Fuga de talentos

Son muchos los que deciden marcharse voluntariamente o involuntariamente del país por diversos motivos. Hay quienes emigran en busca de un trabajo o de un futuro mejor, otros para aprender el idioma y así mejorar el currículum… pero, aunque con un menor porcentaje, también están aquellos que lo hacen por ocio para disfrutar la experiencia durante un determinado periodo de tiempo y con el único objetivo de viajar y conocer otros lugares del mundo.

¿Quieres conocer la historia de personas que han emigrado? ¿Quieres volver a España y no sabes como? ¡ESTE ES TU REPORTAJE!

Ya son más de dos millones de personas con nacionalidad española las que habitan en el extranjero, según los datos obtenidos del Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE).

Cabe destacar que este número ha sido un 4,4% mayor a lo largo de este 2016 respecto al año anterior y que los principales motivos son la falta de oportunidades laborales, un gran numero de parados y la difícil situación económica que se vive en España. Esto nos hace prever que la cifra de profesionales exiliados españoles seguirá siendo elevada.

Gráfico PERE/ PERE

Por continente, el 62,5% de las personas inscritas tenía fijada su residencia en América, el 34,2% en Europa y el 3,4% en el resto del mundo. Sin embargo, el mayor incremento se produjo en Asia.

Teniendo en cuenta la edad, los jóvenes son los que más emigran siendo un 63% de la población. Sin embargo, los demás porcentajes nos indican que no solo emigran los jóvenes, sino que cada vez son más familias con hijos las que se marchan al extranjero. El 15,4% de los inscritos en PERE tenía menos de 16 años y el 21,6% 65 años o más.

Los países que mayor número de españoles acogieron son: Reino Unido, Estados Unidos y Francia, situándose como los tres destinos preferidos por los españoles, debido a las grandes que ofrecen.

¿Necesitas ayuda para volver? La Asociación Volvemos puede ayudarte

Pero no todos los españoles que emigran al extranjero lo hacen para quedarse y son muchas  las barreras que existen a la hora de volver.

Página web de la Asociación Volvemos

Para estos casos existe una asociación llamada “VOLVEMOS“. Es un proyecto impulsado por tres personas (Diego Ruiz del Árbol García, Sebastien Sanz y Raúl Gil Benito) que conocen de cerca el proceso migratorio. En el caso de Raúl, la persona con la que tuvimos la oportunidad de hablar, es un hombre de 42 años, de Santoña, que vivió  y trabajó en Berlín durante varios años. Llegó a Alemania huyendo del ambiente tóxico que reinaba en España y allí trabajo en “La Red”, una asociación que ayudaba a los jóvenes españoles emigrantes en Alemania. Actualmente vive y trabaja en Madrid.

«La asociación fue creada porque creíamos que había una necesidad social y porque queríamos terminar con el discurso victimista de emigración y ponerlo en positivo, hablando de lo que aporta a nivel personal y profesional», afirma Raúl Gil, uno de los fundadores de Volvemos.

El objetivo principal de esta asociación es facilitar la vuelta a casa de esas personas que quieren regresar y desarrollar su profesión y su proyecto de vida en España. Además, favorecen la creación de vínculos que se han roto después de tanto tiempo fuera de casa y que ayudan a superar todas las barreras existentes que dificultan esta vuelta. 

Para ello realizan numerosas y diversas labores: trabajan con una psicóloga especializada en el duelo migratorio, tienen artículos que ayudan a superar dichas barreras, poseen ofertas de empleo de calidad… pero lo más importante es que tienen una conexión emocional con el país, ya que las personas que se han marchado saben que cuentan con una asociación en España que les apoya y les entiende.

Celia Arroyo, psicóloga especializada en el duelo migratorio y choque cultural inverso, entre otras disciplinas. Crea en 2015 Augesis, en donde se ofrece la psicoterapia convencional y la posibilidad de realizar terapia online a españoles que trabajan y viven en el extranjero. Como se afirma en la página web de Augesis “el proyecto tiene una acogida extraordinaria ya que los españoles que quieren emprender un proceso psicoterapéutico en el extranjero, quieren hacerlo con un terapeuta que hable su lengua materna y conozca su cultura”.

Será en 2016 cuando comienza a colaborar con Volvemos. Realizan una gran labor conjunta de divulgación de las dificultades emocionales relacionadas con los procesos migratorios.

En definitiva, la labor de Volvemos es: conectar a profesionales, empresas y administraciones para hacer posible el sueño de los jóvenes que quieren volver a casa con unas condiciones dignas de trabajo. «Por nuestra experiencia y por todas las investigaciones que hemos realizado, los motivos personales siempre cesan por encima de los laborales. El retorno no tiene que ver con ciclos económicos sino con ciclos personales», explica Raúl Gil.

Marcharse a vivir al extranjero es una experiencia fundamental que cambia la visión del mundo y ayuda a superar muchas barreras.

«En mi caso, a nivel personal, era una persona en el trabajo muy poco organizado y en Alemania me enseñaron a serlo, también a ser muy puntual, a darle importancia al ecologismo… a conocer debates que en otros países están muy presentes y que en España están atrasados. Todo esto se aprende estando fuera», afirma Raúl Gil.

¿Decidirán volver nuestros jóvenes talentos?

El azar decidirá el destino/ Variaciónxxi

A pesar de las cifras reflejadas anteriormente de españoles que han emigrado al extranjero, la decisión de marcharse a un país desconocido es muy difícil. Aunque actualmente existen muchos programas y becas para trabajar o estudiar en el extranjero, para algunos españoles es una opción muy lejana que tendría que pensarse en profundidad.

Trabajar en el exterior aporta una experiencia de vida y de conocimiento de nuevas culturas que no podría conseguirse si no se vive esta aventura. Además, ayuda a formarse y logra ofrecer un valor añadido que resulta atractivo a las empresas.

Hay muchas maneras de irse al extranjero, una de las más comunes entre los jóvenes es irse de au pair. Consiste en pasar una temporada con una familia de acogida del destino elegido ahorrándose el coste de la estancia. Durante este periodo, a cambio de alojamiento y un reducido sueldo, hay que ayudar al cuidado de los niños y realizar algunas tareas del hogar. 

Fotografía desde un avión de Ryanair/Variaciónxxi

Independientemente de cual sea el resultado laboral, los jóvenes siempre podrán contar con la experiencia de haber vivido en el extranjero, haber compartido una cultura diferente y probablemente la capacidad de hablar un nuevo idioma. 

Además, 5 de los 7 entrevistados afirman con rotundidad que volverán a España tras haber conseguido sus objetivos. Los dos restantes por el momento no se plantean volver a España, ya que aún no han alcanzado las metas que se pusieron al irse. En definitiva, los motivos que más les pesa a esos 5 entrevistados para tomar la decisión de volver es la distancia con su familia y amigos; la comida y el estilo de vida que hay en España.

La falta de arraigo en el país de acogida hace imposible que estos jóvenes sean capaces de poder tomar la decisión de quedarse definitivamente a vivir en el extranjero. Pese a esto, como nos contaba Volvemos, algunos jóvenes no acaban de realizar una búsqueda activa de empleo en España antes de regresar a este lo que incrementa su miedo a volver y no tener nada. Esto puede darse por falta de tiempo, de motivación, pensar que aunque se busque no se encontrará nada etc. Por ello, el papel de asociaciones como Volvemos puede ser fundamental para ayudar al retorno de los jóvenes emigrantes.

Equipaje de una de las entrevistadas

La gran parte de nuestros entrevistados deciden volver a España en apenas un año, que es más o menos cuando han cumplido sus objetivos preestablecidos. Nos cuentan que el haber conseguido un buen nivel en el idioma del país en el que han decidido irse, les ayudará a conseguir un futuro más estable y más próspero cerca de su familia y de sus costumbres.

En definitiva, la migración internacional se percibe como un fenómeno social que provoca la aparición de nuevas realidades sociales. Para conseguir una realidad social estable y duradera es necesario que el país de acogida facilite los instrumentos imprescindibles para una completa integración, haciendo el proceso de integración lo más corto y duradero posible. Y a la vez, que el país de origen tenga las herramientas necesarias para poder facilitar el regreso de nuestros jóvenes talentos.