Todo va a salir bien

La Fundación Infantil Ronald McDonald nació con la intención de ayudar a niños hospitalizados creando “Un hogar fuera del hogar”. Con estas palabras como lema, la organización acoge a familias cuyos hijos necesitan un tratamiento hospitalario de larga duración, haciendo que su estancia en este período tan delicado sea un poco más ameno, lleno de buenos recuerdos y sonrisas. La intención es ofrecer un espacio familiar y de amigos donde pasar estos amplios períodos lejos de sus ciudades para dar a sus hijos el mejor tratamiento médico posible, sin la preocupación o el miedo que pueda suponer un coste económico.

Inventario casa Ronald McDonalds Madrid / Maria Viñas López

Situado en el propio recinto del Hospital Niño Jesús de Madrid, la casa Ronald McDonald cuenta con 3.000 metros cuadrados distribuidos en tres plantas. En la planta baja encontramos hasta seis cocinas totalmente equipas, donde cada familia tiene a su disposición una nevera.  Salas de estar, comedores, áreas de juegos, manualidades, biblioteca… son varios de los espacios donde los niños pasan las horas día a día tras las duras jornadas en el hospital. Cuentan también con 23 habitaciones con baño incluido para alojar a las diferentes familias, decoradas con diferentes animales como temática: ranas, elefantes o leones son algunos de ellos.

Comer, jugar o simplemente hablar, son lo que estas personas pueden encontrar dentro de la fundación, con un personal especializado y una amplia plantilla de voluntariado de lunes a domingo. La ayuda siempre está presente para todo aquel que lo necesite porque la enfermedad de un niño es una situación traumática que afecta a toda una familia. El objetivo de esta casa es mantener el calor y el apoyo que todo familiar necesita en estos momentos, transmitiéndoles la fuerza necesaria para seguir adelante. Además, la presencia de los padres del niño hospitalizado es el principal factor para tu recuperación.

Pedro Béjar, gerente de la casa Ronald de Madrid, nos abrió las puertas de la fundación para comentarnos las diferentes actividades que llevan a cabo y explicarnos los requisitos que debe tener cada familia para formar parte de esta casa. Además, hablamos con él de cómo es vivir día tras día dentro de la fundación, compartiendo gran cantidad de horas con esas familias acogidas durante meses.

Noelia Llorente, coordinadora, informa sobre la función del voluntariado de la Fundación Ronald McDonald, especialmente en Madrid. Cada voluntario acude una vez a la semana a ayudar en la casa con actividades de todo tipo para los niños. Las personas que deseen colaborar deben tener más de 18 años y, evidentemente, no presentar ningún tipo de delitos o abusos a menores. Con el cumplimiento de estos requisitos básicos, todo el mundo puede acceder y poner su granito de arena en esta fundación. A su vez disponen de un programa de prácticas en convenio con varias universidades.

Los voluntarios que participan en esta fundación siguen unas pautas que les facilitan su labor: Únicamente acuden a la casa una vez a la semana durante cuatro horas, ya sea por la mañana o por la tarde, con la intención de mantener una cierta distancia de afecto con las familias. El voluntariado es consciente del paso fugaz de algunos niños; algunos están durante una semana y no vuelven hasta meses después. Las características de este programa fomentan que los voluntarios lleguen con más motivación e interés los días que acuden a la casa, a pesar que pueda resultar un trabajo duro al tratar con niños enfermos. Crean un vínculo muy fuerte con las familias, animándolas a ser partícipes de todas las actividades, siendo testigos de la ilusión de los niños al ver a sus padres involucrados.

Mural con fotografías colgado en la Fundación Infantil Ronald McDonald / María Viñas López

Teresa, una de las voluntarias, describía la fuerza y el afán de superación que tienen estos niños. Unas cualidades y, sobre todo, ganas de vivir que transmiten con cada movimiento. Valoran mucho todos los momentos que viven en la casa con unos pequeños que siempre tienen ganas de jugar. “No dejan de ser niños”, comentaba. La labor de estas voluntarias, y de la ayuda que prestan, hacen que el mundo sea un lugar mejor para estas familias, logrando entretenerles y hacerles pensar en otras cosas. “Gratificante” es el adjetivo que utiliza Teresa para describir como se marcha a su casa tras jugar con estos niños, dejando a un lado sus problemas personales durante las horas que pasa en la fundación, como una forma de evadirse del mundo y centrarse en el bienestar de los niños.

Las familias que se hospedan no tiene ningún tipo de gasto con respecto al mantenimiento de la casa, únicamente compran la comida que necesiten el tiempo que dure su estancia. La utilización  de productos de limpieza y lavandería corren por cuenta de la fundación, siempre consiguiendo la mayor ayuda posible a través de las diferentes manualidades creadas por los niños y voluntarios de la fundación. Cada cierto tiempo, se ponen a la venta en los “Mercadillos solidarios”, con diferentes temáticas a lo largo del año.

Tulipanes para recaudar fondos / María Viñas López

No obstante también cuenta con la ayudas y donaciones de grandes empresas que colaboran con esta fundación. Philips y Coca-cola, entre otras muchas, ayudan con sus donativos a que la casa sea un lugar especial, donde no falten las risas a diario. También cuentan con la ayuda de personas reconocidas,  mostrándose dispuestos a ayudar con el aumento en el número de donaciones o simplemente consiguiendo que los niños se diviertan. Agustín Jiménez, participó en un ‘Monologo Solidario’ de manera gratuita con la intención de que la recaudación íntegra de las entradas ayudara a las familias de la casa Ronald McDonald de Madrid. También fue a visitar a los niños, quienes pasaron un rato estupendo con el cómico, haciendo que, por un momento, se olvidaran de los problemas que rodean su día a día, lejos de hospitales y terapias.

Mural de autoayuda en la Fundación Infantil Ronald McDonald / María Viñas López