Fútbol americano, un deporte que crece en España
Junto al béisbol, es el deporte más popular en los Estados Unidos. Genera unos 7.000 millones de dólares sólo en derechos televisivos. Sus equipos siempre están entre los más valiosos del mundo. La Super Bowl tiene ratings de audiencias comparables a la final de un Mundial de Fútbol. Todo esto y más es el fútbol americano, un deporte muy seguido en Norteamérica… y cada vez más en Europa. En España, país que cuenta con liga propia, la afición por el football va en aumento cada año.
Los orígenes del fútbol americano
El fútbol americano es un deporte con casi un siglo y medio de vida. Sus orígenes más remotos datan aproximadamente de principios del siglo XIX, cuando en Estados Unidos se hacían juegos de pelota derivados del fútbol de Carnaval. Ese embrión del fútbol americano nació casi al mismo tiempo que el fútbol europeo y el rugby. En los años posteriores, las universidades estadounidenses organizaron partidos de fútbol con normas similares a las de la Asociación Inglesa. Pero ese deporte no se parecía en nada al fútbol americano moderno.
El fútbol americano propiamente dicho nació en 1878, cuando un profesor de la Universidad de Yale llamado Walter Camp modificó algunas reglas de aquel fútbol y, sobre todo, del rugby y estableció un reglamento que sentó las bases del American Football. En las primeras reuniones se definieron términos vigentes hoy en día como los downs, el snap, la línea de scrimmage, posiciones como el quarterback, etc. En origen, el snap (la forma en la que se inician las jugadas) se hacía con el pie, y podría pensarse que es por eso que los estadounidenses consideran balompié un deporte que se juega principalmente con la mano. Sin embargo, el fútbol americano se llama football porque el balón mide un pié (30 cm).
En años posteriores se fueron perfilando otros elementos como las dimensiones del terreno de juego, las puntuaciones por gol de campo y touchdowns y demás. Poco a poco la popularidad del juego se extendió por todo el país, especialmente en el Este y el Medio Oeste. No hasta el punto de crear una liga profesional como ya sucedía en el béisbol, pero sí para que los partidos universitarios despertaran un gran interés.
El fútbol americano vivió un punto alarmante a principios del siglo XX. Al igual que el rugby, el football siempre ha sido un deporte muy violento. Ya en sus primeros partidos se registraron casos de lesiones graves, muchas de ellas incapacitantes e incluso muertes en el campo. La situación llegó a su cénit en 1905, cuando fallecieron 19 jugadores sobre el terreno de juego. Se dice que el presidente Theodore Roosevelt amenazó con prohibir la práctica de este deporte si no se tomaban medidas para garantizar la seguridad de los futbolistas. Fue así como se introdujeron mejoras en el equipamiento y se implementaron normas como permitir el pase adelantado para liberar el juego. El football entró así en su era moderna.
Un deporte complicado… o no tanto
Uno de los principales motivos por los que el fútbol americano no tiene tanto tirón en el resto del mundo como en Estados Unidos es que, sobre el papel, es un deporte complicado de entender. Pero tan, tan difícil no podrá ser si lo entiende toda la población estadounidense. La clave para comprender este deporte está en conocer algunas reglas básicas, y una de ellas responde a un comentario clásico cuando se ve un partido de fútbol americano por primera vez: el de “en ese deporte están más tiempo parados que jugando”. Esa clave son los downs.
Los downs son cada una de las oportunidades que tiene el equipo atacante de lograr avanzar diez yardas desde el punto en el que inicia su jugada. Para conseguir ese objetivo, el equipo tiene cuatro downs. Si lo logra, vuelven a disponer de otros cuatro intentos. Si no lo consigue en cuatro o menos intentos, el equipo atacante pierde la posesión del ovoide. A los que no siguen el fútbol americano les suele desconcertar que, al contrario que en otros deportes como el fútbol europeo o el baloncesto, la posesión no cambie aun cuando un equipo lanza el balón fuera. Eso en el fútbol americano da igual: sólo se pierde la posesión si no se consigue ganar diez yardas en cuatro downs o si el equipo que defiende logra interceptar un pase. Entender esta parte del juego es la base para seguir un partido sin problemas.
Como en todo deporte, el equipo que logra más puntos al final del encuentro se lleva el triunfo. Para lograr esos puntos hay diversas maneras: el touchdown (enviar el balón a la llamada End Zone, seis puntos), el gol de campo (chutar el balón a través de la portería, tres puntos), el safety (placar a un jugador atacante en su End Zone, dos puntos) y las conversiones de uno o dos puntos después de un touchdown.
Sí, el fútbol americano tiene también normas más complejas y entender las jugadas de ataque y defensa resulta ya más complicado, pero para sentarte en frente del televisor y disfrutar de las más de tres horas que puede durar un partido, con saber lo básico te lo puede pasar igual de bien que un experto en la materia.
La Liga Nacional de Fútbol Americano de España
Cataluña es la cuna del fútbol americano en España. A finales de la década de los ochenta, concretamente en diciembre de 1987, Pere Moliner fundó los Badalona Dracs, el que hoy es el equipo de fútbol americano más antiguo de nuestro país. Para ello contó con la colaboración de sus amigos Ramón Ventura y Alfonso Genchi, un gran conocedor del football en su país natal (Italia).
El primer partido de fútbol americano que se disputó en España tuvo lugar el 19 de marzo de 1988. Ese día se enfrentaron los Dracs y los Palermo Cardinals. Los italianos vencieron a los catalanes por 12-18 en un duelo televisado por TV3. Ese mismo año fueron fundados otros tres equipos en Cataluña: los Barcelona Boxers, los Barcelona Búfals y los L’Hospitalet Pioners. Nacía así la primera competición oficial de football dentro de España: la Liga Catalana de Fútbol Americano (LCFA). Este torneo sigue existiendo a día de hoy y cuenta con la participación de ocho equipos.
Un año después se creó la Supercopa de Fútbol Americano, que incluía a equipos catalanes contra equipos del resto de España, tres de ellos madrileños (Panteras, Osos y Toros). Se disputaron un total de cinco ediciones, todas ellas ganadas por equipos de Cataluña.
La creación de una liga propiamente dicha tuvo que esperar a 1991. Ese año nació la Spain Football League, competición que contó con el apoyo televisivo de Antena 3. La SFL aglutinaba a un total de nueve equipos y tuvo dos ediciones: las de 1992 (ganada por los Howlers de Barcelona) y 1993 (ganada por los Vilafranca Eagles). La gran final de la temporada del 92 se celebró en el Estadio Olímpico de Montjuïc, ante 8.500 espectadores. En 1994 la liga cambió de nombre y pasó a llamarse American Football League. Su campeón fueron los Howlers.
1995 fue un año clave para la consolidación del fútbol americano en nuestro país. Ese año fue creada la Agrupación Española de Fútbol Americano (AEFA), el embrión de la que es hoy la Federación Española de Fútbol Americano. La AEFA creó la Liga Nacional de Fútbol Americano, competición que cuenta ya con 22 años de historia. Las primeras ediciones de la nueva fueron patrocinadas por Beefeater. Los Madrid Panteras se proclamaron campeones de las dos primeras LNFA tras quedar subcampeones en los tres años anteriores. El título de 1996 convirtió al mítico exjugador del Real Madrid de Baloncesto Fernando Romay en el primer deportista de España campeón nacional de dos deportes distintos.
Actualmente, la LNFA se divide en tres categorías (A, B y C). En la Serie A se encuentran los equipos más pudientes económicamente, mientras que en las Series B y C están los equipos que por cuestiones geográficas no pueden permitirse los viajes por toda España. El equipo más laureado de la nueva LNFA son los Badalona Dracs, con siete entorchados. Les siguen los L’Hospitalet Pioners con seis títulos y los Valencia Firebat con cuatro. Los otros equipos que saben lo que ser campeones de liga son los Madrid Panteras (dos), Rivas Osos, Vilafranca Eagles y Granollers Fénix (un título cada uno).
Cuando la temporada baja el telón, los equipos organizan campus para captar a nuevos jugadores o simplemente para que los más jóvenes vivan la experiencia de equiparse con las protecciones y el casco característicos del fútbol americano. Una fórmula excelente para captar a nuevos adeptos a este deporte.
La NFL, presente en Movistar+
Los cinco meses que dura la temporada de la NFL se pueden seguir en España a través de Movistar+, plataforma que lleva décadas apostando por los deportes de Estados Unidos (NBA, MLB, NHL y NFL). En España, las audiencias del fútbol americano suben poco a poco.
Andrea Zanoni, Miguel Ángel Calleja y Moisés Molina componen el equipo de comentaristas encargado de retransmitir la NFL en nuestro país. Molina y MAC son los narradores, mientras que Zanoni aporta sus conocimientos como comentarista al ser exjugador y exentrenador en Italia y España (fue campeón con los Madrid Panteras. Durante las retransmisiones tiene cabida todo tipo de contenidos: desde análisis de jugadas a perfiles de los jugadores, pasando por la interacción con los telespectadores a través de Twitter.
Vivir la Super Bowl como un estadounidense
Sin lugar a duda, la Super Bowl es el evento deportivo por excelencia en los Estados Unidos. Es el partido que pone fin a cinco meses de temporada de NFL, la única gran liga estadounidense que determina su campeón en una final a partido único (en béisbol, hockey sobre hielo y baloncesto las Finales de disputan al mejor de siete encuentros.
La primera Super Bowl se celebró en 1967, y desde entonces ha ido creciendo sin parar hasta convertirse en el espectáculo que es hoy en día. De hecho, tiene más audiencia el show del descanso que el propio partido. El medio tiempo es el espacio televisivo más visto cada año en Estados Unidos, de ahí que el coste por anunciarse llegase a los cinco millones de dólares por treinta segundos. Son los más caros de toda la TV y los anunciantes usan la Super Bowl para mostrar sus mejores producciones.
El Super Tazón genera cada año una gran cantidad de datos y estadísticas, la mayoría de ellas poco tienen que ver con lo que consiguen los jugadores sobre el campo. Las más curiosas son las relacionadas con la comida. Según datos de la consultora Nielsen, los estadounidenses gastaron, en 2016, 82 millones de dólares en alitas de pollo, 277 millones en patatas fritas, 225 millones en nachos y 1.200 millones en cerveza. El domingo de la Super Bowl es día en el que más se come en Estados Unidos, sólo por detrás del Día de Acción de Gracias.
Otro tipo de datos revelan que los días previos al partido las ventas de televisores se disparan y que el lunes posterior al evento las tasas de absentismo laboral son altísimas. No es de extrañar que en Estados Unidos el primer domingo de febrero se considere de facto un día de fiesta.
En nuestro país cada vez se está poniendo más de moda vivir la Super Bowl como si estuviéramos en América. No hasta el punto de gastar esas barbaridades de dinero en televisores y en comida, pero casi. Muchos restaurantes y bares de deportes aguantan más tiempo con sus puertas abiertas para que la gente pueda ir con sus amigos a ver el gran partido de la NFL mientras se inflan a hamburguesas, patatas fritas, alitas de pollo y cerveza. Al más puro estilo USA.
La cadena de restaurantes TGI Fridays fue de las primeras que vio el potencial de la Super Bowl como un evento con el que pasarlo bien con los amigos. Lleva años haciendo este tipo de cosas cuando llega el día del partido: quedadas previas, torneos de videojuegos, sorteos de balones de fútbol americano, vales para ir otro día a comer allí… las mesas de sus restaurantes de Madrid para la SB51 volaron. Y después del partido se montó una fiesta en la que todos los aficionados del football disfrutaron como niños. Y es que la pasión por el fútbol americano en España va a más cada año.