El machismo de los medios de comunicación
Una mujer en un mundo comandado por hombres. Ella sola, en una reunión de directores. Más de 25 años avalan un recorrido plagado de éxitos. Columnas de Cataluña, entrevistas a presidentes del gobierno, muchos años detráde los que mueven los hilos… Combate y hace frente junto a sus compañeros, eso sí mayormente masculinos. Una firma conocida y un apellido que impone. Es Lucía, ella no es una periodista cualquiera. Lo que sigue a su nombre va más allá de una simple noticia. Se define como una mujer, pero con más atributos que definen su personalidad: carácter, profesionalidad y una “vocación como la del sacerdocio”. Variación XXI ha estado con Lucía Méndez
Esta periodista de El Mundo siempre acompañada de su fiel boligrafo y una libreta se relaja en un sofá de una suite de un hotel de la glorieta de Atocha. Desenfunda su jersey e inicia una sacudida de palabras que reafirman su posición en este mundo de hombres. Un mundo que solo tiene un nombre y se titula periodismo.
Casos como el aniversario de Ana Orantes o el de las 53 mujeres muertas el pasado 2017 han dado pie a combatir el terrorismo machista y que a veces se cuela el discurso por alguna rendija de alguna redacción. “El machismo, si lo queremos llamar así, en los medios de comunicación no es una cuestión del propio sector sino algo que está arraigado en la sociedad”, nos explica Méndez.
Una lacra social polémica y muchas veces difícil de argumentar en un debate que puede dar a entender cosas que no son. Pero sí, los medios de comunicación son el reflejo de un país, de una ciuadadanía. Y que aún sigue siendo machista o micromachista, como lo quieran llamar, pese a las útlimas reformas de los gobiernos de Zapatero y Rajoy.
“La correción política impide ver el machismo imperante en la sociedad”, argumenta Lucía. Una serie de palabras que guarda en un cajón solitario de casa o en la antesala de un cine que no deja ver que hay detrás de esas puertas el autentico dilema.
Según Global Media Monitoring Project, entre los años 2010 y 2015 el número de periodistas mujeres aumentó un 10%. “Es verdad, hay muchas mujeres en la base de una redacción”. Esa base a veces es maltratada por una élite de los medios comandada por hombres y que vetan la entrada de las mujeres a la hora de tomar las riendas del carro. “Siempre me encontrado sola en las reuniones de portada. A lo mejor éramos tantos redactores y directores y luego yo sola, como mujer”, explica Lucía.
También, el estudio indica el porcentaje de mujeres que realizan la carrera de periodismo. Un 60% en las aulas de nuestro país. Pero el peor dato, el que debería “estremecerlas” es el número de directivas en los medios de comunicación. Un dato que ofreció la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) en 2015 constatando que solo una de cada diez directivos son mujeres. “Y me parecen muchas a decir verdad”, se ríe Lucía Méndez, porque a veces es mejor reir que llorar.
Lucía es uno de esos casos que cuentan estos informes, de las que tienen una carrera brillante y miles de firmas a su espalda. De las que aparecen en tertulias políticas de radios y televisiones nacionales. “Yo lo he visto. Ha habido cuatro cambios de dirección en mi periódico y nunca me han llamado ni para ser directora adjunto”. Para esta periodista, la única respuesta se encuentra en Los hombres explican cosas de Rebecca Solnit. Esta obra cuenta cómo los hombres tienen una autoridad que no ha sido dada y refleja la desigualdad entre sexos.
Machismo en las secciones
El periodismo deportivo para la gente de la calle es uno de los más más discriminatorios. Y no van mal encaminados según las portadas de este tipo de periódicos.
- “Mide 170 cm y pesa 98 kg. Una portera de balonmano sin complejos en los JJOO de Rio 2016”, MARCA en @Twitter.
- “Y hasta se ha echado novio (Carolina Marín)”, El Mundo por J. Sánchez.
- “La lista de buenorras olímpicas en los JJOO de Rio”, elmundo.es
En esta última, para Lucía Méndez se pararon las rotativas y en seco. “Hubo mucha polémica por esa información que publicó mi periódico. Yo me quejé. Eso sí, te aseguro que no volverá a pasar. Todas las que estabamos allí nos avergonzamos de que saliera esa noticia”.
Pero no sólo el deportivo toca este tipo de micromachismo con mayúsculas. Las mujeres de la calle también hablan y nos cuentan que el económico es otra sección involucrada. “Noticias dedicadas a la bolsa, las empresas, la economía van firmadas por hombres”, nos dice una mujer que pasea por una calle dibujada por grafittis.
Pero no seamos negativos. Reconozcamos las metas que nuestro país ha conseguido en igualdad. Antes los medios de comunicación asaltaban algunas portadas llamando un asesinato machista como crimen pasional. “Ahora está a la orden del día que publiquemos el caso de un crimen hacia una mujer, eso antes no ocurria”, dice Méndez.
Una ministra, una portada
Una imagen que le viene a la cabeza a la periodista es la ministra fallecida Carmen Chacón. “Fue muy criticada por casi todos los periódicos, incluso el mío aún estando en desacuerdo con El Mundo. La tildaron de usar su embarazo como algo mediático. Luego se demostró que no”. El día de la muerte de Carmen Chacón fue un día gris para ellas. No usó su embarazo, fue natural como lo es traer a un hijo al mundo revisando tropas en Afganistán.
“Necesitamos más mujeres como Carmen”, cuenta Lucía. Aunque de repente, pega un giro, se toca el pelo y lanza un grito de mujer, de madre a la pregunta de Variación XXI que ella misma repite: “¿Sabes cuál es el verdadero problema de las mujeres” Ese, el traer hijos al mundo”. La conclusión en la calle, en una redacción o en un gabinete político es la misma. Es algo social y que se necesitará mucho tiempo para remediarla.Una lacra, desgraciadamente, que lleva siendo así desde que el mundo es mundo por desgracia.