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periodismo universitario en internet

Alcohol: un problema entre los menores

 

El alcohol es la sustancia psicoactiva con un consumo más generalizado en la población debido a su accesibilidad, tradición, precio, efectos conocidos, aceptación social y variedad disponible. Además, uno de los problemas que más preocupa a los padres, educadores y psicólogos es el consumo de alcohol en menores puesto que se ha convertido en el mayor problema de salud pública en la última década.Se trata de un consumo que está variando con los años. Cambia tanto la cantidad, como la forma.

La edad media de comienzo de consumo de alcohol en España, se encuentra en la actualidad entre los 12 y 13 años. Se estima que un 25% de los jóvenes inician el consumo antes de los 13 años, y el 50% antes de los 15 años.

Alcohol en menores

Gráfico de “The family mach” en su estudio, estudio de alcohol en menores y sus implicaciones en la familia

Nuestra primera protagonista, Laura, tenía 12 años cuando probó el alcohol por primera vez, algo según ella normal en su lugar de origen. Es una práctica socialmente aceptada.

Alcohol en el pueblo

Esta chica pasó su infancia y adolescencia en un pueblo pequeño, que tan solo contaba con dos bares, uno de ellos lo frecuentaban los habitantes de mediana edad y en el otro podíamos encontrar a toda la juventud del pueblo, desde los 12 hasta los 30 años. Guillermo Fouce, profesor de la UCM, señala que el ámbito rural suele dificultar el consumo de alcohol, sobretodo el consumo masivo, ya que todo el mundo se conoce y es difícil pasar desapercibido. En esto coincide Laura, «es cierto que es imposible mantener el anonimato, pero tampoco suele importar, ya que no se ve como algo malo o fuera de lugar».

Sin embargo hay otros aspectos de la vida rural que lo facilitan. Uno de ellos es que en los pueblos, según nos cuenta nuestra protagonista, los grupos de distintas edades tienen más relación, es normal que jóvenes de 12 y 13 años se junten con grupos más mayores, llegando a los 18 y 20 años. Estos grupos mayores se convierten frecuentemente en la forma más fácil de conseguir alcohol para estos menores.

Otro factor a destacar es la libertad a la hora de volver a casa. Laura reconoce que a los 12 años le permitían quedarse con sus amigos hasta las 3 de la madrugada. «Igual podía ver cosas que no debería pero nadie pensaba en eso. Todo el mundo sabía que estaba segura y acompañada de la gente del pueblo».

Además el pueblo facilita que los jóvenes beban en sus calles, plazas y parques ya que el control es muy poco frecuente o casi es inexistente.  Por ello se podría decir que en los pueblos es más habitual hacer botellón.

Hábitos de consumo en menores

«Lo normal es que los jóvenes beban de jueves a domingo y entre semana lleven una vida normal». Esta es la frase que define los nuevos hábitos de consumo de los jóvenes. Por eso mismo, se cree que no hay un problema detras. No hay una adicción. Sin embargo, la profesora Soledad Gil Hernández lo desmiente: «es peor beber de forma intermitente que de diario, ya que el cuerpo no se acostumbra a ninguna de las dos y esta en constante cambio».

El hecho de que no hubiera hora de llegada es una de las mayores diferencias entre la ciudad y el pueblo. Los jóvenes de ciudad tienen que emborracharse, disfrutar y recobrar la compostura antes de volver a casa a una determinada hora, que suele ser mucho más pronto que en un pueblo. Allí los jóvenes tienen total tranquilidad a la hora de beber. Tal y como cuenta Laura, ellos bebían para pasarlo bien sin necesidad de emborracharse. Con esto podemos relacionar el término de Binge Drinking, es decir, el atracón o empacho.

Soledad Gil narra esto como la tradición mediterránea, beber como forma de socializar, con amigos, para pasarlo bien. Sin embargo, el atracón se identifica más con la tradición anglosajona, beber con el único fin de emborracharse lo antes posible.

Alcohol en menores

Estadísticas 2015 del Observatorio Español de las Drogas y las Toxicomanías recuperado de El País

La nueva forma de consumir alcohol (polvo)

Una de las últimas creaciones de los jóvenes interesados en el atracón, es el alcohol en polvo o también llamado

Palcohol

Fuente anónima de un publicista de Palcohol

Palcohol. Esto es un invento que nos presenta una nueva forma de consumir alcohol. En lugar de encontrarse en estado líquido, viene en forma de polvo. Basta añadirle solo un poco de agua y puede tomarse como cualquier otra bebida alcohólica. Ya hay seis versiones distintas: dos de alcoholes solos (ron y vodka) y cuatro de cócteles completos (Cosmopolitan, Mojito, Margarita y Lemon Drop).

Aun no se sabe como se ha fabricado este producto, pero el miedo de los médicos es que los jóvenes inhalen el polvo o incluso lo mezclen con otras drogas, lo que podría provocar reacciones peligrosas o la muerte. Si bien las ventas del palcohol serán controladas,  se sabe lo fácil que es conseguirlo para los menores.

¿Cómo afecta el alcohol al cerebro?

Tal y como nos explica Soledad Gil, los cerebros de los adolescentes responden al alcohol de forma diferente al del adulto. «Precisamente por la existencia de los procesos madurativos que dejan al cerebro adolescente en una situación muy expuesta frente al abuso de alcohol, este podría interferir con la reorganización cortical en mar‐ cha, lo que modificaría la estructura y la función cerebral de forma permanente quizá hasta el punto de comprometer futuras oportunidades en estos jóvenes».

Los científicos coinciden en que los pacientes alcohólicos presentan rasgos psicológicos similares, sobretodo, impulsividad, ansiedad y falta de control. Pero hay un aspecto en el que los científicos no logran ponerse de acuerdo. ¿El consumo de alcohol motiva la aparición de estos perfiles o son estos rasgos los que incitan el consumo abusivo del alcohol?

Soledad Gil nos aclara que hay un estudio en marcha sobre este tema, que actualmente se encuentra en su tercer año de desarrollo de un total de cuatro. «No podemos hablar de resultados, pero si de indicios. De momento, parece que el consumo abusivo de alcohol es el causante de la aparición de dichos rasgos en la personalidad del adolescente. Pero son indicios, aún no podemos hablar con seguridad».

¿Cómo sé que necesito ayuda?

La mayoría de alcohólicos sólo acuden a pedir ayuda a un especialista si se encuentran en una situación insostenible. Aunque, el profesor José Guillermo Fouce aclara que «el adulto pide asistencia porque tiene un problema legal o económico, pero antes no se da cuenta de su alcoholismo. Con el adolescente sucede lo mismo, aunque es más bien una demanda que viene de su entorno: los padres que están preocupados porque ha tenido una sanción en la calle o un ingreso en urgencias. Normalmente no es el primer ingreso y algunos se han intentado justificar o esconder». Es muy difícil que sea el propio adolescente el que te venga.

Según Fouce, la primera parte de la intervención tiene que ser la toma de conciencia de lo que está pasando porque en términos generales no se es consciente más que de algunas consecuencias de su comportamiento. La intervención es complicada al no haber una motivación intrínseca del adolescente de enfrentarse a lo que le está pasando.

 

¿Cómo se sale? Proyecto música y menores

Fouce colabora en el proyecto “Prevenir en otra onda”. En el se habla de cómo la música es un elemento clave en la cultura juvenil. Se analiza la presencia de una serie de tópicos relacionados con las drogodependencias que encontramos en las letras de canciones de cuatro estilos musicales: pop, rock, punk y cantautor. Empezaron haciendo una investigación con letras de canciones con la intención de observar cómo la música trataba cada tipo de droga y si reflejaban bien lo que suponía su consumo. Algunos de los temas analizados son el proceso de drogadicción, su legalización y la relación de las drogas con “vivir al día”, la música, con evadirse, las drogas en el ocio, la diversión y el tiempo libre, las relaciones sociales y sexuales, sus consecuencias y con diversos estilos de vida, así como su uso como metáforas y comparaciones. Encontramos una alta presencia de estos tópicos en las letras analizadas y una amplia diferenciación en el trato que a las drogodependencias dan los diferentes estilos musicales analizados todo lo cual refuerza una la hipótesis de partida: la presencia acrítica y cultural del consumo de drogas entre los jóvenes lo que puede influir en una baja percepción de riesgos.

Esto dio lugar a un programa de intervención o prevención con cuatro pasos: un primer momento de conexión con los jóvenes interesándose por qué escuchaban; en segundo lugar transmitir información pero en torno a las canciones, ver si lo que decía un grupo en una de sus canciones era real o no; en tercer lugar se ponían situaciones concretas (cómo decir que no, qué hacer si te has pasado consumiendo…); y la cuarta sesión era un trabajo interactivo con los menores en las que ellos proponían canciones y les cambiaban la letra.

También lo hicieron con jóvenes que habían sido sancionados creando un taller en torno al hip-hop que llegó a editar un CD titulado “Tiempo de Cambio”. La idea es, según Fouce, establecer un lenguaje más cercano al de los menores.

Trabajan el consumo responsable, a pesar de que hay intervenciones terapéuticas más radicales, ya que Fouce opina que el alcohol, a pesar de ser una droga, todos convivimos con él y lo que pretenden es conseguir un consumo responsable y que la sustancia no se convierta en el centro

La música es una de las manifestaciones culturales más potentes, repetida y atendida por los jóvenes. Por lo que estudiar la música puede ayudarnos a desvelar las manifestaciones y contenidos de las culturas juveniles.

Prevención

El profesor José Guillermo Fouce explica mucho sobre este tema. «Hay prevención de tres tipos: la prevención escolar, sobretodo en talleres con los adolescentes, jóvenes en los institutos y demás; la prevención familiar, trabajar con padres y madres a la hora de ayudar a los jóvenes; y la prevención comunitaria, desde programas de ocio alternativos juvenil los fines de semana, hasta programas de medidas alternativas cuando te sancionan por hacer botellón, o hasta las campañas publicitarias, a la hora de elevar el nivel de información a la población».

Estos serían los tres ámbitos de intervención, pero los centros también suelen dividir dicha intervención mediante la “prevención indicada, prevención selectiva o prevención universal”; a todo el mundo, a poblaciones que tienen más riesgo de consumo en determinadas circunstancias o a colectivos que ya están iniciando la intervención.

La prevención universal, aquella que acoge a toda la población, es la que se hace en institutos o en colegios, con las familias, etc. que suele financiar la Comunidad de Madrid. Además, son las campañas de publicidad del Ministerio de Sanidad donde se está lanzando un mensaje sobre el alcohol. “Esto pretende mandar un mensaje, desde mi juicio erróneo, que desde la ciencia sabemos que es erróneo, que es meter miedo. Es como un primera barrera. Pero esto puede funcionar, hasta que cualquier persona lo prueba, porque en el momento en el que lo haga, va a ver un subidon en el que se va a sentir agusto a corto plazo y en el que la fuente va a perder sentido”. Por ello se podría decir que los mensajes de miedo tienen una eficacia un tanto cuestionable.

El segundo nivel son la población de riesgo o tienen predisposición a serlo. El tercero y último nivel, aquellos que están consumiendo o que tienen un problema que se ha identificado.

Con respecto a los carteles del Ministerio de Sanidad como medida de prevención, la opinión de la profesora Soledad Gil, ahonda en que es necesario ir a la raíz del problema, a la razón por la cual los adolescentes tienen la necesidad de beber y no a las consecuencias que esto les va a traer.

Menores sin alcohol

Carteles de la campaña “Menores sin alcohol” del Ministerio de Sanidad

Menores sin alcohol

Carteles de la campaña “Menores sin alcohol” del Ministerio de Sanidad

En España, los últimos sucesos ocurridos en este año 2017, con consecuencias devastadoras relacionadas con el consumo abusivo de alcohol a edades muy tempranas, ha impulsado el debate social sobre este problema y ha subrayado la necesidad de tomar medidas sanitarias y sociales. Como dice el profesor Fouce: «Hay que invertir recursos en materia preventiva porque evitaremos problemas posteriores».

 

3 Comments

  1. Buen trabajo.

  2. Buen trabajo chicos, muy interesante

  3. Muy bueno e interesante. Una problemática de la que no somos conscientes en su plenitud. Eviten las etiquetas, personas que sufren alcoholismo, no alcohólicos.

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