El espectáculo hecho deporte
El 18 de julio de 2011 nació Spanish Pro Wrestling, la nueva escuela de lucha libre que tiene su sede en Barcelona, la cual se formó a través de dos empresas de ámbito catalán. Su principal objetivo es expandir este deporte en España, con la intención de ayudar a luchadores noveles y también experimentados a conseguir la forma en el aspecto físico y técnico para convertirte en un luchador de provecho.
Estos principios se vieron reforzados a partir de la entrada de la publicidad y la promoción en toda la ciudad de Barcelona, publicándose vídeos de combates en Internet que fomentaron el interés de muchos para practicar la lucha libre. Las clases son impartidas por Axel Storm, uno de los luchadores con mayor proyección en España.
Historia de la lucha libre en España
El Wrestling entró en Europa en los años 20. El primer país que acogió la lucha libre en Europa fue Suiza. Esto fue a causa de que en este país, ya se estaba practicando un estilo de lucha llamado ‘Schwinger’ o ‘Schwingen’ que era muy popular en esa zona. Unos años más tarde, se expandió por toda Europa y se adentró en países como Francia, Reino Unido, Alemania…
A España llegó unos años más tarde, a finales de los años 20 como consecuencia de la influencia que había habido en el país vecino: Francia.
En su primera gira, todos los luchadores eran extranjeros. Esto empezó a coger fama y muchos luchadores olímpicos y también de la especialidad greco-romana, como algunos boxeadores, se involucraron en este nuevo mundo.
Tanto en Madrid como en Barcelona fueron los epicentros de la lucha libre en España, aunque en otros lugares del país, también tenían un circuito propio para fomentar este deporte.
Se creó un Comité llamado ‘Corporación Internacional de Catch’, y dentro de esta, se juntaron luchadores españoles, portugueses y del norte de África.
Los primeros luchadores españoles fueron, éntrelos más reconocidos, Jorge Alos, García Ochoa y el ex boxeador profesional Cheo Morejón. En la década de los años 30, la lucha libre empezaba a coger mucho auge en nuestro país, pero la Guerra Civil paralizó todo y tuvo que estar inactivo lo que duró el conflicto, que fueron tres años.
A partir de la década de los 60 y 70 en España, el Wrestling desaparece por completo de la escena catalana. Quienes vivieron esa situación, cuentan que el motivo principal de su declive se debe a las envidias entre luchadores y el recelo que los más veteranos tenían de los novatos.
En España nunca ha suscitado mucha promoción entre la población, ni ha sido un deporte demasiado llamativo, a excepción de la generación del 90 en la década del 2000. Sería mucho más adecuado incluso llamarle “Deporte espectáculo”.
Es en este preciso momento, hay muchas personas interesadas en este deporte que deciden trasladarse a Inglaterra, país con una fuerte cultura por la lucha libre, para formarse y volver a España con nuevas ideas, técnicas y formas de hacerlo. De esta manera, es como se fundó con una gran repercusión la Súper Wrestling Alliance (SWA), precursora de lo que hoy es RIOT.
Esta empresa nació en 2015 como un proyecto en común de varios luchadores, formando en la actualidad un total de 60 personas que buscan convertirse en profesionales de Wrestling.
Junto a esta, también se dio en Madrid la “Triple W”, una empresa con un gran peso a nivel nacional. También es el lugar donde todas las personas mayores de 18 años pueden aprender este deporte. Además divide sus eventos en temporadas, desde finales de septiembre hasta julio. La Triple W ha llegado a traer luchadores internacionales a luchar en España.
Sergio Zurdo, Akranis: “el espectáculo es todo”
Nuestro entrevistado, Sergio Zurdo (conocido artísticamente con el pseudónimo de Akranis) formó parte en sus inicios de la Triple W, actuando en la Tabacalera, un espacio libre en la zona de Embajadores, y que actualmente se encuentra en la Asociación de Black Bear Wrestling.
Sergio se define como alguien tranquilo y que siempre le gustó este deporte, sobre todo porque es complicado dañar a alguien y siempre que se hace no es de manera intencionada. El deporte de contacto le suscita mucho interés, pero nunca con el objetivo de herir a alguien, ya que este ejercicio parte de la base de dar un espectáculo, que la gente disfrute, y mantenerles entretenidos. Él recuerda en sus inicios practicarlo por mero entretenimiento, hasta que comenzaron a iniciar varios shows en los que empezó a participar, junto a su hermano. Estuvo varios años participando, hasta que decide dejarlo por un tiempo, sin saber cuándo volvería a participar.
Su vecino, que siempre acudió a verle a diferentes shows, comienza a entrenar en la misma entidad en la que él se tomó el descanso. Allí conoce a Juanjo, Pedro, Aida y Ana, que son quienes más tarde, se encargarían de formar Black Bear Wrestling, donde participa actualmente y que comienza a crecer poco a poco.
Esta asociación es sin ánimo de lucro. Su lugar de entrenamiento es un gimnasio en el barrio de Oporto, en Madrid. Uno de los integrantes y amigo de Sergio, que actúa con el pseudónimo de Rayo Verde, es el propietario de este gimnasio, que ofrece entrenar allí, a cambio de que él también pueda participar en los eventos.
¿Pero en realidad, cuanto tiene de espectáculo y cuánto de real? Para Sergio, el Wrestling es “una película en vivo”, es todo un espectáculo, pero con un toque de realidad. Es vivir una película, donde te presentan personajes, historias (se graban promocionándose antes del combate), se preparan un guión, incluso en muchas ocasiones se deciden los finales de los combates y en otros se improvisan.
Durante el combate todo cambia, ellos en su jerga lo denominan “Spunch”, es decir, tienen ciertas cosas preparadas para saber orientar el combate hasta el final, manteniendo al público entretenido. No deja de ser contacto físico, donde se realizan movimientos espectaculares y, que no por ser preparado signifique que es sencillo, puesto que requiere de técnica a la hora de realizar los movimientos, añadiendo el cuidado de tu oponente, para no lesionarle, a saber caer y minimizar los daños, pues la probabilidad de accidente es posible.
Akranis incluso incide en entrenar con tu oponente, cuanto más se conozcan, el combate gozará de mayor coordinación, y de mayor puesta en escena, y por supuesto, los movimientos de tu compañero, ya sabes cómo responderlos: “Al final te preocupas más de no hacerle daño, que de defenderte; el espectáculo es todo, hay que buscar la reacción del público”.
Siempre preparamos para que haya un técnico y un rudo (términos mexicanos para definir a un personaje bueno y otro malo) que significa un personaje que el público busca que gane y otro que pierda, porque no se es afín a él o ella.
Os dejamos un vídeo de lo que sería este deporte: