adicción y motivarlas a cambiar.
El aumento de la ludopatía entre los jóvenes en España refleja cómo el fácil acceso a las plataformas de apuestas y la publicidad intensiva en entornos digitales han normalizado el juego, generando graves consecuencias para su salud mental. Es fundamental que las instituciones y la sociedad reconozcan este problema como una prioridad de salud pública, fomentando la prevención y garantizando acceso a tratamientos adecuados. La educación, la concienciación y un enfoque centrado en el bienestar emocional, son claves para frenar el avance de esta adicción y proteger a los jóvenes de sus efectos.