El éxito del Billy Elliot español
En pleno centro de Madrid, uno de los teatros por excelencia de la capital, el Nuevo Alcalá abarrota su sala desde el pasado 5 de octubre del 2017. Y es que a estas alturas no es ninguna novedad para nadie que el musical de la temporada es Billy Elliot. Un éxito conocido mundialmente gracias a la película homónima de Stephen Daldry.
Lo que pocos saben es que existe una versión incluso mejor que la propia película, el musical que fue dirigido por el director de la misma y que años después cuenta con su propia versión en español, rompiendo todos los esquemas y consagrándose como uno de los mejores musicales de los últimos tiempos.
Probablemente muchos hayáis disfrutado ya del espectáculo Billy Elliot y conozcáis a algunos de sus protagonistas, ¿pero quién se encuentra detrás de esta súper producción? La respuesta es David Serrano.
El espectáculo se presenta como una nueva creación, «Es todo nuevo, todo es creación española: las luces, la escenografía, el sonido. Para nada es una réplica del musical extranjero» afirma entusiasmado el director.
David Serrano y su versatilidad
Nacido en 1975, dejó sus estudios en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense para dedicarse a su carrera en el mundo artístico, « y aún me quedan cuatro asignaturas», desvela Serrano. A día de hoy, es uno de los pocos directores, guionistas y adaptadores tanto de cine como de teatro que hay actualmente en España. Títulos como El otro lado de la cama, Días de fútbol o Hoy no me puedo levantar llevan su sello.
Esta versatilidad e ingenio son los que han llevado a Serrano a ser capaz de hacer frente a proyectos tan diferentes entre sí y conseguir un gran éxito con todos ellos. Con Días de fútbol, su ópera prima, se alzó con cinco nominaciones a los Goya, El otro lado de la cama ha sido una de las películas más taquilleras del cine español y Hoy no me puedo levantar levantó de sus butacas a más de 3 mil millones de espectadores al ritmo de canciones de Mecano en plena Gran Vía.
¿La clave de su éxito? Sin lugar a dudas, el trabajo duro y bien hecho, el esfuerzo y la dedicación tanto personal como profesional.
A día de hoy, completamente inmerso en Billy Elliot, nos permite adentrarnos en el teatro Nuevo Alcalá para conocer un poco más los entresijos de esta súper producción que le lleva quitando horas de sueño desde hace ya dos años, cuando recibe la propuesta de dirigir el musical.
Un elenco infantil multiplicado por cinco
A diferencia de otros musicales, Billy Elliot cuenta con una gran parte del elenco menor de edad, algo que en cierto modo puede llegar a dificultar el trabajo y hacerlo más complicado. Tal y como nos explicaba el director, «Los niños no pueden realizar más de dos funciones a la semana, por lo que todo el elenco infantil está multiplicado por cinco. De hecho, hemos creado una escuela solo para los niños que ya lleva año y medio funcionando». Todo esto hace que los actores adultos tengan que ensayar e interpretar la obra con niños diferentes cada día, «algo completamente agotador y que nos lleva muchas horas».
El tema de los “Billys” es uno de los que más preocupan al director, además de por lo pequeños que son por la de horas que han pasado juntos-incluso tienen con ellos un grupo de whatsapp-. «Trabajar con chavales con tanto talento y tanta ilusión ha sido muy especial» apunta.
En este musical no solo existía un casting donde se elegía a los protagonistas, ya que los niños requerían de una formación previa para poder hacer frente a todo lo que Billy Elliot les exige: ballet clásico, claqué, acrobacias, canto… Una formación que ha durado más de un año y que nos da una pista más de la completa y acertada creación que da lugar a este espectáculo hasta ahora sin precedentes en nuestro país.
Interpretación, canciones, música, todo tenía que dar la talla
El musical a día de hoy, sigue manteniendo inmersos tanto a su director como a los actores, maquilladores, estilistas, músicos, coreógrafos, trabajadores del teatro… Pero para llegar hasta aquí, tal y como nos comentaba Serrano, han sido dos años agotadores. «Este musical es lo más bonito que he hecho y que posiblemente haga en toda mi vida. Ha sido un reto maravilloso pero muy duro» añade sentimental.
El trabajo en el que él mismo aceptó implicarse no solo consistía en saber dirigir un musical, a un grupo de actores sobre un escenario quienes esperaban las órdenes de un director con un papel. Para llegar hasta aquí, se ha necesitado muchísimo trabajo especialmente por su parte, quien además de dirigir la función, tradujo y adaptó las 15 canciones que pueden escucharse en el musical así como el libreto del musical.
Además de ello, había que adaptar un escenario de grandes dimensiones con montajes espectaculares y también no olvidarse de la importancia de la interpretación, algo que según Serrano no puede dejar indiferentes.
Adrián Lastra, Natalia Millán o Carlos Hipólito entre los protagonistas
David Serrano se posiciona agradeciendo la bajada del IVA cultural del 21 al 10% aunque «sigue siendo muy alto». Insiste en que hay que cuidar la industria del cine ya que además crea muchos puestos de trabajo. El director se siente optimista respecto a la situación actual en este “mundillo” y asegura que «estamos en un momento en el que hay más trabajo que antes de la crisis.» Añade que ahora se ofrece la oportunidad de «hacer un cine más pequeño y modesto en medios».
Con todo, advierte de la burbuja que se está formando en torno al mundo audiovisual que «en algún momento explotará puesto que no hay tanta demanda por parte del público».
El director dedica un mensaje esperanzador a los que están iniciando su carrera pero para conseguir resultados insiste en que «hacer cortos es esencial y lo más fácil». Este es su principal consejo para aquellos que quieren y luchan por adentrarse en esta industria como actores o productores.
David Serrano y todo su trabajo son dignos de admirar, ya que tal y como ocurre en la película…
Profesora: “Una última pregunta Billy. ¿Puedes explicarnos que sentimientos experimentas cuando bailas?”
Billy Elliot: “No sé. Me siento muy bien. Al principio estoy agarrotado, pero cuando empiezo a moverme lo olvido todo, y es como si desapareciera, como si desapareciera, y todo mi cuerpo cambiara, como si tuviera fuego dentro. Y me veo volando, como un pájaro. Siento como electricidad, sí, como electricidad.”
Esa electricidad y esa necesidad de volar como un pájaro es la que se siente tras ver el musical de Billy Elliot, así que ya sabéis, ¡¡no os lo podéis perder!!!
Me han entrado ganas de ir!
Un espectáculo brutal, muy buen reportaje!