Los niños youtubers que triunfan en la red

No es novedad que YouTube se ha convertido en un medio de comunicación que arrasa en todo el mundo. El canal líder en reproducción de vídeos ha puesto al alcance de cualquier persona convertirse en un fenómeno mediático a través de la publicación de vídeos en sus canales. Y cuando hablamos de cualquier persona, hablamos también de los niños. Son los llamados «niños youtubers», un fenómeno que llega con fuerza a España en el que los infantes conquistan al público infantil que se ha mudado de la televisión a Internet.

El pasado 6 de diciembre, el canal infantil Juguetes Maryver en YouTube alcanzaba los 100.000 suscriptores. Un canal que comenzó en 2010 como soporte a una tienda online de juguetes –con demostraciones de cómo se utilizaban- y que seis años después se ha convertido en uno de los canales con más visualizaciones en España: 178.700.000.

En Juguetes Maryver, Félix, Pedro, Irene y Mateo, los cuatro hijos de Félix Martínez –editor y gestor del canal (para crear un canal en YouTube es necesario ser mayor de 14 años)– desembalan juguetes (unboxing), juegan con diferentes juegos en sus videoconsolas y dan sus opiniones sobre los juguetes nuevos que salen a la venta.

Al principio, la familia Martínez no sabía como utilizar YouTube y ni siquiera activó la opción de monetizar sus vídeos. «Nuestra sorpresa fue ver que el canal tenía muchas visitas y los suscriptores iban creciendo por miles. Tras el cierre de la tienda online, el canal seguía funcionando, empezó a generar pequeños ingresos y nos planteamos crear vídeos específicos para el canal», explica a Variación XXI el padre de familia.

 «Abrir el canal se ha convertido en una salida laboral»

Además, el canal de juguetes se ha convertido en una salida laboral para esta familia. «Estaba desempleado y ahora, gracias a la libertad de horario que tiene ser youtuber, puedo estar con mis cuatro hijos las 24 horas del día, llevarlos y recogerlos del colegio, comer con ellos, ir a actividades extraescolares y si surge, saco la cámara y los grabo», sostiene Félix Martínez.

Imagen del canal infantil “Juguetes Maryver” en Youtube / Variación XXI

Pero ellos no son los únicos. Aníbal y su hermana Ginebra, de once y nueve años, llevan desde noviembre de 2015 subiendo vídeos a su canal Planeta Aníbal. Una cuenta con 11.000 suscriptores y con casi dos millones de visualizaciones. «¡Hola planetoides!» Así es como en cada vídeo los dos hermanos saludan a sus suscriptores. En sus vídeos, los niños construyen maquetas de lego, proponen retos o explican trucos para atrapar pokemon.

«La idea surgió de Aníbal cuando le regalaron una maqueta de lego y dijo que quería grabar un vídeo mientras construía el juego y luego subirlo a YouTube», cuanta Eduardo, el padre de los niños.

Jugando con Aby es otro de los canales infantiles que triunfa en la red. Aby es su pequeña protagonista. Con la ayuda de sus padres, graba vídeos en los que juega con muñecas de Nenuco, Barriguitas, Pinypon, abre sobres de cromos para completar álbumes. Comenta varias revistas de Disney Channel, y también hace diferentes challenges. Su canal tiene 13.500 suscriptores y 4.325.000 visualizaciones.

¿Por qué triunfan las cuentas de los «niños youtubers»?

Pero, ¿por qué triunfan las cuentas de estos «pequeños youtubers»? Según Raquel Cuesta, responsable de marketing en 2btube, –una empresa especializada en la producción de contenidos y formatos de éxito entre el público joven- la evolución social hacia un mundo digital ha permitido que el consumo de contenido audiovisual migre desde la televisión a Internet. YouTube en este caso, proporciona una serie de ventajas:

No existen horarios, los niños pueden consumir el contenido que deseen en el momento que deseen. Sin depender de parrillas televisivas.

Imagen del canal infantil “Planeta Aníbal” en YouTube / Variación XXI

Ofrece una gran variedad de contenido. «Especialmente aquellos contenidos más nicho que los niños no encuentran en la televisión; como son los videojuegos sociales o gaming –videojuegos que utilizan las redes sociales para jugar online–».

Puedes consumir el contenido en cualquier sitio y desde diferentes dispositivos digitales. Y además «ofrece innovación continua. En YouTube encontramos la tendencia en donde los niños se sienten identificados viendo a otros niños jugar. Estos canales se están convirtiendo en las grandes estrellas de los canales infantiles» sostiene la responsable.

La vertiente visual también es importante. En los vídeos, los componentes deben ser llamativos ya que «los niños pequeños se sienten atraídos por las miniaturas llenas de color y los objetos que les gustan como coches, aviones, etc», concluye Raquel Cuesta.

Cómo ganar dinero con tu canal

Ser youtuber puede generar ingresos estables como en el caso de Juguetes Maryver. Pero el dinero no cae del cielo, hay que ganárselo.

YouTube permite monetizar tu cuenta de vídeos mediante Adwords, un sistema de inserción de publicidad que permite que aparezcan anuncios en los vídeos.
Este sistema funciona mediante CPM –coste por mil impresiones– y la puja, los anunciantes deciden cuánto están dispuestos a pagar porque su anuncio aparezca en un determinado vídeo para una audiencia de un determinado país y que varía según éste – EEUU está en la cabeza, mientras que España y Latinoamérica aún están despertando-.
En España, la media en el sistema de las mil visualizaciones es muy baja. El anunciante paga ocho céntimos por aparecer en los vídeos y los autores del canal obtienen aproximadamente la mitad.

Imagen del canal infantil “Jugando con Aby” en YouTube. / Variación XXI

Otra vía de rentabilidad es que las empresas se pongan en contacto con los propios youtubers para que publiciten sus productos. En el caso de los más pequeños, se trata de todo tipo de juguetes, chucherías, productos de cocina infantil, cromos o disfraces.

 ¿Deben permitir los padres que sus hijos sean youtubers?

Pero, y aquí aparece una importante cuestión: ¿Está bien que los padres permitan entrar a sus hijos en el gran tiburón que es Internet? Según psicólogo educativo y subdirector del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, José Antonio Luengo, la respuesta es que no.

El psicólogo considera el fenómeno como una auténtica «locura». Asegura que «vivimos en una época de absoluta desproporción, en la que los padres confunden la creatividad, la imaginación, la innovación y la diversión con algo patético que no ilustra ni hace nada, sino que da a conocer aspectos de la vida de personas que no muestra nada especial».

Asimismo, explica que los padres no son conscientes de esto. «Lo ven algo completamente normal». Sin embargo, «las personas que vemos enfermedades y patologías de este tipo cada día, vemos los riesgos que tienen todos estos comportamientos: dejan un impacto, no son neutras y tienen consecuencias no satisfactorias a corto, medio y largo plazo», concluye Luego.