ETA: Una herida aún por cerrar
Ha pasado ya medio siglo desde que se creó una de las organizaciones más violentas de la historia de nuestro país, Euskadi Ta Askatasuna (ETA). Medio siglo de más de 850 víctimas mortales y más de 2.472 atentados terroristas que han intentado desmoralizar a la población Española. Una organización que el pasado 8 de abril de 2017 entregó sus armas, o eso dicen sus miembros, aunque todavía, señalan los expertos, hay muchas zulos que no se han descubierto y armamento que no se ha entregado.
Desde 1960, ETA ha cometido más de 700 atentados en los que han muerto 857 personas, además de miles de heridos y 90 secuestrados. De las víctimas mortales, 361 eran civiles (más del 42%), 195 guardias civiles (22%), 147 policías nacionales (17%) y 82 militares (9%). La mayoría de ellos murieron a consecuencia de los disparos (544, un 63%), mientras que 307 fueron asesinados con explosivos, principalmente coches-bomba (158). Tras medio siglo matando, estos son dos de los atentados más importantes de ETA:
El mayor atentado de la historia de ETA (19 de junio de 1987)
ETA comenzó a actuar en Barcelona en 1986, y sólo un año después cometió allí mismo el mayor atentado de su historia, que provocó incluso el primer comunicado en la historia de Herri Batasuna (HB), coalición política del País Vasco, en el que criticaba abiertamente la acción armada de la banda. Un coche-bomba colocado en el Hipercor de la avenida Meridiana mató a 21 civiles e hirió a 45 más, con 27 kilos de amonal y 200 litros de líquidos incendiarios, pegamentos y escamas de jabón, «inspirado en el material utilizado en la guerra», según indicaba la sentencia judicial.
La deflagración sacudió la estructura del edificio, consiguiendo que sus puertas volasen como si no tuviesen apenas peso y provocando el derrumbe del techo del segundo sótano que daba a la zona de clientes. El etarra Domingo Troitiño -que fue condenado, junto a otros tres etarras, a 800 años de cárcel- avisó antes a la Policía, que tardó en llegar 35 minutos y que no evacuó el edificio al pensar que se trataba simplemente de una falsa alarma. Este fue el error que convirtió a las sentencias posteriores en las primeras en la historia judicial española en reconocer la responsabilidad patrimonial del Estado por un atentado.
Atentado en un supermercado de Barcelona en 1987. RTVE /Cristina Vázquez
El coche-bomba más mortífero (15 de julio de 1986)
Entre las 42 víctimas mortales que se produjeron en 1986, encontramos a personajes tan representativos como Ricardo Sáenz de Ynestrillas, comandante del Ejército condenado en 1980 por el intento de golpe de Estado conocido como la Operación Galaxia, y María Dolores González Catarain, «Yoyes», ex dirigente de ETA.
Pero sin ninguna duda, el atentado cometido en julio de ese año en la Plaza de la República Dominicana de Madrid es, aún hoy, el segundo con más víctimas de la historia de la banda y el más devastador perpetrado con coche-bomba. Murieron 12 agentes al paso de un convoy de la Guardia Civil por la plaza madrileña formado por un autobús, un microbús y un todoterreno, en funciones de coche-escolta, que había salido de la Escuela de Tráfico de la Guardia Civil en el número 250 de la calle Príncipe de Vergara y se dirigía hacia la Venta de la Rubia, a las afueras de Madrid, donde los guardias iban a realizar prácticas de conducción en motocicleta. Un cuerpo castigado por ETA hasta el último día. (Puedes conocer más sobre el cuerpo en este reportaje) En el convoy viajaban setenta guardias civiles alumnos de la Agrupación de Tráfico. Los mayores de la promoción tenían veinticinco años y los más jóvenes, diecinueve.
Este atentado tuvo lugar en un momento en el que ETA quiso compensar su debilidad por la colaboración en la lucha antiterrorista entre Felipe González y el nuevo Gobierno de Jacques Chirac de Francia. Se produjo un día después de la deportación a Gabón del dirigente etarra Txomin Iturbe y veinticuatro horas antes de la constitución del nuevo Parlamento.
Atentado de ETA en la Plaza República Dominicana de Madrid en 1986. ABC / Cristina Vázquez
Asociaciones contra el terrorismo
Como señalan los expertos, ETA ha entregado sus armas porque no tienen munición y porque quieren unirse a esta democracia que durante tanto tiempo han intentado destruir. Pero ¿es posible que vuelva a existir otro atentado de esta banda terrorista? ¿Qué protocolo se lleva a cabo en caso de que nuestro país sufriese un atentado? Paloma Pérez Cortijo, Subdirectora General de apoyo a las víctimas del terrorismo nos da las claves para entender este importante asunto.
Las asociaciones contra el terrorismo tienen como objetivo principal acoger a víctimas y familiares de diversos atentados terroristas así como sensibilizar sobre sus problemas y posturas a la sociedad española. En nuestro país podemos destacar dos grandes asociaciones como son la Fundación Miguel Ángel Blanco, y la Dirección General de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo.
La Fundación Miguel Ángel Blanco es una sociedad civil que nació el 18 de diciembre de 1997 con el objetivo de mantener viva la memoria de Miguel Ángel Blanco y de todas las víctimas del terrorismo. La entidad promotora de esta fundación fue Radio Televisión Española que donó para su creación los ingresos obtenidos durante el acto homenaje en recuerdo de Miguel Ángel Blanco. Por otro lado la Dirección General de Apoyo a Víctimas del Terrorismo pertenece al Gobierno de España. Esta asociación cuenta con personal especializado en las siguientes esferas: psicosocial (trabajadores sociales), médica (Junta de Asesoramiento Médico) y expertos en procesos financieros.
Las víctimas, tras sufrir un atentado, suelen ingresar en estas asociaciones españolas para pasar y dejar atrás el trauma emocional y conseguir superarlo. Tal como afirma Sergio Pérez, víctima del atentado del 11M: «Tras doce años en la asociación, ya no acudo a los actos, creo que para conseguir superar algo tan doloroso como lo que sucedió en el pasado, hay que dejar de rodearse de personas que lo único que piensan es en ese pasado tan traumático».
Manifestación en contra de ETA. La Voz Libre / Javier García
Entrega de armas de ETA
El pasado 8 de abril de 2017 la banda terrorista ETA entregó sus armas para poner punto y final a 50 largos años de asesinatos y secuestros. La entrega se llevó a cabo en el Ayuntamiento de Bayona (Francia), en un acto histórico en el que entregó la localización de ocho zulos con armamento y material al Estado francés, representado por su Fiscalía.
Zulos entregados por ETA el pasado mes de abril. El Mundo / Javier García
El periodista del diario El País, Rubén Amón, analiza ese desarme de la banda terrorista y afirma que la entrega se produce para que la banda se gane la confianza de la sociedad. «No está claro el porqué ETA entrega sus armas y ni mucho menos que haya entregado todas, aún quedan por resolverse 300 crímenes», «ETA entrega parte de su armamento porque se han quedado sin balas», señala el periodista. «Creo que ETA entrega sus armas porque se han rendido al Estado de Derecho y a la sociedad y porque los matones aspiran a la indulgencia de la justicia y a la piedad de la democracia que intentaron destruir durante tantos años», afirma Amón.
Miembros de ETA durante uno de los comunicados oficiales. El Mundo / Yaiza Fernández
ETA pasará a la historia como una banda que cometió el 90% de sus crímenes en un régimen democrático. La democracia ha acabado venciendo al terror, aunque el saldo de víctimas ha sido tremendo. Más de 800 asesinatos que deberán quedar en la conciencia de los terroristas y en el recuerdo de los españoles.
