Las zapatillas de marca: una nueva forma de coleccionismo
Siempre se dijo que las modas vuelven y en esta ocasión es una realidad. Desde hace algunos años el boom de las zapatillas deportivas de marca está en auge y ha habido un gran crecimiento en la compra de las mismas. Son ciertos modelos y ciertas marcas (en su mayoría las clásicas Nike y Adidas) las que se ven repetidas en los pies de los jóvenes y no tan jóvenes. Los fans incondicionales de este tipo de calzado tienen nombre: sneakerhead o sneaker freak, una especie de adictos o coleccionistas que hacen un gran desembolso de dinero para conseguir su modelo deseado, como una especie de trofeo que decora su habitación. ¿Es una manera de seguir la moda, o realmente son personas a las que les gusta coleccionar zapatillas?
Dónde surge esta moda
Aunque en estos últimos cinco años esta moda se ha hecho eco y ha vuelto a las calles, lo cierto es que ya viene de lejos. Esta unión tan fuerte entre las zapatillas y los seres humanos surge a mediados de la década de los 70 en Nueva York, donde el hip hop y el graffiti estaban impulsando una nueva forma de ver la vida. Las deportivas ofrecían comodidad en el día a día de estas tribus urbanas, tanto para hacer unas pintadas e ir andando a todas partes como para hacer break dance.
Ya en los años 80 esta moda se había afianzado por todo Estados Unidos, donde las deportivas habían salido a las calles y esta cultura urbana había causado una gran tendencia. Fue la primera vez que el calzado deportivo salía de las canchas de baloncesto o las pistas de atletismo y ya no se usaba solo para hacer running, sino como la parte más importante del look. Durante esa época algunos modelos como las Superstar de Adidas, las Nike Air o las Puma Suede Classic se popularizaron y tuvieron una gran acogida. Sin embargo, fueron las Air Jordan, un modelo creado por Nike para el mítico jugador de baloncesto Michael Jordan, las que revolucionaron la industria de las zapatillas por sus novedosos y originales diseños. A día de hoy estos modelos mencionados se siguen reeditando y son un clásico intemporal.
Todo esto y más aparece en un documental de 2005 llamado Locos por las zapas (Just for the kicks), donde se narra cómo las zapatillas se han convertido en un icono de la moda y de deseo para coleccionistas y apasionados. Además, habla sobre el negocio que genera este calzado, que saca un mayor beneficio de personas que utilizan estas zapatillas como moda urbana y no para el deporte.
Coleccionismo de zapatillas
La irrupción en los años 70 de modelos de zapatillas extravagantes, coloridos, llamativos y, en definitiva, innovadores no supuso un gran impacto más allá de la gente de la calle, que veían la opción de salir a pasear con el mismo calzado con el que se movían por canchas de baloncesto o pistas de atletismo. Sin embargo, el lanzamiento de modelos icónicos de Nike como las Air Max 1 dieron un vuelco a la cultura sneaker a nivel global.
Gente de cualquier estilo de vida y clase social veía en las zapatillas deportivas una vía alternativa a la hora de elegir su outfit diario. Con el paso del tiempo, fruto de la visión comercial de las grandes marcas deportivas, como Nike, Adidas o Puma, el mercado se fue abriendo al mismo ritmo que incorporaba modelos nuevos. Los fanáticos de las sneakers, así como los no entendidos, consumían sin saber lo que es hoy en día un auténtico producto de colección.
Las zapatillas que durante los años 90 fueron objeto de deseo (alcanzable) para cualquier persona con intención de vestir zapatillas cómodas y visualmente agradables, se han convertido desde 2012 en una auténtica pieza de coleccionismo por la que se ha de llevar a cabo un esfuerzo económico importante. Salidas de la misma fábrica que el resto de modelos convencionales, las Nike Flyknit Racer de la marca norteamericana son un ejemplo de ello.
Esta zapatilla, característica por su silueta, sus colores arcoiris y su material confeccionado a mano, fueron lanzadas en 2013, agotándose a los pocos días. Nike, jugando con la tendencia coleccionista de sus clientes, no volvería a sacar este modelo hasta el pasado abril de 2017. Tras cuatro años de espera, los forofos de las zapatillas se agolpaban en las tiendas horas antes de la apertura y colapsaron páginas de venta online para poder conseguir un número de la edición limitada del release (relanzamiento). En tan sólo 10 minutos, la zapatilla había colgado el cartel sold out en tiendas físicas y virtuales.
El coleccionismo y obsesión por las zapatillas más exclusivas no se refleja sólo en la compra, sino que se impone como una tendencia mundial en las redes sociales, donde Instagram aparece como el mejor medio para exprimir la publicidad de colecciones incalculables. La red social de fotografía es el punto de reunión, y nexo de unión, entre coleccionistas compulsivos que comparten sus tesoros y seguidores que sueñan con alcanzar al menos uno de los modelos que se publican en esas cuentas. El alemán RunnerWally es uno de los fotógrafos y coleccionistas más conocidos (72k seguidores).
Dinero que mueven las compañías
El mercado de las zapatillas es algo que, además de crear una locura general por ver quién es el que lleva las más bonitas y modernas, mueve una cantidad de dinero muy alta. Las marcas han aprovechado esta moda para crecer económicamente. Entre las marcas que más dinero reciben diariamente por la venta de zapatillas se encuentra Nike que recibe 89 millones de dólares diarios en ventas, Adidas o Under Armour.
- Nike
Según la información económica de la compañía, Nike recibió más de 8.000 millones de dólares en ventas de zapatillas desde el mes de diciembre hasta febrero, lo que significa que cada día cotizaban en zapatillas una cantidad de 89 millones de dólares.
- Adidas
Tras el último trimestre del año pasado la marca Adidas, principal competidora de Nike, obtuvo una cantidad de cinco mil millones de dólares, una cantidad exagerada que hace que diariamente se reciban 51 millones de dólares por ingresos de zapatillas.
- Under Armour
Aunque se sitúa muy por debajo de las grandes marcas, Under Armour se encuentra en el top 3 de beneficios por ventas de zapatillas, ya que según sus últimos ingresos, obtuvo 865 millones de dólares, por lo que la cantidad diaria asciende a casi 10 millones.
La cantidad de dinero obtenido es exagerada, pero ¿cuánto cuesta fabricar a las marcas esas zapatillas? Pues bien, los márgenes de beneficios más exagerados podemos encontrarlo en las Nike Air Max 2016, con un precio de fabricación de 33 dólares y un precio en tienda de 190 dólares, aunque también están las Nike air Zoom Odissey con un precio de fabricación de 34 dólares y un precio de venta de 150 dólares.
Las marcas han encontrado un filón detrás de estos sneaker freakers por lo que reducen sus costes de producción para seguir fabricando aún más zapatillas y poder sacar un beneficio abismal. A diferencia de otras grandes marcas que sacan un gran beneficio, el negocio de las zapatillas parece no aflojar y cada año, desde hace ya una década, salen zapatillas más a la moda y por lo tanto más caras, provocando una disputa entre las grandes marcas por ver quién se lleva la mayor parte del mercado.